Narra Death Mask:
Vaya, vaya… pero qué es lo que me he encontrado… Medea no creerá lo que acabo de descubrir, ¡JA! Esa maldita deberá darme una buena recompensa por esto…
Aunque primero tengo que averiguar el nombre de ese chico, a decir verdad, es bastante lindo.
Narrador:
Death Mask se mantuvo observando al rubio por unos minutos pensando en cuál sería la mejor manera de acercarse, pero conforme más se acercaba a él, más podía escuchar sus sollozos, cosa que lo desconcertó momentáneamente, pues no entendía sus razones para hacerlo, hasta que recordó que momentos antes lo había escuchado discutir con el empresario dentro del templo. Decidió que debía adoptar otra estrategia.
- Hör! Du är bra? (¡Hola! ¿Estás bien?) – dijo asustando al joven rubio que seguía hecho un ovillo.
- ¿Q.. qué…?... ¿Q..quién eres? – dijo asustado y aún con lágrimas en los ojos.
- Oroa dig inte, jag kommer inte göra någonting åt dig! Jag heter Dan (¡No te preocupes, no te haré nada! Me llamo Dan) – dijo ofreciéndole la mano en forma de saludo.
Shaka no sabía quién era ese sujeto, pero por las palabras en un idioma extranjero (que, aunque no lo hablaba, rápidamente identificó como sueco) y su aspecto, no tardó en suponer que seguramente era un turista que le había visto salir corriendo del tempo y lo siguió hasta ese lugar. Se reprochaba mentalmente por haber sido tan descuidado. Aunque debía admitir que el hombre frente a él le transmitía una gran confianza con solo sonreírle.
- D… dis…culpa… em… no entiendo lo que dices… - dijo bajando la mirada, mientras se limpiaba las lágrimas que seguían resbalando por sus blancas mejillas.
- Oh! Lo siento! – se disculpó el peli azul hablando en hindi – pensé que eras algún turista, sabes, no tienes pinta de ser nativo de este país, aunque bien podrías ser un residente. Soy Dan, mucho gusto; ahora, ¿me dirás la razón de que esos hermosos ojos derramen tantas lagrimas? – le ofreció un pañuelo para que terminara de retirarse las pequeñas gotas.
- Gracias – dijo recibiendo el pañuelo y negando con la cabeza respondió – no, no es nada importante.
- Pues tus hermosos ojos me dicen lo contrario, vamos, no te pienso juzgar ni nada por el estilo – se sentó a su lado.
- Lo siento, pero… ¿por qué debería confiar en ti? Eres un extraño – le respondió abrazando sus piernas.
- Entiendo, bien no me cuentes si no quieres pero al menos dime tu nombre – le dijo volviendo a sonreír.
- … Shaka – dijo sin más.
- Es un hermoso nombre, Shaka – mencionó haciendo sonrojar al rubio quien jamás en su vida había recibido tales halagos de parte de otra persona que no fuera su padre Asmita, ese desconocido le había dicho que tenía unos ojos hermosos y un bello nombre, además, se preocupó por él mientras lloraba amargamente.
No sabía que intenciones tenía pero esa sonrisa le transmitía una paz indescriptible que hace mucho no sentía, tal vez desde que conoció a Shakti y Naya. Pero sentía que ese chico estaba destinado a cambiar su vida, tal vez era el karma de una vida pasada que se estaba encargando de entrelazar sus destinos en esta vida.
- … es de familia… - le dijo después de pensarlo por un rato.
- ¿Disculpa…? – contestó confundido el peli azul.
- Mi abuelo era extranjero… -le dijo - y por eso… bueno por eso tengo el cabello de este color, él era rubio… – comentó jugando con un mechón de este.
- ¡Vaya! ¡Eso es increíble! – comentó ensanchando su sonrisa.
- ¿Eres un turista? – le preguntó de repente.
- Algo así, la verdad vine con unos tíos que tienen negocios aquí, pero yo no soy de quedarme quieto en un solo lugar, así que mientras ellos arreglan sus asuntos yo me paseo por los lugares que me parecen interesantes – una historia bastante creíble pensó Death.
- Comprendo – contestó el rubio – entonces, ¿este lugar te parece interesante? – dijo viéndolo a los ojos.
- Algo así, bueno… para serte sincero solo estaba de paso cuando te vi aquí y me pregunté la razón para que un hermoso chico estuviese llorando en un lugar como este – le respondió tratando de sonar lo más convincente posible.
- Ya veo… por favor, sigue tu camino… no tienes que preocuparte por un completo desconocido que llora por cualquier tontería a las afueras de un templo, seguramente tienes mejores cosas que hacer…- le dijo volviendo a agachar la mirada.
- Oye, no te preocupes que realmente no tengo nada que hacer, este es un país completamente extraño para mí y tengo unos cuantos días para poder descubrir el camino de regreso a mi hotel antes de que mis tíos se den cuenta de que no estoy ahí… - dijo entre pequeñas risillas que hicieron sonreír al rubio- además, Shaka, tú ya no eres un desconocido ¿sabes? ¡Me agradas!
- … ¿Te… agrado? – dijo confundido.
- ¡Sí! Pareces una persona tierna y sensible, pero al mismo tiempo puedo ver en tus ojos que te gusta aventurarte a descubrir cosas nuevas, dime ¿acaso me equivoco?
- Bueno…- dirijo su mirada hacia el cielo - es verdad que me gustaría conocer muchos lugares y vivir mil aventuras… - su voz se quebró nuevamente confundiendo un poco al peli azul - pero…
- ¿Pero…? – esperó a que terminara la frase, sin embargo, pudo ver como de nueva cuenta las lágrimas recorrían su rostro – comprendo… - lo miro serio - es por eso que estabas llorando hace rato, porque hay alguien que te detiene de vivir tus sueños… - Shaka no pudo evitar mirar con extrañeza a su acompañante, pues aunque no era del todo cierto lo que dijo, tampoco es como que estuviera completamente equivocado. Sin poder evitarlo, su llanto se volvió un poco más fuerte por lo que el mayor no dudo en brindarle un cálido abrazo para que terminara de desahogarse – tranquilo, es normal que alguien se preocupe por ti y tenga miedo de dejarte vivir tu propia vida.
- Si pero… no es justo que… ni siquiera pueda tener una vida normal… - le dijo entre sollozos – los chicos de mi edad… normalmente van a la escuela y… tienen amigos… mientras que yo… me la paso encerrado todo el tiempo… sin poder conocer a nadie… ni saber nada de la vida… ¿te parece justo… que por el miedo… de alguien más… no pueda tener el control de mi propia vida?
Continuará...