Aunque era molesto, ensordecedor, y hasta lo alteraba por no saber que hacer o verse solo, escuchar aquellos llantos en unisón no era precisamente algo malo, lo aliviaba escucharlo, porque eran dos. No sabia que hacer para calmar aquel llanto incesante, siquiera podía moverse de la cama mas que tener a aquel par en sus brazos.
Al menos podía agradecer que no estaba solo en la habitación, la máxima mandataria de Asgard y su hermana le estaban acompañando junto a los nuevos dioses guerreros como guardias, no era un momento agradable, ni el mejor, pero al menos Syd podía agradecer que no se encontraba solo. Hilda a pesar de todo le dedicaba una mirada tierna y comprensiva, Fleur parecía no estar tan cómoda, pero sonreía, y los dos guardias, el hermano de su mejor amigo miraba enfadado mientras el otro apenas si prestaba atención a lo que pasaba.
— Perdone señorita Hilda — exclamo apenado mientras arrullaba con suavidad a los pequeños en sus brazos, en un intento vano de calmarlos.
— No te preocupes Syd — dijo con amabilidad mirándolo —. Me alegro que te encuentres con bien.
— Me hubiera gustado volverla a ver en otra situación — acoto bajando la mirada.
— Aquí tiene joven Syd — interrumpió una mujer de avanzada edad y cabello blanco opaco, vestida con un delantal blanco y en sus manos un par de mamilas recién preparadas.
— Muchas gracias Nana — agradeció, en ese instante noto el primero de sus problemas, tenia a los dos pequeños en sus brazos, no podía alimentarlos al mismo tiempo.
— Permíteme ayudarte — le interrumpió Hilda tomando a uno de los pequeños llevándolo a sus brazos, tomo una de las mamilas y se la acerco —. Aquí tienes pequeño.
— Muchas gracias señora Hilda — agradeció el gesto sonriendo, se sentía aliviado de contar con ayuda en ese momento, centro su mirada entonces en el otro pequeño que estaba en sus brazos y en alimentarlo, se sentía embelesado con esa imagen—. Nana ¿Cómo esta Bud?
— El joven…se encuentra bien — respondió desviando la mirada —. El doctor dijo que su desmallo se debió al cansancio.
— Aunque Bud no lo admita sé que he sido una carga para él todos estos meses.
— Un hermano nunca será una carga, Syd — le interrumpió Hilda acercándose y tomándole la mano.
Fleur se acercó a su hermana y la abraza del brazo, sin dejar de ver Syd en ningún momento, Syd las observo, se sentía conmovido con aquella imagen. Sonrió imaginándose estar en la misma posición con Bud, aunque Bud no era el hombre mas demostrativo que conocía, podía llegar a ser un tanto frívolo, muy orgulloso y hasta un tanto arrogante, estar en esa posición alguna vez seria casi imposible.
Sigmund se acercó en su paso galante y serio, miro de manera severa a Syd, como si quisiera decirle algo. Frodi lo detuvo de su accionar temiendo que este dijera algo fuera de lugar o actuara en consecuencia, como el nuevo capitán de los dioses guerreros evitaría cualquier altercado, sin importar la razón de mismo, claramente noto que Sigmund no sentía agrado hacia Bud desde que se había dado con que sobrevivió a la guerra.
— Me alegro que ya no estén gritando — bufo Sigmund enfadado antes de darse media vuelta para alejarse de la habitación.