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Después de todo. por Catibi

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Notas del capitulo:

¡Bienvenidos nuevamente! Contra todo pronóstico ¡Pude traer la actualización antes de que acabara el mes! Espero la disfruten tanto como yo al escribirla. Tuve problemas para describir todo lo que sentía en palabras, mi cerebro y yo seguimos en disputa, pero me gustó mucho el resultado.

Notas antes de iniciar el capítulo:
-Lo que está en manuscrita (cursiva) pueden ser sueños, pensamientos o recuerdos.
-Si tienes dudas o preguntas déjalas en los comentarios, con gusto las responderé (sin spoiler)
-Mención de bebidas alcohólicas (lo siento, soy un adulto y lo necesito para seguir viviendo).
-Perdón por ser tan cursi, mis niños merecen ser felices en alguna dimensión, además esto compensa un poco lo que se viene (?) (spoiler, no spoiler).

Música opcional para ambientación: https://www.youtube.com/watch?v=NpcQcNIuATk

&&&&&

Sintió la presencia detrás de él, no era amenazante, por supuesto, otras veces se había sentido observado en sus entrenamientos. Se preparó para saltar y tener una perspectiva más amplia de las dianas de tiro. Al estar en el aire torció su cuerpo en el ángulo exacto para poder girar y dar en el blanco detrás de la enorme piedra donde su hermanito había escondido la marca. Sintió el viento cambiar de dirección y arrojó el segundo y tercer shuriken, todos dieron en el blanco, por supuesto. La armoniosa comunicación entre él y el medio era maravillosa. La impecable maniobra terminó con los siguientes cuatro blancos conectados y su cabello balanceándose al aterrizar.

Sasuke observaba extasiado como su hermano terminaba el ejercicio, se preguntó si alguna vez él sería así de hábil; un ninja capaz de detectar lo invisible a los ojos, con tenacidad y gracia. Itachi era su héroe y barrera a sobrepasar, era su mejor amigo y el rival que le robaba el amor de sus padres.

Itachi volteo y gentilmente le sonrió —Es tu turno.

Era el día libre del Uchiha mayor. Sasuke se había asegurado de que su hermano cumpliera lo que hace meses prometió. No era nada del otro mundo, un simple entrenamiento para poder fortalecer sus habilidades y enorgullecer a su clan. Sasuke no tenía grandes expectativas sobre sí mismo, sobre todo porque a su edad Itachi ya soportaba un enorme peso en sus hombros, era reconocido y respetado; su padre lo había señalado antes, así que era evidente que no estaba a la altura de su hermano, por más que quisiera negarlo. Por este mismo motivo, lograr que Itachi le cediera algunas de sus preciosas horas para su entrenamiento especial ya se sentía como una victoria. Su hermano mayor siempre estaba ocupado, entre las misiones del clan y las de la aldea, apenas y le quedaba tiempo para dormir y comer. Era algo que, según su madre, entendería cuando fuera mayor y tuviera responsabilidades. No le creía en lo más mínimo ¿Qué era más importante que pasar tiempo juntos?

Sasuke se colocó en la misma posición inicial que su hermano, trato de respirar hondo y calmar los latidos de su corazón, sus extremidades se tensaron inevitablemente. No era la primera vez que se sometía a un entrenamiento así, aun obviando esto, no podía evitar las ganas de correr, de rendirse, admitir que era un inútil y hacer como sus padres, amar y depender de su hermano por siempre.

Reacomodó la pose a una más natural, recordó lo armónico que lucía su hermano antes de lanzar, sentía como su pecho subía y bajaba, los nervios habían cambiado la temperatura de su cuerpo. El salto debía ser ejecutado con la mayor perfección posible, sacó el aire. Si lograba la altura y posición podría salir invicto y le mostraría a Itachi que era digno, de confianza, de ser amado y reconocido.

Un salto perfecto, ritmo impecable, posición correcta, los primeros shuriken habían dado el blanco, justo como los de su hermano mayor, aunque un poco menos al centro. Estaba seguro de que está vez lo lograría, enorgullecería a su familia y su padre por fin lo reconocería como un verdadero Uchiha.

La felicidad de Sasuke menguó un poco al darse cuenta de que su desconcentración le había costado la torsión adecuada para el último shuriken, se forzó al dar la vuelta. El aterrizaje sería forzado y seguramente se lastimaría, no le importo lo más mínimo, quería la victoria, así tuviera que romperse ambas piernas. Al caer sintió su tobillo cargar las consecuencias de sus actos.

Itachi solo intervino cuando Sasuke estuvo en el suelo quejándose, le lanzó una mirada condescendiente y se arrodilló a su lado. Sonrió amablemente —¿Estás bien?

—Por supuesto que sí, no soy un bebé. — Sasuke sobo un poco la parte lastimada de su pierna e intentó ponerse de pie. Volvió a caer. —Viste, viste el último shuriken, dio justo en el blanco.

—Si… Pude verlo, pero te costó más de lo que debía ¿No es así? —Señaló la pequeña inflamación que empezaba a formarse en el tobillo de Sasuke —Un ninja no puede arriesgar su condición física en una misión. Es nuestro principal instrumento. Incluso podrías poner en peligro a tus compañeros.

Sasuke no pudo evitar formar un puchero con su boca, lo sabía, una regla shinobi elemental, aunque a su parecer no era tan grave. —Lo siento, hermano — por un momento su mente medito en lo que Itachi dijo —¡Permíteme hacerlo de nuevo! No fallaré esta vez.

—Acércate un momento a mí, Sasuke. — El Uchiha mayor posiciono los dedos en la típica forma que comunicaba al otro que debía calmarse y esperar. Tan simple como un toque con el dedo índice y medio en la frente, acompañado de una sonrisa tierna, pero cargada de un sentimiento que llenaba de melancolía a Sasuke —Será después, lo prometo. Ahora déjame ayudarte, permanece quieto un minuto.

No pudo evitar ser un poco caprichoso con la idea, quería que su hermano se quedara con él un poco más —Siempre dices lo mismo, me haré viejo para cuando tengas tiempo.

Itachi rio por el comportamiento de Sasuke —La próxima vez ¿De acuerdo?

Se acomodó de rodillas para permitir que Sasuke se recargara en su espalda y poder llevarlo más fácilmente. El más joven hizo un puchero, pero, se dejó hacer. Se dirigieron a casa por los tranquilos campos de entrenamiento. Itachi volvería por las herramientas más tarde.

—¿Qué crees que mamá haya preparado para la cena? —Sasuke talló suciedad que tenía en la cara.

—¿Tal vez, algo para animarte cuando llegaras? Sabe que trabajas mucho para ser un gran ninja.

Sasuke sabía que su hermano estaba sonriendo, a pesar de no verlo directamente.

—Espero sea algo con los tomates de la huerta —El Uchiha menor amaba esa pequeña plantación que tenían en casa.

Itachi volvió a reír.

Sasuke se acomodó y abrazó el cuello de su hermano, podía sentir su respiración, eso lo relajo. El vaivén del viaje combinado con el cansancio que no había notado tener, lo adormeció y poco a poco dejó que sus ojos se cerrarán. Antes de permitirse dormir un poco, escucho vagamente lo que parecía un susurro, no sabía exactamente de donde venía o si su hermano lo había dicho, de lo único que estaba seguro es del leve escalofrío que provocó en su espalda.

"Ya casi es hora. Duerme mientras puedas Sasuke".

…….

El Uchiha despertó confundido y estresado, su sueño había parecido tan real. La extraña sensación de no saber dónde estaba lo acompañó mientras observaba el techo, reviso la hora, ni siquiera era tiempo de despertarse todavía —Mierda… —Intento acomodarse nuevamente para descansar un poco más.

&&&&&

Un Sasuke con ojeras y notable irritación se encontraba en su oficina, llevaba su tercera taza de café en el día, cuando no pudo más y salió a la terraza a tomar un poco de aire.

No podía quitarse de la mente aquella imagen nítida que le había dejado el sueño con "el otro Itachi". Se sentía con los pies fuera de la tierra, y eso era preocupante para un adulto en su trabajo. Esa pesadilla, si se le podía clasificar como tal, no se sentía normal, lo había inquietado y movido en una dirección desconocida, la angustia saltaba en su pecho y la desconexión con el mundo real, era evidente.

Incluso para comprobar que todo había sido irreal, mando varios mensajes de voz a su hermano, quien contestó sin chistar, preocupado por la actitud del otro. No quería angustiarlo, menos por una estupidez como esa, aun así, se sintió con la necesidad de hacerlo.

Su secretaria golpeo la puerta de cristal que lo separaba del alboroto diario en la oficina, tenía varias llamadas que atender. Al parecer su estado paranoico no evitaría que tuviera que regresar rápidamente a su papeleo diario, la vida de los adultos, por alguna extraña razón, no paraba, aunque se sintieran extraños.

Decidió lavarse la cara con agua fría en los baños de la oficina, para poder despertar del letargo.

Sabía que necesitaba algo, tal vez respuestas, se planteó que haber cenado burritos súper picantes con Naruto y desvelarse jugando juegos en línea no habían sido las mejores decisiones en su vida. Se dedicó a leer algunos artículos en la red sobre el proceso del sueño, algunos estaban basados en hechos científicos, otros solo eran interpretaciones extrañas; significados ocultos sobre problemas con el dinero y viajes inesperados. No estaba satisfecho con nada de esto y recordó una de sus conversaciones con el idiota que tenía por amigo:

"Vamos naruto, los sueños solo son la reorganización del cerebro, no significan nada"

"Pero… ¿Y si sueño con la destrucción mundial y una semana después se cumple?"

"Coincidencia"

"¡A todo le encuentras respuestas lógicas!"

"Todo en el mundo funciona con lógica"

"¿Cómo explicas entonces los deja vu? O ¿Cuándo puedes saber los nombres de otras personas solo con ver su cara?

"Seguramente viste algo relacionado con eso antes, lo recordó tu subconsciente y lo asocio a esa persona"

Naruto hizo un puchero monumental y se azotó en el asiento.

"Por más que hagas pataletas, el mundo es lo que es…"

¿Entonces por qué su propio sueño no se sentía así? Suspiró. Tal vez solo se lo estaba tomando demasiado en serio. Siguió bajando en el buscador cuando encontró la idea más coherente en la entrada de un blog

"Los sueños son señales del subconsciente, pueden revelarte que no pasas tiempo con tu madre o algún problema que tengas con tus amigos, solo debes atender a esas señales. Todo esto puedes descubrirlo analizando y conectando cosas, yo me ayudé mediante un diario de sueños..."

—Diario… — Sonaba demasiado personal, no iba con su personalidad. —También puede ser un registro.

Lo intentaría y si no funcionaba siempre podría ir con algún profesional de la salud mental para analizar su situación. No es que los sueños en sí fueran malos o le causarán disgusto, después de todo amaba a su hermano. Pero la incomodidad causada había activado una alarma.

Siguió con su rutina, leer documentos como un desesperado, clasificar y archivar. Quería todo el fin de semana libre, así que acabar con todos los pendientes, hoy mismo, no era una opción.

Un chico rubio e hiperactivo apareció en sus pensamientos, seguramente él también estaría cubriendo su turno en el restaurante. Sonrió para si mismo, tal vez más tarde le retaría a algún juego.

&&&&&&

Era una bella mañana, llena de agradables sonidos y aromas. Fin de semana, un delicioso desayuno en un pintoresco restaurante y dos muchachos que descansaban después de su expedición en bicicleta por los alrededores.

—¡¡¡Wooo!!! ¡Es el nuevo video de KuraIn! —Naruto se emocionó al escuchar en la televisión el nuevo sencillo de una de sus bandas favoritas —¡Abuela, sube el volumen! ¡De verdad son grandiosas!

La mesera negó con desaprobación hacia el rubio, mientras tomaba el control remoto y aumentaba el volumen del aparato.

Sasuke subió la mirada para ver una pantalla llena de colores pastel, figuras tiernas y dos muchachas con trajes exóticos —Las he escuchado, mi secretaria las pone frecuentemente en la oficina. No suena mal.

Regresó su atención a los mullidos y apetitosos hotcakes, los había pedido solos, apenas y agregó un poco de mantequilla encima, que se encontraba perfectamente alineada al centro. Bebió un poco de café antes de preguntar —¿Has ido a alguno de sus conciertos?

—Ni soñando… — Naruto meció sus pies con un poco de timidez. —Son demasiado caros para mi bolsillo, y por el momento tengo otras prioridades… ¡Como mi bebé, por ejemplo!

Sasuke sonrió levemente y rodó los ojos.

En la pantalla ambas chicas realizaban una complicada rutina de movimientos impresionantes, Sasuke se pegunto cuanto entrenamiento físico necesitaría una persona para poder aguantar ese ritmo.

—Siempre usan esos antifaces, los disfraces, y las pelucas de colores, me pregunto ¿Cómo serán sus caras? —Naruto siguió viendo la pantalla, embobado con el video.

—Seguramente en Internet hay fotos de ellas tomadas por fans. —Sasuke pidió a la mesera rellenar su taza.

—¡Tienes razón, bastardo! ¡Buscaré ahora mismo! —Con entusiasmo naruto sacó su celular.

En el buscador aparecieron entrevistas, videos de algunas de sus canciones más famosas y fotos con fans, siempre con sus disfraces. Paso a la segunda página, nada, todavía aparecían con pelucas, gloss dorado y brillos fosforescentes. Eran espectaculares, siempre las seguía esa aura de misterio y belleza salvaje.

Por fin pudo encontrar un lugar en donde yacían fotos de ellas, unos dos o tres años más jóvenes que la actualidad. Posaban en una camioneta oxidada que había visto mejores momentos. Ambas compartían una gran sonrisa, sus manos entrelazadas y el cabello de ambas meciéndose bajo sombreros de paja. Sin duda una imagen country en toda la regla.

Naruto sintió una extraña punzada en el corazón al notar el aspecto de ambas chicas, eran extrañamente familiares, una de ellas rubia con los ojos azules, tez blanca y mucho estilo y la otra con el cabello rosado, aura tierna y ojos verdes brillante. Ahogó un grito extraño que estaba naciendo en su garganta, definitivamente las conocía, él no entendía como, pero estaba seguro de que sabía muchas cosas sobre ellas, sobre sus vidas y aspiraciones. Eran muy buenas amigas, a veces peleaban por tener la razón, se conocían desde que eran niñas, a Sakura le encantaban los postres e Ino, la otra vocalista, amaba las plantas, seguramente era una gran florista, amaba la moda y tenía una personalidad fuerte.

El Uzumaki dudó por un segundo sobre todo el conocimiento que poseía, no era un fan acérrimo, ni mucho menos, de hecho, era la primera vez que buscaba tanta información, por eso era extraño conocerlas tan profundamente.

Cuando Naruto alzó la vista, pudo ver el semblante preocupado de Sasuke.

—Oye… Empezaste a respirar ruidosamente ¿Estás bien?

—Sí, es solo… — El rubio rio nervioso ante el señalamiento y se acarició la cabeza, apenado. —Creo que soy su fan sin darme cuenta jajaja sé mucho sobre ellas.

Se ahorraría la vergüenza de comentar en voz alta lo que creía saber, no quería parecer un bicho raro o alguna especie de acosador.

Sasuke suspiró —Asustaste a la mesera, idiota. —Volvió su atención a la televisión y menciono sin ver al rubio —Si te gustan tanto, vamos alguna vez a una presentación.

Naruto lo miró incómodo, pero agradeció internamente que el Uchiha cambiara la conversación, ni el mismo entendía lo que pasaba. —Ya te dije que es muy caro…

Y Sasuke suspiro con cansancio —No te preocupes puedo ponerte la mitad del boleto.

Los ojos de naruto brillaron de emoción —¿En serio? ¡Eres el bastardo más fenomenal del mundo! —casi cantó victoria —Pero… Estoy seguro de que esos lugares no te van, eres un amargado, podrías enfermarte por tanta diversión. —Rio fingiendo demencia sobre la inocente broma.

Sasuke miró amenazadoramente a Naruto —No abuses de tu suerte, Uzumaki.

—¡Bien! ya no puedes arrepentirte ¡Será nuestra próxima aventura! —Naruto sonrió con aquella energía que lo caracterizaba, dejó el celular en la mesa. Por fin podía concentrarse en su almuerzo. A toda velocidad el desayuno, ahora tibio por el tiempo de espera, empezó a desaparecer.

El Uchiha seguía un poco desconcertado por la conducta de Naruto. Aunque considerando que tenía comportamientos tan singulares, no sabía si eso era algo normal. Volteo disimuladamente al teléfono que yacía sin bloquear, la curiosidad invitó a que su mirada se posara en la imagen que mostraba. Era una foto simple, con contenido nostálgico, nada fuera de lo común, aunque notó que entre más observaba la escena, mas crecía en él una inquietud sin precedentes, como un vacío en el estómago, parecido al que produce una gran altura.

Un diminuto y rápido pensamiento atravesó su mente.

—Sasuke ¿Está bien si me siento a tu lado?

—¡Yo me sentaré junto de Sasuke porque llegue primero!

—¡Ni lo pienses Ino cerda!

—Jajaja ¿Ahora quién es el ido? —Con la boca llena, Naruto llamó al chico sentado frente a él. Se preocupó al notar la intensa mirada que dirigía al teléfono, que ya no mostraba nada —¿Sasuke?

El Moreno no se había dado cuenta de en qué momento empezó a agarrar el borde de la mesa.

—¡Hey, Sasuke, deja de bromear! —Naruto lo miró preocupado y tocó su hombro. —¿Te duele algo? Si es alguna clase de venganza por lo de hace un momento…

Sasuke salió de su trance y volteo extrañado hacia el rubio, en su cabeza nada tenía sentido, mucho menos esas voces chillonas y ese tipo de deja vu, pero no debía, ni quería compartir algo tan ilógico. Así que decidió fingir que nada ocurría.

Le sonrió de lado a Naruto y rodó los ojos. —Quita esa cara, idiota, solo es cansancio. La oficina ha tenido mucho trabajo últimamente.

—Bien… Si tú lo dices. —El rubio se sentía un poco incómodo, pero no dejó que eso apagará su espíritu —Venga, entonces ¡Una ronda más de hot cakes!

&&&&&

Se encontraba en una especie de aula de clases. Las ropas de todos en el salón eran bastante extrañas, al igual que los accesorios que portaban, bolsas de cuero que colgaban en sus piernas, bandanas que rodeaban alguna parte de su cuerpo, extraños símbolos, redes y telas de materiales desconocidos que simulaban un uniforme, todo bastante inusual.

Él se encontraba sentado en un escritorio, casi al final de los asientos, al lado de una amplia ventana que dejaba entrar el sol de la mañana. Siempre había sido su asiento favorito, tenía buen control de su medio.

Volteo un poco para explorar con la mirada, muchos chicos conversando y perdiendo el tiempo, nada de lo que ocuparse, incluso su humor en los sueños era el mismo que en la vida real. Al voltear a su derecha pudo detectar lo que parecía una versión miniatura de Naruto, aunque más inmaduro, pequeño y regordete; estaba apretujado contra el escritorio y lo miraba fijamente mientras se apoyaba en sus brazos.

Sasuke no pudo identificar la emoción que sus ojos mostraban. Extrañamente se sintió retado. La energía que emanaba ese pequeño clon, lo atraía. Cuando sus ojos se encontraron por un segundo, el rubio volteo hacia el lado contrario, refunfuñando palabras que el Uchiha no entendía. ¿Qué era lo que le sucedía al perdedor que tenía al lado? Era mucho más extraño que el Naruto que conocía y eso era demasiado. Decidió ignorarlo, por su propia paz mental.

Escucho gritos que venían de la puerta de entrada, al parecer dos chicas peleándose por cruzar primero. Una de las jóvenes, de cabello rosado y traje del mismo color, corrió a su encuentro en el aula.

El chico rubio había cambiado su expresión al oír el griterío de antes, su boca formo una sonrisa boba y sus ojos brillaron con esperanza, tal vez de ser notado. —Sakura… —A Sasuke le dieron náuseas de solo imaginar al naruto real poniéndose "meloso por una chica".

Cuando finalmente se encontraban frente a la nombrada Sakura, notó que lo único a destacar era su nombre, tan bonito como inusual, y la actitud grosera con la que trato al “Naruto falso”. Cuando la chica llego hasta ellos empujó al rubio al suelo, ignorando completamente su saludo, concentrándose en poner en orden sus palabras y arreglarse el cabello frente a Sasuke.

Este último solo apartó la vista, no quería tener nada que ver con aquellas personas problemáticas.

—Sasuke ¿Puedo sentarme a tu lado?

—¡Quítate frentona, yo llegué primero!

Otra de las mujeres que peleaban en la puerta. El Uchiha no tenía intención de negarse o aceptar, simplemente no era su asunto el que se estaba llevando a cabo en ese momento, así que hizo lo que siempre hacía en las situaciones incómodas, siguió en lo suyo.

Las chicas que estaban alrededor se mostraron indignadas y rápidamente formaron parte de un barullo de voces que pedían sentarse a su lado.  

El chico rubio subió de un salto al escritorio en que se apoyaba el Uchiha, uso sus manos para recargarse y poder acercarse más a la cara de Sasuke, todavía con el ceño fruncido y los labios apretados, haciendo un puchero. Las chicas alrededor empezaron a impacientarse y lanzar frases chillonas y gritos ahogados al darse cuenta de lo cerca que estaban las caras de ambos. Sakura exclamó un "enséñale quien manda", que no supo si iba dirigido a él.

Sasuke no sabía que decir, la mirada de aquel “Naruto falso” no era violenta, pero el desagrado que le expresaba no se podía negar. Se quedó quieto, esperando cualquier palabra o movimiento.

Su corazón palpitaba ferozmente, y el sonido se desvaneció; en lo único que podía concentrarse era en esos férreos ojos azules que lo retaban y empujaban hacia algún lado. Sintió un pequeño empujón, un leve golpe en su labio superior y de repente algo suave sobre su boca, no sabía por qué ni cómo, pero se estaba besando con la copia pequeña del rubio.

Todo era demasiado surreal, los labios de naruto pegados a los suyos, los gritos desesperados de las chicas en el aula y las risas de algunos chicos que los observaban.

Por un milisegundo Naruto había cerrado los ojos y un sonrojo había nacido y desaparecido. No supo cómo reaccionar a esa expresión tan sincera, de… de lo que fuera eso. Lo apartó bruscamente, no era el primer beso que le robaban, pero lo sintió tan íntimo que no pudo evitar ser brusco y lanzar al otro lo más lejos que se pudiera.

El corazón de Sasuke latía como loco en su pecho, ocultó su cara a un lado de la mesa, los nervios lo marearon, trato de recomponerse viendo como el rubio frente a él era golpeado por todas las chicas del aula.

¿Qué era lo que pasaba con todos? ¿Por qué Naruto lo había besado? ¿Qué quería lograr con eso? ¿Acaso nunca habían visto un beso entre personas del mismo sexo? ¿Qué siglo era este?

—Malditos idiotas —susurró.

&&&&&

Sasuke despertó, abochornado, todavía podía sentir el ligero sabor de aquel toque de labios sabor a ¿Miso? ¿Qué estupidez era el miso y por qué recordaba algo como eso?

Verifico en su celular. —Condimento, pasta aromatizante, japonesa… ¿Y qué demonios significa eso? ¿Japón?

Tomó su almohada y enterró la cabeza en ella, sus orejas ardían y no podía sacar la sensación aprensiva de su pecho, solo había besado a alguien en un sueño, nada nuevo, nada raro… Pero, ese chico era tan parecido a su amigo rubio, incluso compartían el tipo de mirada y gestos graciosos. —No puede ser…

Se había sentido tan real. Tocó un poco sus labios y recordó como Naruto se sonrojo cuando sus caras estaban cerca, se arrepintió inmediatamente por el escalofrío que lo recorrió. ¿Qué era? ¿Una adolescente enamorada?

Sacó su libreta rápidamente, anotaría todo a detalle, no por qué quisiera recordarlo, claro que no, el solo pensamiento hizo temblar su cuerpo, solo quería analizar todo por la mañana, mas despejado y con la mente centrada. Trató de anotar tantos detalles como pudo en la libreta mientras reprimía un sonrojo.

Era obvio que no dormiría bien esa noche.

 

 

 

Notas finales:

¡Gracias por llegar hasta aquí! Las actualizaciones me están llevando más tiempo de lo que pensé ajaja, pero seguiré intentando subir al menos dos capítulos por mes.

Obviamente hice referencia a su primer beso, tenía la obligación moral de hacerlo (?)

¿Mis dos tortolos se irán dando cuenta de que esto es amor? ¿Un engaño? ¿El destino?


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