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Who are you? por Sora Hatake

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Caminaba perdido en una multitud de gente, pero eso no importaba, se sentía tan solo y vacío por dentro. Como Shinigami no podía morir, de otra ya hubiera provocado su muerte de nuevo.

Otra vez estaba roto, el remordimiento no lo dejaba en paz, y es por eso que había salido a despejar su mente. Se dirigió a un puente y bajo la mirada, el mar bajo él parecía atraerlo.

¿Qué pasaría si solo saltara? No iba a morir, pero se podría perder en el agua.

Cerró los ojos para respirar hondo.

— ¡Kakashi! —se giró a ver quién lo llama, era Obito, iba furioso. Fue corriendo hacia él con el puño cerrado, Kakashi no hizo ningún esfuerzo en esquivar el golpe, lo recibió de lleno siendo apartado unos metros para caer al suelo.

— ¡Tú fuiste quien mato a Rin! ¡Debías protegerla y la mataste! —Obito fue sobre de él para seguir con los golpes, estaba descargando toda su furia hasta que Kakashi finalmente detuvo uno de sus puños para desviar el golpe.

— ¿Qué hay de ti? —Kakashi sujeto la ropa de Obito para atraerlo hacia él —Fuiste tú quien provoco la muerte de Yamato —dijo antes de darle un cabezazo al azabache que lo hizo retroceder. Kakashi se levantó para acercarse a patear a Obito—Él pudo vivir pero murió por tu culpa ¡Tú lo mataste! ¡Tenzō no debía morir!

— ¡Rin tampoco!

Cuando Kakashi pateo de nuevo Obito detuvo su pierna para jalarla provocando que cayera.

Ambos descargaron toda su furia contra él otro, siguieron golpeando una y otra vez hasta el cansancio, lo hicieron hasta que sacaron todo el resentimiento en su corazón.

Kakashi jadeaba mientras veía el cielo.

—Oye…Kakashi—Lo llamo Obito

—Dime

—Lo lamento, por lo de Yamato. No planeaba matarlo…solo que se me salió de las manos, él no tenía la culpa

—Yo lamento lo de Rin —dijo Kakashi

—Sé que no fue tu culpa

—Pero aun así no pude protegerla de ella misma…ni de mí

—Kakashi, en nuestra siguiente vida, hay que encontrarnos de nuevo para que podamos ser amigos una vez más, esta vez sin mascaras

—Me agrada esa idea, Obito

Kakashi se levantó con dificultad para ponerse frente a su amigo y estirarle la mano.

Obito sonrió  y tomo la mano de su compañero para levantarse.

—Vayamos por un helado, necesito ponerme algo frio en el ojo

—Yo igual necesito algo frio —dijo Kakashi

.

.

.

—Entonces tú también recibiste la visita del ángel—comentó Obito mientras ponía una paleta de hielo sobre su ojo derecho el cual estaba morado

—Sí, y parece que está al tanto de lo que hacemos porque me dijo que siguiera las reglas —Kakashi tenía una galleta helada en su mejilla

— ¿Y le harás caso?

—Creo que es lo mejor… —contesto agachando la cabeza

—Pero perderás a Yamato otra vez, no puedes hacer eso Kakashi

—Yo…lo arruine con Yamato

— ¿Qué? ¿Por qué?

—Nos besamos…él vio todo

—Pero borraste su memoria, ¿no?

—Es complicado…

—Vamos Kakashi, solo debías borrar su memoria

—Lo sé, e hice lo que pude, es solo que…después de saber que paso, no podré verlo a los ojos

— ¿Y si él si quiere verte a ti? Tienes que afrontarlo Kakashi

—No puedo hacerlo…quizá él me olvido a mí también

— ¿Y si no lo hizo? No puedes hacerle eso, simplemente desaparecer de su vida de golpe, no creo que sea justo para él

Kakashi agacho la cabeza y soltó un suspiro, Obito se acercó a su espalda para darle un fuerte golpe.

— ¡Vamos! Debes de enfrentarlo y saber si él te recuerda o no, si lo hace, entonces no puedes abandonarlo

—Pero el ángel dijo que debía seguir las reglas

— ¡Al demonio las reglas! Tú aun debes salvarlo dos veces más, no lo olvides. ¡Así que afronta tu pasado y ve con tu alma predestinada! –exclamo Obito apretando los puños

—Bien eso haré —Kakashi frunció el ceño decidido y comenzó a caminar pero Obito lo detuvo

—Espera, hazlo mañana, hoy pasemos el día juntos —dijo tomando el hombro de Kakashi

— ¿El día juntos?

—Sí, vayamos a pescar o a hacer alguna de esas cosas aburridas que te gusta hacer

—Las cosas que me gustan hacer no son aburridas  —dijo Kakashi haciendo un ge3sto de molestia

—Lo que sea, vamos, y luego vayamos a tu casa a que me prepares algo rico de comer

—Hazlo tú, para eso tienes dos manos

—Bien, pero si quemo tu cocina no quiero quejas —Obito iba sonriendo, Kakashi realmente lo envidiaba, ahora no solo por ser sincero respecto a sus sentimientos, sino porque a pesar de haber visto su pasado seguía sonriendo, de la misma forma en la que lo hacía antes.

—Kakashi, mira quien va allá —señalo Obito

Kakashi dirigió su mirada hacia donde señalaba, era Kabuto.

— ¿No quieres patearle el trasero?

—No, tuve suficiente con pateártelo a ti, además, ¿por qué lo haría?

— ¿Quién secuestro a Yamato?

—Oh…cierto

—Descuida, lo haré por ti —Obito le dio una palmada en el hombro a Kakashi y fue hacia Kabuto

—Espera, Obito

El azabache trono sus dedos y se acercó despacio. —Oye, Kabuto —lo llamo atrayendo su atención

Cuando el chico de anteojos se giró a verlo Obito le lanzo el golpe derribándolo.

— ¡¿Qué demonios te pasa?! —exclamo molesto Kabuto

—Mi amigo recordó algo malo que le hiciste en su vida pasada y nos lo estamos cobrando —Será mejor que no te vuelvas a acercar a Yamato

— ¿Quién es Yamato? —pregunto Kabuto confundido

—Alguien a quien no te debes acercar —respondió con obviedad Obito —Así que estas advertido cuatro ojos

—Ya déjalo Obito —dijo Kakashi  poniéndose al lado del azabache

—Es mejor dejar las cosas bien claras de una vez

—Ya vámonos

—Sí, hay que ver si nos encontramos a Deidara, también quiero golpearlo antes de que me duela más mi mano

.

.

.

Obito cayó rendido en uno de los sillones de Kakashi.

—Estoy tan lleno, siento que voy a explotar —dijo el azabache

—Te acabaste todo lo que cocine, ¿Cómo no quieres estarlo?

—Espero que no te moleste si me quedo a dormir aquí hoy —decía Obito mientras sacaba su celular

—Supongo que no tengo de otra, ¿qué haces?

—Le deseo a Rin una linda noche. El otro día ella me dijo que si acaso yo era un shinigami, estaba tan asustado de pensar que había descubierto todo, pero le dije que confiara en mí y no pregunto más. Rin…ella, es mi alma predestinada Kakashi, sé que estaremos juntos en nuestra próxima vida, y la haré muy feliz

—Ojala Tenzō y yo podamos hacer lo mismo —dijo agachando la cabeza

—Deja de deprimirte un rato, ¿quieres?

—Iré a dormir —dijo Kakashi para ir hacia su habitación

— ¿No me darás ni una cobija?

—Hasta mañana —Kakashi siguió con su camino

—Que descanses —Obito se acomodó mientras veía el techo, giró su cabeza hacia su abrigo y soltó un suspiro. Escucho su teléfono sonar por lo que rápidamente lo tomo para revisarlo y sonreír.

Kakashi fue a su habitación y tomo un libro para leer un rato pero no podía concentrarse. Se había tomado ese día de descanso así que no reviso las tarjetas que le llegaron. Fue hacia su abrigo para revisar la bolsa, sintió solo una tarjeta así que la saco, apenas leyó el nombre fue corriendo a la sala.

— ¡Obito! —fue tan raído que casi resbalo al entrar

— ¿Pasa algo?

—Apareció de nuevo —dijo mostrándole la tarjeta con el nombre de Yamato—. Dice que será intoxicación por un incendio, pero a estas horas Tenzō…esta en casa

Obito no necesito que Kakashi dijera más y se levantó para ponerse su abrigo.

Ambos salieron corriendo tan rápido como podían, faltaban pocos minutos para la hora marcada en la tarjeta por lo que el incendio ya debía de haber comenzado.

Rin percibió el humo y se levantó, intento subir a su silla pero los nervios le ganaron y resbalo de está cayendo al suelo.

— ¡Yamato! —la chica estaba alterada por la situación en la que se encontraba, su hermano menor no respondía y ella no podía hacer nada. Estiro su mano a su mesa de noche intentando tomar su celular, lo jalo en un ataque de desesperación jalando también el cable de su lámpara de noche provocando que está golpeando su cabeza y dejándola inconsciente.

Cuando Kakashi y Obito llegaron al lugar el fuego ya se había extendido por todo el lugar.

— ¡Vamos Obito! —Kakashi entró primero al lugar, él no podía morir, así que no importaba adentrarse en el lugar ardiente. Fue rápido hacia la habitación del castaño quien parecía dormir, se acercó a cárgalo para salir del lugar. —No volveré a llegar tarde, Tenzō

El peli plata salió para ver que su amigo seguía parando observando todo.

— ¿Qué demonios haces Obito? Ve por Rin

Obito se colocó su sombrero y se acercó para poner su mano sobre el hombro de Kakashi —Tengo trabajo que hacer, lo lamento Kakashi —dijo antes de caminar hacia el interior del lugar

— ¿Qué lamentas? —Kakashi se giró a verlo extrañado hasta que lo entendió — ¡Obito!

El azabache entro al lugar, escuchaba los gritos de su amigo llamándolo pero no se detuvo. Cualquiera pensaría que aquel lugar parecía el infierno, pero él ya lo conocía y sabía que no se veía así, por eso caminaba de forma tranquila entre las llamas.

Llego a la habitación del fondo, la habitación de Rin.

La castaña estaba parada en medio del lugar.

—Obito… ¿qué está pasando? —pregunto confundida

—Es hora de que sepas la verdad

— ¿De qué hablas?

—Nohara Rin…de 23 años de edad, nacida el 15 de noviembre. Murió a las 11:22 un 25 de octubre. Causa de la muerte, intoxicación por monóxido de carbono en un incendio. Eres tú, ¿cierto?

—Si…soy yo. Obito…estoy muerta, ¿verdad? —los ojos de la chica se llenaron de lagrimas

Obito se limitó a asentir para acercarse a abrazarla, la castaña correspondió y vio a su costado, su cuerpo yacía en el suelo.

—No tengas miedo, Rin —dijo separándose un poco de ella para verla de frente. Acaricio su cabello para luego poner sus manos en sus mejillas y acercarla poco a poco a su rostro dándole un beso.

Los recuerdos llegaron a la mente de la castaña quien solo pudo llorar más.

Los bomberos y el equipo médico llegaron al lugar, Kakashi espero a que Yamato recibiera los primeros auxilios. Una vez que se aseguró de que su nombre desapareció de la tarjeta se sintió aliviado.

—Dos veces, le faltaba una más y Tenzō estaría a salvo un par de años.

Sintió un llamado así que se dirigió a su lugar de trabajo. Apenas cruzo la puerta Rin se lanzó sobre él para abrazarlo.

—Rin… Obito, ¿qué paso?

—Cuando el ángel me visito me lo dijo Kakashi. Termine mi castigo —respondió el azabache quitándose el sombrero —Me podría ir una vez que recogiera el alma de Rin

— ¿Y por qué no me lo dijiste antes?

—Ya te veías demasiado afligido por lo que paso con Tenzō, no quería empeorar las cosas

— ¿Y ahora? ¿Me van a dejar de nuevo solo? —reclamo Kakashi, no pudo contener sus lágrimas. Todo lo que no lloro en su vida anterior, lo debía sacar ahora.

—Kakashi, creo que nosotros tres también somos almas predestinadas a conocernos. Así que nos reuniremos de nuevo en nuestra próxima vida —dijo Obito para unirse al abrazo

—Kakashi, nada de lo que paso fue tu culpa —habló esta vez Rin—Espero que puedas dejar ir tus arrepentimientos. Por favor, cuida a Yamato

—Lo haré —contestó mientras los abrazaba más fuerte

—Ya debemos irnos Kakashi —dijo Obito

El peli plata los soltó. Obito tomo la mano de Rin y le sonrió para comenzar a caminar hacia la puerta.  

—Espera Obito, el té

—Al diablo ese té, vamos a conservar nuestros recuerdos para que así sea más fácil encontrarnos.  Así que date prisa Kakashi

—Te estaremos esperando —dijo Rin para sonreírle

Ambos cruzaron la puerta sin soltar sus manos.

Kakashi se quedó de nuevo solo. ¿Por qué siempre tenía que terminar así? Estaba a punto de comenzar a lamentarse cuando recordó que aún no estaba completamente solo, todavía tenía a Tenzō.

Fue al hospital para entrar a la habitación donde se encontraba el castaño.

Se veía tan frágil en la camilla, pero al menos sabía que se iba a recuperar.

Esos últimos días habían sido muy difíciles, tenía mucho que procesar en tan poco tiempo. Llevo sus manos a su cabeza para despeinar sus cabellos plateados.

¿Qué haría si Tenzō lo había olvidado? Le dijo que se alejaría si eso era lo mejor para él, sin embargo estaba ahí, pero no sabía que era lo que quería el castaño.

Respiro hondo y recordó lo que Obito le había dicho, tenía que confrontarlo.

Estaba sumido en sus pensamientos que no se dio cuenta de que el castaño comenzaba a despertar.

—Senpai…—murmuro Tenzō al verlo

Kakashi de inmediato se giró hacia él. — ¿Cómo me llamaste?

—Senpai…

—Tenzō, tú… me recuerdas —Kakashi se acercó para ponerse a su lado —Incluso me llamaste como lo hacías antes, ¿qué tanto recuerdas?

—Todo

— ¿Todo? ¿Por qué? —Kakashi estaba confundido

—Me dijiste que me quedara con los recuerdos felices solamente…pero todos los recuerdos son felices siempre que estuve a tu lado, de inicio a fin… —respondió mientras las lágrimas comenzaban a bajar por sus mejillas —Por favor…no me vuelvas a dejar solo

—No lo haré, Tenzō —contestó Kakashi tomando la mano del castaño

—Por cierto senpai, ¿dónde está Rin?


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