~Domingo por la mañana~
Me comencé a despertar mientras sentía el cuerpo de Axel en mis brazos, me gustaba mantenerlo abrazado, ya que amaba estar siempre junto a él, si hubiera algo que desear sería que siempre estuviéramos juntos, no podría soportar la idea de separarme de él jamás.
Olía tan bien que me excitaba la idea de poder hacerlo con el por las mañanas, pero debía controlarme, así que mantenía mi mente ocupada en otra cosa.
Luego de un rato ambos estábamos despiertos ya, yo debía cambiarme para salir al mercado a hacer las compras, los domingos por lo general iba, así que me cambié.
-¿No vienes?-le dije a Axel refiriéndome a si me acompañaba a hacer las compras, mientras vi que me observaba mucho.
-No, no quiero-se veía un poco serio.
-¿Estás bien?-me acerqué a él, ya que estaba sentado en la cama y yo parado junto al closet terminando de cambiarme.
Le toqué suavemente su mejilla la yema de mis dedos, quería quitarle lo serio.
-No, ¡no me toques! -golpeó su mano contra la mía para alejarla.
Vi que de inmediato se dio cuenta de lo que había hecho, pareció más que nada un impulso de enojo.
-Bien- lo dije alejándome de él, ni si quiera pude decirle casi nada, no sabía porque estaba molesto conmigo.
Hice como si no hubiera pasado nada, no quise darle vueltas al asunto, no sabía si él estaba así por la adolescencia o porque realmente yo había hecho algo malo.
-Bueno, me iré. Nos vemos más al rato-tomé mi cartera y las llaves del carro y salí de la habitación.
Bajé rápidamente las escaleras despidiéndome de mi madre, ya era lo usual que yo fuera.
Aun que lo único que me puso de malas fue nuevamente esa chica que por más que la ignoraba no dejaba de mirarme, parecía que me comía con la mirada. No tenía idea de lo que ella quería o planeaba con ese comportamiento y esas amenazas de decirle todo a mi madre, por el momento solo pensaba en como deshacerme de ella.
Luego de un rato de las compras regresé a la casa, solo compré lo necesario para la semana.
-Daniel, ya está la comida-dijo mi madre en cuanto me vio entrar.
-Ahora mismo voy, solo tomaré un baño-dije mientras subía las escaleras para dirigirme al cuarto de Axel.
-Dani, volviste-escuché su tierna voz proveniente de la cama.
-¿Aún sigues acostado?-le dije mientras me quitaba la camisa.
Me acerqué a la cama y me senté viéndolo.
-¿Estás molesto conmigo?-le pregunté.
-No, no es eso-se dio media vuelta evitando verme.
-¡¿Entonces?!-me molesté un poco y le di la vuelta hacía mi obligándolo que me viera.
-No quiero hablar ahora.
Era un poco estresante que siempre estuviera así y nunca pudiera decirme las cosas, me hacía sentir inservible al no poder comprender lo que pasaba por su mente.
-Bien, te dejaré tranquilo, después tendrás que decirme que es lo que pasa-le acaricie su mejilla y le di un leve beso.
Tenía que bañarme de prisa, porque la comida esperaba en la mesa y mi madre se molestaba sino bajábamos a comer.
Me di una ducha rápida, en cuanto salí del baño me encontré a esa chica nuevamente, parecía que me siguiera, me molestaba el simple echo de tener que verle la cara todos los días.
-Quisiera hablar contigo-escuché esa molesta voz de la chica en cuanto di unos pasos hacía el cuarto de Axel.
-¿Qué es lo que quieres?-dije molesto, dando a entender que no quería hablar con ella.
-Necesito mostrarte algo, de verdad tienes que ver esto.
¿De que carajo habla? ¿Qué podría querer que viera?
Solo me dediqué a mirarla esperando que dijera algo más, pues puse un semblante de confundido.
-después de la comida mi madre y tu madre se quedarán en la sala charlando, como de costumbre…quiero verte en tu cuarto para charlar de algo-dijo ella, meneando los ojos juguetonamente.
-¿De que hablas?-pregunté ya con algo de curiosidad.
-Ya lo verás-dijo viendo la toalla que cubría mi parte inferior.
Me intrigaba un poco lo que había dicho, pero quizás no era nada del otro mundo, pensé que simplemente quería molestarme como lo hacía siempre con esos comentarios inapropiados de mi y Axel.
Me terminé de vestir y bajé para comer junto con Axel, entonces pude notar que ella no me quitaba la mirada de encima, era verdaderamente molesto.
Acabamos de comer y recogimos los platos ayudando a lavarlos.
-Te esperaré en tu cuarto-dijo la chica acercándose a mi cuidando de que yo fuera la única persona de por ahí que la escuchara decir eso.
Le di una mirada de fastidio y no le respondí nada.
De inmediato subí y entré a mi cuarto, en cuanto entré vi que ella estaba sentada sobre mi cama con las piernas cruzadas viéndome directamente, era fastidiosa, pero si era la única manera de cerrarle la boca tenía que ir a hablar con ella, quizás podría convencerla de que ya nos dejara en paz.
-¿Qué es lo que quieres?-dije rápidamente antes de que ella comenzara la conversación.
-Deberías de comenzar a tratarme mejor-dijo.
-¿Sabes que eres demasiado fastidiosa, verdad?
-y eso que creí que la situación aquí no se podría poner mejor de lo que ya estaba, yo sabiendo su secreto de hermanos pervertidos-dio una leve pausa y se levantó de la cama-hace unos días descubrí algo impresionante-lo dijo volteando los ojos hacía mi closet, pues parecía poner suspenso a cada cosa que decía.
Me comencé a desesperar de que no me dijera que era lo que quería.
-¡Habla de una vez, no soporto estar a solas contigo!-de inmediato le dije algo molesto, pues ese tono de su voz calmada hacía que enfureciera.
-Hace unos días encontré una grabación en tu cuarto.
-¿grabación?-pregunté confundido, pues no tenía idea de que hablaba y el porque era tan importante eso. Había hecho algunas grabaciones para trabajos en la universidad, pero realmente no eran importantes.
-Eres un asqueroso, Daniel…-dio una leve pausa, parecía gustarle ver mi cara de confusión-violaste a tu hermano-se rio un poco, parecía disfrutar la charla.
-¡¿De que mierda hablas?!-esos tonos burlescos eran lo que me alteraban.
-Encontré una grabación donde claramente se puede ver cuando violas a tu hermano-se rio.
¿grabación? Me pregunté a mi mismo, pues no tenía idea de lo que hablaba, de pronto recordé que la segunda vez que lo había hecho con Axel quise tener un recuerdo de eso, entonces nos grabé haciendo el amor, pero definitivamente había dejado eso en el olvido luego de todos los problemas que habían ocurrido en la familia y la universidad.
-¡¿Qué hiciste con ella, maldita?!- no pude evitar enojarme luego de recordar todo lo que estaba grabado ahí.
-Tranquilízate, no querrás que toda tu familia se entere o ¿sí? Sabes, eso es muy delicado, lo que le hiciste al pobre de Axel, ¿saber que podrías ir a la cárcel por violación? Y además violaste a un menor de edad, eso fácilmente te dará 10 años de cárcel-se rio pereciendo disfrutar el que yo la estuviera viendo con una mirada de odio.
-¡Cállate maldita perra, Axel y yo nos amamos, eso no fue una violación, ni tu ni nadie podrá hacer que me separen de él!
- ¿de verdad? ¿Quieres probar a ver que pasa si le enseño esto a tu madre o a la policía?¿crees que los dejaran por que están “enamorados”? eres un maldito enfermo que violó a su hermano de…-hizo una mueca de pensativa-¿Qué edad tiene tu hermanito, 14 años?¿no crees que es muy asqueroso eso?
-No tienes derecho a juzgar nuestra relación, te mataré si dices algo-de inmediato la amenacé sin saber que más hacer para que cerrara la boca.
-En verdad no sabes en la situación que estás, ¿verdad?, te tengo en mis manos, no solo yo sé lo que hacen, sino que hay evidencia y más vale que de ahora en adelante comiences a tratarme mejor.
No podía pensar claro, sabía que esta situación se había salido de mis manos, solamente podía pensar en que me separarían de Axel si algo se llegaba a saber. Esta chica de verdad era un problema, jamás creí que llegaría a tanto para fastidiarnos la vida. Tenía que pensar una forma de terminar esto, había llegado a mi límite de paciencia con ella.