-Deja de verte tan sombrío, Joey- lo regañó Tristan -cualquiera pensaría que no quieres casarte-
-Por supuesto que sí- se defendió rápidamente Joey -solo esperaba...-
-Que Yugi estaría aquí- finalizó Tristan en voz baja -Lo sé-
Se hizo el silencio entre ellos mientras Joey continuaba anudándose la corbata. El traje negro era menos incómodo de lo que era antes. Los años trabajando en Kaiba Corp realmente lo habían cambiado. Tenía suerte de tener el trabajo, pero sabía que no habría sucedido si Yugi y Kaiba no se hubieran ido. De alguna manera, su desaparición fue una bendición retorcida, pero Joey regresaría en un abrir y cerrar de ojos.
Bueno, tal vez no todo. Esta emocionado de estar aquí hoy; a punto de casarse con Mai, con Tristan su mejor hombre y Duke como padrino de boda. Si tuviera que cambiar algo de hoy, sería que Yugi también estaría a su lado.
-Entonces, ¿adónde van Mai y tú en su luna de miel?- Tristan cambió de tema mientras tomaba el lugar de Joey frente al espejo alisando su propia corbata -Y te juro que si dices algo cliché, como París o Hawái , te daré un puñetazo-
-Ella quiere ir a África- respondió Joey con una sonrisa irónica.
-¿Egipto no?- Tristan lo miró con incredulidad -No vas a pasar tu luna de miel siguiendo un callejón sin salida-
-Fue idea de ella- se defendió Joey -Yugi tiene, o tenía, conexiones con Egipto, tal vez encontremos algo que nos perdimos antes. Además, estamos recorriendo muchos países por allá. Haremos algunas cosas turísticas tradicionales-
-Será mejor- amenazó Tristan -Espero fotos turísticas cuando regreses-
-Y aquí estaba yo esperando que pidieras un souvenirs-
-Eso es un hecho- sonrió Tristan -ahora tienes dinero, espero algo bueno-
Joey le dio un puñetazo en el hombro en broma -Solo por eso vas a recibir un llavero del aeropuerto-
-Te daré una lista de regalos aceptables antes de que termine el día-
-Y me aseguraré de conseguir todo lo que le ponga. Probablemente se los daré a Tea y reemplazaré tus regalos con mosquitos plagados de malaria. Estás al día con tus vacunas, ¿verdad?-
-Por qué tú…!-
Tristan saltó sobre Joey y los dos cayeron al suelo, luchando como en los viejos tiempos. Eso fue hasta que Joey clamó piedad por el bien de su traje y Tristan se echó atrás. Los dos se sentaron y se arreglaron la ropa y el cabello, los nervios se recuperaron. En menos de una hora, estaría caminando por ese pasillo.
-Si... si por casualidad encuentras a Yugi- Tristen rompió el silencio vacilante -¿Tienes alguna idea de lo que le dirás?-
-No lo sé- Joey suspiró y bajó la cabeza -lo he pensado mucho y supongo que depende de las circunstancias. ¿Fue secuestrado? ¿Fue solo? ¿Por qué lo hiso? Tengo una lista de preguntas-
-¿Qué pasa si vuelve a correr? No hay garantía de que quiera volver, o incluso hablar con nosotros de nuevo-
Joey soltó una risita seca y sin humor mientras miraba a su amigo -Como si Mai le dejara hacer algo diferente. Estoy contigo en todo el asunto de 'perseguir un callejón sin salida', pero ella está decidida. No quiero dejar de buscar, simplemente no creo que Egipto sea el lugar para hacerlo. Parece demasiado obvio en realidad. Si por algún milagro lo encontramos, estoy seguro de que Mai no haría nada menos que meterlo en su equipaje para asegurarse de que regrese a casa-
-Un gran recuerdo- sonrió Tristan.
Un golpe en la puerta los interrumpió, devolviéndolos a la realidad. Mientras Tristan iba a contestar, Joey se pasó las manos nerviosamente por el pelo. A pesar de toda su charla y todos sus sueños, en realidad se iba a casar con Mai Valentine.
Tristan abrió la puerta con cuidado, comprobando quién estaba del otro lado antes de abrirla más ampliamente para dejar entrar a Tea. Había ofrecido su propio equipo de seguridad voluntario para la boda, pero aprendieron que nunca se puede ser demasiado cuidadoso cuando se trata del Rey de Juegos.
Apenas la semana pasada, una entusiasta fan le había confesado su amor eterno, y cuando Joey la rechazó, ella comenzó a despotricar y delirar sobre cómo Mai solo lo amaba por su dinero y posición y cómo lo amaba por todo lo demás. Luego se aferró a su brazo y se negó a soltarlo. Se necesitó un equipo de cuatro hombres para separarla y encontraron algunos artículos preocupantes en ella cuando la registraron y la detuvieron. Es decir, un artículo que identificó como una "pasión de amor" y estaba convencida de que si podía hacer que Joey lo bebiera, él se enamoraría de ella.
-¿Estás listo?- preguntó Tea, notando su cabello desordenado e inmediatamente comenzó a peinarlo.
-Tan listo como nunca lo estaré, supongo. ¿Cómo está Mai?-
-Ansiosa. Nerviosa. Emocionada de verte-
-Oh. Bien. Pensé que era solo yo-
-¿Quién hubiera pensado que serías el primero de nosotros en casarse?- bromeó Tea, rindiéndose con el cabello de Joey. No se iba a comportar, no después de que Joey ya lo había estropeado tanto.
-No te quedas atrás- le recordó Joey, señalando el anillo brillante en su dedo.
Mientras Tea había estado en Estados Unidos, ella y Duke se habían acercado a través de todo el tiempo que pasaron juntos y hace solo un par de meses, Duke le había propuesto matrimonio. Incluso se había mudado a Japón de forma permanente para que Tea pudiera trabajar en relaciones públicas para Kaiba Corp. Se iban a casar por estas fechas el próximo año.
-Supongo que será mejor que me suba a la pelota- bromeó Tristan -odiaría ser el extraño-
-Serenity se está impacientando-
-Cuando la invité a salir por primera vez, amenazaste con matarme. Ahora me estás diciendo que me case con ella. ¡Decídete!-
-Sí, bueno, me amenazó con... hacer cosas... si no me mantengo fuera de su vida amorosa- Joey se estremeció al recordar las amenazas creativas de las que no sabía que su dulce hermana era capaz -Ella también involucró a Mai, así que no había forma de que ganara ningún tipo de batalla allí. Solo espero que nunca la hagas enojar-
-Siempre son los callados- bromeó Tristan.
-¿Qué fue eso?-
Tristan y Joey se sobresaltaron mientras Tea reprimía una risita en su mano. Serenity se paró inocentemente detrás del hombro de Tristan, habiéndose acercado sigilosamente a ellos durante su conversación.
-¡No hagas eso!- Joey gritó -¿Estás tratando de provocarme un infarto el día de mi boda?-
-¿Tú? Nunca- Serenity levantó las cejas -Tristan por otro lado...-
-¿Lo siento?- Tristan lo intentó, alejándose con cuidado.
-Lo estarás- prometió Serenity, sin dejar de sonreír -Pero por ahora, Mai me envió a después de tea. Olvidaste lo que se suponía que debías entregar-
Serenity le entregó a Joey un papel cuidadosamente doblado y tomó otro de la cómoda -¿Supongo que has terminado con eso?- ella lo agitó delante de él.
La acción pasó desapercibida para la persona a la que se dirigía, ya que sus ojos estaban fijos en la carta que tiene delante.
-Terminó- respondió Tristan en su lugar, guiando a las dos chicas hacia la puerta -Vuelvan con Mai. Nos vemos pronto-
-¿Terminó?-
Serenity entregó alegremente la carta. Mai lo tomó, concentrándose en evitar que su mano temblara. Se preguntó si Joey había puesto tanto corazón en su carta como ella en la suya.
-Joey tenía la misma mirada en su rostro- dijo Serenity -Lo que sea que te preocupe, estoy segura de que ambos están en la misma página-
Mai le dirigió una sonrisa agradecida y abrió la carta de Joey.
Mai,
Traté de hacer esto bien y ser súper romántico y esas cosas, pero fracasé miserablemente. No soy yo. Pensé que preferirías leer mis palabras en lugar de algo que sonaba como si alguien más lo hubiera escrito.
Te he extrañado como loco todo el día. Siempre nos hemos enfrentado a cosas importantes juntos, por lo que no poder verte antes de lo que podría decirse que es el día más importante de nuestras vidas es casi como una pesadilla. Prefiero enfrentarme a Marik mil veces más que tener que pasar un día más separado de ti. Afortunadamente, no tendré que hacer eso después de hoy. Todavía me cuesta creer que hayas dicho 'sí'.
Tú y yo hacemos un gran equipo y lo que sea que la vida nos depare, mientras estemos juntos, podemos enfrentarlo de frente. Te amo, Mai Valentine, y nada cambiará eso. Te veré pronto (seré el que esté de pie al lado del sacerdote).
Te Ama,
joey
Mai sonrió ante la carta de Joey. Puede que no sea lo más elocuente del planeta, pero era puro Joey. Tristan y Duke tampoco le habían dejado retorcerse para dejar de escribirlo a mano. La letra de Joey había mejorado desde que ahora tenía un trabajo que requería que pudiera leer sus propias notas, pero todavía estaba solo un paso por encima de los garabatos.
-Te lo dije- Serenity le sonrió a su futura cuñada cuando notó que había terminado de leer.
Mai se dio la vuelta para envolver a la mujer más pequeña en un abrazo -Sabes, cuando era una niña, nunca hubiera soñado que mi vida resultaría de esta manera, pero nunca he estado más feliz de que mi vida se desvíe de mis sueños. No podría pedir una mejor esposo, hermana o amigos- incluyó a Tea en su abrazo -Ustedes son los mejores y nos han apoyado tanto a Joey como a mí. Gracias-
-Rara vez he visto a Joey tan feliz como cuando está contigo- dijo Serenity -Nos has ayudado mucho a los dos-
-Espero no volverme tan cursi el día de mi boda- se rio Tea, lo que provocó que las otras dos mujeres se unieran a ella.
-Tea, reina de la amistad y de los discursos morales, ¿no te pones cursi? El mundo llegará a su fin- bromeó Mai.
Una música tenue comenzó a flotar en la habitación, instantáneamente tranquilizando a los tres. La boda estaba comenzando y Mai estaría caminando por el pasillo en solo un par de minutos. Mai sintió que los nervios le volvían. Quería casarse con Joey, de eso no había duda, pero empezaba a darse cuenta de cuánta gente había allí.
Serenity, siempre dispuesta a estar tranquila y serena, simplemente arregló el vestido y el velo de Mai -Solo es Joey el que está arriba. Vas a casarte-