~~viernes por la mañana~~
Jamás había estado al borde del colapso, ni si quiera cuando me enfermé hace poco había tenido la cabeza tan ocupada.
-Aquí estás-esa tierna vos se escuchó a un lado de mí, era Alex mientras me miraba fumar un cigarrillo a fuera de la casa.
Yo me encontraba recargado sobre el carro en la parte de atrás, pues de cierta manera quería esconderme para que no me vieran fumar, casi no tenía ese habito, pero está vez definitivamente sentía que lo necesitaba, quería distraerme en algo.
- ¿Estás fumando? -Axel se veía sorprendido, pues como dije en muy rara ocasión lo hacía.
-Sí-dije arrojando el humo al lado contrarío de donde estaba él-no es nada, sólo necesitaba relajarme.
-Mamá te estaba buscando, creyó que te habías ido a algún lugar...
-¡Axel!-de inmediato lo interrumpí, no me importó lo que tenía que decirme en ese momento.
Se quedó callado viéndome fijamente.
-¿Sabes que te amo demasiado, verdad?-lo dije mientras tiraba el cigarro al suelo y lo apagaba con el pie.
-¿Por qué lo dices así de repente?-su cara se tornó roja, siempre parecía sonrojarse cada que le decía algo así.
-Una vez te dije que podría dar mi vida por ti si tu me lo pidieras…-hice una leve pausa esperando que el recordara-yo realmente te amo y si te pierdo no podría vivir-me giré hacía él mirándolo fijamente, pues quería ver las expresiones que ponía.
-Sí, eso ya lo sé-bajó su mirada, realmente parecía avergonzado.
-te prometo que un día solo seremos tu y yo, nadie se interpondrá entre nosotros-lo sujete del mentón para que me viera-amo tanto esa cara, tu cuerpo, tu forma de ser.
-Dani, ya basta-quitó mi mano de su cara, parecía no querer seguir escuchando todo lo que le decía- ¿Por qué dices esas cosas hoy y tan de repente?
-Solo quería que lo supieras Axel-le di una leve sonrisa, no quería que él notara lo mal que estaba por dentro, no podía preocuparlo más de lo que ya estaba.
-Realmente no te vez muy bien-me vio de pies a cabeza-desde ayer te veo muy raro.
-No es nada, es solo que extraño estar contigo-le sonreí nuevamente evitando que se preocupara.
-Cuando esa chica se vaya, nosotros podremos…-al parecer le dio demasiada vergüenza decirlo en la calle y ni si quiera pudo terminar de decirlo.
-Lo haremos mil veces cuando ellos ya no estén-se lo dije en tono burlesco, pues yo realmente tenía ganas de volver a lo de antes, pero primero necesitaba ocuparme del asunto.
~~Domingo por la mañana~~
Fumé mi último cigarrillo antes de entrar a la casa, estos últimos días había estado fumando a escondidas, no quería que mi madre hiciera preguntas sobre lo que estaba pasando, porque yo realmente estaba con la cabeza en otro lado. El único que me había visto fumar era Axel, pero realmente no me hizo muchas preguntas sobre eso.
En cuanto entré a la casa estaba esa chica ahí con su escotada blusa, últimamente me molestaba mas ver ese cuerpo, ya que me disgustada cada centímetro de él.
-Hola, Daniel-me dijo la chica sonriéndome.
Parecía que quería decirme algo más, aun que yo sabía de que se trataba, hasta hoy había tenido de plazo para decidir qué hacer.
Desde hacía unos días había estado pensando en todo eso, pero al fin había podido decidir qué haríamos.
Luego de un rato la maldita y yo salimos a la cochera a hablar, ella parecía ansiosa de saber que es lo que había decidido, aun que creo que ya lo daba por hecho.
-¿Entonces?-me preguntó con una enorme sonrisa.
Di un leve suspiro sin voltear a verla.
-Lo haremos.
-Me alegra que hayas decidido a hacerlo, de verdad que te gustará y te olvidarás de estar con Axel.
Sinceramente lo único que quería hacer en ese momento era golpearla para que cerrara su maldita boca, no tenía nada de ganas de escucharla balbucear como si hubiera ganado un premio al yo aceptar tener sexo con ella.
-Solo te pediré algo-le dije haciendo una pequeña pausa-no quiero que Axel se entere de esto.
-Por supuesto que no se enterará, pero… Sabes, si vas a estar haciéndolo conmigo no creo que debas de hacerlo con él ya, en verdad sería muy asqueroso pensar que has estado con él y luego conmigo, es mejor que ni si quiera lo toques o no le hagas nada de lo que ustedes hacen.
En cuanto escuché sus palabras de verdad quise matarla, me había hecho enfurecer demasiado al llamar asqueroso a la manera en que Axel y yo nos demostrábamos nuestro amor.
No podía si quiera decir nada, ya que en ese momento no estaba en posición de negarme a algo, así que solamente me mantuve callado ante ese tema.
-Yo acomodaré todo, esta noche, tu solamente debes prepararte-le dije con un tono de voz calmado para que no notara que estaba enojado.
-Quiero un ambiente romántico y más vale que sea un buen lugar, quiero que sea especial nuestra primera vez-se veía que alucinaba pensando en lo que pasaría entre ambos.
-No te preocupes, lo haré todo perfectamente…