Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Como un demonio por Silence Tsepesh de Lenfet

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola ~

Ni se creerán que estuve a nada de cancelar esta historia porque se borro todo el avance que tenia de mi USB, y pues no tenia nada respaldado, ya me imaginaba poniendo el mensaje. Por suerte pude recuperarlo en su total y tendrán muchos capítulos mas de esta historia.

Espero les guste.

O  como aprovechar la situación


 


 


Bel.


No me suena para nada el nombre. Él sigue frente a mí, mirando alrededor como si fuera un invitado más


— Aun sigo sin saber quién eres, tu nombre no me dice nada. Además, no tengo nada que ver con los asuntos de Cyan— me cuesta pronunciar esas palabras, pero es lo único que se me ocurre para poder salir de esta.


— oh, claro ¿te sentirías más cómodo si hablamos mientras paseamos?— de hecho suena peor. Bel no parece tener intenciones de irse, ni de dejarme en paz.


— ¿Te envió Azrael?— mejor saber lo que me espera ahora a que me tome de sorpresa, mejor eso a quedar como tonto en el momento de morir. 


— ¿Azrael? ¿Qué tiene que ver él en esto?—  su sonrisa desaparece un momento, en el que frunce las cejas. Vaya, parece sorprendido— no tengo nada que ver con ese ángel.


— Arcángel— corrijo en automático, Cyan me corrigió cada vez que dije ángel en lugar de arcángel y se me quedo— entonces un paseo estaría bien.


— ¡Fantástico!— en un parpadeo, me encuentro sentado en una banca, en un parque, en quien sabe qué lugar. Iugh, me maree— ¿Estás bien? esto puede causar algunos efectos secundarios en humanos, creí que estabas acostumbrado.


— prefiero caminar ¿A dónde me trajiste?


— es un parque. Está en el otro extremo de la ciudad, tengo asuntos por aquí, es mucha suerte que pudiera encontrar a Cyan.


— Ustedes eran ¿Amigos?— ya sé que Cyan me ha dicho que no puede tener amigos, pero mejor que Bel siga pensando que no se mucho.


— umm podría decirse que si… aunque no se qué significa eso— oh, entonces él también es como Cyan— ¡Sí! Soy un demonio. Trabajo en tentaciones, mi misión es hacer que los humanos pierdan el  interés en las cosas que podrían salvarlos y por lo tanto se condenan. Es un trabajo muy divertido.


— ¿En serio?— creía que lo de íncubos era mejor. La carcajada de Bel me distrae. Joder, sigo pensando cosas que no debo ¿Cómo censuro mis pensamientos?


— Íncubos y súcubos es la salida fácil. No negare que es la sección más divertida y con más entretenimiento de todas.


— no creo que sea muy lucrativo si pareces tener quince años.


— Ah, pero esto es solo la apariencia que necesito para  la misión que tengo ahora.  Puedo cambiarla a mi gusto— oh, entonces Cyan también puede hacerlo, nunca le vi cambiar de apariencia desde que lo conocí ¿lo habrá hecho sin que yo me dé cuenta?— Cyan también puede.


— ¿puedes dejar de leer mi mente? No me gusta saber que hay alguien husmeando en mi cerebro sin que yo lo permita.


— disculpa, es una costumbre que tengo. Me ayuda a enterarme de muchas cosas— claro, un demonio chismoso, lo que me faltaba. Se queda callado, aunque balancea sus pies, que no alcanzan a tocar el piso. Pensándolo mejor ¿no es más fácil condenarte si deseas a alguien con esa apariencia? tal vez así es, nunca antes me interese por esas cosas— me dio la impresión de que eres alguien con  mucha curiosidad, Jade.


—  Solo fue tu impresión— cambie de idea, mejor no quiero hacerme invisible prefiero que nadie pueda leer mi mente, me  gustan mis pensamientos privados por ejemplo ¿en serio cree soy tan estúpido para creer que solo fue suerte lo de encontrar a Cyan?— aunque si de pronto alguien me dice que es un demonio, tendré preguntas.


— como todos, es normal… eso o casi morirse del susto. Me alegra que no fueras de los segundos— no sé porque le alegra, apenas nos conocemos hace diez minutos— ¿sabes? siempre vengo a la tierra pero nunca me puse a apreciar lo que hay por aquí— ¿y eso como a mi qué? arg, espero ya no este leyendo mi mente porque no quiero ofender a un demonio que no conozco. Espero que Cyan no se enoje mucho por esto, mira que acaba de pedirme que tuviera cuidado. En mi defensa no tenía muchas opciones— te quedaste callado ¿en qué piensas?


— ¿es complicado trabajar en el infierno? Tampoco Cyan parecía muy acostumbrado  a las cosas normales… para los humanos— añado, vaya a saber qué cosas son normales en el infierno: Colgar cuerpos en las entradas, tapizar la pared con la piel de sus víctimas…


— Es muy estricto en ocasiones, recién se está estabilizando todo y Lord Astaroth no esta tan gruñón— no tengo idea de que me ha dicho—  los que pasan más tiempo conviviendo con los humanos son los íncubos y súcubos— eso sí lo entendí.


— ¿me estás diciendo que todos los demonios solo vienen a la tierra, hacen su trabajo y se van?


— Si, hemos hecho eso por siglos.


— Pff, con razón están perdiendo almas— Bel me mira, divertido otra vez— los humanos no somos iguales que hace siglos. Puede que en el fondo tengamos las mismas motivaciones pero muchas cosas cambiaron ¿Por qué no cambiarían las formas de actuar de los demonios?


— ahora tenemos la oficina de pecados virtuales… lo sé, el nombre deja mucho que desear pero yo no los elijo— añade cuando ve la expresión de mi cara.


— No me refiero a eso— murmuro— pero bueno, al final yo solo soy otro humano, no voy a resolver los problemas que tienen en el infierno— me rio, intentando cambiar de tema— supongo que nunca has probado la comida humana.


— no necesito comer así que es innecesario.


— bueno, pues yo si necesito comida— la verdad esto me da hambre. Desde donde estoy sentado puedo ver un local de comida, aún tengo mi cartera en el bolsillo y como no quiero seguir fingiendo amabilidad me levanto y camino hasta la calle. No escucho los pasos de Bel pero puedo sentirle a mi lado.


— una vez hice que la comida de un lugar muy prestigioso estuviera contaminada. Todos los que comieron allí ese día estuvieron enfermos— casi me detengo, casi.


— ¿y eso como puede ser malvado? Si, hubo algunos con malestar estomacal pero con medicina se soluciona.


— eso sí, lo que no se soluciona tan fácil fue el desprestigio que causaron las quejas de esas personas enfermas, al final el lugar fue clausurado. Muchas personas enojadas, siempre es un buen ambiente de trabajo—  eso suena más a una broma infantil que nada.  Pido el menú, la chica nos deja dos y me decido a ignorar a Bel. No veo más que ensaladas en el menú, este lugar parece uno de esos nuevos locales vegetarianos… pero tengo hambre. Espero que al menos el tamaño sea decente— ¿de verdad esto les gusta? parece comida para conejos.


— No hay mucho de donde elegir— si pudiera pediría algo con mucha carne y puré de papa— ¿Por qué estás aquí realmente? no creo que quieras solo saludar a Cyan.


— saludar es algo… extremo. Pero creo que Cyan sabrá apreciar mi visita— se está burlando, no puede ser bueno cuando un demonio se burla. No digo nada, intento pensar en carne y puré de papas aunque no logro mucho porque la presencia de Bel me hace tener muchas preguntas. Como si lo supiera (y creo que así es) Bel solo tiene una sonrisita en la cara hasta que llega mi ensalada (que si es grande al menos)


— me incomoda que me vean fijamente cuando estoy comiendo.


— solo tengo curiosidad por la comida.


— pide una ensalada también. Tal vez aprendas sobre torturar a los hambrientos en el infierno— le suelto antes de meterme el tenedor a la boca con un montón de lechuga y tomates. Bel suelta una carcajada alegre.


— me agradas mucho. Ahora tengo más curiosidad de si hiciste un pacto con Cyan, dime si me equivoco al pensar que no sabes mucho sobre Cyan.


—  se lo suficiente— joder, hasta para mi soné como un niño intentando parecer grande. La expresión de Bel cambia: ahora sí parece alguien malvado. Cierro los ojos, fingiendo saborear mi ensalada, pero me estoy preparando  para el golpe final.


—  ¿Sabes porque Cyan no puede volver al infierno?— ay, la única cosa… Lo está haciendo a propósito ¿verdad?— no, ¿No lo sabes?


—  hasta yo se que ese es un tema delicado para Cyan— ¡Toma esa! Bel sigue pareciendo divertido, aunque yo no me siento como una exposición de museo.


— Bueno, yo si lo sé ¿quieres saberlo?— se inclina hacia mí, como si fuera a contarme un secreto. Contengo mis ganas de hacer lo mismo y sigo comiendo ensalada. Tal vez  ensarto con más fuerza los pedazos de queso.


— si vas a decírmelo a cambio de algo,  paso. Puedo vivir sin saberlo.


— ¡Pero no te iba a pedir nada a cambio!— entonces si es un chismoso— Lo de Cyan fue un gran escándalo— no digas nada, no digas nada— se reunió un consejo y hasta hicieron un juicio. Yo estuve presente.


— suena algo común.


— oh, aquí lo es,  en el infierno no lo es tanto, nadie desobedece las reglas.  Cyan estaba entonces encargado de desastres, ya sabes, cosas como causar terremotos, derrumbes, grandes accidentes…


— ¿Cómo hundir el Titanic?


— eres listo. Sí, bueno, Cyan se relaciono con seres que no debía, un ángel—… ¿Podría ser…?— se me hizo curioso que mencionaras a Azrael, cuando él fue quien estaba con Cyan— lo era, entonces de eso se conocen esos dos, y la reacción de Cyan cuando apareció… ahora entiendo mejor.


— ¿es tan grave que hable con un ángel?


— oh, eso no es lo grave. De vez en cuando nos topamos con alguno, y ese en particular es uno de los que más nos toca ver. No, la falta de Cyan es mucho más grave. El dijo las palabras prohibidas en el infierno— ¿existe algo como eso? prohibir algo en el infierno, donde se supone todo es malo es absurdo.


— un poco irónico que haya algo prohibido en el infierno— la frase fingir indiferencia nunca significo nada antes. Hoy es justo lo que estoy haciendo. Bel suelta una risita, con un movimiento de su mano aparece un bolígrafo y toma una servilleta, escribe mientras habla.


— hay reglas, si, si no cumples entonces eres castigado.  Es más fácil tomarlo como prohibido que recibir un castigo o al menos que eso que hagas valga la pena como para ser castigado. Cyan dijo estas palabras. En el infierno y delante de muchos demonios importantes— me pasa la servilleta, alcanzo a ver las letras en tinta negra— claro antes las dijo en la tierra, por eso fue el juicio.


—Umm—  apenas puedo dirigirle una mirada a la servilleta. Siento el temblor primero.  Bel lo nota también, porque gira a la calle para ver. Luego el viento, como cuando Azrael llego a mi oficina. Bel sonríe, una sonrisa que me causa desagrado, luego siento algo frio en el ambiente. Apenas tengo tiempo de registrar que la mesa se mueve, la silla donde estaba sentado Bel cae y  hay alguien de pie allí. Por el color de sus ropas, sé que es Cyan. Por un momento no escucho nada, y me siento como si estuviera en gelatina. Si, es Cyan, y no se ve nada contento. Bel se ha levantado  y se aparta lo más que el local le permite, todo dentro del local esta como en pause, nadie se mueve, ni siquiera yo. No me gusta esta sensación.


—  ¿Qué haces aquí?— Hasta yo noto la ira en a voz de Cyan. De ser yo a quien hablara así creo me estaría muriendo de miedo. 


— ¡Hola, Cyan! Cuanto tiempo sin vernos— la mesa tras Bel sale volando y se estrella en el muro— oh, alguien esta de mal humor.


— ¿mal humor? ¿Mal humor? Oh, lo que tengo no es mal humor— cada paso que ha hacia Bel hace temblar todo. No sé si sea solo apariencia o qué, pero Bel ni siquiera parece impresionado— voy a matarte.


— Aww, vamos, no seas tan frio, no nos hemos visto en mucho tiempo ¿Qué clase de recibimiento es este?—  no sé si quiero estar aquí… no, vamos claro que quiero pero parece peligroso quedarse. En la calle todos caminan como si no estuviera pasando nada y aquí dentro los pocos humanos que hay parecen congelados, ajenos a que podrían morir en cualquier momento. Cyan no responde con palabras, si no con… ¿telequinesis? No tengo idea, pero las cosas siguen estallando alrededor de Bel ¿esta esquivando todo o solo es mala puntería? Ojala pudiera ver bien esto— me alegra mucho verte bien, Cyan, sinceramente creí que te encontraría como un demonio menor.


— Maldito bastardo—  ¡Fuego azul! Increíble.


— no sé porque estas tan molesto— les pierdo de vista unos momentos, ¿se están moviendo rápido o se hicieron invisibles? Solo veo como el lugar se daña más y más, las cortinas estar ardiendo y todo apesta a azufre. Escucho otra alegre carcajada de Bel, ¡Ya puedo verles! Cyan tiene sujeto a Bel de la ropa ¿Cómo se mata a un demonio? ¿No se necesita un exorcismo? Aunque eso lo harías si quieres deshacerte de uno. Como sea, Bel no parece preocupado, al contrario parece muy divertido. Cyan alza la mano, no veo cuando la baja, solo la veo sostenida a poca distancia del cuello de Bel—  vamos, podemos hablar tranquilamente de lo que paso.   


— ¿¡Tranquilamente!? De no ser por ti ahora mismo no estaría en esta situación— los dedos se su mano se contraen, como si estuviera luchando por… oh, es eso, Bel no le deja acercarse más que eso.


— si sigues hablando así Jade pensara que no te agrada. No queremos hacer sentir mal a nuestro amigo.


— ¿Jade?...


— Estábamos teniendo una conversación muy agradable ¡Ya somos amigos!


— ¡Hey! Yo nunca…— ¡Ya puedo hablar! A saber desde cuando podía moverme. La mano donde tengo la servilleta me duele, la he estado apretando mientras veía todo esto. 


— ¿Qué demonios haces aquí?— Cyan tira a un lado a Bel, como si fuera un trapo viejo.  


— ¿Ni siquiera notaste que estaba aquí?— le recrimino. Cyan suelta un resoplido, aun parece muy molesto.


— parece que no tienes instinto de supervivencia, idiota. Deberías estar en la casa.


— ¿y de donde crees que me saco él?— señalo a Bel— no tenía muchas opciones— me muerdo la lengua para no reclamarle más por no haberme advertido de estas cosas antes pero eso solo me evidenciaría frente a Bel— intente regresar al casino pero no pude, vinimos aquí y… y…— las palabras de la servilleta quedan frente a mi porque he estado moviendo las manos para darle énfasis a mis palabras.


Por dios.


Por dios, las palabras prohibidas.


Por dios, el motivo porque que Cyan no puede regresar al infierno.  Es tan… extraño, aunque  parezca ridículo tiene sentido: los ángeles deben decirlo mucho, si Azrael y Cyan pasaban tiempo hablando se le debió pegar como esas palabritas que a veces aprendemos de otros y la termino por decir delante de todos.


— ¿Jade? ¿Jade, estás bien? ¿Qué te hizo ese bastardo?


— Hey ¿Por qué asumes que yo hice algo?— parpadeo, saliendo de mis pensamientos donde ya casi tengo armado el rompecabezas.


— estoy bien… ya tuve suficiente de esto. Arreglen este lugar y vámonos— Cyan me mira, casi puedo escuchar el reclamo que me va a dar por darle esa clase de órdenes, pero la verdad quiero irme a casa y lejos de Bel hasta no saber cómo debo actual con él. Cyan no me dice nada, solo mueve la mano y todo vuelve a la normalidad: nada de fuego, mesas rotas  o pisos destruidos. Bel hace una mueca, pero no alcanzo a ver bien si es de burla o desagrado porque Cyan me impide verlo. La mano de Cyan también es helada, pero familiar. Un parpadeo y estamos de regreso en la sala de la casa, ante la televisión de pantalla plana y los cómodos sofás.


— vuelvo en un momento— ah, como si me importara tanto quedarme a solas. Tengo que sentarme un momento y… solo un momento. No puedo creer que pasara todo esto ¡Y yo! es como si me estuviera dando una crisis. No me impacto tanto haberme encontrado con Cyan aun cuando me salvo ¡Ni siquiera encontrarme con el ángel de la muerte me afecto! Sin duda tengo estrés postraumático.


— Maldición ¡No hagas eso! casi me matas del susto— Cyan me ha tocado la frente, ni siquiera le escuche llegar.


— ¿no te ha hecho nada?


— ¿eh?


— el bastardo de Bel— Oh. Me miro las manos, aun sin saber muy bien que esta pasándome o si estoy bien.


— no me hizo nada, creo. Solo… tuve miedo— si, hace años que no siento miedo, que todo me da lo mismo— no sabía qué hacer o que decir. No sabía quién era, si podía confiar en él o no,  además estaba leyendo mi mente y eso me hizo dudar mucho más— le arrojo un cojín que le pega en el hombro— Si me hubieras contado antes, esto hubiera sido diferente.


—… tienes razón— me quedo callado, y todo lo que pensaba se detiene. Cyan nunca me ha dado la razón, al contrario siempre encuentra algo para quejarse, algo que no encaja con la idea que tuve y eso nunca me molesto porque esas quejas ayudaron a lograr todo lo que hoy tengo— pero son cosas que un humano no debería saber.       


— umm.


— no me mires así, Jade. No esperaba que duraras tanto con el trato y no había necesidad de contarte nada.


— no quiero que me cuentes toda tu vida, me basta con saber que estaba en peligro. No soy un chismoso— gruño. Y es verdad, aunque quiero saber de Cyan no es algo que quiera desde que le conocí, y saber que podrían aparecer más demonios hubiera sido un buen dato desde que nos conocimos— ¿y entonces? ¿Qué quería Bel?


— Burlarse de mí— suena ridículo pero Bel no hizo otra cosa más que preguntarme por Cyan. Podría ser verdad— es su culpa que yo esté aquí— ya escuche eso antes. Tal vez hoy tenga un poco de suerte.


— ¿Qué hizo?


— el me delato. No hubiera pasado nada si todo se hubiera mantenido en  la tierra— eso sonó a lo que pasa en la tierra se queda en la tierra, lástima que Bel no respeto eso— y ahora viene aquí…


— umm ¿será otro problema?— por la mirada que me dirige adivino la respuesta: Si— Ah, ya encontraremos una forma de deshacernos de él— Mírame, hablando como si fuera un matón— debe haber alguna regla tonta que le obligue a irse— añado, no quiero verme tan agresivo— tal vez si conseguirnos que Azrael venga de nuevo… a lo que entendí no se llevan bien y podría causarle problemas estar con el mismo ángel que… eh… tu sabes.    


— ¿quieres usar a un arcángel?


— ¿Por qué no?— me encojo de hombros.


— Bel querrá destruir todo lo que he logrado. El Arcanum será su objetivo, sospecho que fue él el menor que quiso entrar antes.


— Oh, tiene sentido. Pues entonces debemos ser más listos que él, todo está en orden en el casino, no hay  nada que nos vincule con las cosas ilegales que se hacen allí. Me sale bien fingir que no sé nada y que todo pasaba por debajo del agua. Y pensé en el problema que tuvimos con la petición de cerrar por un día para rentarlo: Abriremos un área exclusiva para eso, o tal vez tres sea mejor, será una versión pequeña del casino y podemos rentarlo sin tener que cerrar todo el negocio.


— Ah, en verdad nunca se que pasa por tu cabeza— si, también yo me siento mejor— parece que me preocupe por nada— ¿eh?


— ¿Te preocupaste por mí?— intento sonar casual ¡Pero son tan buenas noticias!


— cuando no te encontré aquí y note la presencia de ese idiota, pensé que ya había acabado todo y tendría que empezar todo de nuevo.


— Pues  sigo aquí— no me decepcionan sus palabras— Me voy a dormir, siento que me dolerá la cabeza en cualquier momento ¿puedo confiar en que estarás  pendiente de si Bel regresa?


— No volverá por aquí a no ser que se lo permitamos— eso es bueno, realmente quiero dormir. Pero antes un me falta algo. Me detengo en la salida de la sala.


— Cyan, sea lo que sea que pasara para que te prohibieran regresar, estoy feliz de que pasara. Ahora estaría muerto de no ser así, por eso estoy feliz de haberte conocido— ¡eso! perfecto. No sé que tanto impacto tendrán mis palabras pero algo deben causar. Y por si fuera poco se ha preocupado, no es la preocupación que quisiera pero mejor a nada. Al final no ha sido un día tan malo. 

Notas finales:

Gracias por leer, hasta el proximo sabado.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).