-¿Lo ven?-
-Quédate quieto, Joey- lo reprendió Duke, arrebatándole la foto de la mano a Joey -no podemos ver nada contigo agitándote así. Ahora, ¿adónde estamos mirando?-
Joey se quedó inmóvil el tiempo suficiente para que Tea y Duke vieran exactamente lo que intentaba mostrarles -¡Ahí!- señaló emocionado -¿Lo ven?-
-¿Un ojo?- Tea preguntó -¿Qué pasa con eso?-
-El Ojo de Horus- aclaró Joey -Esto fue en la tercera casa consecutiva de Egipto donde se encontraron esos traficantes de personas y es el mismo ojo que Yugi tiene en el Rompecabezas-
Duke no compartía el entusiasmo de Joey. Le devolvió la foto -¿No es esa una imagen común en Egipto? Tal vez el grupo que hizo esto lo eligió como su símbolo-
-¿Hiciste algún seguimiento con las historias?-
-No hemos tenido tiempo exactamente- Tea se exasperó -tengo una actuación en tres días y Duke está casi listo para lanzar un nuevo juego-
Joey dejó la foto, la emoción desapareció y fue reemplazada por seriedad. Se reclinó en su asiento, poniendo su cara de negocios -Se han difundido rumores de que estos eran los Magos de las Sombras. Ningún grupo se ha presentado para reclamar el crédito. Todo lo que he leído y escuchado sobre estos... criminales... se quedaron en el mismo tipo de estado en el que estaba Mai durante Battle City-
-¿Crees que alguien con la Vara del Milenio es responsable?- preguntó Tea con escepticismo.
Se había vuelto mucho más escéptica en los últimos años, aunque nadie podía culparla. Perder abruptamente a un amigo cercano y a la persona que te gusta puede ser difícil para una persona, especialmente cuando todas las señales apuntan a que se ha ido para siempre. Eso no quería decir que ya no tuviera esperanza, solo era mucho más cuidadosa con el lugar donde la colocaba.
-O el Anillo. Hemos visto lo que puede hacer el Anillo del Milenio; es tan malo como la Vara-
Tea se quedó pensativa por un momento antes de admitir con vacilación -Si esto tiene algo que ver con los artículos del milenio, en realidad podría tener pistas que nos lleven a Yugi-
Joey asintió con firmeza, contento de que ella pudiera ver el tren de pensamiento -Hablé con Odion y está de acuerdo. No está convencido de que esto lleve alguna parte, pero tiene esperanzas. Es la primera pista real que hemos encontrado que promete respuestas. No podemos ignorar esto-
-Tampoco podemos irnos corriendo a Egipto, Joey- argumentó Tea.
-No de inmediato, en todo caso- agregó Duke, lanzando una mirada a Tea –Sin embargo, nuestros dos horarios están libres este verano, ¿tal vez entonces?-
Joey no parecía feliz por tener que esperar tanto, a pesar de que solo faltaban un par de meses para el verano, pero accedió de mala gana. Esto al menos le daría a Odion más tiempo para investigar un poco. Sería fundamental en la creación de su plan, ya que conocía mejor a Egipto.
-¿No tienes un gran duelo por venir?- Tea cambió de tema. Sabía que tenía que hacerlo o Joey se obsesionaría con esto hasta el punto de una obsesión enfermiza -¿Es una exhibición o un torneo? Parece que nunca puedo llevar la cuenta-
-Ambos- respondió Joey -Kaiba Corp está organizando un torneo para principiantes y estoy jugando un duelo de exhibición contra el ganador del último torneo para comenzar y otro para terminarlo. El ganador del torneo recibe un paquete de refuerzo personalizado para su mazo-
-Eso es muy inteligente- felicitó Duke -¿Cuántas personas se han registrado?-
-Mokuba lo sabe con certeza, pero creo que son alrededor de 50 o más. El torneo solo debería durar unos días, comenzando justo después de que regrese-
Tea parecía incómoda en esa línea de tiempo -Eso no te da mucho tiempo para prepararte. Habría entendido si hubieras dicho que no podías hacerlo-
-Tea, no me he perdido ninguna de tus actuaciones todavía, y me niego a perderme esta. Tristan es igual-
-Hablando de eso, ¿cuándo llegará aquí?- preguntó Duke, mirando el reloj.
-No hasta mañana- aseguró Joey -tenía que ocuparse de algunas cosas antes de irse. A diferencia de mí, no puede llevarse su trabajo con él. Sin embargo, Mai llega más tarde esta noche-
-¿Oh?- Duke preguntó con una sonrisa traviesa -Entonces, las cosas deben ir bien entre ustedes-
-Mucho- sonrió Joey -si las cosas siguen yendo como están, luego de que me gradúe el año que viene tengo la intención de preguntarle…-
Fue interrumpido por el fuerte chillido de emoción de Tea seguido de un abrazo sofocante. Joey miró a Duke con impotencia. Duke se encogió de hombros a cambio; no había forma de ayudar a Joey hasta que Tea decidiera liberarlo ella misma.
-El Rey de los Juegos y la Reina Arpía, ¿eh?- Duke sonrió La prensa tendrá un día de campo con eso-
Tea finalmente dejó ir a Joey, restableciendo la circulación en sus brazos, pero su expresión no decayó.
-Ya lo hacen- Joey rodo los ojos.
-¡Tienes que contarme todo!-
-¡ISHIZU!-
Todos los que estaban dentro de la distancia auditiva se estremecieron ante el tono de Yami. Era claramente obvio que no está feliz, pero nunca antes había sonado tan enojado, ni siquiera después del incidente en la ciudad.
Ishizu parecía sorprendida y un poco preocupada mientras se apresuraba a obedecer la llamada en la sala de seguridad. Yami se sentó en la silla de Seto, reclamándola como un trono temporal –Faraón- se arrodilló e inclinó la cabeza. Ella no estaba tomando ningún riesgo con respeto.
Yugi flotaba en el fondo mientras Yami se volvía hacia el vidente con una expresión atronadora. Los demás se reunieron justo afuera de la puerta, preguntándose por qué diablos estaba Yami tan molesto -¿Sabías que nuestros amigos planean venir a Egipto con Odion como su guía?-
Bueno, eso lo explicaba. Tanto él como Yugi deben haber estado hablando con sus amigos a través de las Sombras. Tanto por asumir que estaban a salvo después de tres años...
-Si mi señor-
-¿Y sabes que la causa es que el Ojo de Horus queda en cada casa que limpiamos?-
-Si mi señor-
-Sin embargo, ¿fuiste tú quien nos aconsejó que marcáramos cada casa con el ojo?-
-Si mi señor-
-También fuiste quien nos dijo que debemos pasar a la clandestinidad y permanecer ocultos del mundo. Que debemos dejar a nuestros amigos y familiares por el resto de sus vidas porque nunca podrían saber lo que estábamos haciendo-
-Si mi señor-
-Entonces, ¿por qué nos aconsejaste que tomáramos las acciones que pondrían en riesgo nuestra exposición?- Yami le gruñó -Necesito confiar en mi corte y en los consejos que me dan. Cuando me aconsejas que tome medidas que nos amenazan a todos, ya no puedo confiar en ti para mantenernos a todos a salvo-
El rostro de Ishizu estaba horrorizada. Sabía que estaba dentro del poder del Faraón expulsarla de la Corte de las Sombras si la encontraba indigna. Las Sombras podrían resistir algunos, pero al final se inclinarían ante la voluntad del Faraón.
Malik intentó avanzar, probablemente en defensa de su hermana, pero el brazo de Seto lo detuvo. Miró enojado al sacerdote, listo para darle una paliza verbal, solo para ver que la mirada de Seto se clavaba firmemente en el faraón.
-Espera- murmuró Seto -si corres allí ahora, te verás atrapado en esto y terminarás en tantos problemas como Ishizu. No te preocupes, Yugi no dejará que Yami haga nada de lo que se arrepienta-
Malik miró nerviosamente a su hermana y al rey furioso. Vio la mirada ligeramente desenfocada en los ojos de Yami que era la señal reveladora de que estaba hablando con Yugi a través del vínculo. Era una señal difícil de detectar, pero estar cerca de dos grupos de yamis y hikaris les permitía a todos perfeccionar constantemente esa habilidad. Decidió esperar hasta que se pronunciara el veredicto final antes de precipitarse.
El rostro de Yami se aclaró, aunque su expresión no se suavizó mientras esperaba que Ishizu hablara. Cuando no lo hizo, Yugi fue quien la incitó -¿Ishizu?-
Eso pareció sacar a Ishizu de su estado de aturdimiento -Mi señor, sí, es cierto que te aconsejé que dejaras el Ojo de Horus en la casa de cada traficante y que también sabía que atraería el interés de los que dejamos atrás, pero debes saber que nunca te traicionaria a ti ni a esta corte!-
-Entonces explícate-
Ishizu respiró hondo -Sabía que era solo cuestión de tiempo antes de que tus amigos vinieran a Egipto. No le tomaría mucho a Odion volver a la búsqueda si él también pensaba que estábamos aquí. Hemos tenido suerte de que este sea un lugar tan obvio que nadie se ha molestado en buscar muy detenidamente. Sin embargo, si tuviéramos que controlar cuándo llegarían a Egipto y en qué circunstancias, podríamos asegurarnos de que no encontrarían nada-
-Queras decir que si fueras a controlar todo- corrigió Yami, viendo a Ishizu estremecerse -Hemos tenido una conversación sobre tus hábitos presuntuosos antes, y pensé que habían sido rectificados. Claramente estaba equivocado-
-Yo nunca quise…-
-¡Pero sucedió!- Yami cortó enojado -Sigues tomando decisiones que van en contra de este tribunal y en mi contra-
-Deberías habérnoslo dicho, Ishizu- dijo Yugi en voz baja -El Ojo de Horus puede ayudar a que crezca nuestra leyenda, pero nunca hubiéramos estado de acuerdo si nos pusiera a todos en esta situación-
-¡Es exactamente por eso que no te lo dije!- Ishizu miró hacia arriba con seriedad -Si hubieran esperado hasta más tarde, los riesgos habrían sido mayores-
-Y en lugar de explicarnos esto, decidiste controlar las cosas tú misma reteniendo información. Hace muchos meses, trataste de acusar a Bakura de traición por nada más que un intento equivocado de mantenernos a todos a salvo. Ahora te declaro culpable del mismo crimen. ¿Debería juzgarte como fuiste tan rápida en juzgarlo?-
Los magos espectadores estallaron en jadeos. Yami no estaba conteniendo nada, parecía listo para juzgar a la mujer frente a él. La cabeza de Ishizu se inclinó aún más en señal de derrota, sometiéndose por completo a la voluntad del faraón.
-Las Sombras no quieren que te echen de la corte y, francamente, yo tampoco, pero aun así me has traicionado y eso es algo que no se puede rectificar fácilmente. Nunca volverás a retener otra visión. Si hay alguno más que no me hayas contado, ahora sería el momento. Tu castigo se decidir después-
Ishizu vaciló -... No todas mis visiones tienen sentido. Algunas están incompletas o sin sentido. Otras involucran a personas que aún no reconozco. No son relevantes para nosotros-
-Compártelos de todos modos. Yo decidiré si son relevantes o no-
(2 meses más tarde)
Odion paseaba nervioso por la pista, rodeado de personal de seguridad. La seguridad pertenecía a Kaiba Corp, allí por orden de Mokuba para dar la bienvenida al grupo y cuidar el avión hasta su regreso. Joey lo había convencido de que el Ojo de Horus dejado en las guaridas de los traficantes era una pista sólida para encontrar a su hermano. Cuando se dio la noticia por primera vez, no se había registrado como una pista simplemente porque vio esa imagen en todas partes.
Finalmente, el pequeño jet privado de Kaiba Corp se detuvo donde él estaba esperando y salieron tres personas, vestidas más para unas vacaciones en la playa que para una excursión por el desierto. Odion sonrió para sí mismo, pensando que la ropa tendría que ser la primera prioridad antes de emprender su búsqueda.
-Bienvenidos a Egipto- los saludó Odion.
-Gracias, aunque desearía que Joey hubiera elegido un momento que no fuera la mitad del verano para venir aquí- dijo Tristan, lanzando una mirada afable al rubio.
-Es Egipto, amigo- le disparó Joey -siempre hace calor-
-En realidad, ha sido un verano bastante templado hasta ahora- comentó Odion -pero, de nuevo, pensé que Japón era frío-
-¿Frío?- Tea preguntó, abanicándose con la mano -¡Esa fue una primavera cálida!-
-Escuché eso- sonrió Odion, haciéndoles un gesto para que lo siguieran mientras los guiaba hacia un automóvil que esperaba, bueno, una limusina, pero eso era solo semántica. Kaiba Corp aparentemente se negó a permitir que el Rey de los Juegos viajara en algo menos que lujo -Aprecio todos sus esfuerzos para encontrar a mis hermanos, por más indirectamente que sea. Tengo la extraña sensación de que Malik e Ishizu son la causa raíz de esto-
-No me sorprendería- se burló Joey -por lo que tengo entiendo, fue Ishizu quien puso en movimiento toda Battle City-
La sonrisa de Odion se convirtió en una mueca. Sabía lo astuta que podía ser su hermana –Ella me dijo que simplemente le mencionó la idea de coleccionar las cartas de dioses al Sr. Kaiba y él hizo todo lo demás-
El chofer les abrió la puerta, dejando escapar una ola de aire frío y refrescante. Tristan y Tea subieron primero, seguidos más despacio por Joey y finalmente Odion, que se había detenido para dar instrucciones al conductor. Una vez que todos estuvieron ubicados, la limusina comenzó a alejarse.
-¿Por dónde empezamos?- Tristan preguntó, emocionado viendo los edificios pasar -¿Las pirámides? ¿El Valle de los Reyes?-
-De compras- respondió Odion -Necesitamos comprarles ropa más adecuada para el desierto-
Los magos se abrieron paso a través del desierto vestidos con túnicas ligeras y holgadas y capuchas para protegerse del sol abrasador y ocultarse de cualquier persona con la que pudieran cruzarse. Ishizu les había asegurado que no habría posibilidad de encontrarse con Joey, Tristan, Tea y Odion, y era poco probable que se encontraran con otra persona tan tarde en el verano, pero se sabía que otras ruinas eran escondites para ladrones y criminales, y no querían correr ese riesgo.
Yami había insistido en estar fuera de casa durante la estancia de sus amigos en Egipto. Los riesgos y las tentaciones eran demasiado altos. Ishizu, de manera predecible y frustrante, ya había planeado el evento y ahora estaban recorriendo los sitios antiguos. Su gira por Egipto estaba llegando a su fin ahora que sus amigos estaban abordando su avión esta noche, sin nueva información. Ishizu había asegurado que ahora ya no buscarían en Egipto, lo que trajo consuelo y decepción a Yugi y a Yami.
Yami todavía estaba furioso con el vidente por toda la cadena de eventos, pero la furia había disminuido con cada conjunto de ruinas que visitaban. Ahora, estaba claro que había guardado lo mejor para el final de su gira y Yami sintió que la mayor parte de su frustración se desvanecía cuando vieron su destino. Maldita sea esa mujer.
Los magos ahora están vislumbrando por primera vez lo que solían ser los majestuosos muros del palacio de Yami.
Las ruinas estaban más intactas de lo que Yami esperaba. Pensó que todo lo que quedaría serían tal vez algunas piedras y un contorno de dónde estaban las paredes. Aunque ciertamente no era lo que alguna vez fue, gran parte de las paredes seguían en pie, al igual que las escaleras a los niveles superiores. Era un poco extraño que no quedara nada del pueblo que una vez lo había rodeado, ojalá hubiera sucedido después de haber sido abandonado.
Yami pasó su mano con reverencia sobre la piedra erosionada que alguna vez estuvo como las poderosas puertas del palacio. Los jeroglíficos cubrían las paredes interiores, pero estaban tan descoloridos que era difícil decir que estaban allí. Una parte de él estaba decepcionado; había esperado que algo aquí al menos le pareciera familiar, pero se sentía tan extraño como cualquier otra cosa.
Podía sentir los restos de la magia de las Sombras persistiendo en las ruinas y se preguntó si esa era la razón por la que habían podido permanecer en pie durante tanto tiempo.
-Esta fue la envidia de todos los reinos en su tiempo-
Yami se volvió para mirar a Bakura, que se había detenido con los otros magos en la entrada. El Faraón sintió una punzada de celos hacia el ladrón; al menos podía recordar el Antiguo Egipto en lugar de tener que armar una imagen a partir de las historias que se contaban al respecto.
-Las paredes contaban las historias de los dioses- Bakura continuó dando un paso y señalando los jeroglíficos descoloridos -Y la historia de los reyes. La sala del trono estaba cubierta de oro. Reflejaba tanta luz de las antorchas que era como si el sol estuviera en la misma habitación. Los mejores tesoros fueron enterrados con los faraones, pero este palacio no tenía escasez-
Yami parecía incapaz de formar palabras, abrumado desde el momento en que las ruinas aparecieron a la vista.
-Suena hermoso- comentó Yugi en su lugar.
-Lo fue. Vamos- le dijo Bakura a Yami -te mostraré dónde estaba la sala del trono-
Con solo una mirada para asegurarse de que Yami lo seguiría, Bakura comenzó a liderar el camino a través de pasillos desgastados y rotos que dejaban entrar más luz de la que dejaban pasar. Yugi caminó cerca de Yami, ofreciéndole su apoyo.
Para un extraño, parecería que Yami simplemente estaba alerta, posiblemente en guardia por los asaltantes o forajidos a los que les gustaba refugiarse en muchas de las ruinas. Solo los magos podían decir cuánto esfuerzo le costó poner un pie delante del otro, los ojos de rubí se movían constantemente debajo de su capucha en busca de algo que le fuera familiar. Incluso entonces, solo Yugi sabía exactamente qué tan profunda era la ansiedad que se apoderaba de su yami.
La sala del trono parecía ser una de las partes más deterioradas del palacio. El techo había desaparecido por completo, abriéndolo a los elementos y cualquier cosa que pudiera significar esto ya que la sala del trono había desaparecido. Si los arqueólogos hubieran encontrado este lugar, podrían haberlo confundido fácilmente con uno de los jardines.
Continuaron por todo el palacio, Bakura actuando como su guía turístico para el beneficio de Yami. Nadie cuestionó cómo sabía dónde estaba todo y qué aspecto tenía, asumiendo que había estado en el palacio varias veces como ladrón. Yami no dijo una palabra en todo el viaje, se concentró por completo en las palabras e historias de Bakura mientras sus ojos absorbían las vistas ante él.
Cuando finalmente regresaron a casa esa noche, la cabeza de Yami estaba nadando con las vistas y las historias que le contaron hoy. Tenía una imagen más clara de cómo era probablemente su pasado, lo que le trajo un poco de consuelo. Al menos por ahora podía imaginar cómo era crecer en el palacio y ayudaba hasta que recuperara sus recuerdos.