• Pareja: Sirius Black x Lucius Malfoy •
Lucius iba caminando por los pasillos de Hogwarts haciendo sus rondas de prefecto como de costumbre, al inicio de año le era fastidioso tener que salir de lo cómoda de su sala común para ver si encontraba a alguien afuera después del toque de queda, pero pasando el primer mes, se dio cuenta lo mucho que lo relajaba caminar por la escuela sin todo el bullicio del día.
En esos seis meses de su quinto año solo se encontraba a las mismas personas, James Potter, Sirius Black, Remus Lupin y Peter Petegrew, de hecho se los encontraba más seguido de lo que imaginó, nunca les bajaba puntos, el chico Lupin también era prefecto y siempre fingía que reprendía a sus amigos, él sólo los veía y seguía con su trayecto, le daba igual esa estupidez de la copa de las casas, él lo único que necesitaba era relajarse en su caminata nocturna.
Mentiría si dijera que no le bajaba puntos solo porque era una tontería, no lo hacía por Sirius, Black había sido su mejor amigo desde que eran niños y cuando entraron a Hogwarts todo cambió, Sirius había quedado en Gryffindor y había empezado a juntarse con personas las cuales sus padres jamás aceptarían, trataron de seguir su amistad, pero Lucius recibió un vociferador de su padre gritándole que se olvidara de esa amistad y que iniciara nuevas, también le advirtió que aunque estuviera lejos de casa él tenia métodos de enterarse si desobedecía, así que lleno de tristeza le dijo a Sirius que no podían seguir siendo amigos.
Esa y muchas otras noches, Lucius lloraba por no poder hablar con él, a Sirius se le veía tan feliz con esos tres, que fácil lo había olvidado.
Siempre eran dolorosos esos recuerdos, Lucius iba tan inmerso en ellos tratando de que sus lagrimas no salieran que no se fijo por donde iba y al dar vuelta en una esquina chocó con el chico que siempre estaba en su cabeza.
- Perdón no te vi. — Le decía Sirius mientras lo ayudaba a levantarse.
- Esta bien, no pasa nada, yo venía distraído. — Lucius no recordaba la ultima vez que había hablado con él, más allá de un “Black” “Malfoy” — ¿Tus amigos no vienen contigo hoy?
, No, yo solo iba por comida, ellos ya están durmiendo, Remus nos ha hecho estudiar todo el día, dice que los Timos ya vienen, yo le digo que se relaje aún falta mucho para eso.— Sirius no tenía idea del por qué sentía la necesidad de explicarle todo eso al rubio.
- Ya veo, bueno Lupin tiene razón, los Timos son el primer paso para poder entrar a las clases que necesites para tu carrera… es importante.— se había formado un silencio algo incomodo, ninguno sabía si debían separarse o continuar hablando.
- ¿Aún te queda mucho de tu ronda? — Lucius levanto una ceja, tratando de averiguar a que se refería Sirius sin preguntar nada. — Porque puedes venir conmigo a cenar algo, si quieres.
- Yo… si claro, si quieres que vaya, te puedo acompañar.— Ambos sacaron a relucir una sonrisa tímida.
Caminaron lento por los pasillos hasta llegar a la cocina, donde aún había uno que otro elfo charlando y cuando los vieron llegar les ofrecieron de comer rápidamente.
Ninguno sabía que decir, habían pasado años desde que hablaron como amigos, Lucius sabía muchas cosas de Sirius, siempre trató de estar cerca aunque el chico no lo notara.
Sirius se sentía raro, sabía que Lucius nunca les bajaba puntos cuando los veía merodear en las noches, por él, pero eso nunca se lo dijo a sus amigos, aunque estos siempre se reían tratando de adivinar a quien de todos quería cortejar Malfoy, quien de los cuatro era el afortunado en gustarle a Lucius para que nunca los acuse, Sirius se reía con ellos pero sabia a la perfección que solo era por la memoria de esos niños que eran tan buenos amigos.
Sirius estaba muy distraído comiendo un sandwich atascado de queso, Lucius solo le sonreía recordando lo mucho que el chico amaba esos sandwiches, el rubio solo había pedido un té, creyó que podía comer algo mas pesado pero su estomago estaba hecho una revolución desde que chocó con su viejo amigo.
- Recuerdo cuando decías que podías sobrevivir a base de esos sandwiches.— Lucius rompió el silencio, tal vez esa noche jamás se repetiría y quería aprovecharla.
- ¿Te acuerdas cuando una vez le pedí a Kreacher un sandwich de diez niveles? solo para probar que me lo podía comer entero porque no me creías y acabe vomitando en la sala. — Las risas no tardaron en salir.
- Si y tu mamá te castigo y estaba tan enojada que también regaño a Regulus.— Ambos seguían riendo solo de recordar esos momentos que pasaron juntos.
Después de cenar Lucius acompañó a Sirius cerca de su sala común y regresó a la de él, Sirius le había propuesto volver a cenar juntos, algún día de la semana y es así como a partir de esa noche todos los martes se encontraban cerca de la cocina para cenar y platicar de los viejos tiempos.
Lucius tenía miedo de que su padre se enterará de eso, pero su felicidad por ver a Sirius cada semana y poder hablar con él ganaban en la balanza.
Ya había pasado un mes desde que habían empezado esas citas, la parte lógica de Lucius se repetía que no eran eso, pero su parte sentimental lo dejaba soñar, ese día estaban cenando lasagna y pudín, ya era tarde para algo tan pesado pero no les importaba, ambos se dieron cuenta que entre más cosas comían, más tiempo estaban juntos.
- Entonces ¿Regulus y Potter? wow nunca lo hubiera imaginado.— Lucius se había sorprendido con la información recibida, se preguntaba cómo fue que acabaron juntos y cómo lograrían seguir juntos con unos padres como los Black.
- Si, llevan casi tres meses, yo tampoco lo hubiera creído si no los hubiera visto besándose.— La cara de asco que puso Sirius había hecho reír a Lucius.
- ¿Y no les da miedo? ya sabes, que tus padres se enteren, no creo que dejen a Regulus seguir con él.
- Bueno tal vez se enteren cuando ya no estemos ahí para que nos digan que hacer.
- ¿Qué quieres decir?
- Este verano Reg y yo ya no volveremos a casa, estamos planeando como lograrlo, se aceptan sugerencias. — Sirius le había regalado una sonrisa enorme, sin darse cuenta que Lucius tenia una cara de susto.
- ¿Es en serio?
- Si, no voy a dejar que le arruinen la vida a mi hermanito, es su primer amor, no sé si duren pero al menos voy a cuidar de él para que sea feliz.
- ¿Y a donde irán?
- Bueno, James dice que podemos quedarnos en su casa, pero yo pienso que podemos buscar un lugar para nosotros, Londres muggle tiene lugares acogedores, además cualquier lugar se sentirá más como un hogar que donde vivimos ahora.
- Es algo peligroso, ¿no crees?
- Si, pero James dice…
- ¿Es idea de Potter, por qué siempre le haces caso a él? es muy arriesgado hacer algo así.
- Le hago caso porque sus ideas siempre resultan bien, ¿cuál es tu problema?
- Que puede pasarles algo y …
- Como si a ti te importara si me pasa algo.
Sirius se levantó y dejó a Lucius solo en la mesa, no quería hablar del tema, ¿quién se creía ese Malfoy? iba camino a su sala común despotricando contra el rubio, ese idiota, primero se queja del plan de James como si lo conociera y él que pensaba invitarlo a fugarse con ellos, si claro como si ese estúpido fuera a dejar a su familia, no le costó nada dejarlo de lado cuando quedó en otra casa.
Lucius se sentía terrible, ¿por qué tuvo que abrir su bocata? qué le importaba a él si el y Regulus hacían lo que les diera la gana con su vida, era obvio que no volvería a hablar con Sirius y su ultima platica había sido una pelea.
Le dolía la cabeza, había arruinado todo, Sirius se iría de su casa y ahora ni siquiera podría verlo de lejos en alguna fiesta formal, no quería ir a su habitación, siguió caminando sin rumbo hasta darse cuenta que llegó a la torre de astronomía, se sentó junto a la pared y comenzó a llorar, dejo salir todo el dolor que había sentido por años y que había reprimido, esa noche, las estrellas y la luna eran testigos de ese desamor.
Sirius había llegado a su cuarto llorando tanto que sus amigos se preocuparon, éste tuvo que contarles todo, desde su amistad con Lucius cuando eran niños, hasta esas cenas que compartían.
- Bueno entonces no estábamos tan equivocados, Malfoy si sentía algo por uno de nosotros.— James había dicho para tratar de sacarle unos risas a sus amigos y funcionó.
- Le quiero.— Sirius lo había dicho tan bajo creyendo que sus amigos no lo escucharían, pero no fue así, un silencio se formó en la habitación de los cuatro merodeadores.— nunca deje de quererle, me dolió tanto cuando dejamos de hablarnos, este mes fue increíble, iba a invitarlo a irse conmigo.
- Aún puedes hacerlo Sirius, ¿quien dice que no va a querer? — Trataba de animarlo Remus.
- Si, tal vez solo dijo eso porque me tiene celos o algo así, no me conoce y se preocupa por ti. — decía James aún abrazando a Sirius.
- Busquemos en el mapa, tal vez todavía no llega a su habitación y puedes hablar hoy mismo con él, no lo dejes pasar Sirius. — La idea de Peter les gustó a todos y sacaron el mapa para ver el nombre de Lucius Malfoy en la torre de astronomía.
James sin dudarlo le dio su capa a Sirius para que nadie lo pillara, sus amigos le desearon suerte y salió corriendo en busca del rubio, solo esperaba que el quisiera volver a hablar con él.
Sirius sentía que ya no podía más, las piernas le empezaban a fallar y sentía que los pulmones le iban a explotar.
Cuando llegó al final de la torre, se odio por dentro al ver a Lucius abrazando sus piernas y con la cara llena de lagrimas.
- Luc perdoname, soy un tonto, yo no debí haber reaccionado así. — Sirius comenzó a decir mientras se sentaba junto al rubio.
- ¿Qué haces aquí? — Lucius evitó la mirada de Sirius y trató de secarse las lagrimas lo más rápido posible.
- Vine a buscarte, yo sé que a ti si te importa si algo me pasa, sé que siempre te has preocupado por mi, perdón, lo que menos quiero en la vida es lastimarte Luc.
- ¿Luc? hace años que no oía eso.— Lucius le regaló una sonrisa algo triste y Sirius se pegó más al rubio para pasar un brazo por detrás de éste.
- Hace años que yo no lo decía en voz alta. - Lucius recargó su cabeza en el hombro de Sirius y se dejo abrazar más fuerte.
- Soy un egoísta Siri, me da miedo que si te vas ya no vuelva a verte. — La sonrisa de Sirius creció en el momento en que escuchó ese lindo sobrenombre que el rubio usaba con él.
- Yo soy más egoísta, porque te iba a pedir que dejaras todo y huyeras conmigo y Regulus. —Lucius se había sorprendido por completo, nunca esperó que Sirius lo quisiera en su vida nuevamente.
- Si quiero, quiero irme contigo. —Sirius le sonrío y se acercó para tomarlo por la cintura y dejarle un beso mientras Lucius colocaba sus manos en el cuello de Sirius y comenzaba a jugar con su cabello.
Se habían quedado un buen rato juntos, hasta que se dieron cuenta que ya era de madrugada y que seguro mañana irían completamente desvelados a clases, pero para ser sinceros a ninguno de los dos le importaba en lo más mínimo, habían pasado una noche llena de besos y abrazos, rieron y lloraron, Lucius le había contado el por qué le dejo le hablar, se pidieron perdón y ambos sabían que este era el reinicio de algo que ya era increíble.
- ¿Entonces esta bien si vivimos unos días con James primero? — Sirius le preguntó un martes en una de sus cenas.
Esa noche era más especial, Sirius había planeado un picnic en la torre de astronomía, había ido por comida, cerveza de mantequilla y acomodó todo para su primer cita oficial con su novio, colocó una manta el el suelo y encendido una vela para darle un toque más romántico.
- No, ¿por qué siempre me preguntas cosas sobre él? —Sirius se había quedado mudo ante la pregunta.— ¿Crees que estoy celoso?
- No… sé.
- Sirius.
- Luc.
- Sirius, no estoy celoso de tu amigo, si lo estuve al inicio, pero luego entendí que era un buen chico y prefería verte con él a verte solo, además ahora eres mi novio y yo puede hacerte cosas que él no puede.
- ¿Ah si, como cuales? — Lucius se acercó a su novio y comenzó a besarlo como respuesta.