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Encantó Siniestro. por toporouse

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Notas del fanfic:

Voy aclarar que aquí no hay mpreg.

Notas del capitulo:

Los personajes de My hero academia le pertenecen K?hei Horikoshi, hago esta historia sin fines de lucro y por mero entretenimiento.

El infierno es un lugar siniestro e indescriptible y habia siete niveles, cada sección con fuertes llamas y herramientas de tortura para los distintos tipo pecado. El lugar esta poblado mayormente por demonios, cada uno tenia nivel de poder y categoria de la maldad, dependiendo el estatus era el lugar que le corresponde para torturar a los condenados.


La historia comienza con un demonio de clase alta, su nivel de maldad sobre pasaba los límites, era respetado y temido por todos. Su nombre era Izuku, comenzó como un demonio sin categoría, llego de la nada causando estragos en cada lado y sección del infierno, en tan poco tiempo ganó mucho poder en el inframundo.


No sabia la razón de su existencia, solo había despertado ahí como un demonio, colgado del cuello de un árbol, bastante tétrico, negro y secó, sin recuerdos, solo sabía su nombre "Izuku". Quizás fue humano o talvez uno de tantos demonios creados, no lo sabía y nunca le tomó importancia. Su apariencia era bastante atractiva, joven e incluso delicada, sus cuernos no era tan grandes, con la puntas hacia arriba, curvas y negras.


Al tener conocimiento, cortaron la soga que le sostenía,  dejándolo caer al suelo, los demonios lo recibieron como a todos los nuevos, le dieron una tarea para empezar a trabajar y con eso empezó a realizar su función, en ese entonces solo le dieron unos cuantos harapos y un pico para comenzar a buscar carbón para quemar a las almas humanas.


Ser un demonio sin categoría, apestaba ya que todo el mundo los menospreciaba, les daban trabajos denigrantes y  lo peor es que no podían parar, era un trabajo sin fin. Y no es que no le gustara el trabajó pero no entendía el porqué hacerlo de manera automática, en definitiva queria algo diferente para él, así comenzó a reunir información para poder cambiar su situación.


Con el tiempo aprendio que la categoría se podía robar, ya sea matando a otro demonios o adjutando almas humanas en el mundo de los mortales, al tener tan lejos a la segunda opción, comenzó por lo que eran superiores a el, sus capataces y con empezó a colectar poder. Comió a todo demonio que se cruzara en su camino y con eso atrajo a los más grandes, fue más difícil y a diferencia de los más pequeños tenia que tener estrategias para poder vencerlos, pero lo logró, llegó hacer a uno de los más grandes del inframundo.


Le encontró cierto gusto al destruir, aplastar a sus enemigos. Era un demonio, amaba su trabajo, su naturaleza de maldad, la oscuridad y la sangre. Sentir esas sensaciones le hacía sentir un propósito en su vida, queria ser el mejor para poder gozar su estancia.


Y para el jefe del inframundo no paso desapercibido, los demonios fuertes y con grandes aspiraciones, eran bienvenidos a su corte y a su lado, le entrego su tridente con una categoría bastante increíble, al igual que un excelente y fino traje. Con eso le dio la libertad de ir al mundo de los mortales para hacer caer a los humanos al abismo.


Todo eso fue divertido, haberse propuesto de subir fue bastante satisfactorio pero aun se sentía vació, frustrado y sin razon de su existencia, si había logrado lo que planeó, había llegado a la cima pero se sentía vació. Fueron años de lo mismo y con eso se volvió monótono, sin fin, los humanos eran muy aburridos, mentirosos y muy manipulables.


Los humanos no eran tan interesantes para asesinar, no tenían oportunidad a su nivel y eso que empezaron a manifestar algo llamado "kosei" pero ni siquiera eso tenía ningún efecto en demonios, aún cuando se manifestaban a su presencia, no surtia ningún daño a su forma física, bueno si podían arrancar un pedazo de su carne pero no sentía nada. Quizás porque no pertenece a su mundo.


Pero tener categoria era algo genial, ya que nadie le dice que hacer o cuando hacerlo, podia jugar o domir la siesta todo lo que quisiera sin ningún tipo de consecuencia. Aunque también llegaba aburrirse tambien de la siesta e iba al mundo mortal en busca de diversión con algun humano aunque sea de forma temporal, ya que al cumplir sus deseos a los dos días se hartaba de ellos y los hacia morir de manera muy cruel y sobre todo doloroso, por su impertinencia en su manera de hablarle o tratarlo, claro cumplía su trato pero no el tiempo en que lo podían disfrutar.


Se creían su dueño, simplemente porque tenía que acompañarlos en el transcurso en lo que cumplían sus deseos, por lo cual vendían sus almas, cuando era al revés eran ellos quien le pertenecen a el, sus almas eran suyas y en el infierno serían identificados por su marca de llama verde y con eso hacía que su popularidad creciera abajo.


Al estar pasando por las obscuridad de los callejones de la calle, se topó con escena bastante divertida, un hombre bastante alto, delgado con un aura bastante tétrica, le causó una sensación inusual, le había llamado la atención y sobretodo, apesar de su grotesco rostro le pareció bastante excitante, nunca le había llamado la atracción una apariencia de un humano pero no se negará en experimentarlo.


Comenzó a seguirle los pasos, investigando y empezando a conocer más a profundidad su persona, su convicción. Queria enseñar a la sociedad sobre los verdaderos héroes y por alguna razón, esa palabra lo habia escuchado algún lado. Fue un año bastante ajetreado ya que era una persona bastante ocupada, iba de aquí para haya matando a los héroes falsos para dejar en claro su mensaje.


-"La sociedad necesita ver la basura que son los supuestos héroes, solo manchan el nombre, no son dignos de si quiera de tener ese título, solo les importa el dinero o la fama"-.


Esas palabras encendieron su corazón, le hicieron sentir algo, se sentía completo al estar al lado de ese mortal y quería que le perteneciera a el, que fuera suyo, queria que ese humano fuera completamente de su persona. Habia algo en esas palabras que le cautivó en su obscuridad que le hacía sentir que tenía un propósito,  algo por cual levantarse todos los dias.


Cada día se enamoró de ese humano, no mataba por maldad, el era un demonio y sabía cuando las personas eran matones por diversión y por alguna razón era a los que odiaba con todo su ser, se aprovechan de los débiles solo por qué habían nacido siendo fuertes, su Stain era muy diferente a esos vulgares mortales, el quería dejar o mostrar a la sociedad sobre lo que era el heroísmo de verdad y eso era sin necesidad de obtener algo a cambio.


Pero un lado suyo se mantiene algo escéptico, era un mortal, un humano, un buen mentiroso y con un débil corazón, al cual podrían doblegar con facilidad, así que un día tuvo la oportunidad de tentarlo para que le mostrará su verdadero ser, aunque una parte queria creer que realmente no era un humano mortal común como cualquier otro.


Habia sido acorralado, le habían podido vencer y le habían dejado en un estado bastante lamentable, esta muy herido y su muerte era inminente-Stain...-finalmente se atrevió a mostrarse ante el, camino con lentitud y con una sonrisa bastante perversa.


-¿Quien eres tu? ¿Que haces aquí?-hablo entrecortado el asesino de heroes, no sabia si era un ilusión o una mala broma de su agonizante cerebro, pues lo que via era un chico bastante lindo y con unos cuernos.


-Mi nombre es Izuku y soy un demonio-.


A lo cual empezó a reír pues creía que una ilusión bastante rara-¿Un demonio bastante atractivo? Es una mala broma, solo era un producto de mi imaginación-.


Izuku entonces le clavó su mano en su pecho para comenzar hacerle ver que era bastante real-¿Hay duda alguna ahora mortal? Sientes eso, es bastante creíble ¿No?-.


Stain al sentir esa increíble invasión le fue suficiente para saber que era real, dolia bastante apesar de su apariencia, tenia una fuerza brutal-¿Y que es lo que quiere un demonio con alguien como yo?-.


El pecoso guardó silencio, mostrandose bastante serio para hacer su proposición, realmente no queria perder detalle a su respuesta-Humano puedo darte lo que más deseas en el mundo, sin tan solo me das tu alma ¿No sería más fácil?-.


Vio como este le empujó con enojo y como pudo se sostenía de pie-No se que te propongas niño, ya se que lo que quiero no está a la vuelta de la esquina pero es algo que debo lograr por mis propios medios, sin tu ayuda o la de alguien más, mi alma es mía ¡¡Así que vete a joder a alguien más!!-al pronunciar esas palabras sus mirada mostró lo que realmente era, su respuesta le causó una felicidad enorme, esa convicción le atrae mucho de el, lo hacia atractivo y especial para el.


-Chizome Akaguro, eres un humano increíble y es por esa convicción, que tienes en tu alma lo que me parece tan cautivador. No quiero tu alma, quiero ver ese mundo al cual crees poder conseguir, déjame ayudarte, estar a tu lado y yo te apoyaré como pueda para que puedas llegar a ese mundo ideal-le tomó con cariño por la barbilla y con otra mano le curó el agujero que le causó en su pecho.


Stain se sorprendió que supiera su nombre, pero no negaría que ese niño le seria de utilidad para conseguir lo que quiera-¡¡¡Como quieras pero mi alma es mía!!!-.


-No es tu alma lo que quiero...-hablo bastante bajo y con una enorme sonrisa de satisfacción.


 


 


CONTINUARÁ...

Notas finales:

Historia Staindeku.

Voy a subir mis historias nuevas de apoco, talvez suba mañana otra dos.

Actualizó cuando pueda.

Creó que ya saben lo que paso con Izuku en su vida mortal.

 

¿Dudas?

La paciencia es una virtud.

Bueno espero lo hayan disfrutado y espero inspirarme lo más pronto posible sus comentarios y sugerencias son siempre bienvenidos sin más bye bye :D.

 


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