• Pareja: Lucius Malfoy x James Potter •
James estaba cansado, quería ver a su novio y poder estar con él a solas, pero los estúpidos de Regulus y Sirius no llegaban para cubrirlos.
Las fiestas en la mansión Malfoy siempre eran igual de aburridas, pero para James eran el pretexto perfecto para ver a Lucius en el verano, sabía que el padre del rubio no aprobaría su relación tan fácil, es por eso que su novio le había pedido mantenerlo en secreto hasta que él pudiera hablar con sus padres sobre su noviazgo.
Estaba recostado en el pasto un poco lejos de la gente, cerca de donde comen los pavo reales, comenzaba a pensar que los Black no irían y no podría ver a su novio, le había tenido que rogar a Sirius casi una semana y prometerle que le ayudaría con Remus y a Regulus le tuvo que comprar un jersey de los Ballycasttle Bats para que aceptaran ayudarlo, pero al parecer no cumplirían.
- Hola.— James dio un pequeño saltó al oír a Narcissa Black, realmente no esperaba que nadie se le acercara.— Sirius y Regulus nos enviaron, no podrán venir.
-Paradas frente a él se encontraban las tres primas de su mejor amigo, no estaba consiente de que tanto sabia ellas sobre Lucius y él, ¿Sirius les habrá contado algo? ¿Y si Lucius se molestaba por que más gente lo supiera?
- Lucius nos contó que salen, no eres el único que tiene amigos leales.— James era muy transparente con sus emociones, tanto que Bellatrix adivinó sus pensamientos.
- ¿Y él sabe que nos van a cubrir?
- Si, nos esta esperando, el plan es que vayas con nosotras como si fueras amigo de Narcissa, son del mismo curso y nadie cuestionará nada, después le diremos a la señora Malfoy que seria bueno que Lucius nos muestre su salón de trofeos, a ella le encanta que Lucius muestre sus premios y ahí podrán ir a su habitación a besarse todo lo que quieran.— Los colores le subieron al rostro pero no dijo nada y solo asintió al levantarse para empezar a caminar de la mano de Narcissa.
- Espera, tienes pasto en el cabello, no querrás que tu novio te vea así.— Narcissa le había arreglado un poco su aspecto, le acomodó la corbata y James solo atinaba a ponerse rojo.
Llegaron junto a Lucius y James solo podía pensar el lo bien que le quedaba el color verde, nunca lo había visto repetir túnica, pero definitivamente las verdes eran sus favoritas, Lucius le dio una sonrisa que pasaría desapercibida por los presentes, menos para él, conocía sus expresiones a la perfección.
- Señor Potter que agradable tenerlo aquí nuevamente.— La señora Malfoy siempre mostraba un lado amable ante cualquiera de sus invitados y por eso James no estaba seguro si él le agradaba o no a la mamá de su novio.
- Siempre es un honor venir a su hogar señora Malfoy.— Los modales que su madre le había inculcado salían a relucir en esas fiestas, quería impresionar a los Malfoy y demostrar que era un buen partido para su hijo.
- Oye Lucius, le estaba platicando a James que tienes miles de trofeos y no me cree, yo digo que deberíamos entrar para que los vea.— Andromeda había puesto el plan en marcha.
- Yo...
- Es una estupenda idea, Lucius, deberías mostrarle a James tus premios.— La señora Malfoy había interrumpido a su hijo sin importarle en lo más mínimo.— Te vas a sorprender James, Lucius siempre ha sido un ganador. — Esta vez había hablado hacia el chico de gafas y James solo asintió sintiendo el nerviosismo.
Los cinco entraron a la casa y las hermanas Black les desearon suerte, aunque no se libraron de las burlas de todas, definitivamente eran familia de Sirius.
Lucius lo guió a su habitación, James conocía el camino de memoria y una vez dentro Lucius lo tomó de la cintura y comenzó a besarlo apasionadamente, James se dejo hacer, le encantaba dejar a Lucius tomar el control, no tenían mucho tiempo para estar a solas, en cualquier momento las chicas irían a interrumpirlos, para bajar a la fiesta y que nadie sospeche.
- Te extrañé... mucho.- Decía Lucius entre besos.
- Siento que me pusieron una trampa, yo quería ver tus miles de trofeos.— James siempre le sacaba risas a su novio.
- Bueno tendré que mostrártelos para que me creas. — Lucius no dejaba de besar a James cada que podía. — Hoy hablaré con mi madre, le agradas mucho, le gusta verte en las fiestas, ya después podré contarle a mi padre y no tendremos que escondernos nunca más.
- ¿Estás seguro? No tienes que apresurarte si no estas listo, yo puedo esperar, en serio.— Lucius negó con la cabeza como respuesta y le robo otro beso.
Estaban tan inmersos besándose que no oyeron pasos acercarse a la habitación, ambos quedaron completamente expuestos cuando la señora Malfoy entró sin avisar, se separaron rápido y ninguno de los dos supo que decir.
- Vaya sorpresa, bueno señor Potter tiene que saber que este no es el salón de trofeos y que si quiere la aprobación de mi esposo debería bajar enseguida y ofrecerle jugar una partida de ajedrez, no necesita ganarle, mientras le de batalla le aseguro que mostrara más interés en usted y empezará a insinuarle a Lucius que es un buen partido.— Los chicos seguían en shock pero James asintió y salió de la habitación, estaba confundido, pero haría lo que dijo la señora Malfoy.
- ¿Cómo...?
- ¿Por qué James empezó a venir con Sirius, por qué Regulus te pediría entrar para ver tu granja de hormigas y por qué tus amigas querrían ver tus trofeos? No engañas a tu madre y no dije nada porque ese chico es muy agradable, asumo que llevan saliendo ya mas de un año, te ha hecho bastante bien ese noviazgo.— Su madre se había acercado a dejarle un beso en la frente, estaba muy feliz de que a ella le agradara James.— Ven vamos a ayudarle a James a hacer trampa para que impresione a tu padre.
Lucius estaba en la mesa desayunando con su familia, mientras escuchaba a su padre hablar de su novio, aunque el señor Malfoy aun no sabia de eso, el Gryffindor había impresionado mucho a su padre, al parecer James no necesitó de su ayuda para tener una excelente partida con su padre, James no había ganado, pero habían durado un buen rato jugando y eso era algo que para el señor Malfoy valía mucho, él era un excelente jugador y le gustaba compartir una partida con alguien a quien no le pudiera ganar fácilmente.
- Ese chico Potter, tiene algo bueno Lucius, he notado que es amigo de tus amigos, deberías invitarlo más seguido a la casa, espero que algún día podamos jugar otra vez. — Su madre estaba que se moría de la risa pero como una buena Malfoy sabia controlar bien sus emociones.
- Lo invitaré a que venga en la semana, si te parece.— Su padre asistió ante la propuesta, nunca se imaginó que sería tan fácil que James entrara en el radar de su padre para prospectos, definitivamente iba a comprarle unas flores a su madre en agradecimiento.