Kakashi colgó su celular, Yamato lo esperaba en la salida de la cafetería así que el shinigami avanzo más rápido hacia él.
—Veo que traes mi abrigo —comentó Kakashi al verlo usar la prenda
—Sí, te lo quería devolver, bueno, en realidad no quiero hacerlo
— ¿Por qué?
—Porqué huele a ti—respondió Yamato abrazando la prenda
Kakashi agacho la cabeza de forma tímida para sonreír — ¿Debes ser así de lindo siempre?
—Eso creo, ahora vayamos a dar un paseo antes de ir a casa —Yamato tomo la mano de Kakashi para comenzar a caminar—Sabes, creo que fue un golpe de suerte que tú y Obito llegaran a nuestras vidas
— ¿Ah, sí? ¿Por qué?
—Desde el accidente de mis padres, Rin había estado deprimida, pero ahora que esta con Obito la veo tan feliz y llena de vida como antes. Y yo encontré alguien que también me hace muy feliz
—Si lo pones así creo que tienes razón, además de que ese golpe de suerte nos benefició a todos.
—Así fue Kakashi —Yamato era un poco más bajito que Kakashi, pero si se paraba de puntitas podía llegar a su rostro, levanto la cabeza acercándose lentamente a los labios del Hatake quien retrocedió rápidamente dejando al castaño a punto de besarlo
—Perdón, entre en pánico —dijo Kakashi rascando su nuca
— ¿Eh? —Yamato lo vio confundido — ¿Por qué?
—Porque…—No podía decirle que si se daban el beso le mostraría sus memorias, debía pensar en una excusa —No he dado mi primer beso —soltó rápidamente, aquello sonaba mejor en su cabeza
—Oh, te pone nervioso dar tu primer beso —el castaño llevo sus manos para cubrir su boca, aquello le parecía muy tierno, aunque era extraño, ¿alguien tan apuesto como Kakashi no había tenido un primer beso antes? Sonaba como algo imposible
Kakashi soltó un suspiro, su excusa pareció funcionar. Incluso si podía borrar los recuerdos de Yamato estaba en un conflicto, quería que el castaño conociera su vida pasada, que supiera que ambos fueron amantes desde una vida anterior, pero no quería que se enterara de cómo le fallo al llegar a su rescate, estaba contra la espada y la pared.
— ¿Y cómo te gustaría que sea tu primer beso? —preguntó con interés el menor mientras comenzaba a caminar
—Pues…que sea algo especial —contestó Kakashi yendo a su lado
—Eso es algo que todos queremos del primer beso, así que se mas especifico. ¿Quieres un apasionado beso bajo la lluvia? ¿O uno cálido y duradero mientras presenciamos el atardecer? —Yamato se sonrojo al imaginar ambas situaciones
—Es una difícil decisión —dijo Kakashi mientras lo pensaba
—A mí no me importa como sea, el simple hecho de que sea un beso contigo lo hará especial —el castaño se detuvo frente al Hatake frenando su paso
—Tú… ¿has pensado mucho también en esto?
Yamato asintió varias veces— Creo que no importa la situación, sino la persona, y tú ya eres muy especial para mí, así que el primer beso que tengamos ya será especial de todas formas
Kakashi veía los brillantes ojos del castaño, se veía muy emocionado, ¿qué debía hacer?
Yamato se acercó y tomo su mano y lo guio hacia una banca cercana para sentarse—No te pongas nervioso Kakashi, solo hay que dejarnos llevar, ¿está bien?
En las memorias completas de Yamato debía estar la identidad del hombre de la máscara, eso también era algo que quería ver, era un punto a favor del dichoso beso. Sin darse cuenta el castaño tomo la iniciativa y se acercó a él.
Sus rostros quedaron frente a frente, Kakashi puso su manos sobre las mejillas de Yamato para acercarlo más, las personas de Obito resonaron en su mente “El beso de un shinigami hará que ellos puedan ver sus memorias”, retrocedió un poco, se había arrepentido de lo que haría, pero el castaño ya no podía esperar más y se pegó de golpe a los labios de Kakashi.
Entonces los recuerdos invadieron las mentes de ambos, todo lo que Kakashi había visto Yamato lo revivió. Intento ver la identidad del hombre de la máscara pero su rostro no era visible tampoco, había sido inútil entonces.
Yamato se apartó de golpe cortando la conexión con su pasado.
— ¿Qué fue eso? —preguntó consternado
—Eso…fue tu vida pasada —contestó Kakashi temeroso
Yamato lo vio fijamente — ¿qué eres tú? ¿Por qué pude ver eso?
Kakashi agacho la cabeza —Yo…soy un shinigami, estoy cumpliendo una condena por cometer un pecado en mi vida pasada
—Kakashi…tú… ¿por qué no llegaste a tiempo? Me abandonaste, me dejaste morir —sollozó Yamato
—No lo sé, yo no recuerdo nada de lo que fui
— ¿Y por qué me hiciste ver eso entonces?
—Yo no quería que lo vieras, me iba a apartar pero tú te acercaste de nuevo
—Entonces, ¿fue mi culpa?
—No, Tenzō…yo
— ¿Hay algo más que me estés ocultando? ¿Eh? Será mejor que me digas todo ahora
—Si…yo fui enviado para recoger tu alma—Kakashi se detuvo para tomar aire—pero no puedo hacerlo Yamato, después de lo que vi, no soportaría perderte de nuevo —los ojos de Kakashi comenzaron a lagrimear
— ¿Por qué me ocultaste todo? ¿Por qué no me dijiste nada de esto antes? Pensaba que estábamos en confianza, creía que teníamos algo especial —reclamó mientras seguía llorando
—Si tenemos algo especial Tenzō, algo que va más allá de esta vida… todo lo que hice va contra las reglas porque no puedo perderte de nuevo…pero yo no quería que pasara esto, ni quiero hacerte más daño —los ojos de Kakashi se pusieron rojos, este clavo su mirada fijamente en el castaño—olvida todos los recuerdos tristes, todo lo que hemos pasado y te haya lastimado quiero que lo olvides, quédate solo con los momentos que te hagan feliz y el resto bórralos de tu mente. Yo te amo Tenzō…pero después de esto no se si sientas lo mismo por mí, así que si quieres olvidarme a mí también para que estés bien, lo entenderé y me alejaré de ti, solo elije lo que sea lo mejor para ti
—Kakashi—murmuró Yamato para cerrar los ojos. Kakashi había usado sus habilidades para borrar recuerdos en él, cuando abrió los ojos se encontraba solo, desorientado por lo que acababa de ocurrir y con sentimiento de vacío en su corazón ¿Qué había pasado? Se giró a su alrededor buscando a alguien sin lograr encontrarlo—Senpai…
Kakashi se había puesto su sombrero para ser invisible ante los ojos del castaño y huir del lugar. Llego a su casa y se desplomo apenas cerró la puerta. No podía dejar de llorar, los reclamos del castaño le dolían, pero lo entendía, todo lo que había ocurrido fue tan rápido que no le dio tiempo de procesar nada.
Una mariposa blanca pasó volando a un costado suyo, levantó la mirada y se topó con el ángel.
—Hola Kakashi, ¿estás preparado para recibir tu castigo por romper las reglas? —dijo Konan en un tono tranquilo, ajena a los sentimientos de Kakashi
—No, no ahora, por favor —se negó sabiendo lo doloroso que podría ser aquello que vería
—No hay otro momento para hacerlo —dijo Konan haciendo que comenzaran a brotar las mariposas que envolvieron a Kakashi llevándolo al pasado.
Era un niño prodigio en aquel mundo ninja, pero su vida estaba rodeada de tragedias. El suicidio de su padre lo marcaria a una temprana edad. Luego siguió la perdida de Obito, si hubiera roto las estúpidas reglas antes eso no hubiera pasado.
Y luego, ocurrió algo que fue aún peor, él fue quien mato a Rin. Incluso si ella se atravesó, era su deber protegerla. Aquel suceso igual impactaría en su vida de forma negativa, provocándole traumas que lo atormentaron durante un largo tiempo. Y entonces apareció él, con sus enormes y brillantes ojos para calmar el desastre que era.
Una vez que Yamato llego a su vida las cosas parecieron cambiar, pudo seguir gracias a él. Mientras avanzaba en sus recuerdos vio rostros conocidos. Zabuza y Haku, ellos estaban juntos ahí. Deidara, Sasori, Kakuzu, incluso Itachi. Todo avanzo hasta el momento en que se separó de Yamato. La guerra lo distrajo por completo, pero no entendía, él les enseño a sus alumnos la importancia de no abandonar nunca a un compañero pero abandono a Yamato, era peor que escoria.
Y en el transcurso de la guerra paso lo que había estado esperando, la máscara de la persona que provoco la muerte de Yamato se rompió, era Obito.
En aquella larga noche pasaron todo tipo de cosas, peleo contra su amigo, y luego lo hizo junto a él. Al final Obito se sacrificó para que él pudiera seguir, esta vez sí había muerto enserio. Cuando el amanecer finalmente llego creyó que todo había acabado, fue entonces que busco a Yamato entre los cadáveres y lo encontró, pero ya era demasiado tarde.
— ¡Tenzō! —exclamo al verlo entre los múltiples cuerpos esparcidos en el campo de batalla. Se acercó corriendo a él para tomarlo entre sus brazos, se veía que no la había pasado nada bien.
—Senpai —contestó el castaño en un murmuro — ¿Termino?
—Sí, ya todo termino Tenzō
—No creo que podamos ir a las aguas termales —decía Yamato con dificultad mientras cerraba sus ojos
—Si lo haremos, solo resiste un poco más —Kakashi lo movía para evitar que se quedara dormido
—Dijiste que estarías ahí si algo pasaba…
—Tenzō, Tenzō, resiste, vas a estar bien —Veía a su alrededor desesperado, ¿Dónde demonios estaban los ninja medico? ¿Por qué no había ninguno cerca?
—Senpai…llegaste tarde…—decía mientras sus ojos perdían la luz
Eso era mentira, él ni siquiera había intentado llegar a él, se distrajo en la guerra y lo olvido por completo.
Cuando el ninja medico se acercó lo hizo solo para confirmar su muerte.
A su alrededor todos celebraban el fin de la guerra y el inicio de un mundo ninja pacifico, mientras él estaba solo, ajeno a todo aquello, llorando al lado del inerte cuerpo de Yamato.
En el pasado, su único motivo para seguir fue ver a aquel castaño que de forma animada lo llamaba “senpai”, ahora ya no estaba.
Rechazo el puesto de Hokage, alguien que no podía proteger a una persona no podría proteger toda una aldea.
Se sumergió en una depresión de la que nadie lo pudo sacar, fue entonces, que roto por dentro cometió aquel pecado que lo condenaría. Y de la misma forma en que su padre lo había hecho, corto su vientre cometiendo harakiri. No le permitieron seguir a su siguiente vida, le borraron sus memorias y lo condenaron por no apreciar la vida y quitársela él interfiriendo en su destino.
Todo a su alrededor se puso negro, fue totalmente distinto a cuando murió siendo ninja. En aquel momento tuvo calma, ahora solo sentía arrepentimiento, por no haber logrado salvar a las personas importantes en su vida, por no poder cumplir promesas. Repitió tanto la estúpida frase de salvar a los compañeros, y él no pudo salvar al amor de su vida, a la persona que lo salvo cuando se encontraba en el abismo.
No merecía a Tenzō, no merecía a Yamato, el castigo que estaba teniendo, ese si lo merecía completamente.
La oscuridad se dispersó en muchas mariposas negras, trayéndolo de regreso a la realidad.
—Kakashi Hatake, debes de aprender que tú no puedes interferir en el destino, así que será mejor que dejes de hacerlo y sigas las reglas —dijo el ángel de forma tranquila, aunque se percibía bien como una amenaza.
Kakashi estaba postrado en el suelo, sintiendo un horrible dolor en el abdomen, era como si la sangre volviera a fluir del corte que termino con su vida. Todo a su alrededor se volvió en negro de nuevo.
Tenzō estaba parado frente a él. —Senpai… ¿por qué llegaste tarde?
Kakashi no podía levantar la cabeza para enfrentarlo, no podía verlo. —Perdón Tenzō…perdón —fue lo único que podía decir mientras apretaba los ojos