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Turista o Acosador por Jess de Geminis

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Notas del capitulo:

Lo sé, ha pasado un tiempo desde la última vez que publiqué pero eso no quiere decir que me haya olvidado de esta historia.

 

Es posible que haya algunos cambios en los capítulos anteriores pero todo se hará a su debido tiempo.

Medea se encontraba en su habitación del hotel con la vista fija en el paisaje nocturno que le brindaba la ciudad analizando la una y otra vez la información que su sicario le había dado esa tarde, ahora que conocía la existencia de ese muchacho tendría que planear muy bien su próximo movimiento.

De repente su fiel guardaespaldas y mano derecha entró a la habitación provocando que la mujer saliera de su burbuja de pensamientos.

- Pareces estar muy pensativa, ¿sucede algo? – dijo el mayor al ver que posiblemente había entrado en un momento poco oportuno, puesto que a ella le molestaba cuando no le dejaban pensar tranquilamente.

- Solamente pensaba mi próxima jugada, mi querido Ionia – le contestó tranquila – tal parece que tendrás que comenzar a creer un poco en Death Mask – esta vez la burla se hizo presente en su voz.

- ¿A qué te refieres? – le contesto un poco molesto – sabes perfectamente que no confío en ese crio, se puede notar en su mirada que nos odia a todos, en especial a ti.

- Eso lo tengo muy presente querido – le dijo despreocupada – pero, aunque nos odie, él sabe perfectamente que no puede hacer nada en contra nuestra, es lo que más me fascina de que trabaje para mí, el saber que tiene presente ese odio por haber matado a sus padres y hacer de él una simple máquina que sigue mis órdenes es algo que sin duda me hace sumamente feliz.

- A pesar de tantos años a tu lado sigo sin comprenderte del todo Medea, siento que todo lo que le has hecho pasar a ese crio es parte de una venganza hacia otra persona – le dijo confundido por la manera en la que se había expresado del de cabellos azules.

- En parte tienes razón, tal vez solo quiero venganza, pero ¿Cómo puedes vengarte de alguien que ya está muerto? – preguntó mirándolo seriamente, aunque no dejo que el otro le contestara – ese crio como tú lo llamas, está pagando las consecuencias de algo que su madre me hizo hace muchos años, espero que se esté retorciendo en el infierno al ver en lo que he convertido a su querido hijo, mjmjjajaja – comenzó a reírse de forma macabra que hizo preguntarse al hombre que es lo que aquella mujer le había hecho para que Medea la odiara tanto – bueno, será mejor que no hablemos más de cosas del pasado, al fin y al cabo, los muertos no pueden regresar del mas allá – le dijo una vez que dejo de reír.

Después de eso, la peli verde le comenzó a contar su próximos planes con la nueva información que su preciado "zafiro mortal" le había dado, también le dijo que se contactara con Fudo para que tuviera todo preparado, ya solamente faltaba el momento indicado para actuar, pero para eso ella tendría que ganarse la confianza de cierto empresario y cuando menos se lo espere, lo sacará de su camino.





Al día siguiente, en las afueras del templo...

El joven rubio se encontraba en el mismo lugar en el que conoció a aquel agradable chico, se preguntaba si cumpliría su promesa de ir a verlo ese día, no es como si estuviera cien por ciento seguro de que el de piel morena fuese a cumplirle pero tenía la esperanza en que de verdad hubiese encontrado a un nuevo amigo.

Con esos pensamientos en mente no se percató de que alguien llegaba hasta donde él se encontraba, no fue hasta que se alarmó cuando alguien lo abrazó por atrás cubriéndole los ojos con una mano mientras sentía que algo se posicionaba enfrente suyo.

Iba a gritar cuando su vista fue descubierta dejándole ver un hermoso ramo de flores al frente suyo, inmediatamente giró su cabeza encontrándose con aquella hermosa sonrisa que tanto le había cautivado el día anterior.

- Lo siento, ¿te asuste? – le preguntó una vez que se separaron.

- Un poco – admitió – por un momento creí que me estaban secuestrando – le confesó – pero ahora que lo pienso, un secuestrador debería haberme tapado la boca para no gritar y no los ojos jeje.

- Espero que te gusten – le tendió el ramo esperando a que el otro lo tomara.

- Son hermosas, no tenías que molestarte – lo aceptó con un leve rubor en sus mejillas.

- Bueno, la verdad es que cuando las vi inmediatamente me recordaron a ti – le dijo mientras se mostraba un poco nervioso y jugaba con un mechón de su corta cabellera, mientras que el blondo se sonrojaba aún más.

- ¿De... de verdad?

- Si, ambos son hermosos y especiales – le dijo.

- ¿Por qué crees que soy especial? Apenas me conoces... – sintió los latidos de su corazón acelerarse por todas esas bellas palabras dichas por parte de aquel chico de mirada intensa y deslumbrante sonrisa.

- Pues... porque eres un chico muy bello y jamás había visto unos ojos como lo que tú tienes... son tan puros y transmiten una gran paz... - le contestó manteniendo ese leve nerviosismo en su voz.

- ... - no dijo nada, estaba tan sonrojado que no salía palabra alguna de su boca.

- Además... - volvió a llamar su atención – eres mi amigo ¿no? – le dijo finalmente mientras le sonreía nuevamente.

"Eres mi amigo" esas tres simples palabras le llegaron a lo más profundo de su mente, lo que tanto había esperado que dijera y finalmente ahí estaba, su corazón estalló de felicidad al escucharlo decir aquello y sin decir nada más, se abalanzó sobre el peli azul atrapándolo en un fuerte y cálido abrazo en donde el moreno no pudo escuchar nada más que un pequeño y delicado "gracias" seguido de unas cálidas gotas cayendo sobre su hombro, supuso entonces que el rubio estaba llorando de felicidad por decirle que eran amigos, entonces se preguntó ¿Qué tan solo debía sentirse ese chico para que se soltara a llorar por tener un nuevo "amigo"?

Por un momento sintió lastima por él, pues a pesar de que era un sicario en toda la extensión de la palabra seguía siendo humano, y como tal, tenía sentimientos por más que tratase de ocultarlos muy dentro de sí. Sin más, correspondió al abrazo de aquel chico, dándole palabras dulces para tratar de que se calmara, pues no podía seguir con sus planes si el otro se le pegaba así todo lo que restaba del día. Por más que le hiciera sentir culpa, él simplemente no podía hacer nada para cambiar el destino de ese muchacho, conocía perfectamente a Medea, y si él no cumplía su trabajo al pie de la letra no le esperaría nada bueno.

Una vez que el de dorados cabellos se calmó y ambos deshicieron aquel abrazo, se dispusieron a hacer cosas que todos los amigos hacen. El moreno llevaba unas cuantas cosas para almorzar con el joven doncel, mientras que este se dispuso a compartir con el otro un té especial que se preparaba únicamente en el templo, además del almuerzo, el rubio le mostro a su nuevo amigo algunos lugares en los alrededores del templo, todo mientras platicaban de muchas cosas, pero el extranjero solamente trataba de recordar los comentarios que tenían que ver con la familia del rubio, que para ese entonces no hablaba de nadie más que su padre, Asmita.

- Y dime Shaka, ¿no tienes más familiares además de tu padre? – le dijo con un toque de curiosidad.

- Bueno... la verdad es que mi abuela murió al poco tiempo de que nací y mi otro padre se fue cuando yo era muy pequeño, no he vuelto a saber nada de él y a mi papá Asmita no le gusta hablar de él, fue precisamente por algo que dije de él que mi papá y yo peleamos ayer – le confesó con tristeza marcada en su voz y bajando levemente la mirada.

- Ya veo, lo siento... no debí preguntar – le dijo como intentando reconfortarlo.

- No te preocupes – le contestó volviendo su vista hacia su acompañante – es lógico que quieras saber de mí, después de todo, tú ya me contaste de tu vida, sería injusto de mi parte no decirte nada de la mía.

- Creo que tienes razón, pero tampoco quiero presionarte, si no te sientes listo todavía para contarme más sobre ti lo respeto y te entiendo, esperaré el tiempo necesario – le dijo con una leve sonrisa.

- Gracias – le contestó igualmente sonriendo.

Ambos adolescente se la pasaron el resto de la tarde conviviendo y conociéndose más el uno al otro, o al menos eso es lo que el rubio creía; por su parte el moreno a pesar de que se la pasaba bien al lado del joven doncel, no podía dejar de pensar que era solamente un trabajo más y no debía involucrase más de lo necesario con aquel chico.

Llegado el atardecer tuvieron que despedirse acordando verse nuevamente al siguiente día, aunque el peli azul tenía que resolver unos asuntos por la mañana, por lo que no se verían hasta más tarde.

Para el rubio no era un inconveniente, pues había pensado en ir a donde se encontraban sus amigos elefantes, se sentía muy ansioso por contarles a Naya y Shakti de su nuevo amigo y a su manera, pedirles su opinión, pues aunque eran animales, la elefanta y su cría le habían tomado cariño y se comunicaban de cierta forma con él.

Con el resto de elefantes también se sentía en confianza pero ninguno además de los primeros en conocerlo llevaba una relación tan cercana con él. Simplemente lo dejaban pasearse a su alrededor sin tomarle la menor importancia.

Para Shaka, la compañía de Naya era como la de una madre que siempre estaba dispuesta a escucharte y te cuidaba de los peligros que había en la selva, al igual que hacía con Shakti cuando este era más pequeño. Así mismo, al joven paquidermo lo consideraba un hermano, no tanto como a Milo, pero si lo veía de una manera especial.

Muchas veces se imaginó a ambos en cuerpos humanos, cómo serían, cuál sería el tono de su voz, su apariencia y su forma de ser. Sabía que a veces dejaba volar muy alto a su imaginación y se reprendía porque a veces deseaba que Naya realmente fuera su madre y Shakti su hermano; no se sentía con derecho de culpar a sus padres por darle esa vida pero en ocasiones se decía que si le dieran a escoger su próxima reencarnación, definitivamente quería estar cerca de esos dos seres que lo acompañaron en muchos momentos de su vida.



Mientras tanto...



En algún lugar de Francia...





Degel hacía algunas llamadas para dejar en orden todo con respecto a su trabajo durante un par de semanas, en las que viajaría a la India para ayudar a su hermano mayor con su hijo, sabía que necesitaría ayuda para hablar con el adolescente, pues, aunque eran familia, su sobrino nunca se había abierto demasiado con él o con su esposo Kardia, normalmente era su propio hijo, Milo, quien lograba sacarle mayor conversación al hijo de su hermano, eso era natural, pues tenían casi la misma edad, así que estaba considerando la posibilidad de llevar a Milo con él para que convenza al joven rubio de tener una charla, aunque para eso necesitaba hablar primero con su hijo para explicarle la situación.

Tendría que esperar a que su retoño regresara de la escuela para poder hablar con él, eso sí al rebelde de su hijo no se le ocurría irse a divertir con sus amigos al salir del colegio.







Continuará...

Notas finales:

Proximamente se publicarán nuevos trabajos en mi perfil como un respaldo de mi cuenta en Wattpad para que les den un vistazo una vez que comiencen a publicarse.


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