~~Domingo por la noche~~
Ese día las dos señoras, ósea mi madre y la madre de Aida habían salido a hacer unas compras, así que tuve mucha suerte de que no se encontraran, no quería que nos vieran salir juntos.
-No quiero que nadie se entere a donde iremos-le dije a la chica odiosa mientras ambos nos encontrábamos en la sala.
-No te preocupes, soy muy buena guardando secretos-me guiñó el ojo riéndose.
Esa noche parecía que ella se había arreglado demasiado, se había puesto un vestido muy corto color negro, unos tacones no tan altos, se había maquillado y alaciado el cabello, y por si fuera poco olía tanto a perfume que parecía que se había bañado con él, realmente no entendía que era lo que esperaba de mi con arreglarse tanto o sí simplemente era para tratar de conquistarme con su apariencia.
Ella se adelantó primero saliendo a la cochera, entonces me dirigí al cuarto de Axel para despedirme y agarrar mis cosas, en cuanto entré lo vi sentado en su escritorio leyendo un libro.
-Regreso en un rato-le dije mientras tomaba las llaves del auto.
-¿a dónde irás?-de inmediato me preguntó antes de que yo saliera del cuarto.
-Iré a terminar un pendiente que tengo-le respondí con una leve sonrisa.
-¿Qué clase de pendiente?-se notaba más curioso de lo normal.
-Es solo algo que debo hacer… No te preocupes Axel, estaremos bien de ahora en adelante-cuando estaba diciéndole eso me comencé a acercar hacía él y tomé su barbilla haciéndolo que me mirara fijamente-prometo que no dejaré que nada te pase, nunca-le plantee un beso en los labios.
-Nuevamente estás algo extraño, Dani-sus mejillas enrojecieron, parecía aun darle vergüenza que le demostrara afectos de cariño-además mamá aún no llega, ¿no deberías de esperar a que esté aquí para salir?
-No, debe ser ahora, no tardaré mucho. ¿crees que estés bien tú solo por un rato?
-Sí, ya no soy un niño, Dani.
-Por supuesto, a veces lo olvido-le plantee de nuevo un beso agarrándolo descuidado-nos veremos en un rato más.
Lo dejé en la habitación y me salí de ahí suspirando para poder continuar con lo que tenía en mente.
En cuanto salí de la casa ahí se encontraba esa chica viéndome fijamente, parecía algo molesta.
-Tardas mucho, ¿acaso ya te arrepentiste? Porque si es así ya sabes lo que pasara.
-No-suspiré nuevamente tratando de calmarme, estaba bastante irritado.
-Quizá ahora pueda darte una probada-en cuanto lo dijo se acercó a mi queriendo besarme.
De inmediato voltee la cabeza negando el beso.
-No debes precipitarte-le dije tratando de calmarla, pues parecía impaciente.
-Vamos, no seas tímido, ¿de verdad jamás haz estado con ninguna chica? Vaya desperdicio.
-Nunca me ha interesado estar con nadie más que con Axel-lo dije con la voz un poco más seria, pues me estaba sacando de mis casillas.
-Buuu, que aburrido eres, pero te aseguro que te gustará estar conmigo. ¿Nos vamos ya? -sonrió meneando sus caderas mientras caminaba hacía el auto.
Se paró a un lado de la puerta del copiloto.
-¿Serías tan amable y caballeroso de abrírmela?
Suspiré nuevamente para calmar mi molestia, quité el seguro de las puertas y me acerqué a abrirla.
-Hueles muy bien-me dijo en cuanto estuve a pocos centímetros de ella-deberías de traer ese perfume contigo, realmente me excita.
Solo la miré fijamente hasta verla meterse al auto, ni si quiera le dirigí la palabra. Pues yo tenía prisa por acabar las cosas antes de que los demás llegaran, porque si lo hacían nos verían entrar juntos y quería evitar las preguntas.
Además, mi madre sabe que no me llevo bien con esta chica y el hecho de que llegara con ella sería muy extraño.
Vi mi reloj por unos cuantos segundos antes de bajar la palanca del freno del auto. Marcaba las 8:30 pm en ese momento, el sol ya se había metido por completo, solamente se podía ver un poco de luz en el cielo a lo lejos, no faltaba mucho para que el cielo quedara completamente oscuro.
Ni si quiera habían pasado 5 minutos de cuando empecé a conducir y Aida comenzó a tocar mi entrepierna.
-Que grande se siente-lo dijo rosando su mano sobre mi miembro.
-¡¿Podrías detenerte?!-le dije tratando de quitar su mano de mi pierna.
Era difícil manejar con esa chica tocándome y más aún me molestaba teniéndola con su mano sobre mis pantalones.
-¿Qué dices si lo pruebo aquí, no te gustaría eso?
Por suerte en ese momento había un semáforo en rojo y pude detener el auto para centrarme en lo que le diría. Giré mi cabeza hacía ella, quería gritarle muchas cosas por lo molesto que estaba, pero me contuve.
-Será mejor que esperemos a llegar, ¿no lo crees? -lo dije mientras apretaba mis dientes para controlar el enojo.
-Pfff-hizo un ruido con la boca-de verdad que, que aburrido eres, pero está bien, por ahora no te tocaré, aun así, después me desquitaré.
El semáforo en rojo se cambió a verde y comenzamos a avanzar.
Luego de un rato ya llevaba casi 20 minutos conduciendo, ya que íbamos hacía la salida de la ciudad y estaba un poco retirada de la casa, el cielo realmente se veía estrellado en esa parte de la ciudad, pues solo era naturaleza, ni si quiera había casas por ahí con luces que opacaran lo oscuro del cielo.
- ¿Tan lejos está el hotel? -preguntó Aida mientras veía por la ventana.
-Sí, es un hotel que está a las afueras, no me arriesgaré a que alguien nos vea juntos en la ciudad.
- ¿A quién te refieres con alguien?, ¿no sería un alago que te vieran salir con alguien como yo? Digo, tan solo mírame-parecía balbucear, pues se creía la mujer más bella.
-Sabes que no hago esto por gusto-suspiré nuevamente, mientras trataba de concentrarme en el camino.
-¿En serio hay algo por aquí? Pues debe de ser un hotel muy elegante o asqueroso para que esté tan lejos. ¡Te dije que quería algo romántico y elegante!
-¿Puedes tranquilizarte? Por favor checa en mi celular la ubicación, creo que lo he perdido-dije mientras veía alrededor.
-¿Es en serio?, ¿Qué clase de tonto eres?-lo dijo ya molesta, pues parecía haberle molestado que no llegáramos pronto.
Suspiré nuevamente… De verdad que es una chica odiosa.