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Pumpkin Spice • Fictober 2020 por borisgarc_

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• Pareja: Regulus Black x Barty Crouch Jr. •


Barty siempre había tenido miedo a los gérmenes y todo había sido culpa de sus padres, a la edad de 8 años le prohibieron salir a jugar para no ensuciarse y como el niño no entendía de razones, lo único que se les ocurrió a sus padres fue decirle que había muchos gérmenes que podían enfermarlo e incluso otros que hacían que se pudriera la piel.


Así que desde que era pequeño empezó a tener una obsesión por tener todo limpio y tratar de no tocar nada directamente con sus manos, sus padres se sentían muy culpables por haberle infundado ese miedo a su pequeño, no tenían ni idea que eso pasaría.


Sus amigos comenzaron a alejarse poco a poco y para cuando entró a Hogwarts solo le quedaba su incondicional mejor amigo, Regulus Black.


Regulus jamás se había burlado de su fobia, de hecho hubo una vez en una pijamada, donde solo eran ellos dos, que Barty no podía dormir, él necesitaba limpiar todo su cuarto antes de acostarse, pero se sentía avergonzado de hacerlo frente a su invitado, el chico era el único amigo que le seguía hablando, a veces el heredero de los Crouch sentía que era por lástima, pero cuando Regulus le preguntó que si le pasa algo y Barty le confesó que no se sentía tranquilo si no limpiaba, el menor de los Black se levantó y decidido le dijo que entonces debían limpiar todo para poder dormir.


Había sido difícil acoplarse a la rutina en Hogwarts todo se veía tan viejo y sucio para Barty, pero ahí estaba Regulus siempre para apoyarlo, además tenían una habitación para ellos dos solos, sus otros tres compañeros se quejaron de que Barty no los dejaba dormir, pero no era culpa del chico que esos niños fueran tan sucios y él tenía que limpiar todo, con ayuda de Regulus, claro que éste se ofrecía, Barty jamás le pediría que limpie algo.


Recuerda la vez que Regulus le dio unos guantes, él siempre trataba de llevar un pañuelo en su bolsillo por si tenía que tocar algo, pero su mejor amigo llegó muy feliz el día de su cumpleaños con una pequeña caja color menta, al abrirla Barty descubrió unos guantes negros de cuero, por dentro tenia una tela un poco más ligera y eso los hacia bastante cómodos.


- Los lavé después de comprarlos y le pedí a mamá que les pusiera un hechizo protector, no se van a ensuciar nunca y no tendrás gérmenes, además cuando empiecen a apretarte podemos pedirles que los hagan más grandes, así podrás tocar lo que quieras sin tener miedo Barty. — Le había dicho su amigo después de ver los guantes que le regaló.


Regulus le había dado el mayor tesoro que poseía y su amigo no tenia ni idea, siempre se sentiría agradecido con él.


Barty estaba seguro que tenía sentimientos más fuertes por su mejor amigo, Regulus era tan lindo, amable, siempre lo apoyaba sin juzgar su  miedo, él sabía que no era normal sentirse así pero no podía evitarlo y ahí estaba Regulus, siempre con una sonrisa ayudándole a limpiar el cuarto al despertar y antes de dormir.


¿Cómo no iba a sentir más que un cariño de amigos por Regulus? si el chico siempre lo defendía de personas que se burlaban de él por tener un miedo así, le ayudaba a explicarle a los profesores porque no podía quitarse los guantes e incluso habló en privado con el profesor de defensa para que Barty no pasara al frente en la prueba del Boggart, sitió un alivio enorme al darse cuenta que nadie en la clase vería su miedo, eso ultimo también debía agradecerle a Sirius, el hermano de su mejor amigo era un chico que jamás se había burlado de él, le contó a Regulus que en ese año se estudiaba a los Boggart y que el profesor los hacia pasar a todos a enfrentar su mayor miedo, estaba muy agradecido con él por avisarle a su hermano, solo que Barty se enteró hasta después de la clase que Regulus habló por él para evitarle la vergüenza.


Regulus siempre estaba para él y Barty no podía decirle lo mucho que lo amaba, ¿qué podía ofrecerle? un noviazgo en el que ni siquiera podía besarlo, o tomarlo de la mano, porque por mucho amor que sintiera por Regulus, él no podía hacer nada que las personas sin esa fobia hacen, él no sabía como superar ese miedo, claro que jamás se confesaría con su mejor amigo, tal vez era mejor que el chico conozca a alguien más y se enamoré de una persona que se merezca todo el cariño de Regulus.


- No le voy a decir eso.- Regulus le decía a su hermano.


- ¿Por qué no, qué tiene de malo?


- Todo tiene de malo, Barty es especial para mi Sirius, no puedo solo decirle “Oye me gustas” y esperar una respuesta.


- A mi me funcionó con James y a Narcissa con Remus.


- Es diferente, Barty tiene una fobia y es algo fuerte, tal vez le incomode saber que me gusta y qué tal si solo acepta salir conmigo porque le doy lástima.


- Hace unos días Remus dijo que en el mundo muggle existen algo así como sanadores que ayudan con ese tipo de cosas, proponle ir con alguien así.


- Eres el maestro de la sutileza Sirius.


- Bueno no se me ocurre nada mejor, el chico tiene miedo a los gérmenes y a la suciedad, un sanador muggle lo puede ayudar y tu puedes apoyarlo, yo no le veo lo malo.


- Sirius decirle eso podría lastimarlo, sería como decirle que hay algo mal en él, lo quiero mucho y no quiero verlo mal solo porque me gustaría caminar con él de la mano.


- Bueno si solo quieres ir de la mano con él entonces cómprate unos guantes, ponles el hechizo ese y dense la mano.— Sirius sitió el abrazo de Regulus y escuchó un “eres un genio” antes de que su hermanito saliera corriendo de ahí.


Barty estaba en su habitación limpiando el escritorio que él y Regulus compartían cuando escucho a su amigo entrar.


- Barty que bueno que estas aquí, quería mostrarte algo.— Regulus tenia las manos en la espalda y lucia muy contento.


- ¿Qué es?


- ¡Guantes como los tuyos!— Regulus sacó la manos de la espalda y mostró unos guantes muy lindos de cuero en color verde.


- No entiendo, ¿por qué estas usando guantes? es primavera.


- Bueno, yo… — Regulus no había pensado mucho en que decir, estaba tan emocionado por la idea de los guantes que no se sentó a meditar la reacción de su amigo.— Me gustas.— en serio, lo único que había llegado a su mente era la tonta frase de Sirius.


- ¿Qué?


- Barty, me gustas mucho y me gustaría poder invitarte a salir y tomarte de la mano, es por eso que compré unos guantes, les puse el mismo hechizo de los tuyos... claro que no tienes que aceptar, debí haberte hablado antes de hacer todo lo que estoy haciendo en este momento…


- No.— Barty interrumpió el parloteo de Regulus y esa simple palabra empezó a hacer que su mejor amigo sudara frío.— Yo… no quiero que tengas que hacer esto por mi, eres la persona que más quiero en el mundo y que tu me quieras a mi es horrible, no puedo hacerte esto, yo no te puedo ofrecer nada y tu estas dando todo, te compraste unos guantes para poder darnos la mano, eres tan lindo Regulus y te quiero tanto, pero yo no puedo arrastrarte a esta locura de vida.


- No te pido nada a cambio, a mi no me molesta, yo te quiero y no es necesario que intentes cambiar por mi, ¿Que dices, quieres ser mi novio Barty? te prometo que no hay necesidad de que no seas tu mismo.


Regulus con un sonrisa en el rostro tenia las manos extendidas pidiéndole una oportunidad a Barty, éste se acercó un poco y se tomaron de las manos, no creía que Regulus pudiera estar haciendo todo eso solo por él, realmente era afortunado de tenerlo en su vida.


- En serio me gustaría poder hacer más que solo tomarnos de la mano.— Ya había anochecido y estaban sentados en la cama de Barty platicando, desde esa tarde no se habían soltado para nada, Regulus acariciaba con su pulgar el dorso de la mano de su novio y de vez en cuando jugaba con sus dedos.


- Bueno, sé que hay sanadores muggles que ayudan con esto. — Regulus trataba de tantear el terreno, para él estaba bien tener esa relación con Barty, pero si su novio quería ayuda por su propia cuenta no estaba de más darle la información que tenía.


- Tal vez sea bueno pedir la opinión de un profesional. — Barty le regaló una sonrisa complice, realmente esperaba algún día dejar de tener miedo y poder tomar la mano de su novio sin tener que usar unos guantes y quién sabe tal vez hasta lograría darle un beso.

Notas finales:

Me gustó mucho el OS son tan cutes, espero que Barty reciba la ayuda que se merece y que algún día pueda darle un beso a Reg.


Otra vez tarde, oops.


Espero que les haya gustado, nos leemos al rato.


- Boris. 


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