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Lagrimas de Luna por Seiken

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-¿Un cachorro? 

 

Preguntó asombrado, recordando que había abandonado la jauría poco después de pasar su celo a su lado, cinco maravillosos días, en los que seguramente terminó embarazado, por lo que ese cachorro, debería ser su cachorro, al menos eso esperaba fervientemente. 

 

-¿Dijiste un cachorro? 

 

Hasgard asintió, llevando una mano a su cabeza, la que le dolía demasiado, tanto que no le dejaba pensar con claridad y se preguntaba, qué estaba haciendo en ese sitio, porque estaba en la cama de Aspros, quien estaba maravillado por esa palabra, por el cachorro.

 

-Pensé en regresar si era un alfa, pero si era un omega, sabía que no era seguro para el… 

 

De eso estaba seguro, que algo muy malo pasaria si era un omega, ademas, no queria que el alfa de la jauría le eligiera una pareja, deseaba que su pequeño Teneo estuviera libre, que conociera lo que era la libertad, por eso abrió el orfanato, asi podria cuidar de todos esos niños y de su hijo, sin llamar demasiado la atención, apartandolos del dolor, al mismo tiempo.

 

-Es mi hijo, soy el alfa de la jauría, mi cachorro estará mucho más seguro a mi lado que lejos de mi. 

 

Aspros sostuvo a Hasgard de ambos brazos, pensando en dónde podría estar su pequeño, seguro de que era en ese orfanato, al que deseaba regresar y de haber acudido él en persona por su omega, habría reconocido a su cachorro.

 

-Como puede estar seguro si le conseguirás un alfa que él no desee… 

 

Esas palabras, se dijo Aspros, pensando que estaba hablando de su situacion, con un alfa que no deseaba, al menos, peleo para no ser suyo, aunque, durante su celo le salto encima, quiso tener sexo con el, hacerle el amor y ser poseido, debia desearlo, de eso estaba seguro.

 

-No lo haré, él es mi hijo… mi hijo… 

 

Aspros se apartó de Hasgard, con una expresión molesta, escuchando sus movimientos a sus espaldas, como si quisiera detenerlo, pero sosteniéndolo de las manos lo besó, sin importarle que fuera más alto, casi parado de puntitas. 

 

-Voy a ir por el Hasgard, así que necesito que me digas cómo se llama nuestro cachorro… 

 

Hasgard por un momento quiso negarse a él, a sus palabras, pero sus ojos se pintaron de negro, asi que obedecio, respirando hondo, olvidando su momentanea indecision. 

 

-El… es es un muchacho alto, de cabello azul, una hermosa sonrisa… se llama Teneo, su nombre es Teneo. 

 

E inmediatamente después sosteniendo su cabeza, sintiendo un dolor inimaginable cayó en los brazos de Aspros, quien lo sostuvo para que no fuera lastimado, memorizando ese nombre, esa descripción, maravillado, tenía un cachorro, un heredero, su nombre era Teneo. 

 

-Un hijo… tengo un cachorro… Teneo. 

 

No le importaba demasiado que fuera un omega, si era su hijo y si era tan fuerte como su omega, que en ese momento estaba acostado en la cama, inconsciente, pero despertaria para ver a su pequeño, para que pudieran ser una familia. 

 

-Teneo. 

 

*****

 

Aioros no se tardó demasiado en llegar con Saga y su hermano gemelo, a quienes saludó de manera efusiva, abrazando a los dos, mirándolos de pies a cabeza, con una sonrisa de oreja a oreja. 

 

-Vaya, siguen siendo iguales a como recuerdo, los años no pasan por ustedes verdad. 

 

Shaka guardaba silencio, no esperaba tener que presentarse, eso lo hizo Saga, sorprendiendo demasiado a Aioros, que venía acompañado de un convoy de cuatro o cinco autos donde planeaban llevar a los niños de ese orfanato a un lugar seguro, porque ese sitio ya no lo era. 

 

-Vinimos por los niños y creo que ustedes tienen a tres omegas… Hasgard los estaba esperando. 

 

Kanon y Saga se observaron de reojo, sin comprender sus palabras, ni a que se referian con eso, viendo como los autos estaban casi vacíos, los llevarian a un lugar seguro, aparentemente, el último plan de Hasgard para proteger a esos tres. 

 

-Ellos son importantes y creo que ya lo sabes, así que… podrías llamarlos. 

 

Kanon por un momento quiso decirle a Aioros que él se encargaría de la seguridad de el omega rubio, pero no dijo nada, no era justo querer mantenerlo en ese sitio, únicamente porque lo deseaba, así que asintio, les dirían que habían llegado por ellos. 

 

-Iré por los omegas y por los niños… pero antes, Saga tiene que pedirte un favor. 

 

Aioros ya lo sabía, un plan desesperado por salvar a Hasgard y creía que eso era justo, él se quedaría con ellos, pero su hermano junto a los demás, se llevarian a los tres omegas de las doce familias, así como a los huérfanos de ese sitio. 

 

-Si, tenemos que salvar a Hasgard… pero será peligroso y él no me perdonará que no ayude a esos huérfanos si Aspros llegara a atacar el orfanato en represalia. 

 

Eso era justo, así que dejaría que se llevará a los niños, que no hubiera nadie en ese sitio, eso los mantendria seguros, después se llevarían a Hasgard con ellos, a la seguridad de la jauría perdida. 

 

-No me iré… 

 

Fueron las palabras de Teneo, que con demasiada seguridad se negaba a marcharse, no se iría del orfanato sin su omega, no lo dejaría solo y tendrían que obligarlo a subir a esos autos, para poder llevarlo a otro sitio. 

 

-No me iré sin mi omega. 

 

*****

 

-Han llegado por ustedes, los llevaran a un lugar seguro, eso es lo mejor. 

 

Pronunció Kanon cuando fue a despertar a los omegas, Aiacos estaba fresco, como si no hubiera dormido nada en esas horas, Minos estaba algo despeinado, dándole una imagen hirsuta a su cabello blanco, el usaba su hábito como una bata, Radamanthys salió con una camisa puesta, descalzo, una apariencia que logro que Kanon se sonrojara al verlo, preguntandose como se le veria una de sus camisas puestas. 

 

-No seguiré huyendo y si voy con esos niños, solo les pondré en peligro. 

 

Fue su respuesta, la que fue apoyada por los otros dos, Aiacos necesitaba buscar a su alfa, a su pequeño, ellos estaban vivos y su hermano sabía donde se encontraban, Minos, él no deseaba poner en peligro a esos niños con sus hilos, asi que tambien se quedaria. 

 

-No iremos, le debemos demasiado a Hasgard, además, creemos tener una pista sobre el paradero de Violate y Sukyo, los buscaremos cuando demos con mi amigo. 

 

Kanon pensó en discutir con ellos, pero cerrando los ojos, negó eso, no creía que fuera correcto tratarlos como unos chiquillos, si no deseaban ir, era por algo, se dijo, así que asintió, le diria a Aioros que no deseaban irse de allí, pero los huérfanos si lo harían, ellos solo eran unos niños, debían estar seguros. 

 

-Ayudenme a tomar a los niños, este sitio no parece seguro para ellos. 

 

Los tres asintieron para empezar a ayudarle a Kanon con los niños, Radamanthys colocandose los mismos pantalones que traía puestos cuando llegaron, acomodándose el cabello un poco con las manos, así como sus cejas, que eran algo desordenadas al despertar. 

 

-Eres muy hermoso… 

 

Pronunció de pronto, recargado en el marco de la puerta con los brazos cruzados, seguro de que Radamanthys lo deseaba pero no se sentía hermoso, algo que debía cambiar eso, se dijo en silencio viendo como el omega rubio dejaba de moverse, para voltear algo sorprendido. 

 

-No pude decirlo en el auto, pero… tu me pareces muy guapo. 

 

Le dijo con una sonrisa que esperaba fuera coqueta, algo sensual, llamando la atención de Radamanthys, quien quiso salir de esa habitación, sin embargo, Kanon se recargo en la puerta, evitando que pudiera pasar. 

 

-Aunque debo decirte, que jamás me atrevería a lastimar a alguien tan hermoso como tu.

 

Radamanthys respiró hondo y quiso pasar por debajo de su brazo, sintiendo como Kanon colocaba sus brazos en su cintura, como si quisiera detenerlo unos instantes. 

 

-No le dejare hacerte daño… 

 

Pronunció al final, dejándolo ir, viendo como Radamanthys se sonrojaba, tratando de ignorarlo con una expresión demasiado sorprendida, demasiado turbado por esas palabras en su oído. 

 

-Nunca. 

 

Estaba seguro de que Saga lo regañaria por ello, por esas palabras y esa actitud, diciendole que no era la adecuada con un omega, mucho menos por uno que huía de su esposo, pero al mismo tiempo, deseaba que supiera que el tambien lo deseaba, que lo encontraba hermoso y que no estaba solo. 

 

-Eres demasiado hermoso para eso, especialmente esas cejitas… 

 

Pronunció al ver que Radamanthys se detenía, observandolo de reojo, llevando las puntas de sus dedos a sus labios, como si fuera un beso o algo parecido, de la forma en la que alguien decía con señas que una comida era especialmente sabrosa. 

 

-Son hermosas… simplemente hermosas. 

 

Logrando que Radamanthys cubriera con una de sus manos sus cejas, como no lo hizo con sus piernas cuando lo vio solo con esa camisa, logrando que se riera por esa actitud. 

 

*****

 

Aspros salió de ese sitio con una pequeña guardia de seis lobos, que corrían a sus espaldas, podía sentir su enojo y eso los asustaba, porque su alfa no era alguien que se molestara con facilidad, o alguien cuyos sentimientos pudieran leer, mucho menos transformado en lobo. 

 

Aspros a su vez no dejaba de pensar en todo el tiempo que dejó que Hasgard estuviera fuera de su hogar y de saber, que su omega estaba embarazado, que dio a luz a un pequeño lobezno, lo habría buscado mucho antes. 

 

-Tuve un cachorro, su nombre es Teneo, no quiero que lo lastimen. 

 

Les había ordenado antes de salir, pero se preguntaban cómo lograrian encontrar a un lobezno llamado Teneo entre todos los huérfanos, uno de ellos pensaba que su estatura lo delataría, Hasgard era sin duda alguna enorme. 

 

Otro más, supuso que se parecería a Aspros, en algunos detalles, tal vez el color de su cabello, eso podía ser muy claro, pero, le dejarían a su alfa tomar la decisión, él sabría decirles quien era su cachorro, quien era su Teneo. 

 

*****

 

Se llevaron a los niños en los autos, casi todos eran omegas, los habían rescatado de diferentes lugares y es que para ellos era más fácil quedarse en ese sitio con otros niños que conocían su dolor, la mayoría de ellos hijos de omegas que habían sido asesinados por sus compañeros, claro que las autoridades se negaban a aceptar esos crímenes como un acto basado en su odio, los alfas, siempre serian alfas. 

 

Claro que era una mentira y no todos los alfas serían capaces de lastimar a su omega, mucho menos matarlo, eso era un acto aberrante y debería ser castigado, pero, siempre ocurría lo contrario, los alfas salían libres y los omegas eran señalados cuando no los aceptaban. 

 

Eso era lo que pensaba Aioros, escuchando los planes de Saga, que con su ayuda y la de Shaka, sin duda, sería mucho más sencillo ingresar a la jauría, tomar a Hasgard, para escapar de nuevo, usando la otra dimension asi como el triángulo dorado sin tener que enfrentarse a Aspros. 

 

-Debemos irnos ahora… 

 

Saga fue el primero en utilizar la otra dimensión, para abrir una puerta que daba directamente a la jauría, al interior de la misma, donde buscarian por las guarderias, seguramente alli estaba Hasgard, era donde custodiaban a los omegas, antes de escapar, una jaula, mucho más que una guardería. 

 

-Después de ustedes… 

 

*****

 

Radamanthys observó cómo se marchaban, llevando una mano a sus cejas, sonriendo al recordar esas palabras de nuevo, cuando Kanon dijo que sus cejas eran hermosas, pero, no era tiempo para eso se dijo, sin embargo, no quiso apartarse de la puerta, aunque Aiacos dijo que era hora de hacer algo de comer, tal vez unos pancakes. 

 

-No vas a cocinar Radita… 

 

Radamanthys elevó su dedo corazón, no iba a cocinar y no era su niñera, así que ellos debían preparar ese capricho por sí mismos se dijo, sin embargo, cuando escuchó que su propio estómago se quejaba por comida, suspiro fastidiado, no perdía nada cocinar algo, además, le gustaría que por una vez esos dos lavaran algún traste sucio. 

 

-Ustedes lavaran todo lo que yo ensucie. 

 

Les dijo, tomando unos huevos, algo de harina y todos los ingredientes que necesitaba para preparar la comida, escuchando los pasos de Teneo acercándose a él, quien le observaba fijamente, como si quisiera ayudarle con su tarea. 

 

-¿Quieres que te enseñe a prepararlos? 

 

Teneo solo asintió, deseaba hacer algo y creía que cocinar era una tarea muy noble, alimentar a los demás, eso le gustaba, ademas, asi podria hacerle algo especial a Hasgard cuando regresara al orfanato, porque se pondría muy triste al saber que debieron llevarse a sus medios hermanos. 

 

-Ven aquí entonces, te diré que debes hacer… 

 

*****

 

Aspros se detuvo a varios metros del orfanato, olfateando el ambiente, reconociendo varios aromas, dos de ellos sus gemelos menores, Saga y Kanon, esos dos granujas se dijo furioso, haciéndole una señal a su guardia, para que estuvieran listos para obedecer sus órdenes. 

 

-Solo son tres omegas y un niño… 

 

Un niño con un aroma familiar, estaba seguro de que ese era su hijo, se dijo con una sonrisa, acercándose al orfanato con un paso lento, deteniéndose en la puerta, la que arrancó con una sola mano, alertando a los ocupantes de esa construcción. 

 

-Teneo… 

 

Aspros comenzó a buscar a su hijo en ese sitio, escuchando unos sonidos provenientes de donde debería ser la cocina, ingresando en ella para ver a tres omegas, uno de ellos tenía un cuchillo, el otro una sartén y el tercero, rodeaba los hombros de un chico muy alto, de cabello azul, su hijo, como si tuviera que protegerlo. 

 

-Mi nombre es Aspros, soy el padre de Teneo y vine por él. 

 

Aiacos lo señalo con el cuchillo, como dispuesto a cortarlo con este, pero de pronto, con unos movimientos tan rápidos que apenas pudieron verlos, Aspros sostuvo su mano, la que sostenía el cuchillo para desarmarlo, e inmediatamente golpearlo con algo luminoso, proveniente de su mano, su cosmos. 

 

-No me hagan lastimarlos… 

 

Minos quiso utilizar sus hilos, rodeándolo con estos, cortando su piel, escuchando un quejido de Aspros, que parecía no poder moverse, haciendo que sonriera, al fin encontraba un uso para esa maldición, sin embargo, usando su poderoso cosmos, cortó los hilos que le rodeaban. 

 

-Uno de los hijos de Neith… 

 

Se quejó, porque eran realmente molestos con sus hilos que tejian de sus manos, controlando a los seres que rodeaban con ellos, sus destinos, pero se daba cuenta que este no era más que un chiquillo y no sabía utilizar sus dones. 

 

-Pero, no son nada con uno de los míos… 

 

Aspros se transformó a medias en un licántropo, golpeando a Minos, quien cayó cerca de unos barriles, observando a Radamanthys, reconociendo de alguna forma el aroma de Kanon en su cuerpo. 

 

-Entregame a mi hijo… 

 

Radamanthys negó eso, no estaba dispuesto a entregarle a ese niño, asi que solo negó con un movimiento de su cabeza, sosteniendo la sartén donde iba a preparar los pancakes, la que ya estaba caliente, con la que atacó a Aspros, escuchando un quejido, su brazo quemándose rápidamente, pero al ser un licántropo tan viejo, el daño recibido comenzó a recuperarse lentamente. 

 

-¡Eres un maldito! 

 

Acercándose lentamente al omega, olfateando el ambiente, notando que ese omega, que olía como a su hermano, el alfa llamado Kanon, que era demasiado inteligente para su bien, también olía dulce, como lo hacía un omega embarazado. 

 

-Y te mataria, pero estas embarazado, eso va contra todos mis principios. 

 

Pero aun asi lo atacó, sosteniéndolo del cuello, esperando a que perdiera el sentido, siendo atacado por su propio hijo, Teneo, que lo tacleo, tratando de que dejara ir a ese omega, no le había hecho nada y él no deseaba regresar con el. 

 

-¡Dejalos en paz! 

 

Era tan fuerte como su omega, se dijo, con una sonrisa satisfecha, soltando al omega, que en el suelo observo como Teneo atacaba a Aspros, furioso, levantándose para atacarlo el también, sin darse cuenta despertando algo en el que le hizo brillar con un aura oscura, sus dientes, sus ojos, dándole una apariencia como de un demonio, especialmente cuando al golpear el cuerpo de Aspros, pudo hacerle daño. 

 

-¡No toques a ese niño! 

 

*****

 

Hola, espero que este capítulo sea de su agrado, muchas gracias por sus lecturas, por sus estrellas y por sus comentarios. SeikenNJ. 


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