• Pareja: Astoria Greengrass x Harry Potter •
- Astoria, ¿a donde vamos?.
Harry tenia mucha curiosidad por saber qué tenía planeado su novia, iban por las orillas del bosque prohibido, estaba lloviznando y pronto tendrían los pies llenos de lodo.
- No seas desesperado, te va a gustar.
La chica giró para darle apenas un roce de labios a Harry, sabía lo impaciente que era su novio.
Caminaron al rededor de unos 10 minutos más y por fin llegaron, una pequeña cabaña quedaba justo frente a ellos, más que una cabaña parecía algo como una mini bodega abandonada.
Harry seguía escéptico, ¿por qué Astoria querría ir a ese lugar? era obvio que no tenía uso hace años, seguro estaría lleno de gusanos, polvo y telarañas.
- Lo encontré hace una semana.— Astoria se veía muy emocionada por mostrarle ese lugar a su novio.— Le puse unos hechizos para que nadie pudiera entrar.
Harry fue arrastrado por su novia hacia la entrada de la cabaña y lo que vio lo dejo sorprendido, Astoria había arreglado todo el lugar, era bastante amplio seguro que la chica le había colocado otros encantamientos.
Se veía como una mezcla de su habitación y la de su novia al mismo tiempo, lo extraño es que todo quedaba bien, ¿así se vería su casa cuando vivan juntos? fue la primer pregunta que llegó a la mente de Harry.
El lugar era gris oscuro con blanco y hacia contraste con el sillón en medio de la habitación y la alfombra celeste, había una foto de ellos dos en la mesita de té, Harry recordaba ese día a la perfección.
Había sido su primera cita, después de años de estar enamorado de su compañera, Harry se había animado a invitarla a salir, ella había aceptado encantada y Harry no podía estar más feliz y nervioso al mismo tiempo.
Habían ido por una cerveza de mantequilla a las tres escobas y después Astoria le había propuesto ir a la casa de los gritos, a la chica le daba mucha curiosidad saber si estaba realmente embrujada, Harry que sabia la historia verdadera por sus padres y sus tíos, solo le siguió la corriente y juntos fueron en una “expedición misteriosa” como le había llamado su cita a irrumpir en una casa abandonada.
Ese día había sido genial, Astoria era tan divertida e inteligente, Harry ya sabia eso pero no creyó que fuera tan increíble tener una cita con ella, no recuerda haberse reído tanto en la vida, ni con Draco y Ron.
Los colores le subían al rostro solo de acordarse cuando ella le confesó que ir a la casa de los gritos solo había sido un pretexto para estar con él a solas y se acercó a Harry y le dejo un beso que lo hizo ver las estrellas.
Ese mismo día empezaron una relación formal, ambos le habían contado a sus padres por carta las buenas nuevas, Harry la iba a visitar en vacaciones y ella lo iba a visitar a él, en una de esa visitas a los Potter, Astoria escuchó muy entretenida la historia de los padres de Harry, como se enamoraron y de que un sitio del colegio en especifico había visto florecer su amor y desde entonces Astoria se dedico a buscar un lugar que solo fuera de ella y de Harry.
Había pasado un año pero lo logró, un día había escuchado al profesor Binns hablar de un viejo campo de quidditch, ella tan curiosa como siempre fue a ver y bingo, el viejo armario de escobas seguia ahi, era el lugar perfecto para ellos, solo tenia que limpiar todo y sacar esas horribles telarañas, ya le escribiría a su madre para que le diga que hechizos sirven para una limpieza completa y la ampliación de una habitación.
- ¿Te gusta? — Astoria se veía muy ilusionada al parecer se moría por ver la primera impresión en el rostro de du novio.
- Si, es wow, todo se ve increíble amor.
- Me alegro, quería que fuera nuestro lugar.— Astoria había visto la cara de confusión en Harry y dejó salir una risa.— Tus papás siempre cuentan que ellos tenían un lugar solo de ellos cerca del lago y pensé que deberíamos tener uno, solos tu y yo.
- Me encanta la idea.
Harry se acercó a besar a su novia, definitivamente Astoria siempre se obtenga lo que se proponía y para los ojos de su novio era la chica más increíble del mundo.