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Como un demonio por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Hola ~

 

 

Ya esta aqui el capítulo de hoy, espero lo disfruten!! ya estamos en los ultimos capítulos, pronto tendremos el final

O como perder la razón

 

Me quedo mirando a la nada, esperando a que pase algo ¿es todo? sigo sin entender que ha pasado ¿A dónde fue Azrael? ¿Porque llamaron a Cyan? ¿Qué paso con Caín? No sé si alguien se hizo cargo de él o lo dejaron allí en medio de la nada, no es que me preocupe mucho pero al final él fue manipulado. Nadie me dijo nada más ¿Cuánto tengo que esperar?

¿Hay alguien arriba? Eso fue una puerta cerrándose. 

Me levanto y corro hacia allá, casi tropiezo con la mesita, pero mantengo el equilibrio.

— Joder— alcanzo a detenerme antes de estrellarme con alguien, y es justo por ese alguien que termino gritando, no porque al intentar detenerme termino en el piso— tu estas muerto ¿Qué haces aquí? maldición, vi cuando te dispararon ¿eres un fantasma? ¿Vienes a atormentarme por dejar que te mataran?— Michael tiene una expresión confundida.

No estoy muerto.

— eso es lo que dicen los fantasmas. Te dispararon, si estuvieras vivo tendrías que estar en un hospital y no aquí,  andando como si nada en el pasillo— Michael se mira las manos, el ceño fruncido— si tienes asuntos pendientes mejor trátalos con otra persona.

No estoy muerto. Si disparo.

— ¿no sabes que paso?— pregunto cuando no entiendo las señas que hacer. Michael niega con la cabeza.

Desperté. ¿Estás bien? te llevaron.

— eso… estoy bien, no me paso nada pero Cyan y Azrael… creo que tienen problemas serios— le miro, para estar muerto luce bastante bien. Michael se toca los brazos, el torso. Sacude la cabeza.

No estoy muerto ¿podemos ayudarlos?

— no tengo idea de cómo— me levanto y me acerco a él.  Acerco mi mano, esperando atravesarle o sentir el frio, pero le toco. Michael si está vivo— me diste un maldito susto de muerte ¿Cómo es que no estás muerto?— Michel se encoje de hombros.

¿Qué paso?

— también quiero saber que paso contigo— nos miramos un momento y luego señala abajo, a la sala— Bien, porque será una conversación larga. Aunque… primero voy a lavarme, tengo la sensación de estar sucio. No te atrevas a morirte ahora— Michel pone los ojos en blanco y me dice que esperara en la sala, o eso es lo que creo que dice. Tal vez dijo que iría a comer a la cocina, es un poco confuso pero no me espera ni hace señas, así que me dirijo a mi baño.

Es un poco extraño entrar aquí después de todo lo que vi hoy, entiendo porque ellos terminan borrando las mentes de los humanos que se encuentran. Se siente como si me hubieran exprimido el cerebro. Estoy un poco preocupado por ese inesperado final ¿Qué fue lo que hizo Azrael? ¿Por qué también llamaron a Cyan?  Ninguno parecía preocupado, aun así tengo un mal presentimiento, ojalá solo sea por todo lo que me toco pasar hoy.

Michael está en la sala, aun parece perdido pero ciertamente no luce muerto ¡Ni siquiera tiene manchas de sangre!

— ¿Qué?

Dime que paso.

Yo también quiero saber porque no está muerto, así que tenemos una pelea de señas que me divierte más de lo que pensé. Termino contándole yo primero lo que paso después de que le dispararan, solo después de haberme quejado. Su relato es mucho más corto: él solo pensó que moriría, pero despertó aquí después de que sintió a Azrael, y Michael ya no puede decirme más.

— Michael… yo…  supongo que lamento haberte involucrado en esto. Nunca fue mi intención que te mataran— él me mira, tan fijo que estoy pensando que no me entendió,  hasta que me sonríe. Aunque se ve agotado, es claro que no me culpa por lo que paso.

Me alegra que lo reconozcas. Y las disculpas.

— no te emociones mucho— refunfuño.

Entonces no sabes más sobre lo que les pasara.

— no. esos asuntos no me interesaban mucho, pregunte algunas cosas porque es mejor conocer lo que nos espera pero no pedí detalles porque tampoco quiero conocer todo— Michael frunce las cejas, no sé qué me entendió o si lo hizo— como sea, no sé qué les pasara— él asiente y le escucho suspirar, aunque no parece darse cuenta de que lo hace. También me siento cansado,  pero no tengo intención de irme a la cama aun, y por lo que veo, Michael tampoco— ¿quieres ver una película? debe haber comida en el refrigerador, pizza congelada, la descongelare, siempre hay pizza congelada porque Cyan sabe que…  voy a la cocina— se siente raro hablar de Cyan, es como si no fuera a volver y no me gusta nada. 

Encuentro la pizza en el congelador. No es tan buena como pedirla, pero es mejor a nada. Cyan sabía que a veces llegaba tarde a la casa, o me levantaba demasiado temprano para que las pizzerías abrieran y no querría desayunar otra cosa. Vamos, basta Jade. Estas haciendo una tormenta en un vaso de agua: todavía no han pasado ni tres horas de eso. Si me hubiera gustado mucho regresar a casa con Cyan y chantajearle un poco para quedarme en su habitación diciéndole que lo que paso me dejo traumas, él no lo creería pero me dejaría quedarme y me regañaría por meterme en problemas. Solo tengo que esperar ¿verdad? Solo esperare a que regrese a cumplir el castigo que tiene ya que aún no lo cumple.

Tardaste mucho.

— intenta descongelar una pizza en el microondas sin que quede aguada ¿Qué cosa quieres ver?— la televisión ya está encendida pero en un noticiero, demasiado aburrido ver noticias.  

Lo que sea.

— ¿Cómo puedes disfrutar una película?— pregunto, aunque como no le estoy mirando sé que no se ha enterado. Veinte minutos después tampoco estoy disfrutando la película, apenas le pongo atención. No estoy concentrado y puedo jurar que Michael tampoco está pendiéndole atención aunque está mirando la pantalla. No sé en qué momento me quedo dormido, solo abro los ojos y siento el dolor en la espalda. Me quede dormido en el sofá, casi sentando y es doloroso. Michael está durmiendo también, y roncando— para ser sordo eres demasiado ruidoso— bostezo y alcanzo a mover el brazo de Michael con el pie. Al menos logre ponerme ropa cómoda. La televisión sigue encendida y me estiro para alcanzar el control remoto y apagarla— no han regresado…

Aún es temprano.

— si…

¿Debería ir a clases?

— deberías. Tal no sea la mejor idea que vayas hoy— ah, maldición ¿Dónde está el anillo? Mi anillo…— no puede ser— después de que me lo quite no recuerdo que hice con él.  Busco en mi ropa aunque sé que no está aquí porque no es la misma que tenía ayer.  En la ropa sucia… revuelvo toda la ropa que deje tirada anoche, una y otra vez hasta que Michael llama mi atención poniendo su mano en mi hombro.

¿Qué buscas? Puedo ayudar.

— olvídalo, no importa. No está aquí— y no es como que pueda usarlo esta vez, no creo que Cyan venga ahora mismo— una baratija que puedo reemplazar. Entonces… trabajo desde casa— murmuro, porque necesito ponerme a hacer algo o querré salir a la calle, no temo tanto lo que pueda pasar pero si pienso en lo sorprendido que estará Cyan de encontrarme portándome bien en casa.

¿Seguro?

— sí, sí— no decimos mucho mientras desayunamos, solo Michael comenta lo vacío que parece el lugar ahora y tiene razón, pero no es momento para eso. 

Para cuando empieza a atardecer las miradas que me dirige Michael me están molestando, la lastima de alguien no me sirve de nada y no es como que todo haya terminado. Oh, no, esto está lejos de terminar.  

Quedarnos todo el día en la casa sin hacer nada, porque siendo sinceros no hicimos nada, no es lo que esperaba, así que apenas despierto y me encuentro a Michael en la cocina me pongo delante de él para hablarle.    

— hagamos todo normalmente hoy— es curioso hablarle así, cuando le dices algo que le sorprende las expresiones de su rostro tardan en aparecer como si fuera de efecto retardado, claro que solo es el hecho de que va comprendiendo lo que le dices— no creo que haya peligro si Bel también se fue— al menos no peligro para él. Yo podría tener algunos problemas diferentes, pero tengo que salir de este lugar.

¿Estás seguro?

— lo estoy— Michael lo piensa unos momentos antes de decirme que si con un movimiento de su cabeza.

Voy por mis cosas.

— ah, sí— también tengo que vestirme. Michael me está esperando en la entrada. Supongo que no me hará mal acompañarle hasta que baje del taxi— ¿seguro que estás vivo? No quiero ir por la calle y que me miren hablando solo.

No estoy muerto.

— y aún tenemos que averiguar por qué— aunque tengo una leve idea de que pudo pasar. No es tan alocado aunque Cyan me dijo muchas veces que no lo hacían porque va en contra de las reglas. El camino hasta dejar a Michael es aburrido, prefiero ir caminando hasta el casino. Michael baja y se despide de mí con la mano. Mientras el taxista da vuelta para ir al casino, veo como una chica se le acerca y parecen ir conversado, a como Michael mueve las manos.  Me quedo con esa imagen en mi cabeza, hasta que me doy cuenta que me siento celoso. Está claro que Michael no tendrá problemas para volver a su antigua vida ¡Yo no puedo volver a mi antigua vida! Y claramente Michael tiene amigos, yo solo tengo personas de las que puedo aprovecharme, eso no me molesta claro.

— ¡Jade!— Candy viene corriendo apenas bajo del taxi. Dee viene tras ella. Apenas tengo tiempo de cerrar la puerta del auto cuando se me arroja en un abrazo— ¿Dónde estuviste? Realmente nos alarmaste cuando no apareciste por aquí.   

— no puedes dejarnos solo así— Dee cruza los brazos— este lugar no sería igual sin ti ¿Dónde está Cyan?— Le veo buscar alrededor. Suspiro e intento apartarme de Candy. Quizá si tenga algo como amigos ahora.

— tiene asuntos personales que solucionar.

— eso es sorprendente. Tan humano— resoplo con burla y camino hacia la entrada, con el brazo de Candy entrelazado con el mío. 

— Cyan es humano— respondo, ni siquiera siento remordimiento por mentirles.    

— ya lo sabemos— Candy hace un ademan con la mano— solo que no lo parece. Es como un robot trabajando, ni sonríe, jamás le vi comer o hacer algo divertido.

— es un maldito bastardo— digo, y los escucho reír— ¿no van a casa? deben estar terminando, oh, esperen ¿acaso vienen a ayudar con el papeleo atrasado por mi día de ausencia?— eso funciona, Dee se detiene y Candy me suelta— ¿chicos? 

— ahora que lo mencionas, estoy a punto de dormirme de pie. Nos vemos esta noche— Ella es la primera que se va. Dee se ríe.

— poco sutil. También me voy, mi ayuda para esas cosas no te servirá— me guiña el ojo— pero antes ¿realmente todo está bien?   No vas a vender el lugar o cerrarlo ¿o sí?

— de ninguna manera ¿Por qué dices eso?— él se encoge de hombros.

— actuaban raro últimamente. Michael, el chico nuevo que está en contabilidad, Cyan, tu… estaban juntos por aquí, todo el tiempo. Hablaron mucho sobre eso ¿sabes? no lograban entender por qué de pronto había personas cercanas a ti. Me puse un poco celoso de eso.

— ni siquiera lo note, y nadie me dijo nada sobre Michael o…— ¿Cómo se supone que se llama Azrael? ¿Dejamos su nombre original?

— bueno, tampoco es que cambiara todo. Y mientras no afecte nuestro trabajo, no nos importa quien trabaje aquí ¿te veré en la noche?

— quizá— se da la vuelta y se marcha. En la oficina no hay tanto papeleo como les hice creer. Cyan y yo mantenemos todo al día o lo más cerca del día que podemos, el departamento de contabilidad también trabaja en el balance de ingresos diarios así que siempre tenemos todo en orden. Siempre quise creer que este lugar podía mantenerse por sí solo un tiempo pero ¿lo haría si Cyan no está aquí? no soy tan tonto para creer que todo estaba bien por obra y gracia divina. El trabajo sigue aquí como siempre, y como siempre me pongo a ello.

Me rindo, es imposible seguir con esto. Apenas llevo como media hora en esto y es insoportable sin nadie aquí que me esté diciendo que tengo que seguir. Mejor doy una vuelta por aquí, así no siento que me quedo sin hacer nada. El recorrido por el lugar me toma toda la mañana, y funciona para hacerme olvidar el tiempo. Cuando abro la puerta, pensando en a quien llamar para la comida, me quedo mirando dentro, esperando el reclamo que siempre llegaba.

— ah, esto está siendo una maldita molestia— nunca había dependido de nadie ¡Y ahora esto! increíble, ni siquiera me di cuenta de en qué momento paso. Me siento en la silla, empujándola para poder subir los pies al escritorio. Arrojo un feo adorno para los bolígrafos a la puerta.

— ¿Jade?

— ¿Qué?— respondo de mala manera antes de darme cuenta que la puerta no se abrió y nadie entro. Azrael está de pie, junto al escritorio.

— ¿Está todo bien?— casi me caigo de la silla al querer levantarme y correr al mismo tiempo, no me caigo y logro alcanzarle y sujetarlo de la ropa.

— no, nada está bien. No tengo idea de que está pasando y a ustedes solo se les ocurre desaparecer sin decir cuándo volverán.

— esos asuntos no tienen un tiempo definido, asumo que Cyan no ha regresado pero ¿Dónde está Michael?— no hace el intento por que suelte. Suspiro, y lo suelto. 

— en clases— miro el reloj en la pared— o lo estaba, debe estar por llegar aquí ¿vas a decirme que paso y que está pasando?

— ¿Michael estuvo solo? ¿Después de lo que paso? ¿Él está bien? no pude venir antes así que solo pude esperar a que todo estuviera bien, no estoy seguro de que paso antes de que llegáramos pero no se veía nada bien, además…— ¿me ignoro?— Michael es muy aprensivo ¿estás seguro de que está bien?

— se veía bien la última vez que lo vi, considerando que estaba muerto y de pronto ya no— Azrael desvía la mirada— eso fue cosa tuya ¿no?— ni ocupa responder, la palabra culpable se ve en su cara— no te preocupes, no es que yo tenga algo que decir sobre eso, también debería estar muerto y aquí sigo.

— hablas con demasiada ligereza sobre la muerte— frunce el ceño— y Michael aún no estaba…— hace una mueca ¿recordando lo que paso?— muerto. Estaba muy herido, pero no muerto. Yo no vi en el libro su nombre, no busco los nombres específicamente así que todo me tomo por sorpresa.

— ¿cambiaría algo si lo hubieras visto antes?

— Si— la puerta se abre, me da un ligero escalofrío pero no llega a asustarme. Como soy el que está viendo hacia la puerta veo a Michael llegar, arrojar sus cosas y correr directo a Azrael.

 

******

 

Desde que desperté en la habitación de la casa de Jade todo ha sido extraño. Tengo recuerdos confusos de lo que paso antes, sé que quería escapar y que alguien disparo, no me queda claro si me dispararon a mí porque, si lo hicieron yo tendría que estar en un hospital. En clases todo sigue tan normal que me cuesta creer que realmente esté involucrado en estas situaciones. Aunque parece que… todo termino. Jade sigue esperando, desde anoche pude verle mirar fijamente a los lugares donde normalmente estaban Azrael y Cyan. Yo no estoy seguro de si debo esperar o no porque este no es el lugar de personas como ellos… que va, ni siquiera son personas. Si, era demasiado bueno para durar y yo siempre he tenido las cosas difíciles así que este resultado no me sorprende para nada.      

Creí que Jade iría por mi cuando terminara, pero ni siquiera respondió el teléfono cuando le envié mensajes. Ah ¿Qué estás haciendo, Michael? Ahora es cuando yo tendría que estar recogiendo mis cosas y salir corriendo lo más lejos que pueda de aquí. Cyan se ha ido, Jade no puede seguirme y Azrael… bien, sé que él no me haría volver ni me amenazaría. No sé por qué sigo aquí ¿en qué momento deje de huir? Aunque he pasado por todo esto, me preocupo por Jade, estoy preocupado por Azrael también, y aunque me asusta, estoy un poco preocupado por Cyan. No puedo irme sin saber que ha sido de ellos, que será de Jade ahora que esta ¿solo? Esto es complicado. No parece que Jade tenga amigos o que confié en alguien más que Cyan.  El hecho de que me dispararan y me secuestraran debería ayudarme a tomar la decisión de irme corriendo, y aquí sigo… sin duda algo se me ha pegado de ellos al vivir juntos.

La gente me saluda cuando entro al casino, rostros ahora conocidos e incluso amigos que intentan hablar conmigo y preguntarme como me fue en clases. Subo las escaleras, algo que hago todos los días, para llegar a las pesadas puertas de la oficina de Jade.  Apenas abro la puerta, hay una sensación familiar que me toma unos momentos reconocer, una sensación cálida y amable… si pudiera gritar, gritaría sin importar donde este o quien me escucha, pero no puedo hacerlo, yo solo puedo correr directo a Azrael y abrazarme a él con toda mi fuerza.  Jade levanta las manos y se sienta en el sofá, ignorándonos con una expresión de molestia. Azrael me aparta, empujándome con cuidado de los hombros para poder hablarme.

¿Estás bien?

Lo estoy. Estaba preocupado. No sabemos que paso ¿todo está bien? ¿No hay nada malo?

— Disculpa, Jade, le contare un poco de lo que paso cuando lo encontré— alcanzo a ver qué le dice eso. Jade levanta la mano otra vez y hace un gesto que interpreto como “Adelante” y no como hagan lo que quieran.

¿Qué me contaras?

Estuviste. Peligro. El. Disparo.

¿Peligro?

No. sabíamos. Donde. Buscar. Pensé. Qué. Llegar. Tarde. Había. Sangre.

Oh, entonces si me dispararon. Recuerdo un poco el dolor y el frio que sentí en ese momento. No es mi imaginación, no fue algo que soñé. Pero… ¿Por qué no tengo heridas? Por más que toco mis brazos y mi pecho, no noto dolor. No tengo ni un rasguño.

¿Hiciste algo?

Sí. Use. Mis. Poderes. Ignore. El. Libro. no. quería. Ver. Tú. Muerte.

Jade levanta una mano, llamando nuestra atención y salvándome de tener que decir algo, aun no entiendo muy bien que paso. No alcanzo a entender que dice, pero si lo que Azrael le responde. 

— adelante.

 — yo tengo una duda ¿puedes realmente hacer lo que hiciste?— Jade lo sabía ¿en serio me vio morir? Por eso insistía en decir que yo era un fantasma.  Morí y Azrael me regreso la vida ¿no? bueno, siendo el ángel de la muerte eso es posible para él ¿cierto? entonces ¿¡por eso es que no estaba aquí!? ¿No está prohibido hacer lo que hizo?  

— es claro que puedo, o ahora mismo Michael no estaría aquí— le sujeto el brazo.

Tuviste problemas por eso, por mi culpa.

— no fue ningún problema.

No debiste hacerlo, yo…

— ¿preferirías estar muerto?— no. No lo sé… es muy extraño saber que yo no tendría que estar aquí ahora, pero a la vez estoy aliviado de estar vivo. Sacudo la cabeza y sonrió.

 Solo necesito tiempo para pensar bien las cosas.

— lo entiendo.

— entonces ¿ahora qué? ¿Estas castigado? ¿También estas exiliado?— ¿Qué? Entendí bien eso. Muevo rápido las manos para intentar expresar mi exaltación

¿Por eso no estabas aquí?

— sí, me llamaron por ese asunto. Pero…— dice, sosteniendo mis manos despacio— solo tuve que explicar lo que paso. Me reprendieron un poco por actuar impulsivamente, nada más. Me pidieron que no lo volviera a hacer y tuve que disculparme por interferir en los asuntos de la vida y la muerte. Aunque claro, explique que el curso de tu vida había sido interferido desde antes debido a las acciones de Bel— se encoje de hombros— al final es lo que querían escuchar y me dejaron regresar.

¿Culpaste solo a Bel?

— eso es verdad— a medias, porque no fue el único involucrado. Y Jade también lo noto porque aparece de pronto para darle unas palmaditas en el brazo a Azrael y decirle algo que no alcanzo a ver.

— me alegra que todo terminara bien para ti ¿vas a quedarte?

— por supuesto. Aún tengo un trabajo y no he terminado las misiones que me asignaron. Aún tengo que llevar tu alma— me da escalofríos entender eso, pero Jade sonríe bastante animado. Yo no podría ni moverme.

— vamos, olvídate de eso. Es bueno que estés de regreso— por un momento solo veo a Jade hablar sin intentar entender que dice. También estoy muy feliz de ver a Azrael.

Desde que Azrael regreso, trajo también algo de normalidad, la sensación de lo cotidiano relaja mucho el ambiente. Jade parece más alegre, Azrael sigue siendo un poco despistado. Es tarde, aún estamos en la sala porque jade insistió en tener una celebración por el regreso de Azrael, y una cena fue lo único que logro obtener por parte de nosotros.

— es tarde, será mejor que descansen— no contradeciré eso. Bostezo y me levanto. Me siento demasiado cansado, así que no me tomo mucho tiempo para ir a la cama…

… no puedo dormir. Por más que lo intento, solo doy vueltas en la cama. No creo que pueda dormir así. Saldré a dar una vuelta por la casa y…

— ah, lo siento, me pareció escucharte ¿todo bien?— la luz de mi habitación me deja leerle bien los labios.

No puedo dormir, iba a dar una vuelta y buscar un té.

— quizá…— sus ojos se desvían al pasillo, no habla, solo alza las manos.

Despertaremos. A. Jade.

Diría que yo no pero no es la primera vez que me dicen que hago más ruido del que pienso. Señalo mi habitación y le hago un gesto para entrar. Cierra la puerta cuando entra, y yo me voy a sentar a la cama y le hago otro gesto para que hable.

— solo quiero asegurarme de que estar bien. Todo lo que ha pasado puede ser abrumador para los humanos. Son asuntos difíciles de asimilar así que si puedo ayudarte en algo, con gusto lo hare— por costumbre estoy por decir que estoy bien y que no tiene que preocuparse por mí, porque es lo que siempre hago. Hoy estoy cansado también de eso.

No estoy bien. Estoy asustado. Estoy cansando. No quiero seguir siendo alguien que tiene todo difícil y solo lo acepta. También quiero descansar, y tener las cosas fáciles sin tener que sufrir.

—lo entiendo. Está bien sentirse de ese modo, y si quieres descansar nadie va a decirte nada— una sonrisa cálida.

¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué no me dejaste morir?

— no estoy muy seguro. Me preguntaron mucho eso, así que lo he pensado pero no tengo una respuesta clara. No quería que tu murieras. Me asusté… estaba asustado cuando te vi en el suelo con toda esa sangre, y solo podía pensar en que no era justo que murieras. No tu— se me seca la garganta— es la primera vez que hago eso ¿sabes? Intervenir en la muerte de alguien. Y no me arrepiento de hacerlo. Lo haría de nuevo— no sé qué decir. Solo alzo las manos y muevo los dedos, pero no logro formar ninguna palabra— estuve pensando que podrías está pasándola mal, leí mucho sobre estrés.— no entiendo para nada la palabra que dice.

¿Qué?

—  si necesitas hablar con alguien puedes venir, pídeme ayuda. Tal vez no pueda ayudarte como un profesional pero podemos encontrar a alguien.

Basta. Me avergüenzo.

— ¿vergüenza? ¿Por qué?— sacudo la cabeza. Me siento extraño, demasiado emocionado por esta charla— Michael, por todo lo demás, decidí darte un regalo.

¿regalo?

— si— frente a él aparece una caja envuelta en papel plateado y un moño rojo. No es una caja muy grande— pensé que te animaría— los regalos son mi debilidad, no puedo negarme cuando veo uno. No me niego cuando me lo da y solo espero unos segundos antes de iniciar a abrirlo. Intento parecer no muy ansioso, pero apenas puedo contenerme para no romper el papel sin más. Una caja de cartón,  no reconozco bien el logo hasta que la abro también. Dentro hay una cama fotográfica— dijiste que te gustaban las fotografías. 

Es demasiado… esto es…

— un regalo, como dije. Lo pague con el sueldo que me dan, así que  no tienes que preocuparte.

Gracias. No tengo palabras.

— me alegra verte feliz— me abrazo a la cámara, en un intento de que vea lo mucho que me gusto el regalo— ¿debería dejarte descansar ya?

Dijiste que te dijera lo que quisiera. Duerme aquí.

— ¿eso es lo que quieres?— le digo que si con la cabeza. dejo la cámara en el mueble y me acuesto sin pensar mucho en lo que estoy haciendo. Azrael se acuesta, puedo sentir el movimiento de la cama. No nos movemos más, intento dormir ahora que siento un poco mas de calma. Siento un toquecito en el brazo. Cuando nota que lo estoy viendo forma solo una palabra con sus manos: Abrazo.  Tal vez sea una pregunta, una petición… no lo sé, yo me doy la vuelta y me abrazo a su cuerpo. Es muy cálido. Solo sigo mis impulsos cuando me estiro y le beso, no mas que un roce de sus labios y los míos.

Azrael parece sorprendido, pero no me aparta, no dice nada.  

Aun no se muy bien que siento, si esto a llegado a algo mas ahora o sigue igual, pero después de todo lo que ha pasado es mas que suficiente para mí.

 

Los tres días siguientes es un poco mas de lo mismo, nos comportamos casi como siempre, a diferencia de las pequeñas muestras de afecto que tenemos de vez en cuando. Yo me siento bien, y lo único que parece ensombrecer todo es Jade: Toda la tristeza y preocupación que sentía se ha ido convirtiendo en algo mas peligroso, y temo el momento que termine por hacer una locura.

— estas preocupado.

Si.

— ¿Qué te preocupa?— Azrael no ha estado tanto tiempo en casa ni en la oficina con Jade, así que dudo que se dé cuenta— nadie va a lastimarte. Eres especial para mí, no dejare que te pase nada demasiado malo— dejando de lado eso, es demasiado vergonzoso que lo diga así.

No es eso, es Jade.

— ¿Jade? ¿Qué tiene Jade?—  Azrael levanta la mano, deteniendo el inicio de mi larga explicación, y señala la puerta. Me quedo mirando hasta que se abre con fuerza, y entra Jade, con tanta prisa que la puerta queda abierta, nos ve y sonríe. Camina directo a nosotros y señala a Azrael.

— Tu…

— ¿hice algo?— Jade sonríe, aunque no es una sonrisa normal, es como… una sonrisa demente.  

— Llévame al infierno— me quedo mirando, primero a Jade y luego a Azrael, porque no lo entiendo.

¿él dijo llévame al infierno?      

— sí, eso ha dicho— y si, el momento de cometer una locura de Jade ha llegado.

Notas finales:

Gracias por leer.


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