-Intentémoslo de nuevo- animó Yugi.
La semana pasada, él y Yami siguieron con el ritual y ahora estaban trabajando para separarse fuera de las Sombras. Se necesitaba mucha concentración, como había sospechado Yami, pero a partir de ahora podían durar una buena hora siempre que pudieran mantener la concentración. Ni siquiera tomó su concentración total ya que Yugi había logrado hacer algunas tareas sin sentido mientras mantenían la forma de Yami, pero aún así tomó bastante.
Actualmente estaban tratando de encajar en unas pocas horas de práctica en un techo abandonado antes de tener que reunirse con sus amigos esa noche. El festival de verano había llegado y el grupo estaba emocionado de ir y pasar el rato en el ambiente festivo.
"¿Estás seguro de que estás bien para seguir?" Preguntó Yami. Además de concentrarse, también resultaba agotador, ya que el proceso utilizaba su propia energía como combustible.
"Estoy bien" aseguró Yugi "puedo durar mucho más ahora que cuando empezamos"
"Está bien entonces" respondió Yami con una ligera risa.
Los dos comenzaron de nuevo, enfocándose en moldear las Sombras en la forma de Yami. Solo tomó un minuto hacerlo y pronto Yugi y Yami se estaban mirando a través de sus propios ojos, no en sus habitaciones del alma, no en las Sombras, y no con uno de ellos incorpóreo. Yami todavía no pudo evitar la oleada de emoción cuando descubrió que podía interactuar físicamente con su hikari y los objetos a su alrededor con su propia forma. Eran casi idénticos, aunque Yami era más alto y en lugar de compartir los ojos violetas de su hikari como solía hacer, los suyos eran de color rojo sangre.
-¡Qué demonios!-
El repentino estallido rompió la concentración de Yugi y Yami. Yugi saltó y se dio la vuelta mientras Yami volvía a su forma espiritual. Kaiba se quedó allí de pie con una mirada de horror antes de dominar sus rasgos.
-Debo estar viendo cosas- decidió -No podría haber sido dos de ti-
-¿Kaiba?- Yugi cuestionó, ignorando la declaración de Kaiba -¿Qué estás haciendo aquí?-
-Vine a hablarte sobre un duelo de exhibición para una nueva inauguración de Kaiba Land- explicó el CEO, decidiendo ignorar cualquier acontecimiento extraño con el que se haya encontrado.
-Mira- Yugi dijo nerviosamente -Ahora realmente no es el mejor momento para mí. Tengo muchas cosas que hacer...-
-Eso es lo que dijeron tus amigos cuando les pregunté dónde estabas- respondió Seto con ligereza, -No me lo creo. ¿Qué se necesita para que te enfrentes a mí?-
-Yo no...- comenzó Yugi, pero se detuvo en seco cuando notó que la luz provenía de su bolso. El que contenía los Artículos del Milenio. Haciendo caso omiso de su actual compañía, se acercó y buscó hasta que encontró al culpable. Fue la Vara del Milenio.
"Tu crees...?" Yugi no terminó la pregunta. Sabía que Yami estaba pensando lo mismo.
"Si es así, el destino es cruel" respondió "Primero Bakura y ahora Kaiba"
"Él nunca aceptará esto" dijo Yugi "Es demasiado terco para admitirlo"
Yami se quedó en silencio por un momento, mirando hacia atrás a Kaiba, quien parecía claramente molesto por haber sido rechazado de esa manera "Pueda que tenga una idea" dijo "déjame hacerme cargo un rato"
Yami agarró la vara y se dirigió hacia donde está esperando el multimillonario -Me batiré en duelo en tu lucha de exhibición, Kaiba, si haces algo por mí-
-Será mejor que no tenga nada que ver con la magia o cualquiera de esas cosas- rezongo Kaiba, mirando al Vara con cuidado.
Yami le tendió la Vara y se la ofreció -Los Artículos se están impacientando y están eligiendo nuevos dueños. La Vara reaccionó en tu presencia, quiero ver si te ha elegido a ti-
-¿De verdad esperas que crea todo esto?- dijo Kaiba -¡Esto es un chantaje!-
-No- argumentó Yami bruscamente -el chantaje es lastimar a mi abuelo y no dejar que se vaya hasta que me enfrente a ti. El chantaje es amenazar con suicidarte si declaro un ataque. Esto es cambiar un favor por otro. Todo lo que tienes que hacer es agarrarlo y ver cómo reacciona. Has esto, independientemente del resultado, y me batiré a duelo en tus duelos de exhibición por los próximos tres parques que abras-
Los ojos de Kaiba estaban muy abiertos ante las implicaciones que Yami había propuesto. Ni en un millón de años se dejaría explotar así, sin importar el precio. En el mundo de los negocios, los lobos corporativos se comían vivos a los tontos que proponían acuerdos como ese. Kaiba sabía que Yami no era tonto, lo que le hizo preguntarse qué estaba pasando por la cabeza de su rival.
Yami vio como Kaiba procesaba lo que dijo. Sí, puede que se haya condenado a sí mismo a ser una herramienta para la Corporación Kaiba por un tiempo, pero si Kaiba fue a quien eligió la Vara, entonces valdría la pena -Eres taimado- dijo Yugi, mirando desde la línea lateral -¿Crees que lo haga?-
"¿Que tiene que perder?" Yami preguntó "Dice que no cree en la magia, así que esta debería ser una decisión fácil para él"
"Entonces, ¿por qué está dudando?" replicó Yugi. Efectivamente, Kaiba tenía el brazo extendido, claramente con la intención de agarrar la Vara, pero se detuvo a mitad de camino.
"Porque tiene miedo de lo que sucederá si se equivoca"
Yami miró a Kaiba con determinación. Después de un largo minuto, la resolución de Kaiba finalmente se solidificó y se apoderó de la Vara en un movimiento fluido. Luces y sombras bailaron alrededor del CEO en el momento en que tocó el artículo. Como nunca antes habían presenciado esto, Yugi y Yami observaron con asombro cómo la luz y la sombra parecían fusionarse y envolverse alrededor de Kaiba.
Cuando las luces se apagaron, Kaiba parecía visiblemente conmocionado. Kaiba tardó unos minutos en recuperar la compostura y, cuando lo hizo, su reacción no sorprendió a Yugi ni a Yami.
-¿Qué demonios fue eso?- gruñó -¿Hiciste algún tipo de espectáculo de luces o algo así? ¡¿Tienes la intención de burlarte de mí?!-
Yami se mantuvo sereno -No pretendo nada. No puedes negar que no ha pasado nada, o que permaneces sin cambios. Mira dentro de ti y encontrarás un nuevo poder que acaba de despertar-
-¡No existe tal cosa como la magia!- Kaiba gruñó. Como para contradecir esa declaración, la Vara se activó repentinamente, liberando un estallido de Magia de las Sombras con la misma intensidad que la declaración de Kaiba.
Yami apenas logró apartarse a tiempo y se quedó mirando conmocionado el pequeño cráter que la explosión había dejado en la pared detrás de él. Kaiba dejó caer la Vara como si lo hubiera quemado y retrocedió rápidamente.
-Un mal funcionamiento con lo que sea que haya en esa cosa- señaló la Vara -y un pequeño explosivo en la pared-
Yami casi resopló si la situación no fuera tan grave, podría haberlo hecho. Solo Kaiba crearía un escenario tan ridículo para sentirse mejor. Estaba al borde de la creencia y Yami tenía que ser quien lo empujara. La vara claramente había aceptado a Kaiba como su portador y si Kaiba descuidaba sus deberes, lo consumiría.
-¿De verdad me consideras tan deshonesto?- Yami en cambio preguntó con tristeza.
Kaiba lo consideró por un minuto. Yami sabía lo que pasaba por su mente: todos sus duelos. Yami era el único a quien Kaiba realmente consideraba un rival, y nunca haría tal cosa si Yami hubiera sido deshonesto en algún momento durante un duelo. Después de todo, el corazón de una persona se reveló durante un duelo.
-No- dijo finalmente -Eres un verdadero duelista. No eres así-
-Eso deja solo una verdad que queda...-
-...Es imposible- susurró Kaiba, cayendo de rodillas derrotado.
Yami se arrodilló junto a su rival de mucho tiempo, colocando una mano sobre su hombro. Tomó como una buena señal que Kaiba no se encogiera de hombros -El mundo está cambiando- explicó -Las Sombras esperan ansiosamente la Corte que se está construyendo. La Corte que protegerá al mundo contra el mal. La Corte de la que ahora eres parte-
-No puedo creer esto- dijo Kaiba, poniéndose de pie de repente -No. No puedo creer esto. ¡No tiene ningún sentido!-
-¡Debes!- Yami argumentó con vehemencia, levantándose también -¡Si ignoras tus deberes aquí, las Sombras te alcanzarán! ¿Recuerdas cómo eran Malik y Bakura durante Battle City?-
-¿Cómo no iba a hacerlo?- Kaiba resopló -Esos dos maníacos casi arruinan mi torneo-
-Ese es el comportamiento de alguien que ha descuidado y abusado de las Sombras. Si te alejas ahora, después de haber sido elegido por la Vara del Milenio, lentamente te volverás como ellos- Yami pudo ver que sus palabras se hundían lentamente. Era tiempo para una carta de triunfo -No querrás exponer a Mokuba a ese tipo de locura egoísta, ¿verdad?-
-Mokuba ha estado rodeado de mucha locura solo por estar expuesto a ti y a tus amigos- respondió Kaiba débilmente.
Yami insistió -Malik traicionó a su propia hermana y no la tuvo en cuenta durante muchos años. Con el tiempo suficiente, harías lo mismo con Mokuba-
-¡Nunca!-
-¡Entonces necesitas tomar la Vara Milenaria y aprender a usarla!-
-¿Qué tan seguro estás de que me volvería contra mi propio hermano?- Kaiba exigió -¿Por qué debería confiar en ti en esto?-
-¿Estás dispuesto a arriesgarte?-
La resolución de Kaiba finalmente se rompió –No- lanzó un profundo suspiro de derrota -Por el bien de Mokuba, seguiré el juego por ahora- recogió la Vara de donde la dejó caer y la metió a través de su cinturón para que su abrigo la ocultara –¡Pero será mejor que no le digas a nadie!-
Kaiba se giró para irse, pero Yami lo detuvo -¡Espera!- Esperó hasta que su rival lo enfrentó -Hay una cosa más que debes saber, por tu seguridad, así como la de los que te rodean-
-¿Qué sería? Kaiba preguntó molesto, cruzando los brazos sobre el pecho.
-No dirás a nadie lo que sucedió aquí hoy- aseguró -pero tampoco puedes contarle a nadie sobre esta reunión o la Corte de las Sombras de la que ahora eres parte. Los enemigos que ni siquiera sabemos que existen nos buscarán por el poder que ejercemos, y si nuestros amigos y familiares lo saben estarán en grave peligro-
Kaiba parecía asesino; empujó a Yami contra la pared y lo retuvo allí antes de que pudiera reaccionar -Primero me dices que tengo que tomar esta cosa para proteger a Mokuba, porque aparentemente si no la tomo, me convertiré en un psicópata. Ahora me dices que no puedo decírselo a nadie, no es que quisiera, porque solo por tener esta cosa, puse a Mokuba en peligro. ¡¿A qué diablos estás jugando, faraón?!-
Yami y Yugi estaban congelados en estado de shock. Tanto por las acciones de Kaiba como por la última palabra que salió de su boca "¿Kaiba acaba de...?" Yugi preguntó sorprendido.
"Lo hizo" respondió Yami, igualmente sorprendido.
Las dos partes se miraron mientras las palabras finalmente alcanzaban a Kaiba. Ninguno de los dos escuchó los pasos apresurados en su dirección hasta que Kaiba fue derribado bruscamente de Yami. Joey y Tristan se pararon de manera protectora frente a él mientras Kaiba rápidamente recuperaba el equilibrio.
-¡¿Qué diablos, chico rico?!- Joey le gritó -¡Si Yugi no quiere batirse en duelo para ti, no tiene que hacerlo!-
Yami se recuperó y puso una mano tranquilizadora en el hombro de Joey -Está bien- dijo, sin romper el contacto visual con Kaiba -Tuvimos un desacuerdo sobre otra cosa-
-No le da derecho a sujetarte a la pared de esa manera- respondió Joey, retrocediendo un poco, pero no del todo.
-Si lo hace de nuevo, estaría más que feliz de darle una paliza- dijo Tristan vengativamente, tronándose los nudillos de una mano.
Kaiba se enderezó el abrigo y sacó algo del interior -Te llamaré más tarde con los detalles- dijo, arrojándole el objeto a Yami y desapareció por las escaleras.
Yami miró el celular que ahora estaba en sus manos. Era un celular plegable más antiguo, pero aún cumplía con las necesidades estándar del día. ¿Por qué Kaiba le dio esto? Sabía el número de la Tienda de Juegos y normalmente podía encontrarlo con su Disco de Duelo.
"Probablemente para que no tuviera que preocuparse de que alguien más contestara el teléfono o escuchara" adivinó Yugi.
-Tch- se burló Tristan -No soporto a ese tipo. ¿De verdad aceptaste batirte en duelo para él?- se volvió hacia Yami.
-Él me está haciendo un favor a cambio- respondió Yami vagamente.
-¿Chico rico te está haciendo un favor? El mundo debe estar llegando a su fin- dijo Joey con incredulidad -¿Por qué te dio eso de todos modos?- hizo un gesto hacia el celular.
-Supongo que para que pueda mantenerme al tanto de cualquier novedad sobre el duelo- respondió Yami, guardándolo en un bolsillo interior de su chaqueta -¿Qué están haciendo ustedes aquí?-
-Nosotros... podemos haber seguido a Kaiba- admitió Tristan con torpeza -Solo para asegurarnos de que no trate de forzarte a un duelo ni nada- se defendió rápidamente -Nos quedamos atrás por un tiempo para darles privacidad-
Por un momento, Yami se irritó porque pensaron que no podía manejar a Kaiba solo. ¿De verdad pensaron que dejaría que Kaiba lo intimidara en algo? Una mezcla de ira y miedo reemplazó la irritación ante la idea de que Joey y Tristan llegaran antes y fueran testigos de su intercambio con Kaiba.
"Tienen buenas intenciones" dijo Yugi "Están acostumbrados a cuidarme ya que solían molestarme mucho"
"Sí, pero si hubieran subido antes habrían visto y oído cosas por las que no deberían preocuparse. ¡Podrían haberse puesto en peligro!"
"Pero no lo hicieron" dijo Yugi con dulzura, aunque Yami podía sentir el mismo miedo proveniente de él. "No sirve de nada preocuparse por lo que podría haber sucedido"
Joey notó el destello de indignación que pasó por el rostro de Yami -Nosotros no íbamos a subir, pero escuchamos un ruido fuerte y queríamos estar seguros de que no había hecho algún movimiento bajo y barato contigo".
Yami no pudo evitar mirar hacia la pared, esperando ver el cráter y ya trabajando en explicaciones plausibles para él, solo para descubrir que había desaparecido "¿A dónde se fué?" Yugi se preguntó.
"No tengo la menor idea" respondió Yami desconcertado antes de volverse hacia Tristan y Joey -No escuchamos nada- finalmente decidió -Tal vez fue en la calle-
-Tal vez- admitió Joey -De todos modos, ¿estás listo para ir? Tea nos está esperando en el parque-
Yami parpadeó -¿Ya es esa hora?-
-Sí- Tristan dio un paso adelante -¿Estás bien? Por lo general, no eres tan olvidadizo. ¿No te golpeaste la cabeza ni nada?-
-Lo siento- se disculpó, recogiendo sus cosas -Creo que nos distrajimos un poco tratando de descifrar el Rompecabezas-
El celular vibró en su bolsillo. Frunciendo el ceño, Yami lo sacó y miró la pequeña pantalla.
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-¿El chico rico ya te está molestando?- preguntó Joey, notando la expresión de Yami.
-Puede esperar- decidió, guardando el celular de nuevo, sin mirar el mensaje -No hagamos esperar a Tea-