Después de vengarse de la bromita que había sufrido en el comedor, no había regresado de una vez a su sala común en vez de eso había optado por pasar unas cuantas horas en su laboratorio pues aún tenía unas cuantas pociones que terminar.
Camino tranquilamente en dirección a este, cuando ya por fin se encontraba dentro de la habitación que se había convertido en su pequeño paraíso para todo el estrés que acumulaba día tras día, se aseguro de ver cada poción que tenía en reposo y seguido las puso a fuego lento; agregó unos cuantos ingredientes faltantes, mezcló y dejó en cocción.
El tiempo restante lo dedicó a leer los libros que había conseguido en la salida a Hogsmeade, sentado en un pequeño sillón que había conseguido en la sala de los menesteres; en esos momentos deseaba poder tomar una buena copa de Whisky de fuego pero si lo quería tendría que pedírselo a Lucius y la verdad no le apetencia en lo absoluto tener otro encuentro con el platinado.
Los libros que había podido conseguir no contenían información de gran relevancia pues estos sólo hablaban de los gira tiempos; sus limitaciones y que no se podía viajar años en el tiempo y obvio las repercusiones de intentar hacerlo.
Cerró el libro de un solo movimiento provocando un ruido un tanto exagerado, se llevó una de sus manos hasta su cara y masajeo sus ojos cansados. Parecía que tendría que recurrir al callejón knockturn y eso sería una proeza pues la siguiente salida a Hogsmeade sería dentro de un mes y medio y aún a su edad no podría usar la aparición pues aún no contaba con 17 años.
También estaba el tema de las cartas a Dumbledore en la única que le había hecho llegar le había mandado a investigar a cerca de los Horrocrux’s a esa fecha el viejo director ya debería de tener una idea de lo que voldemor tramaba, si es que había creído en lo escrito del pergamino y no lo había desechado pensando que era un disparate el viaje en el tiempo.
Necesitaba escribir otra carta pero esta sería mucho más peligrosa si llegase acabar en manos equivocadas. Aún no estaba del todo seguro en si seguir comunicándose con Dumbledore de esa manera, pero entre más lo pensaba no daba con otro medio sin ser descubierta su identidad.
En medio de sus pensamientos se levantó del sillón donde se encontraba y se dirigió a terminar sus pociones pendientes pues ya había transcurrido el tiempo necesario para su preparación, apagó el fuego y puso los calderos en la mesa para que se enfriarán todas ellas, mientras tanto él buscó las botellas adecuadas para cada una de ellas.
Cuando todo su trabajo estaba completo separó las pociones y dejó todo listo para ser entregadas el día de mañana.
Ya cuando estaba entrando en su sala común un niño de primer año se acercó a él con miedo pues su rostro no era el más amigable que se diga.
-Ho...Hola! -Su voz se entrecortaba
-¿Si?
-Eh...Bueno...Yo y m-mis amigos, mis amigos y yo nos preguntábamos si puedes enseñarnos el hechizo que usasteis ahora -Dijo muy rápido cerrando sus ojos en el trayecto.
Le parecía hilarante que le buscaran especialmente a él para enseñar algo.
-¿Qué hechizo? -Pregunto solo por presionar más al chiquillo
-Eh? -El niño abrió poco a poco sus ojos -Bueno... el que dejó a esos Gryffindor’s colgados en el aire -Al final sonrió con malicia.
-Puedo hacerlo pero no en este instante, me siento cansado y no estoy para ser su profesor privado -No espero a que le contestara y siguió caminando hacia su habitación.
El niño solo le había gritado un Gracias y que cuando tuviese tiempo les enseñara.
El solo elevó una de sus manos en forma de afirmación y esta fue tomada de manera sorpresiva por un chico de cabellera oscura como el.
-Reg
-Wow Sev, al parecer tienes nuevos fans -Rio el chico -Lástima que me perdí de ese maravilloso espectáculo, pagaría lo que fuera por ver a mi hermano colgado de los pies -Se soltó a reír
-No es para tanto -Minimizo el pocionista
-¿No es para tanto? -Habló escandalizado su amigo -Severus Snape por primera vez en la historia de este colegio desde que se hizo “famoso” el cuarteto de los merodeadores alguien les jugó una broma y les dejó en ridículo y tú me dices que no es para tanto -El chico le sostuvo de ambos brazo con ma fuerza de la normal y le vio igual tomar una gran bocanada de aire para luego gritar -¡Eso fue magistral!
Los pocos alumnos que se encontraban cerca de ellos voltearon a ver quién era el del escándalo y cuando se dieron cuenta que era el menor de los Black siguieron con sus cosas.
-Ok ok está bien, lo que tú digas pero ya deja de gritar -Le pidió luego se soltó y siguió caminando a sabiendas que el chico le seguiría.
Cuando entraron a su habitación Regulus se tiró a su cama sin subir los pies pues aún están con sus zapatos puestos. Él procedió a buscar la pijama que hasta hace poco había comprado, su amigo cuando percibo que ya estaba por desvestirse le dio la espalda para que tuviese privacidad.
-¿Por qué hasta ahora es que te defiendes de mi hermano y sus idiotas amigos? -Pregunto el menor.
Él sabía que esa pregunta había rondado por mucho tiempo la mente de sus amigos y que no la habían formulado solo por no ser entrometidos.
-Por qué hasta el verano pasado me he puesto a estudiar y practicar hechizos defensivos -Mintió
Reg no contestó y aunque estaba seguro que su amigo no se había convencido con su respuesta no seguiría con el mismo tema.
Ya cuando estaba cambiado y se lo había hecho saber a Reg, entablaron una entretenida conversación a cerca del incidente con los merodeadores pues su amigo se lo había perdido por estar escribiendo una carta a su madre.
-Sev ¿Ya pensaste a cerca del muggle? -Ese era un tema delicado el cual aún no quería tocar pues le recordaba del por qué estaba de nuevo allí.
-Si, pero aún no doy con una respuesta que me convenza.
-Mmm -Se quedaron callados por unos segundos -¿Lucius no te a hablado acerca de lo que ha estado haciendo? -Pregunto
-Un poco -Quería al menos tener ese año para adelantar su plan -Aunque la verdad no lo he dejado mucho que se diga.
-Mi madre cree que es un gran honor formar parte de su ejército -Su voz están un poco entusiasta -Y yo pienso igual; aunque al principio me sentí obligado, ahora veo claramente que si él hace lo que promete seríamos libres de esos muggles repugnantes y ya no tendríamos porque escondernos de nadie -Podía comprender la inocencia de Regulus pues aún era un niño de 15 años y este no había llegado a comprender del todo lo que significaba formar parte de una secta dirigida por un psicópata.
-Así que ya tomaste una decisión
-Si ya la tome -El chico estiró su cuerpo y se le escuchó como una parte de su cuerpo crujía -Bueno sabes que si no quisiera; aún así no tendría opción, así que mejor por las buenas -Termino por decir mientras trataba de contener un bostezo
-Piénsalo bien -El quería rogarle a su amigo que no se uniera a esa secta pero sabía que si trataba de hacerlo Regulus pediría explicaciones y él no podía revelarle todo así que solo trataría de persuadirlo lentamente de su decisión.
-Lo he pensado mucho, créeme -Su amigo se había sentado y tomado una de sus almohadas para abrazarla -Mi papá no estaba tan seguro, pues cree que ese mago puede tener muchas cosas escondidas a cerca de su descendencia -Y vaya que las tenía pues voldemor al igual que él era un mestizo -Pero mi madre le convenció que es un sangre pura descendiente del mismísimo Salazar Slytherin -Regulus había estado jugando con una pequeña hebra de hilo de una de las esquinas de la almohada -Cuando asistí a la primer reunión tengo que aceptar que no me agrado mucho, pero ahora ya lo he pensado bien y estoy de acuerdo en todo sus ideales.
Severus se mantuvo callado pues sabía como terminaría todo, solo esperaba que en esta ocasión lograra salvar a su amigo del desastroso final que le había tocado.
-Lucius ha tratado de hablarte de ello -¡Vaya! Que extraño que Reg interviniera de esa manera por el Platinado.
-Y en el peor momento, te comento -Pues al parecer el mayor encontraba normal que después de follar tratara que su amante se unirá a una secta.
-¿No te dio ni una taza de té? -Bromeó Regulus
-¡Ni si quiera eso! -Contestó él y luego de un segundo estallaron ambos en carcajadas.
-¡Pues que malos modales tiene el heredero Malfoy! -Dijo entre risas el menor.
-Dímelo a mí que tengo que soportarlo
-¡Oye! No solo tú lo soportas. Ha estado queriendo “Persuadirme” de que te convenza de lo que mejor te conviene
-Tú ignóralo -Termino de decir el pocionista
-Como si eso lo arreglara -Puso los ojos en blanco mientras lo decía -Es un narcisista de primera y no soporta ser ignorado
-Me pregunto ¿Por qué sigue en nuestro círculo? -Dijo con sarcasmo Severus
-Tú lo soportas porque es bueno en la cama -Rio el menor
-Cállate -Mientras lo decía le golpeaba en la cara con una almohada
-Oh vamos ¿En serio es tan bueno como dicen? -Pregunto con genuina curiosidad
-¿Por qué no vas y lo compruebas?
-¡Que asco! -Se sobresaltó el menor -Lucius es atractivo pero jamás me metería con el -Hizo una mueca
-Pues te quedarás con la duda
-Aún no comprendo del todo ¿Como es que te metiste con el? -Su amigo se había recostado de lado
-Me encontraba en mi peor momento y como sabrás él me apoyó desde segundo curso a pesar de no ser compañeros -Explicó el pocionista.
En segundo curso había pasado por muchos problemas, el acoso de los merodeadores había aumentado debido al estúpido rumor de su romance con Lily, su madre había sido internada en un hospital muggle por una golpiza del maldito de Tobías y para terminar en ese mismo año había descubierto que posiblemente era un mago fértil.
En el mundo mágico habían pocos casos registrados de magos fértiles; esto se debía al acoso que estos individuos sufrían al hacer pública su condición pues se les trataba como mercancía y eran prácticamente subastados a las mejores familias ya que se creía que estos magos podían dar a luz a bebés con gran poder mágico.
Y él al enterarse de esos detalles había optado por ocultar su condición; pero por un descuido Malfoy había descubierto que él poseía ese “don” y este en vez de hacer pública su condición y reclamarle como consorte había guardado su secreto. Y el a ver tal muestra de apoyo había empezado a ver al platinado bajo una nueva luz.
Ahora con sus años había comprendido las razones del platinado; a pesar de ser un mago fértil aún seguía siendo un mestizo y eso era algo que él sangre pura no podía dejar pasar.
-Aún así -Las palabras de Regulus le hicieron volver en si -Te mereces más -Termino por decir el menor
-Lo se -Fue su fría respuesta. Aún no comprendía muy bien como es que había caído de nuevo en las redes del platinado pues aún recordaba su determinación cuando los dos habían tenido esa conversación en el viaje de regreso a Hogwarts, estaba seguro que ya no sentía nada por Lucius y eso de haberse acostado con él había sido un gran error.
-¿Y tu cómo vas con tu grupo de fans? -Quizo cambiar de tema Severus
-Nadie me interesa -Fue su corta respuesta
-¿Ni esa chica con la que te vi un día de estos? -Severus había sonreído de forma maliciosa al decirlo pues su amigo en esa ocasión no se había percatado de su presencia.
El chico río por la expresión que Severus le había dedicado
-Ni ella -Dijo mientras cambia de poción en la cama, ahora se encontraba acostado boca arriba -Solo es una chica que daría lo que fuera por terminar emparentada con la familia Black
-Y su estatus social no lo permite -Finalizó el pocionista
-Exacto -Suspiro el menor -Mi madre jamás me dejara escoger mi pareja “mi mal gusto no le agrada” -Había levantado sus brazos y había hecho ceñas con sus dedos mientras decía lo último.
Severus se mantuvo en silencio.
Después de unos minutos en silencio la puerta de la habitación fue abierta y ambos chicos dirigieron su vista hacia ella.
En esta se encontraba Lucius Malfoy
Se avecinaba una exhaustiva charla.
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