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Chronosaurus por erickkbaj

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Epilogo: Las cuatro primeras.

“Como un túnel sin luz

Sin fin a mi miedo”

—Stray Kids.

 

Lo poco que el Vacío, la Oscuridad y la Muerte conocían de su origen lo habían relatado en tres principales libros que, con el tiempo habían sido resguardados en la biblioteca de ésta última. Los eones pasaron y la biblioteca se volvió infinita, cada uno de los tres solía dar su aportación hasta que empezaron a dejarlo de hacer poco a poco y la tarea fue dejada solo a la Muerte, pero esta también dejó de hacerlo eventualmente. Eran seres tan viejos que habían olvidado quien apareció primero, ellos no estuvieron cuando todo comenzó y mucho menos antes de ello, recuerdan cuando el poder se les concedió siendo solo humanos, cuya esencia inicial ya había desaparecido.

—¿Qué ocurre? —Jieun abre los ojos, esperando el mayor ataque, lista para pelear a muerte, pero solo se encontraba tirada en medio de la maleza, parecía que el tiempo se había detenido, la ciudad seguía en ruinas, el mundo estaba en una sola pieza, no entendía que pasaba y su confusión aumentaba viéndolo la ciudad en donde había comenzado todo en ruinas, con árboles encima del asfalto, animales viviendo su vida normalmente, sin humanos, sin nada más allá que los altere.

Caos. —Escucha en una voz tenebrosa, le eriza su piel al identificar su idioma natural.

—¿Enserio planeabas destruirlo todo? —Comienzan a aparecer una a una.

—Fuimos quienes te creamos. —Las voces, esos sonidos guturales y con nula naturaleza humana o animal le rodeaban en un abrumador eco que la confundía y la hacía temblar.

—Y te protegimos cuando perdiste el control. —

—¿Cómo lograste salir de tu encierro? —Cuestiona, se materializa una mujer de ojos rasgados y con el cabello platinado, con naturaleza que cubre su cuerpo mientras algunos animales surgen de la nada, acercándose a JiEun.

Materializadas, una a una con la forma en la que la raza humana fue basada, el molde original. Un total de cuatro seres con aspecto femenino, rodearon a Jieun, mientras sujetaban su cabeza para saber lo que había ocurrido hasta ese momento. Una con flameantes cabellos rojos, otra con el cabello oscuro como el universo, otra con la cabellera achocolatada y finalmente la última, como la cabellera platinada y brillosa, sus ojos brillaron en un tono de luz rosado mientras veían todo lo que Jieun había hecho en estos años desde que había escapado de su encierro.

WooSeok y Yuto despertaron en la misma zona, viendo como esas cuatro mujeres discutían entre ellas y caminaban a través de la maleza, sosteniendo y acariciando las cabezas de los Chronosaurus y Leviatanes que estaban acostados o muertos en el piso, no sabían cual era su estado, pero todo a su alrededor estaba lleno de paz y tranquilidad, lo más parecido que su parte humana había escuchado como el paraíso.

Acérquense, saben quienes somos. —A ambos les dio escalofríos esas voces, sus cuerpos fueron elevados y acercados sin rozar el suelo, desplazándose hasta estar delante de esas criaturas.

Las de cabellos marrones y grisáceos se acercaron a la pareja, acariciando sus mejillas mientras sonreían. —Así que estos son sus nuevos recipientes. —Escanea con una tenue sonrisa a ambos chicos.

—¿Morimos? —Cuestiona WooSeok mientras ve detrás de ellas a otra mujer de cabellos rojizos alzar sus manos. Solo es cuestión de un parpadeo para que se encuentren dentro de un templo antiguo de arquitectura coreana, usando la vestimenta acorde tal y como lo recuerdan.

—Ha pasado tanto tiempo, incluso en el idioma que les enseñamos les sería imposible pronunciar nuestros nombres. —Ambos chicos se encuentran sentados delante de ellas, sentadas en cuatro distintas sillas, tronos, en medio de ese templo.

—Ciertamente este fue de los primeros lugares donde nuestros humanos nos adoraron. —Susurró viendo como algunos animales les daban la bienvenida y como todo el mundo se regocijaba por su presencia

—¿Qué pasará con todo? —Cuestiona Yuto haciendo una reverencia ante las cuatro primeras.

En medio de aquella amplia habitación, la mujer de cabellos largos y rojos como el fuego se puso de pie, caminando hasta donde JiEun apareció. —WooSeok y Yuto, tuvieron muy poco tiempo para adaptarse y dominar el poder que se les cedió, nos lamenta mucho perder a esos viejos recipientes, pero en el pasado había decido dar la rienda a nuestras preciadas creaciones Vacío, vida, muerte, luz, oscuridad. Pero la naturaleza humana es más fuerte de lo que se imaginan, y todo desembocó en el ahora, ustedes no podían ganar con esas habilidades y no podíamos permitir que todo lo que creamos y lo que no, se perdiera. —Mientras hablaba, las cadenas que amarraban a Jieun desaparecieron, la mujer quería escapar, pero no podía moverse a pesar de ya no tenerlas.

WooSeok sostuvo la mano de Yuto mientras Jieun los veía con odio profundo, el mayor le dedicó una dulce sonrisa para calmarlo, acto que no pasó desapercibido por las supremas criaturas.

—Ustedes tienen la responsabilidad con nosotras de mantener el orden. —Murmura la de cabellos oscuros, caminando hasta ellos mientras HyungWon aparece detrás de ella, sosteniendo la guadaña de Yuto, entregándosela a su dueño. —Tenemos mucho por entrenar y recordar. —El vacío había sido el designado de mantener la esencia de la antimateria. Y ahora tendría que ayudar a sus nuevos hermanos a poner orden en el caos.

HyungWon estaba realizado, finalmente ya no existía el caos que Jieun provocó y la amenaza de que todo terminara desapareció, tardaría un poco más en volver a poder dormir, pero al menos podía tener paz interna.

Materia es todo, antimateria es nada, mantuvieron el equilibrio en el universo junto a Espacio y Tiempo, que, al separarse en una gran explosión empezaron a generar toda clase de estructuras orgánicas y no orgánicas, algunas imposibles de imaginar para la mente humana tan limitada por ello, solo ellas podían detener al fuego.

Las cuatro primeras se acercaron a JiEun, extendieron sus manos mientras sus cabelleras empezaron a alzarse con ondas de aire, sus manos brillaron junto a sus ojos con ese bello tono rosado, rodearon el cuerpo de Jieun mientras empezaba a arder en llamas, unas demasiadas rojizas, el cuerpo femenino en el suelo comenzó a iluminarse hasta que la mujer dejó de existir y únicamente un fuego más sereno y calmado ocupaba su lugar.

Habían acabado con la habilidad de poseer recipientes, así no necesitaría de encierros, no volvería a lastimar a nada ni a nadie y podría volver a cumplir con la función con la que fue creada en el inicio. Calor, paz, alegría, algo totalmente alejado a la figura corrompida por un amor no correspondido, sentimientos humanos que lograron calar en lo más profundo de un poder tan milenario como lo es el fuego. Ahora podía sentarse en medio de aquel templo sagrado, avivándose e iluminando el camino de los humanos.

—Será mejor que empecemos. —Dijeron las cuatro a la pareja, sonriendo al ver que su agarre entre manos era más fuerte, aún tenían su esencia humana, estaban equilibrados, podían confiar en ellos y se encaminaban como sus creaciones favoritas, el tiempo lo diría.

***

La habitación estaba llena de música mientras varios invitados estaban sentados en una larga mesa, jugando cartas y comiendo todo tipo de comidas chatarras. El tema de la fiesta había sido negro, ChangBin los había logrado convencer, su razón: es un color triste para un cumpleaños triste. Juntos festejaban el cumpleaños número diecinueve de JeongIn, no estaban nada tristes, estaban disfrutando realmente de ese momento, risas, chistes buenos y malos mientras disfrutaban de la vida, lejos de las preocupaciones que podían brindarles sus más profundas pesadillas.

—Pudiste devolverles lo que se les negó. —Murmuró HyungWon viendo la escena del grupo de amigos, aunque ellos no podían verlo.

—YongGuk se lo había lamentado hasta el final estoy feliz de haber podido devolverlo, después de tanto dolor que les provoqué, siento que se los debía. —Susurra WooSeok dándose la vuelta para irse de ahí.

Las cuatro primeras habían restaurado todo, ocultaron el poder de sus preciados Chronosaurus en un lugar lejos de los humanos, junto a los Leviatanes, borrándoles todo recuerdo de lo vivido, omitiendo la existencia de WooSeok y Yuto en sus vidas, lamentablemente los leviatanes habían ocasionado demasiados daños a sus recipientes humanos y salvarlos no era una buena opción, suficiente ya habían pagado por sus pecados, para JaeBeom el destino fue el mismo.

A pesar de ello, de vez en cuando soñaban con lo que había pasado, sin embargo, cuando despertaban lo olvidaban, MinHo recordaba más cosas de esos sueños, pero no era algo que lo perturbara, volvió a poder dormir con tranquilidad y ahora tenía varios amigos, HyunJin era el centro de atención en ese momento junto al cumpleañero, pasados de copas mientras JiSung les robaba el micrófono para poner el karaoke. Ahora los ocho chicos eran humanos normales, sin ataduras a nada, BangChan aun podía recordar a JaeBeom, pero estaba abriendo su corazón a nuevas posibilidades lentamente el amor por JaeBeom desaparecía, esperaba que MinHo pudiera corresponderle en algún momento, si no, esperaba mantener la buena relación y química, así como ChangBin y Felix la conservaban después de finalizar su relación.

BangChan observaba la escena y soltó un suspiro, aliviado, sin saber porque, el peso en sus hombros ya no estaba, aunque sabía que debía mantener una promesa que había hecho. Liderar a estos chicos y cuidarlos como si fueran uno, como una familia, a pesar de los inconvenientes que habían existido. Sin que ellos pudieran entenderlo estaban unidos por su origen, su existencia era una misma al menos hasta el momento de partir de este plano al reino de la muerte, mientras disfrutarían la vida, disfrutarían de lo que el destino les regaló, sol, luna, alegrías, tristezas, quizá ese era el sentido de la existencia y estaba agradecido por ello.

En algún momento las cuatro primeras regresarían a su estado de letargo en lo que entrenan a WooSeok y a Yuto, se comenzaban a adaptar a la vida de sus humanos, su estilo se actualizó y pasaban por humanos comunes y corrientes, mezclándose entre nosotros mientras cuidaban que nada más amenazara la existencia de sus criaturas y sus preciosas creaciones.

FIN.

Notas finales:

Gracias por haber leído y llegado hasta aquí


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