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Los Guardianes por samyalexg

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Notas del capitulo:

Hola, aqui el cap

Capítulo 17

 

Siempre me he preguntado qué pasa con esas parejas que se separaron por alguna razón y tenían algo especial y después de mucho tiempo vuelven a estar juntas de nuevo ¿Cómo deben de actuar? ¿Siguen como si nada o es normal sentirse incómoda? Porque yo no estaba incómoda y tener a Robín cerca de mí me gustaba, es más mi estúpido corazón no dejaba de latir rápidamente. Ella estaba apoyada en mí porque se sentía muy mal y le costaba trabajo mantenerse de pie. Pero de alguna forma sentía que ella estaba tranquila de que yo la sujetara.

Cuando llegamos a la nueva Terra ella se soltó de mí y comenzó a vomitar. “¡Adler ayúdala!”

“Sasha tienes que asegurar el área”

“Cierto” Estire mi mano derecha delante de mí “Arcub informe” Espere a que mi dispositivo hiciera su trabajo, pero nada ocurrió “¡Arcub informe!” Una vez más no sucedió nada.

“¿Ya lo activaste?” Trate de recordar, pero escuchar a Robín que seguía mal me ponía nerviosa “Diablos Sasha, solo hazlo”

 “Arcub actívate”

“¿Código de activación?” Preguntó la voz que salió de mi dispositivo.

“C H O C O L A T E”

“Activado” Le pedí el informe mientras buscaba las esferas que nos avisaría si algún portal nuevo se abría. Las encontré en uno de los bolsillos laterales de la pequeña bolsa que me había dado Erick, estás esferas las usaban los exploradores después del ataque, solo teníamos que dejar una y activarla. Después se enlazaría con el Arcub y nos avisaría sobre algún intruso que no fuera un Guardián.

Cuando los viajes de los exploradores empezaron de nuevo, todos tenían miedo de ser atacados, en un principio viajaban en grupos, pero la gente de los otros mundos sospechaba de ellos y muchas veces tenían que irse de ahí sin haber concluido la misión. La regla número uno de los exploradores era; No llamar la atención y sobre todo no destacar.

Fue un Guardián de tecnología en Terra 4 quien tuvo esta idea, las probamos en muchas Terras en donde hicimos varios simulacros, cuando pasaron todas las pruebas se integraron al equipo básico. Me gustaban, porque a simple vista parecían pequeñas bolitas de cristal, las hicieron con compuestos orgánicos así que después de una semana se descomponían y se volvían líquidas. Así que no teníamos que preocuparnos por ellos una vez que nos íbamos.

Tenía alrededor de unas treinta esferas, pero solo necesitaba una por cada viaje. Tomé una y la lance lo más lejos que pude, tuve que contar hasta cinco antes de que el Arcub se enlazará con ella. Después hice el cambio y dejé que mi hermana fuera a ayudar a Robín.

“¿Cómo te sientes?” Le preguntó mientras tomaba su temperatura, ella estaba muy pálida, pero al menos había dejado de vomitar.

“No te preocupes Adler, solo necesito descansar un poco” Robín se recostó, cerró los ojos y de inmediato se quedó dormida.

No era el mejor lugar para quedarnos, era un valle de pasto verde, sin nada que nos sirviera para protegernos y solo teníamos cuatro horas antes de que anocheciera. Adler le pidió al Arcub que mostrará el mapa y busco un lugar seguro para acampar. Mi hermana era la experta, ella y su esposa habían formado parte de los exploradores de corto tiempo, aunque su trabajo era integrarse con las personas, algunas veces iban a lugares como este.

“¿No crees que necesite tu ayuda?”

Le pregunté, porque se me hizo raro que mi hermana estuviera sentada tranquilamente sin hacer nada “Su energía es más baja de lo normal pero su pulso es estable, solo necesita que la dejemos descansar un poco” No estaba de acuerdo ¿Pero qué podía hacer? La experta era Adler y debía obedecerla “Sasha debemos alejarnos de cualquier civilización, será más fácil cuidarnos sin estar al pendiente de las personas que nos rodean. No sabemos cómo son los Rebeldes que nos persiguen y necesitamos enfocarnos en el dispositivo” Mi hermana tenía razón, por eso me gustaba que ella tomara este tipo de decisiones.

“Entendido, buscaremos lugares como este” Tome el control de nuevo y decidí que lo mejor era revisar el expediente. Si iba a trabajar con la Araña debía saber que pruebas le había realizado Erick para no perder el tiempo repitiéndolas.

Llevaba alrededor de una hora cuando un pequeño ronquido hizo que me fijara en mi compañera de viaje, fue inevitable que no sonriera. Robín nunca lo aceptó, pero en ocasiones cuando dormía ella roncaba, aunque no de la forma molesta. Tenía un mechón de cabello cubriendo su rostro y mi primer instinto fue retirarlo, pero me detuve. No era apropiado, ya no.

“Solo no la beses. No hasta que se lave los dientes”

“¡Ya cállate!” La verdad es que mi hermana me hizo reír con su ocurrencia.

“Sasha, voy a descansar un rato. De seguro tendremos que hacer guardias para vigilar durante la noche ¿De acuerdo?”

“Está bien”

Adler y yo aprendimos después de mucho tiempo, el poder mantener a nuestro cuerpo despierto. Pero sabíamos que no podíamos excedernos o nos quedaríamos sin energía. Una vez que Robín estuviera bien debíamos organizarnos, pero lo más seguro es que estás primeras noches solo seríamos mi hermana y yo, al menos hasta que Robín se sintiera mejor.

Seguí leyendo durante un rato más, mientras mi compañera de viaje seguía durmiendo y roncando. Recuerdo la primera vez que se lo dije, fue después de que hicimos el amor y nos quedamos dormidas. Se suponía que luego de nuestra unión, lo normal hubiera sido viajar a Terra 3 para nuestro viaje de luna de miel. Pero como estábamos en alerta, todos los viajes habían sido suspendidos.

Nuestras amigas nos ayudaron a que ese día fuera especial para ambas, Cam se llevó todas sus cosas al departamento que compartía con Kika y yo lleve las mías al de ella. Recuerdo que Kika sacó un pequeño libro y me lo entregó, no sabía de qué trataba hasta que vi la portada 'Kamasutra para mujeres que aman a otras mujeres' yo me puse roja de la pena, pero mi amiga solo empezó a reír y me llevó hasta el baño de mi nuevo hogar.

“Vamos, tienes que estudiar” Fue lo último que dijo antes de que cerrara la puerta y me dejara ahí.

No estaba nerviosa hasta ese momento, recordé la vez que besé a Robín en el bosque y entonces empecé a sudar. Nunca había estado con nadie, había visto películas porno, pero todos decían que el sexo no era así. No tenía ni idea de lo que tenía que hacer y empecé a tener muchas dudas. Lo peor de todo es que también era la primera vez de Robín y yo quería que todo fuera especial.

Me senté en el piso y abrí el libro, todo era instrucciones de posiciones que no entendía y eso que había fotografías explicando lo que se suponía debía hacer “¿Cómo es que dobló la pierna de ese modo?”

“Creo que esa pierna es de la otra” Gire el libro y aun así no entendía cómo habían hecho eso “¿Qué pasa si les da un calambre?”

“No sé” Seguí pasando las hojas, había miles de recomendaciones; soplar, calor, frío, la lengua dura, suave, trazar el abecedario, morder sin lastimar, dos dedos, tres, la técnica correcta para meter toda la mano ¿De verdad? Era demasiado, cerré el libro, lleve las rodillas a mi pecho y las abrace “Carajo”

Adler empezó a reír, de verdad odiaba que hiciera eso y no comprendiera que estaba a punto de tener un ataque de pánico. Había esperado dos años y ahora que llegaba el momento estaba tirada en el baño, sin saber que hacer en la cama con mi esposa “¿Qué querías, que alguien te dijera que no tuvieras miedo y luego te enseñara lección por lección para tener sexo?”

“Seguramente tú eres una experta”

“No y ahora jamás lo voy a saber” Sentí la amargura en la voz de mi hermana, pero no le dije nada. Gina había regresado unos días antes y estaba en el área de sanación por un problema con su don. Cam nos había dicho que estaba bien, pero que seguían haciéndoles pruebas para saber por qué el don que ellas tenían no funcionaba “Solo vine a decirte que voy a irme”

Ya habíamos hablado de eso, Adler se iría y solo vendría de vez en cuando. No la culpaba, incluso en ese momento sabía que yo haría lo mismo si estuviera en su lugar. Lo irónico es que al final fui yo la que se marchó, para que mi hermana pudiera vivir feliz con Gina “No te pierdas”

“Sé feliz” Fue nuestra despedida esa ocasión.

No recuerdo cuánto tiempo más estuve encerrada en el baño, solo sé que fue Robín la que me sacó de ahí. No le abrí de inmediato, incluso amenazó con tirar la puerta si no le abría. Cuando por fin abrí ella estaba molesta, pero su cara cambió cuando noto lo miserable que me sentía. Hizo que me sentara y ella se puso a horcajadas en mis piernas “Quiero que sepas una cosa” Me dijo sujetando mi rostro y acercándose demasiado a mis labios “Yo tampoco sé qué hacer, pero sé que la práctica hace al maestro” Me dio un beso que me robo el aliento y dejó a mi corazón bombeando a mil por hora “Y si la primera vez es un fracaso, lo intentaremos hasta que seamos las mejores” Después de eso me llevó hasta su cama, bueno después de ese día nuestra cama y lentamente me quitó la ropa. Cuando quede totalmente desnuda beso mi cuello y me pidió que la desnudara. Mis manos temblaban, pero ella hizo que me sintiera tranquila. No, no te voy a decir lo que sucedió, aún hoy es uno de los recuerdos más hermosos que tengo, solo te voy a decir que esa primera vez ambas terminamos riendo hasta que las lágrimas aparecieron, fue torpe y tuvimos que explicarnos qué era lo que nos gustaba y que cosas no eran agradables. Ese día seguimos practicando y solo puedo decir que, para la cuarta vez, Robín y yo éramos todas unas maestras en el arte de conocer que le gustaba a la otra.

Desperté antes que ella, estaba abrazándola desde atrás y su cabeza estaba sobre mi brazo y me empezaba a hormiguear. Quería moverla, pero al mismo tiempo no quería que se alejara de mí, pero mi brazo ya me dolía. Estaba planeando como sacar mi brazo sin despertarla cuando de repente empezó a roncar. Trate de no reírme, pero la verdad es que me causo mucha gracia, aunque habíamos dormido muchas veces juntas y me refiero solo a dormir, nunca note que mi pequeño petirrojo roncara de esa forma. Cuando por fin logré quedar libre ella se giró y se acomodó en mi pecho y puso su mano y su pierna sobre mí dejándome atrapada debajo de ella “Te amo” Me dijo aún dormida, mi corazón casi explota de lo feliz que estaba. Incluso ignore el dolor y la abrace, le di un beso en la cabeza y luego me quedé dormida.

Ojalá hubiera algo que nos llevará de nuevo a ese día, en donde solo nos importaba ser felices. La miré de nuevo y luego seguí leyendo, pasaron solo unos minutos hasta que sentí que ella me estaba viendo, cuando voltee a verla ella tenía los ojos cerrados “Sé que estás despierta”

“¿Cómo lo sabes?” Me preguntó con su voz rasposa por el sueño.

Yo seguí revisando el expediente “Porque ya no estás roncando”

“Yo no ronco Sash” Mi cabeza giro muy rápido cuando escuché como me había llamado, aceptó que mi cara no era la mejor y de seguro fue eso lo que hizo que ella se arrepintiera de haberlo dicho “Lo siento” Se disculpó. No me sentía cómoda y después de tanto tiempo fue muy extraño que me llamara de nuevo así. No sé si fue por qué era la primera vez que lo escuchaba en diez años o porque solo ella me decía de esa forma. También porque no creí que fuera lo correcto, no cuando ella ya tiene a alguien más.

Se puso de pie y se estiró un poco, su blusa me dejo ver su ombligo y solo sentí como me sonrojé, el recuerdo de esa noche volvió a mí. A ella le gustaba que la besara en esa área y a mí me encantaba hacerlo. Muchas cosas pasaron después de nuestra primera noche juntas, pero el que todavía me hace sonreír fue cuando pensé que había perdido a Adler, pero esa es otra historia.

“Es hora de irnos” Me dijo extendiendo su mano para ayudarme a ponerme de pie. Pero no confiaba en mí, sabía que, si la tocaba en ese momento, la iba a abrazar y le diría que aún la quería. Si tan solo ella no tuviera a otra, de seguro ya le estaría arrancando la ropa para después besarla en todos esos lugares que sé que la vuelven loca.

Sacudí mi cabeza para quitarme esas ideas, yo estaba ahí para ayudarla, solo para eso. Me puse de pie sin aceptar su ayuda y eso la molesto, le expliqué que Adler dejó trazada la ruta que debíamos seguir en el Arcub para llegar al lugar que nos serviría de refugio.

No teníamos mucho tiempo y era una caminata muy larga antes de que obscureciera. Una vez que llegáramos, debíamos levantar el campamento y prepararnos para pasar la noche ahí.

Tardamos dos horas antes de salir de ese enorme valle, llegamos hasta un bosque de árboles no muy altos. La ruta nos llevó hasta una pequeña cueva “Por lo menos no tenemos que escalar” Le dije a mi compañera, pero ella no me respondió. No le di importancia, si ella estaba enojada pues yo más.

Le pedí al Arcub que analizará la cueva en busca de algún animal peligroso, pero todo estaba seguro. Algo me recordó a la vez que teníamos que capturar la bandera, definitivamente los recuerdos estaban atacándome sin piedad. Busqué entre las cosas que me había dado Erick y encontré las placas luminosas que nos ayudaría a iluminar el lugar.

Cuando terminamos de instalarnos Robín se acercó a mí “¿Qué te hice para que estés tan enojada conmigo?”

¿De verdad me estaba preguntando eso? Primero no me habla y ahora resulta que olvidó que encontró a otra y que tiene una hija. Acepto que perdí la cabeza, acepto que debí quedarme callada y esperar a que mi coraje pasará. Pero eso no pasó y entonces como si alguien hubiera abierto la llave de un grifo, todo salió “¿Por qué? ¿En serio? Veamos” Sujeté mi codo y con mi mano libre acaricié mi barbilla “¿Bueno por dónde empezamos? Ah sí” La señalé “Después de creer que estabas muerta y pasar diez años lamentándome, tú regresas y resulta que ahora tienes una hija”

“Sasha no…”

No la dejé hablar “Después resulta que tengo que ayudarte y cuando ya había dicho que no, usaste nuestros votos” Ella agachó su cabeza, obviamente apenada “Lo cual es horrible porque tú prometiste amarme siempre, pero eso no sucedió”

Ella apretó los puños y entonces me miró, estaba tan enojada que me hizo retroceder por miedo a que me golpeara “Eso no es cierto Sasha, no tienes ni idea de todo lo que viví, de lo que realmente sucedió, de lo que siento”

“Pues tal vez sufriste, pero al final encontraste a alguien más para que te consolara. Por cierto ¿Dónde está ella?” Me crucé de brazos y le sonreí.

“¿No entiendes?”

“No Robín, no entiendo y me estoy volviendo loca ¿Por qué no me buscaste para explicarme que ya no me querías?” Ya sabía que ella había querido verme antes y que Kika no la dejó, pero quería que ella me explicará.

“Yo te busque Sasha, te busque porque aún te quiero, pero ¿Qué querías que hiciera Sasha? Gina me suplico que esperara” Se alejó de mí, ambas sentíamos que debíamos hacerlo “Ella estaba muy mal, cuando me vio se puso a llorar y me pidió que por favor me marchara. Yo no quería hacerlo, necesitaba verte, pero ella me dijo que iba a morir, que estaba muy enferma y que solo serían unos meses antes de que tú y yo volviéramos a estar juntas”

“¿Así que la muerte de mi esposa te cayó como anillo al dedo?” Adler estaba enojada, tanto que ni siquiera la sentí cuando apareció.

“¿Querías que reclamara lo que por derecho era de nosotras y no de ustedes?” ¡Pum! Ese comentario fue más duro que cualquier golpe, porque pude sentir como eso lastimó a mi hermana “Adler, no pasó un maldito día en que no pensara en Sasha, en que no necesitará que me abrazara y me dijera que todo iba a estar bien. Yo sé lo que es no poder estar con la persona que amas y no le iba a hacer eso a Gina”

“Pues si esa es tu forma de amarme, no la quiero. Jamás voy a poder estar con alguien que tiene otra familia” Le dije cuando me di cuenta de que mi hermana ya no quería estar ahí “No me digas que me amas, porque no creo que puedas tener una hija con alguien más solo siendo amigas” Ella estaba llorando, en ese momento debí detenerme, pero aún tenía un último comentario “Es obvio que te encontraste con un par mío. Solo dime ¿También pensabas en mí cuando te la cogías?”

Robín me miró lastimada, sus ojos estaban llenos de lágrimas y entonces me golpeó. Siempre fue mejor que yo peleando y esta vez no fue la excepción, no usó su palma, claro que no. Robín cerró su puño y me golpeó muy fuerte, caí al suelo aturdida y con un horrible dolor en toda mi mejilla, estoy segura de que si ella hubiera querido me deja sin dientes.

“¡Eres una estúpida!” Me gritó antes de marcharse.

“Pues está estúpida es la única que puede quitarte esa maldita cosa” Le grite, mientras me secaba una lágrima. No sé qué era lo que me dolía más, el golpe o todo lo que estaba pasando.

Ella se detuvo y volteo a verme totalmente enojada “Estoy ansiosa por qué eso suceda para no volver a verte y poder regresar con ¡Mi hija!” Recalcó el ‘mi hija’ señalando su pecho y luego se marchó.

Esa noche ella regresó muy tarde a nuestro campamento. La verdad es que ya me estaba poniendo nerviosa pero el Arcub me confirmaba que no se había abierto ningún portal. Así que solo tenía que esperar a que ella volviera. Cuando por fin entró a la cueva, pasaba de la media noche, yo evite verla mientras se acomodó en su bolsa para dormir. No sabía si había comido algo o si estaba lastimada, pero me convencí de que ese no era ya mi problema. Lo peor de todo es que a pesar de todo, yo no dejaba de preocuparme por ella.

Durante el tiempo que pasó fuera, decidí que iba a ayudarla con ese maldito dispositivo y lo haría rápido para que ella pudiera regresar con su familia.

Habían pasado un par de horas o tal vez fue un poco más, la verdad es que no sé, todo estaba muy calmado y yo seguía estudiando. Las ranas croaban cerca del lago, se escuchaban los grillos y un búho llevaba un rato haciendo ruido. Pero de repente Robín gritó, yo salté y me pegue a la pared. No solo me asustó a mí, sino también a todo ser viviente que se encontraba cerca. Ella se incorporó sudando, tratando de controlar su respiración, mientras ubicaba donde se encontraba, cuando me vio se calmó. Yo aún seguía sentada contra la pared, tratando de controlar mi corazón, casi me da un infarto del susto “¿Una pesadilla?” Fue lo único que dije.

Ella asintió, antes de llevar sus rodillas al pecho y abrazarse a ellas “Lo siento, es solo... algo que pasa de vez en cuando”

“No te preocupes” Quería abrazarla, decirle que estuviera tranquila porque yo la iba a cuidar y tal vez sostenerla contra mi pecho hasta que se volviera a dormir “No seas idiota” Me dije a mí misma, ella me vio, estaba segura de que me había escuchado. Pero yo me acomode en mi lugar y seguí leyendo.

Después de esa noche y lo ocurrido el día anterior, el viaje se volvió incómodo, ella salía durante largo tiempo mientras yo seguía trabajando. Cuando regresaba y yo estaba segura de que ella no iba a ir a ninguna otra parte, aprovechaba para dormir. Habíamos realizado ya tres viajes, siempre antes de las setenta y dos horas, no quería que Robín se volviera a sentir mal. No porque me importará, solo que no quería perder tiempo cuidándola mientras se recuperaba.

¿A quién engaño? Claro que me preocupaba, por eso no quería que le pasara nada. Mi hermana era la encargada de buscar el lugar ideal para nuestro campamento, hasta ahora había encontrado; una cabaña y dos cuevas. La cabaña había sido muy agradable, incluso tenía un par de colchones que limpié antes de usarlos. La cueva en la que estábamos ahora era muy pequeña, apenas y había espacio suficiente para nosotras y nuestras mochilas. Ambas teníamos que avisar cuando una de las dos se iba a mover para evitar tocarnos. Todo hubiera sido más fácil si habláramos, pero desde la pelea ambas solo emitíamos gruñidos y usábamos señas. Sé que ella y yo teníamos un lenguaje con la mirada, pero también evitábamos vernos, en resumen, esto era un caos.

“Vamos Sasha no puedes estarla evitando, solo mírala, se ve muy miserable”

“¿Desde cuándo la defiendes?” Le pregunté a mi hermana, no estaba enojada, tenía mucho que me había calmado, incluso me sentía muy mal por todo lo que le dije a Robín.

“Eso no importa ahora, solo creo que debes hablar con ella, no sabemos cuánto tiempo vamos a estar viajando y es muy incómodo está situación. Acéptalo, ya es demasiado para tu rabieta” Una vez más voltee a ver qué estaba haciendo mi compañera, pero ella fingió que estaba ocupada arreglando sus cosas “¿Qué es lo que realmente te molesta?”

No podía mentirle a Adler, no cuando necesitaba decirle a alguien lo que realmente me sucedía “Ella se enamoró de alguien más y formó una familia”

“Entonces, sí es una cuestión de ego” Odiaba cuando tenía que admitir que ella tenía razón “Sasha, han pasado muchos años, era obvio que ella siguiera adelante”

“Yo no lo hice ¿No entiendes? Yo me metí en un maldito agujero en nuestra cabeza y dejé de vivir porque ella ya no estaba conmigo”

“Sasha, sabes que no solo hiciste eso. Tú nos diste la oportunidad a Gina y a mí de vivir nuestro amor y no sabes lo agradecida que estoy por eso, por dejarme vivir la mejor etapa de mi vida y darme la oportunidad de usar tu cuerpo”

“Nuestro cuerpo” Le corregí a Adler, porque así era, ambas ocupábamos este cuerpo.

Adler suspiro “Vamos habla con ella, no puedes ser tan infantil”

“Ella no quiere hablar conmigo”

“Sasha, cuando una pareja pelea, una de las dos tiene que ceder, anda dile algo” Mi hermana tenía razón, pero es que no sabía que decirle a Robín.

De nuevo sentí su mirada y está vez cuando voltee la atrape, se acercó y se sentó enfrente de mí “¿Sabías que cuando hablas con Adler se te hace una pequeña arruga?” Ella señaló mi entrecejo dejando su dedo muy cerca de mí, por su culpa hice bizco y ella sonrió. Ahora que la tenía frente a mí, noté que tenía ojeras y también se veía muy cansada “Aún me cuesta trabajo para que el café no salga tan fuerte, Erick pasó un mes explicándome cómo hacer para que saliera como yo quería, pero fue inútil” Me entregó una de las tazas que habíamos traído, eran las mismas que usábamos en el laboratorio.

Tomé la taza y probé “Está rico” Busqué entre mis cosas y encontré mi taza, le prepare el café como sabía que a ella le gustaba y se lo entregue. No lo tomó de inmediato, así que le acerque la taza aún más, cuando por fin la agarró acarició mi mano “Gracias” Después de que lo probó ella sonrió “Es como me gusta”

“Lo sé” Las dos seguimos disfrutando nuestras bebidas sin decir ni una palabra más. Tal vez estos días en que solo nos hemos comunicado con gruñidos habían sido demasiado para ambas.

“Deberías de preguntarle, vamos ya dieron el primer paso. Ella tiene que decirte muchas cosas”

“¿Qué cosas?” Le pregunté a mi fastidiosa hermana, de esa forma que habíamos aprendido para que nadie nos escuchara. Adler no me respondió “¿Cuándo hablaste con ella?”

“Sasha, solo preguntale y deja que te explique qué sucedió”

“Te lo voy a preguntar una vez más ¿Cuándo hablaste con ella?” No era la primera vez que ellas hablaban mientras yo dormía, pero al parecer Robín aprovechó para contarle todo a Adler.

“¡Anoche! ¿Está bien?” Me gritó “Anoche mientras dormías. Ella te estaba cuidando. Lleva días sin dormir, haciendo de vigía, solo para que nosotras podamos descansar tranquilamente”

“Pero quedamos en que íbamos a hacer turnos ¿Por qué dejaste que hiciera eso?”

Adler se quedó callada “No me he sentido bien, extraño mucho a Gina” Ya no le dije nada, Adler estaba muy triste y mejor me quedé callada para no decirle algo que pudiera lastimarla “No pierdas el tiempo, la vida te está dando una segunda oportunidad de estar con ella”

“Pero…”

“¡Ya Sasha!” Grito de nuevo, incluso me dolió la cabeza “Qué importa si ella tiene una hija o tiene a alguien más. Ella está aquí contigo y no lo estás aprovechando” Estoy segura de que, si Adler estuviera aquí conmigo y me refiero a físicamente, estaría pateando las cosas o tal vez a mí “Si yo estuviera en tu lugar me gustaría saberlo todo y si al final resulta que de verdad ya no me quiere entonces buscaría la forma para que ella fuera feliz” Era la primera vez que los gritos de mi hermana me lastimaban. El dolor de cabeza cada vez se estaba volviendo más fuerte “Roberta ha sufrido mucho y no me refiero a estos diez años. Su vida fue muy difícil antes de llegar con los Guardianes, pero aquí sigue, viajando entre mundos para mantenerse viva en lo que encuentran una solución para su problema y a ti solo te importa si se acostó con alguien más o tuvo una hija” Adler estaba fuera de control, tire mi taza y sujeté mi cabeza.

Robín estaba muy preocupada, dejó su taza a un lado y me abrazó “¿Qué pasa?”

“Mírala, ella aún te consuela cuando tú sólo has sido una mierda con ella. En verdad creo que nunca la amaste”

Otra vez, lo estaba diciendo “¡No vuelvas a decir eso Adler!” Yo también le grite mientras empezaba a llorar “¿Cómo te atreves a decirlo?”

“Tal vez lo mejor que pudo haber pasado fue que se llevarán a Roberta para que yo pudiera estar con Gina” Estaba claro que Adler no iba a parar hasta que sacará todo lo que la estaba lastimando, tal y como yo había hecho con Robín “Fueron nueve años Sasha, nueve años en los que la ame con todas mis fuerzas y si alguien me diera la oportunidad de volver a estar con ella la tomaría”

“Pero ella ya no está Adler, Gina está muerta y no va a volver” Le grité sin pensar realmente lo que estaba diciendo “Ya se ha ido y jamás regresara, así que ya deja de estar diciéndome todo eso”

“Ya lo sé y por eso te digo que no pierdas el tiempo Sasha. Robín puede irse de nuevo y te vas a sentir muy mal si no arreglas las cosas con ella” Adler dejó de gritar, pero algo en mí se encendió.

“¿Y crees que no lo sé? ¿Qué piensas que estoy haciendo? Todo el tiempo que llevamos viajando he estado estudiando el expediente en busca de algo, una prueba que le faltó a Erick, algo que falló y no encuentro nada Adler. No sé cómo ayudar a Robín y me siento una inútil por no saber qué hacer” Una vez más había perdido la cabeza, solo que está vez en contra de Adler. Tal vez fueron las hormonas, la situación en la que estábamos, la frustración, el viaje, el no saber que ocurría, mi estúpido orgullo, las palabras que me había dicho o lo frustrada que me sentía. Pero no pude quedarme callada y dejar de pelear con mi hermana.

“Y si solo te la pasas leyendo no vas a encontrar la solución. Si yo tuviera tu don…”

“Pero no lo tienes, además no sé por qué hablas de dones si el tuyo no sirvió para curar a Gina. Así que déjame en paz y lárgate” Fue demasiado, lo supe cuando terminé de decirlo. Jamás debí decirle eso a Adler, ambas sabíamos que ni el mejor sanador hubiera podido salvar a su esposa. Incluso Kika ya nos lo había explicado.

“No te preocupes” Mi hermana sonaba herida, como si quisiera llorar “Me voy”

“Adler yo lo siento” Pero fue tarde, ella ya no estaba ahí.

Cuando la pelea terminó me di cuenta de que Robín seguía ahí, sin decir nada y solo viéndonos. Sus ojos lo decían todo, estaba preocupada por mí. Si yo no fuera tan orgullosa la hubiera dejado consolarme, pero me sentía tan mal que lo único que necesitaba en ese momento era estar sola. Salí de la cueva y simplemente caminé y caminé hasta que encontré un lugar donde pude gritar todo lo que sentía. Después de eso no hice nada, me quedé ahí tratando de entender cómo había sido capaz de lastimar a Adler de esa forma. Últimamente solo hacia eso, herir a las personas que quería.

Cuando el sanador le dijo a Adler que no había nada que pudieran hacer por su esposa ella se sintió muy mal, muchas veces la escuché llorando mientras Gina dormía. Yo trataba de consolarla, pero mi hermana estaba sufriendo. Cuando Gina empezó a sentir dolor, Adler le pasaba su energía incluso muchas veces quedando agotada. No era mucho, pero mi hermana se sentía mejor al tratar de ayudar a Gina de esa forma. La cuidaba todo el tiempo y se esforzó para que esos últimos días ella fuera muy feliz.

Y ahora venía yo y le decía un montón de cosas que solo la lastimaron “Lo siento” Le dije, pero no recibí respuesta, sabía que ella no estaba conmigo, pero debía intentarlo “Lo siento mucho Adler, por favor perdóname”

Regrese a la cueva donde Robín me estaba esperando “Tengo que trabajar, necesitamos quitarte eso lo antes posible” Sé que ella y yo debíamos hablar, pero tenía miedo de perder el control de nuevo y lastimar a Robín con alguna de mis estupideces.

“Sash” Cuando me llamó de esa forma mi corazón latió muy rápido “¿Estás bien?” Puso su mano sobre mi brazo “Si necesitas algo” Yo negué con la cabeza, lo que necesitaba era que Adler volviera y me dejara pedirle una disculpa, pero sabía que eso no iba a suceder “Lo siento” No entendí por qué se disculpaba, no recuerdo haber hecho algo para que ella lo hiciera “Olvide que no debo llamarte así” Ella sonrió, pero se notaba triste “Voy a preparar la cena, mientras ve a trabajar” Quise decirle que ella podía llamarme como quisiera, que no había problema, pero salió corriendo antes de que pudiera decírselo.

Esa noche mientras cenábamos le pedí que me dejara hacer la guardia de esa noche, que iba a trabajar con el dispositivo y no tenía caso que ella estuviera despierta. Aun así, estuvo hasta muy tarde viendo lo que hacía, que realmente no fue mucho. Seguí revisando el informe de Erick solo que está vez lo hacía con el dispositivo en mi mano e intentando algunas cosas que él no había hecho, pero nada parecía funcionar.

Cuando me di cuenta estaba amaneciendo, así que salí un rato, mi espalda me estaba matando y necesitaba estirarme un poco. Tenía años que no veía un amanecer, a Adler y Gina les encantaba ir a acampar solo para ver los amaneceres y atardeceres.

Hubo días en los que me sentí un ser despreciable por querer lo que mi hermana tenía con Gina. Pero con el tiempo acepté que, si alguien merecía ser feliz, quién mejor que ellas “¿Adler?” Sé que era inútil llamarla, dónde ella estaba no me escuchaba, pero nada perdía con intentarlo de nuevo “Lo siento” Solo esperaba que pudiera perdonarme algún día.

“Es hermoso ¿No es así?” Robín estaba de pie a un lado mío “Iré por leña para preparar el desayuno”

“Gracias Robín, te agradezco mucho que te ocupes de esas cosas. Sé que no he sido la mejor compañía en estos días, pero voy a tratar de ser más agradable” Con esas simples palabras sentí como algo cambio en nosotras, fue como si nos hubieran quitado una gran roca de encima “Si no te importa necesito hacerte unas preguntas antes de seguir trabajando”

Robín me sonrió “Por supuesto, lo que necesites Sash” Entonces su expresión cambió rápidamente, tal vez en reflejo de la mía. Yo estaba muy sorprendida, era la primera vez en mucho tiempo que volví a sentir mariposas en mi estómago y me sentí muy feliz cuando ella me llamo así “Lo siento, ya no lo volveré a hacer” De nuevo salió corriendo sin darme la oportunidad de explicarle que todo estaba bien, empezaba a odiar que hiciera eso.

Definitivamente era hora de hablar y tratar de solucionar las cosas, tal vez podríamos hacerlo mientras desayunábamos. Fui hasta mi mochila y empecé a buscar que raciones usaríamos para el desayuno, cuando de repente una de las alarmas comenzó a sonar. Le pedí al Arcub que me diera datos del sector que se había activado “Objetivo acercándose por el lado suroeste”

“Arcub llama a Robín” Le ordene mientras empezaba a guardar nuestras cosas “Usuario inexistente” Lo había olvidado, ella no era Robín para mi Arcub “Llama a mi petirrojo”

“Entendido”

“Ellos están aquí Sasha” Su voz se escuchaba agitada porque estaba corriendo.

“Lo sé ¿Dónde estás?”

“Estoy por llegar, abre el portal”

No teníamos mucho tiempo, terminé de empacar todas nuestras pertenencias y me aseguré de no dejar nada. Afortunadamente una de las reglas de los exploradores decía que solo sacarás las cosas necesarias de tu mochila y que siempre estuvieras preparado para cualquier eventualidad, así que no tarde casi nada en tener todo listo.

Cuando Robín entró corriendo, le ayude a ponerse su mochila y la sujete de la mano antes de entrar al portal. No sé qué me hizo voltear a la entrada de nuestro refugio, solo fue un instante y entonces vi a la culpable. Carol estaba ahí, apuntándonos con un arma. La muy idiota estaba sonriendo de una forma que me resultó horrible, incluso me recordó a una hiena de las que salen en el Rey León. Detrás de ella estaban otros dos individuos que llegaron después, jalé a Robín contra mí cuando escuché el disparo y cerré el portal. En cuanto llegamos a la siguiente Terra, abrí un nuevo portal para viajar de nuevo, fueron un total de cinco viajes antes de detenernos. No era el mejor lugar, pero debíamos planear nuestro siguiente viaje.

“Estuvo cerca” Le dije a Robín, ella aún seguía abrazándome “¿Estás bien?” Le pregunté alejándola un poco y entonces me di cuenta de que estaba herida en el costado derecho, bajo sus costillas “¡Mierda!” La recosté en el suelo, estábamos dentro de lo que parecía un almacén. El Arcub empezó a indicar que debíamos salir de ahí, pero antes debía revisar a Robín. Levanté su blusa y en medio de la herida estaba un pequeño tubo largo de metal con una luz que parpadeaba. Cuando lo toque me di cuenta de que era un rastreador, rápidamente le di la orden al Arcub para que me ayudara a extraerlo, un guante con uñas afiladas que servirían como pinzas apareció. Con cuidado extraje el dispositivo y lo guardé en el bolsillo de mi pantalón.

La herida de Robín estaba sangrando mucho, debía tratar de cerrarla, pero escuché unos ladridos de unos perros acercándose, era obvio que no podíamos quedarnos más tiempo en ese lugar “Vamos Robín tenemos que irnos” La ayude a ponerse de pie y la abrace de nuevo.

Cuando cruzamos el portal, está vez llegamos a un callejón. Nos ocultamos detrás de un contenedor de basura en lo que buscaba en mi mochila un pequeño dron que había visto. Lo encontré en una de las bolsas laterales, de inmediato sujeté el rastreador y lo puse en piloto automático para que siguiera una ruta de exploración. Si ellos llegaban hasta aquí pasarían un buen rato siguiendo una pista falsa.

Me puse mi mochila y abrí un nuevo portal “Necesito que resistas, te prometo que pronto estarás bien” Robín asintió. La ayudé a ponerse de pie nuevamente, puse su brazo sobre mis hombros para después sujetarla fuertemente de la cintura. Me aseguré de no dejar nada y luego abrí el portal “No me sueltes Robín”

Ella se apretó más a mí “Nunca”

Sonreí mientras viajábamos de nuevo. Está vez fueron seis veces antes de decidir que estábamos a salvo. En esta ocasión llegamos a un desierto, así que no debía preocuparme por qué hubiera personas cerca de nosotras. Pero en este lugar no había nada que nos sirviera para ocultarnos y que nos sirviera de refugio, además el Arcub informó que había animales venenosos en el área.

Tal vez lo mejor era viajar una vez más, pero Robín estaba perdiendo fuerzas y le costaba mucho mantenerse de pie. La recosté sobre la arena y le pedí al Arcub que me informara sobre sus signos vitales, el pulso era muy bajo y la herida seguía sangrando.

“Vas a estar bien, solo resiste un poco” Pero ella no me respondió, había perdido el conocimiento y ni siquiera me había dado cuenta. Debía hacer algo rápido, pero no sabía que, era como si me hubiera quedado en blanco “Adler, por favor” Le pedí a mi hermana “Ayuda a Robín” No sentí a mi hermana y Robín cada vez estaba más pálida “¡Adler!” Le grité.

Fue como si me empujaran, al menos eso fue lo que sentí “Solo quiero que quede claro que estoy aquí por Roberta. Si fueras tú, yo misma te mataba” Sabía que no era el momento, pero sonreí, sí Adler estaba hablándome era porque realmente ya no estaba tan enojada conmigo. Así que no me importaba que estuviera amenazándome de muerte, después de todo no podía matarme. Le dio la orden al Arcub de desinfectar la herida y una espuma blanca la cubrió “Grapas de sutura Arcub” El brazalete siguió la orden, Adler puso sus manos sobre la herida y sentí como su don empezó a actuar “Arcub extractor de grapas” Le ordenó al dispositivo cuando la herida ya había cerrado. El mismo guante que yo había usado para extraer el rastreador apareció, una a una, retiró las grapas con cuidado. La herida ahora era una larga línea de color de rosa “Tendremos que revisarla más adelante, pero todo va a estar bien, sus signos vitales están estables”

“Aún no despierta” Estaba asustada, Robín seguía inconsciente.

“Tardará una media hora, si no despierta tendremos que ir a Terra 1 para que nos ayuden” Pero un pequeño y casi inaudible gemido salió de Robín, mi Robín.

De inmediato un alivio recorrió nuestro cuerpo. Fue entonces que me di cuenta, de que la ropa de mi petirrojo y la nuestra estaba manchada de sangre, pero eso no me importaba. Robín estaba a salvo y pronto estaría bien.

Adler me regresó el control de nuestro cuerpo “Gracias” Le dije, pero mi hermana se había ido de nuevo.

Era mi turno de cuidar a Robín y lo primero era asegurar el área, busqué la esfera y la lancé. Debí haber hecho eso primero, pero sabía que era casi imposible que Carol nos encontrará después de haber viajado tantas veces seguidas. Una vez que los cinco segundos pasaron y el Arcub informó que estábamos seguras. Fue hasta ese momento que me di cuenta de que estaba agotada y debía recuperar mis fuerzas antes de montar nuestro campamento, no podía arriesgarme a que mi cuerpo decidiera tomar una siesta y no saber cuándo iba a despertar. Puse la alarma, con media hora sería más que suficiente y luego me recosté junto a Robín y con mucho cuidado la abracé, necesitaba tenerla cerca de mí. No era el lugar ideal para descansar y menos si estábamos tan expuestas, pero si algo o algún animal nos atacaba el Arcub me avisaría de inmediato.

Sentí como sus dedos se entrelazaron con los míos y luego ella suspiró “Te extrañé” Me dijo muy bajito “Te extrañé mucho”

“Yo más” Después de eso ambas nos quedamos dormidas.

Cuando desperté ya era tarde y no faltaba mucho para obscurecer. Era una de las cosas que no me gustaba cuando viajaba, aunque en un mundo era mediodía en otros podía empezar a anochecer. Muchas veces podíamos controlar llegar a un horario similar, pero al haber viajado tantas veces aleatoriamente y tan rápido sabía que esta era una posibilidad. No era mi lugar favorito para acampar, pero no teníamos opción, pasaríamos esa noche ahí para que Robín pudiera recuperarse y en cuanto ella estuviera bien buscaría una Terra mejor.

Saqué la casa de campaña que se encontraba dentro de la mochila de Robín. Era una placa negra, del tamaño de una hoja de papel muy liviana, apreté el botón que hizo que se desplegará y luego ajuste los clavos que la sostendría en caso de que hiciera mucho viento. Cuando entré en ella noté que era lo suficientemente grande para nosotras dos. Metí nuestras mochilas y saqué las bolsas de dormir para acomodarlas, luego puse una placa luminosa en el pequeño gancho que colgaba del techo. Cuando todo estuvo listo fui en busca de Robín que aún seguía dormida, pero era hora de que entrara a nuestro nuevo refugio “Robín, despierta”

Lentamente abrió sus hermosos ojos y me miró fijamente “Hola”

No pude evitar sonreír y ella hizo lo mismo “Hola, tenemos que entrar” Le señale la casa, ella se quejó cuando intentó sentarse “¿Te duele mucho?”

“Solo un poco”

“Es normal, no te preocupes. Pronto vas a estar bien” Mi hermana tomó el control sin avisarme. Aunque me molestó que lo hiciera de esa forma, no dije nada. Después de todo ella había salvado a mi bello petirrojo, así que me quedé callada.

“Gracias Adler, me salvaste de nuevo”

Mi hermana revisó la herida de Robín y luego tomó su mano para pasarle un poco de energía “Cuando quieras, cuñada” Las dos nos sonrojamos, yo más cuando me di cuenta de que mi hermana me había dado el control mientras aún sostenía la mano de Robín.

La ayudé a entrar a la casa y nos sentamos de frente, sobre nuestras bolsas de dormir “Hay que limpiar tu…” Señale su herida, estaba muy nerviosa y no sabía que decir “Además necesitamos un cambio de ropa” Estoy segura de que me sonroje una vez más. Robín sonrió y se quitó la blusa quedando solo con el sujetador deportivo que usábamos.

“¿Estás bien?”

No, por supuesto no estaba bien, en mi cabeza aparecieron todos los recuerdos de nosotras dos, mientras estábamos haciendo el amor. Mi corazón quería escapar, pero debía guardar la calma, era estúpido que actuara así, después de todo la había visto desnuda en otras ocasiones. Pero es que verla de nuevo sin casi nada de ropa después de tanto tiempo, me ponía muy nerviosa.

Debía controlarme y ayudar a Robín para que pudiera descansar sin estar toda manchada de sangre. Busqué mi termo de agua y moje un paño, cuando empecé a limpiarla sentí como ella temblaba “Perdón, debí calentarla un poco” ¿Cómo no se me ocurrió usar el láser para calentar un poco el agua? De seguro estaba muy fría.

“No, no es eso” Sujetó mi mano, para qué parará lo que estaba haciendo “Lo siento Sasha, es solo que...”

La miré a los ojos. No, ella no tenía frío, mi Robín también estaba nerviosa “Lo sé amor” Ella abrió mucho los ojos por la sorpresa de oírme llamarla así de nuevo “Cuando estés mejor tenemos que hablar” Continúe con mi tarea de limpiarla, tratando de ocultar mi nerviosismo por tocarla de nuevo, pero fallando totalmente.

Robín se dio cuenta y entonces me sonrió “Sí Sasha, debemos hablar”

Negué con mi cabeza “Soy Sash, no lo olvides” Esta vez ambas sonreímos.

Creo que fue el miedo a perderla o todo lo que me dijo Adler, pero algo me había hecho recapacitar. Lo cierto es que no podía seguir perdiendo el tiempo con mis estúpidas rabietas. Además, si Robín tenía a alguien más iba a tener competencia, porque de algo estaba segura, la amo con todo mi corazón y no voy a dejar que se vaya de nuevo. Además, ella aún es mi esposa ¿O no?

Notas finales:

nos leemos el proximo Sabado 


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