Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lagrimas de Luna por Seiken

[Reviews - 18]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

-¿Qué es esto? 

 

Kanon tenía una expresión como si pensara si esa pregunta era real o se trataba de una pregunta capciosa, al mismo tiempo que Saga dejaba caer sus costales de dinero, llenos de billetes, confiando en Aspros, porque su hermano menor le dijo que debía creer en sus buenas intenciones. 

 

-Se llama dinero. 

 

Fue la respuesta de Saga, que seguía comportándose de una forma demasiado hostil con el mayor, y lo haría, hasta que Defteros despertara y le dijera que todo lo dicho por Aspros era cierto. 

 

-Ya se que es dinero, lo que no entiendo, es porqué tienen tanto en su posesión. 

 

Kanon suspiro, tomando algunos fajos, del mismo tamaño del que les había dado a esos tres omegas, pensando que estaban seguros, recordando su derrota y su desesperado intento por salvarlo. 

 

-Queríamos formar una jauría propia y pensamos que esto funcionaria. 

 

Aspros había escuchado de una serie de atracos y de cómo la policía buscaba a los perpetradores, pero esos sujetos no eran nada atractivos, no eran agradables a la vista, les llamaban los ladrones de la nariz rota. 

 

-Esperen… cómo es que los han retratado tan mal. 

 

Esta vez Aspros estaba divertido, porque le había mencionado a Sisyphus que esos asaltantes eran especialmente feos, con sus dientes chuecos, o sus labios grandes, o su nariz quebrada y este había reído de sus palabras. 

 

-No lo sé, pero me parece sumamente ofensivo. 

 

Saga pensaba que era sumamente útil, pero no dijo nada, esperando porque Defteros se dignara a abrir los ojos, al mismo tiempo que escuchaba un suspiro de Aspros, quien sentándose en una de las mesas cercanas, en una de las sillas, rasco su nariz, estaba cansado. 

 

-Ve a descansar, yo le diré a Saga lo que se, le haré ver que no eres un peligro para nosotros, además… supongo que aún existen varios puntos que debes discutir con Hasgard. 

 

Eso era cierto, pero temía que cuando dejara solos a sus hermanos, estos decidieran irse, darles la espalda, así que su omega tendría que esperar, quien estaba en compañía de Teneo, quienes a su vez, fueron a su habitación, para descansar un poco, su pequeño estaba exhausto. 

 

-Nunca quise dominar la jauría y si ustedes lo desean, podemos compartir el trono, es más, esperaba que tomáramos las decisiones como en un consejo, los cuatro, como nuestro omega lo hubiera deseado. 

 

Esperaba que eso fuera suficiente para que Saga pudiera bajar un poco la guardia, quien parecía no creer en él, pensando que no era más que un mentiroso, un mal hermano y un ambicioso, un ser enfermo de poder, que solo deseaba aumentar su poderío. 

 

-¿Quieres que crea en tus palabras cuando me buscabas un alfa? 

 

Aspros negó eso, no esperaba que confiara en sus palabras de forma ciega, pero sí que creyera un poco en él, era su hermano y hasta el momento, según recordaba, nunca había hecho otra cosa más que velar por ellos. 

 

-No, quiero que creas en mí porque soy tu hermano y no te buscaba un alfa, no iba a desposarte con alguien que tu no desearas, pero más de una ocasión hable con Arles, sabía que estaba alli, asi que busque ayuda, aunque Shaka es un alfa, aunque eso no tiene nada de malo. 

 

Kanon pensaba lo mismo, ser alfa o beta no era nada malo, aunque Saga se comportaba en ocasiones como si lo fuera, sin embargo, al ver la postura de su hermano, como iba relajandose un poco al escuchar el nombre de Arles, quien sabía tomaba control de su pisque desde el asesinato de sus padres, quien habia conversado alguna ocasion con su hermano menor, quiso creer en las palabras de su hermano mayor, pero aun asi no bajaria la guardia del todo. 

 

-Shaka es un hombre sabio, es un licántropo antiguo, el conoce mas de lo que muchos, creía que él podría ayudarnos a curarte o tan siquiera a explicarme que estaba sucediendo. 

 

Kanon escuchaba esas palabras con detenimiento, al mismo tiempo que pensaba que con forme pasaba el tiempo, Radamanthys lo pasaba peor en compañía de ese alfa y recordaba que su hermano le había ofrecido su ayuda. 

 

-Tu me prometiste que me ayudarias a salvarlo, a liberarlo de ese alfa y no creo que cumplas tu palabra. 

 

Esta vez era Kanon quien comenzaba a desconfiar de él, pero Aspros sabía que no podían llegar, derribar las puertas y tomar a su compañero, cuyo nombre se le escapaba, debían actuar con prudencia, de la forma en que no lo hizo su padre hacía tantos años, la razón por la cual todos esos lobos murieron, por la que él tuvo que cuidar de la jauría y por la cual, su jauría era una madriguera con apenas lo necesario para sobrevivir, de ser sincero consigo mismo. 

 

-¿Qué crees que pasará si llegamos y atacamos a la familia Barentain? ¿Si atacamos buscando a tu compañero? Cuyo nombre se me escapa de momento. 

 

Saga pensaba que serían asesinados y que ese omega terminaría sufriendo un castigo ejemplar, pero espero a que Kanon respondiera estas preguntas. 

 

-Su nombre es Radamanthys… 

 

Fue lo primero que dijo Kanon, pero Aspros no pronunció ningún sonido, mirándole fijamente, esperando que su astuto hermano respondiera lo que suponía iba a decirle. 

 

-Nos mataran, destruirán lo que queda de nuestra jauría y a el, Radamanthys será castigado… tendrá que permanecer con su alfa por el resto de sus días, pero eso no pasará mientras viva. 

 

Eso era cierto, así que tenian que reorganizarse, usar todo el dinero que sus hermanos había robado para restaurar su jauría, para entablar relaciones con las demás, con Thanatos, con su gemelo Hypnos, con los mellizos de nombre Ema y Kokalo, si deseaban sobrevivir a lo que se avecinaba. 

 

-Así es, solo hemos tenido suerte hasta el momento y necesitamos prepararnos, muchas vidas serán tomadas si se lo permitimos a esas familias. 

 

*****

 

Valentine fue el primero en levantarse de la cama, sintiéndose rejuvenecido, alegre, seguro que eso pasaba cuando pasabas toda la noche haciéndole el amor a tu omega elegido, sin preocuparse por la caída de una de sus creaciones, el mensaje había sido enviado, pero aún faltaba otro más por mandar, a las doce familias, pero sobretodo a la suya y a la Walden, los restos de esta familia que estaban desperdigados por allí. 

 

-Es hora de despertar, tu abuelo vendrá esta mañana y no queremos que piense que no deseas verlo. 

 

Radamanthys apenas había logrado dormir, no confiaba lo suficiente en Valentine para cerrar sus ojos, pero aun así, se forzó a sonreirle, tratando de convencerlo de que era feliz a su lado, que amaba estar con él, aunque no era cierto, esperando que sus sirvientes, esos dos en los que podía confiar, le dieran su medicina para seguir actuando su deseo. 

 

-Debemos darnos un buen baño antes de que llegue. 

 

Radamanthys asintió, tallando sus ojos, para poco después tomar la mano de su alfa, caminando hacia donde lo llevaba, para darse un buen baño, aunque suponia, que tendria que soportar sus caricias una ultima ocasion. 

 

-Te lavare la espalda y tu lavaras la mía. 

 

No estaba nada emocionado con eso, pero aun así, solamente sonrió, aceptando su destino en esa casa, de donde no volvería a salir jamás, no sin que su alfa lo acompañara supuso, temiendo por la seguridad del licántropo que quiso brindarle ayuda, el que no era importante para su alfa, no podía enfrentarse a él, pero aun así lo quería fuera de su vida. 

 

-Es nuestra luna de miel y aun así tenemos que soportar a ese anciano…  

 

Se quejo, no deseaba verlo, pero aun así, sabía que Valentine le obligaría a eso, especialmente cuando tocaron a la puerta de su habitación, para indicarle que su abuelo en compañía de Pandora habían llegado, no tenían tiempo para estar juntos en esa tina, no por el momento. 

 

-Les dije que llegarán a las doce,  pero parece que aun creen que yo soy su sirviente… 

 

Fueron las palabras de Valentine, que salió de la tina después de lavar su cuerpo, besando su mejilla para vestirse con cierta calma, al mismo tiempo que Radamanthys terminaba de lavarse, notando todas las marcas nuevas, odiándose por ellas. 

 

-Quiero que se ponga el traje blanco, pienso que le quedará mejor que un color oscuro… 

 

Pronunció a su sirviente, sin prestarle atención, haciéndole sentir como una muñeca o un maniquí, como un simple objeto sin valor alguno, saliendo de la tina para secarse, esperando que ya tuvieran lista más de la medicina, pero no la veía por ningún lado. 

 

-Dame la ropa que mi alfa desea que me ponga y después, coloca la medicina en mi mesita de noche, la necesitare cuando esto termine… 

 

Pero su ayudante ya había colocado esa ropa en la cama, con una expresión avergonzada, llevando sus manos a su delantal, suspirando algo ansioso, haciendo que le viera fijamente, porque no parecía dispuesto a escuchar sus ordenes. 

 

-Su medicina es un afrodisíaco muy poderoso, señor… 

 

Ya lo sabía y era la única forma en la que podría disfrutar de sus deberes conyugales, por lo cual, se preguntaba qué había de malo en tomarlo, así convencería a Valentine de su deseo, de su amor por él, ahora que estaba embarazado. 

 

-Si lo toma, si sigue tomándolo, su pequeño no lo resistirá, podrá perderlo o peor aún, nacerá con varios problemas… ya lo he visto antes… y solo será peor para usted. 

 

Estaba diciendole que no le daría su medicina, que no estaba dispuesto a obedecer sus órdenes, pero al mismo tiempo, parecía lo suficientemente preocupado por él, por la vida de su pequeño, así como su salud. 

 

-Así que tendré que soportar las caricias de Valentine, hasta que me acostumbre a ellas… por el bien del niño que no deseaba. 

 

Fueron sus palabras, recibiendo un poco  de ayuda para abrocharse su ropa interior, terminando de vestirse, agradecido de que por el momento, esta ropa fuera recatada, más bien masculina. 

 

-Usted puede morir, o su hijo, y si su hijo no muere, no será normal… lo culparan, también ya lo he visto… 

 

Ellos siempre cargaban con la culpa, si su pequeño era un omega, si no nacía bien, si estaba enfermo o si moría a darlo a luz, el alfa nunca era responsable de nada, mientras que el omega había hecho algo que provocó esa pérdida o ese accidente. 

 

-Sería mucho mejor si perdiera la vida con él… si me hubieran metido ese metal en la cabeza, al menos así yo no tendría que estar presente.

 

Pronunció, molesto, pero resignado a lo que estaba sucediendo, caminando lentamente hasta la mesita del jardín, donde se realizaría esa reunión, Valentine no los deseaba dentro de su casa, donde tomó un  asiento en silencio, no deseaba verlos. 

 

-Existen omegas excepcionales Earhart, no muchos, pero si existen, Radamanthys es uno de ellos, uno magnífico sin duda, no tanto como un alfa, pero si se acerca. 

 

Radamanthys espero a que sirvieran su comida en su plato, no su plato, porque ya nada era de su propiedad, él era otro de los muebles, otra de las propiedades en ese sitio, asi que, solo se limitó a alimentarse, sin decir nada, sin pronunciar un solo sonido. 

 

-Radamanthys es inteligente, es hábil, es fuerte, es hermoso y es realmente una fiera en nuestro lecho, un omega excepcional que ha comprendido la magnitud de su amor por mi, el cual es correspondido, como un alfa corresponde a un omega especial como lo es él. 

 

Sentía los ojos de Pandora sobre su cuerpo, podía ver la sonrisa de su abuelo, como encontraba esas palabras divertidas, toda esa idea de los omegas excepcionales, no por las razones correctas, sino porque pensaba que no existían, que no eran nada, simplemente no importaban. 

 

-Eso pensaba de su madre, que ella era excepcional, tanto así que la cuide de su hermana, sin embargo, al igual que todos los omegas, no es más que un animal sumiso que se rige por sus instintos. 

 

Radamanthys quiso cortar la carne que le habían servido, pero usó tanta fuerza, que con un descuido corto el plato de porcelana, escuchando una risa de Pandora, que esperaba que su abuelo les hiciera pagar el insulto recibido el día que Valentine la lanzó de su propiedad. 

 

-Pero dime una cosa… porque no se defienden, si son tan excepcionales, porque no ha luchado contigo para evitar que impregnes su cuerpo con tu semilla, si es tan fuerte o tan astuto como lo aseguras. 

 

Esta vez Radamanthys tuvo que ver a su abuelo, quien le despreciaba, quien había cancelado su educación, cualquier clase de ella, al saber que era un omega, quien comía con calma, como si solo estuvieran hablando del clima. 

 

-Mi omega, ella me odiaba, detestaba el suelo que yo pisaba y aun asi, me dio dos hijas, una omega que podía darme un alfa, pero fallo y una alfa que lance de esta propiedad, por la promesa de tener a un alfa de mi sangre, pero ya sabemos que eso no paso… 

 

Seguía culpandolo por no ser un alfa y actuando como si eso hubiera sido su culpa, como si ser un omega fuera un crimen, mirándole fijamente, señalandolo con uno de los cubiertos de plata. 

 

-Pero ella dormía a mi lado, yo cerraba los ojos en su compañía, en ocasiones nos bañabamos juntos y en otras, ella me rasuraba, tenía mi cuello a su disposición, pudo liberarse de mí en un instante, pero aun así, no lo hizo, porque… porque los omegas no son como los alfas, ellos lo único que buscan es procrear, solo buscan tener hijos y su sumisión, su instinto de obediencia, les impide poder hacer lo que cualquier alfa, por patético que sea, haría a la primera oportunidad. 

 

Radamanthys quiso levantarse de esa mesa, no tenía apetito y no tenía porque escuchar más de esas palabras, sintiendo la mano de su alfa  sobre su muñeca, evitando que se marchara, al mismo tiempo que sus invitados  le veían curiosos, como pensando que con una orden suya, regresaría a la mesa. 

 

-Radamanthys, no te vayas aun… esa reunión por desagradable que sea, es por tu bien y por el de mi heredero, que espero que sea un omega excepcional como tu… 

 

Valentine entonces tomó un arma que tenía oculta en esa mesa, no era una pistola, sino una daga de oro, que Radamanthys nunca había visto, pero sus invitados si, al parecer, por la expresión de sorpresa, desagrado y temor que tenían al verla. 

 

-Les dije que no eran invitados en mi casa, ni los deseaba a lado de mi omega, pero ustedes no escucharon mis palabras, no atendieron mis órdenes, insultandome, tratandome como un mero sirviente, así que, pensaba que esto les serviria como una lección de lo excepcional que es mi omega. 

 

Valentine se levantó, besando la mejilla de su omega, sosteniéndolo de la cintura para colocar la daga en sus manos, esperando que él fuera quien se vengara por lo que les habían hecho, por separarlo de su lado. 

 

-Mátalos… 

 

*****

 

Una persona, sentada en un sillón de cuero, observaba un mapa en silencio, un mapa donde estaban señaladas las jaurías, las cofradías de los vampiros y Bluegard, un pelirrojo, de ojos y uñas rojas, que tenía una pintura monstruosa donde se encontraba el, a lado de un omega de cabello ensortijado, quien sonreía, en esa época aún era feliz. 

 

-Milo… al fin te he encontrado… 

 

Susurro, a sus espaldas se encontraba un medio de cabello oscuro, ensortijado, quien había hecho todo lo que estaba en sus manos para conseguir cierta información, para dar con lo único que le quedaba como familia, después de buscar durante siglos, dando con un hombre que podía decirle dónde estaba su hermano menor, su mellizo tantos siglos perdido. 

 

-Al fin he dado contigo… 

 

*****

 

En verdad siento mucho la tardanza, pero aqui esta un hermoso capitulo para ustedes, mis amados y amadas lectores y lectoras, que espero sea de su agrado, muchas gracias especialmente a @Vaiparine @Carmilla94 @charlize_bramsc @SailorFighter @xxlinettxx a quienes les agradezco de todo corazón sus comentarios. Ahora, les invito también a leer una historia de Vampiros dedicada al día de San Valentine, se llama San Valentine, si, lo se, me rompí la cabeza poniéndole un título. SeikenNJ.  A Propósito, Feliz Dia de San Valentine. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).