Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Get you back? por Asahito

[Reviews - 13]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aquiiii estoy, no me fui. Seguimos con esta historia!!!

-¿A qué te refieres padre? ¿Podría ser él, el viejo chino?-Frunció el ceño, mientras su mano seguía
acariciando el cabello de su bebé.
-Ellos son coreanos. Pero, ¿de dónde era el mensajero que te dio ese dato?
-Si no me equivoco era Inglés.-Trataba de recordar pero su cabeza dolía.
-Bueno, sabes como son la mayoría de los extranjeros... que creen que todo Asia es todo lo
mismo.-Rodeó sus ojos.
-Tienes razón... ¿supiste algo de ese hombre en el último tiempo?
-Nada, pero podría pedirle a tu hermano que indague un poco.
-De acuerdo.-Asintió.

Aunque le parecía un poco absurdo que ese tipo quisiera vengar la muerte de un yerno tan odiado como el que había tenido.
Unos 18 años atrás, cuando Asami estaba por cumplir la mayoría de edad, su padre y el de la hermosa Donatella Lee Zhang, habían hecho un trato que llenaría los bolsillos de ambas familias, ensamblando las dos organizaciones que estaban pisando fuerte en todo Europa y parte de
Asia.

Un matrimonio. Matrimonio arreglado, el cuál Donatella había soñado desde que era una pequeña niña. Su primer amor, por quién había soltado sus primeros suspiros. Asami Ryuichi,
alto, serio, amante de los negocios y las armas. Fiel seguidor de su padre, casi un cabecilla, si su padre no hubiese querido arreglarle la vida y atarlo a formar una familia que ni en sus peores sueños hubiese imaginado.

Mientras la fecha de la boda más se acercaba, Asami era cada vez menos parte de los negocios de la organización. Su padre lo sacaba de todo lo que podía, quería que su hijo formara su familia para así heredar la jefatura de la organización y ser un buen líder. Pero Asami cada vez
más disgustado con la situación, sólo quería terminar sus estudios y dedicarse a su trabajo, sin
esposa que mantener, sin relación que cuidar, ni mucho menos hijos que criar.

Cuando la fecha llegó, terminó por dejar plantada a aquella hermosa pelirroja, destrozando su corazón por completo. Se fugó a Japón, de dónde pertenecía su familia originalmente,
y allí se convirtió en dueño de la noche, con arduos días de trabajo, sin descanso, sin otras preocupaciones que lo desviaran del camino. Y nunca más supo de su familia, ni de nadie.

El señor Lee Zhang le juró la muerte, pero Anton Asami logró alejarlos sin más. La organización de ellos se fue a las ruinas, quebraron, y Donatella se casó con Klovac, alejándose de su padre también.

¿Realmente podrían tener algo que ver? Lo averiguaria, y acabaría con cualquiera, fuera quien fuera.

-Padre, creo que ya es tarde, iré a acostar a Dome. Podremos continuar mañana a primera hora.-Se puso de pie lentamente.
-Sí, acuesta a tu hijo.-Asintió.-Y ve a dormir. Recogeré aquí, le enviaré a Maxim los nuevos datos e iré adelantando el viaje allí.
-No se esfuerce demasiado, ya me llegó el dato de que estamos en una recuperación parecida.-Apretó su hombro y dejó unas palmadas mientras pasaba por su lado.
-Ese Maxim...-Gruñó Anton, siempre detrás cuidandole, no había querido que Asami supiera de su salud, sin embargo él ya le había informado.
-Él sólo quiere que estés bien, no lo culpe, padre. Ya lo conoce.-Rió serenamente.-Que tenga buenas noches.
-Descansa, hijo.-Le dijo, al verlo cerrar la puerta.

Asami camino despacio con su hijo en su hombro izquierdo, durmiendo plácidamente, hasta la habitación principal dónde Akihito descansaba.

Pero al entrar...

Fueron microsegundos. Desfundó el arma con su mano libre y sin titubear, disparó. Directo a la cabeza, y aquel tipo calló muerto.

Akihito despertó exaltado por el disparo, y vio a Asami parado en la puerta sosteniendo con una
mano a su hijo y con la otra su pistola.

-¡¿Estás loco?! ¡¿Qué mierda haces disparando aquí dentro con mi hijo en brazos?!-Se levantó rápidamente a quitarle el bebé de sus brazos, pero tropezó con algo. Y Asami lo atrapó con el brazo donde sostenía el arma. Le tapó la boca y lo arrastró hacia la
habitación secreta.

Los ojos de Akihito parecían salirse de su cara al tener la mano y el arma de Asami tapándole la
boca. Su corazón latía tan fuerte que dolía.

-Sh, por favor, no hagas ruido, te soltaré. Pero cállate.-Susurró Asami en su oído.
-Quítame la maldita pistola de encima.-Susurró desesperado.

Asami quitó su manó lentamente volviendo a guardar el arma en el porta armas que llevaba agarrado a su muslo. Akihito no podía creer que no lo había visto en el momento en el que le dio a su hijo.
-Si no hubiese tenido esto, probablemente estarías muerto o quién sabe donde.-Le dijo, como
leyéndole los pensamientos.
-¿Qué ocurrió, era un cuerpo lo que estaba en el piso?-Preguntó asustado, su corazón dolía demasiado.
-Entré a la habitación y ese tipo de traje negro estaba aputandote con una maldita escopeta.-El cuerpo de Asami desbordaba ira. Y marcaba sin cesar el tablero que tenía allí.
-Dame el bebé.-Pidió, ambos estaban nerviosos.

Asami le pasó algunos abrigos suyos que tenía en caso de emergencias, y una vez cambiado, le dio a su hijo en brazos, y agradecía que aún durmiera plácidamente. El sonido del disparo no había logrado asustarlo.

-El helicóptero está viniendo. Se irán a Croacia.
-¿Croacia? Asami, ¿tú que harás?
-Yo debo ir por mi padre. Pero primero necesito que ustedes estén a salvo.
-Pongamos a salvo a Dome, e iré por tu padre contigo.-Casi lo dijo rogando.
-No.-Agarró sus hombros fuertemente.-Dome necesita de uno de nosotros, no te arriesgues, cuida de nuestro hijo.
-Dome nos necesita a ambos. No arriesgues tu vida tu solo.
-Hazme caso, no seas terco.-Besó su frente, y en la pantalla vio llegar el helicóptero pilotado por Kirishima.
-¿Sabes de quiénes se trata?-Titubeó.
-Mh, no.-Negó.
-Pero sabías que estábamos en problemas.-Lo miró fijo, acababa de leerle los pensamientos.
-Akihito yo...
-¡Lo sabías! ¿Desde hace cuánto tiempo que estamos en peligro?
-No, Akihito, no malinterpretes. Si hubiese sabido que estaban en tal grado de peligro los hubiese sacado de aquí hace tiempo.
-Pero Asami, nosotros...
-Nada.-Negó interrumpiéndolo.-Vete a dónde te digo, no te pongas en contacto con nadie. Te prometo que los cuidaré, y acabaré con quien esté detrás de esto. Cuando estén a salvo, te llamaré.
-No quiero estar solo, tengo miedo.-Negó temblando, sus ojos estaban llorosos.
-No estarás solo. Tienes a Dome. Y mi hermano se encargará de que nada les falte. Aguanta, por favor, por nuestro hijo.

Akihito asintió y sus ojos derramaron un mar de lágrimas rápidamente.

-Por favor, ven a buscarnos rápido, mantente a salvo.-Lo abrazó con fuerzas.

Asami sintió escalofríos.

-Lo haré.-Asintió un poco dudoso.-Sé un buen chico.-Besó su frente.
-Lo seré, te estaremos esperando.-Besó la comisura de sus labios. Asami besó la cabezita de su hijo y los soltó.

Akihito abrazando a su bebé se dirigió a las escaleras para salir directo al helicóptero. Le dedicó la última mirada llena de miedo, y subió.

Uno de los hombres de Asami cerró la puerta y emprendieron viaje.

-Kirishima...
-Diga, Joven Akihito.
-¿Quién se quedará con Asami si tú estás aquí?
-Los demás hombres. Yo sólo te dejaré dónde el Jet privado para que tome vuelo a la residencia.
-Pero no traigo leche y Dome está poniéndose inquieto.-Seguía sollozando mientras acunaba a su bebé que estaba despertándose.
-No se preocupe, en 15 minutos llegaremos y en el jet tendrá todo lo necesario. Por favor, siga las instrucciones del jefe y no se ponga en contacto con nadie, no intente nada peligroso.
-De acuerdo, yo...-Si corazón latía sin cesar, estaba asustado.-¿Que le diré a Uzuki?
-De seguro el jefe se encargara, usted solo mantengase a salvo, y al pequeño Dome.

Akihito asintió. Dome comenzó a llorar, de seguro estaba sintiendo la angustia de sus padres.
En menos de 10 minutos habían llegado al aeroparque. Al menor le temblaban las manos y su bebé aún no se calmaba.

-Nos vemos pronto, joven Akihito.-Kirishima hizo un intento de sonrisa, pero fue más una mueca.
-Sí.-Asintió, y lo vio cerrar la puerta.

Observó un poco el lugar, era bastante espacioso y cómodo.

-Buenos días, joven.-Uno de los hombres de Asami estaba reverenciandolo.

Le indicó donde encontrar cambio de ropa, los teteros y la leche. También tenía comida y una pequeña cama.

-El vuelo será de pocas horas, será mejor que descanse para poder conocer a la familia una vez que lleguemos a destino. Yo estoy aquí para servirle, además del capitán y el refuerzo.
-Entiendo.-Asintió.
-Bien, póngase cómodo, ya despegamos. Si necesita algo, sólo presione el botón azul de esta pantalla. Tendrá total privacidad.
-Gracias.-Lo vio irse nuevamente a la cabina.

-Asami sabía que esto pasaría en cualquier momento. Tenía todo preparado y bajo control, que ciego fui. En lugar de enfrentarlo cuando tuve mis intuiciones, sólo seguí creyendo que eran estupideces.-Se dijo a si mismo.-Espero que papá esté bien.-Susurró, mientras acomodaba a su bebé nuevamente en brazos para poder darle de comer.

Unas horas pasaron, Akihito acababa de despertar. Se había quedado dormido profundamente luego de alimentar a Dome. Lo tenía envuelvo en sus brazos, bien aferrado a él.

-Joven Akihito, hemos llegado a la residencia Asami.
-¿Directo a la residencia?-Frunció su ceño, mientras de reincorporaba.
-Oh sí, el Sr. Asami tiene su propia pista de aterrizaje.
-Uf...-Se sorprendió.-Eso es...
-Increíble, sí. Así es ésta familia. Por favor, preparece para bajar.
-S..sí.-Asintió.

Dejó un momento a Dome sobre la cama, y se arregló las fachas. Cara lavada, dientes cepillados, cabello peinado, ropa limpia. Cambió el pañal de Dome y lo abrigó también. Nevaba en Croacia, y el frío estaba sintiéndose más.

Descendieron del jet, y se subieron a un pequeño carro que los llevó a la entrada de una gran mansión.

-Wao, esto si es una familia poderosa.-Susurró. Si bien al lado de Asami había conocido varios lujos, ésta casa no se compraba con nada.

Una vez en la puerta, se adentraron a un gran salón. Bibliotecas altas, unos cuantos gatos tomando siestas y un hogar con chimenea, emanaba un calor agradable.

-Bienvenido, Takaba Akihito.-Una voz parecida a la de Asami, lo hizo darse vuelta de un salto. Pero ésta era suave y tranquila.
-Ho..hola.-Sonrió apenado.-Supongo que eres Maxim.
-Así es.-Asintió, estrechandole la mano.-Veo que mi hermano te habló sobre mi.
-Sólo un poco, Asami no habla demasiado.

Maxim rió con calma.

-Lo sé. ¿Te gustaría tomar algo caliente, o preferirías descansar un poco?
-Quisiera saber de Asami.-Pidió, un poco ansioso.
-Eso no va a ser posible.-Negó.-Cuando todo sea seguro, él se pondrá en contacto.
-Eso podría tardar meses.-Se afligió.
-No, oye, no te preocupes demasiado. Varios de nuestros hombres están de camino como apoyo. Vendrán antes de lo que puedas imaginar.
-Eso espero.-Sentía gran presión en su pecho, estaba realmente angustiado.
-¿No me presentarás a ese individuo?-Rió un poco señalando el pequeño bulto que Akihito abrazaba sobre su pecho.
-Oh sí, lo siento.-Medio sonrió.

Descubrió al pequeño Dome dejándolo a la vista.

-Mira, Dome. Es el tío Maxim.-Susurró dándole la vuelta para que el mayor pudiera verle.
-Tío Maxim.-Dijo casi audible. Al verlo sus ojos brillaron.-Es igual a Ryuichi.-Estiró su mano para tomar la del pequeño bebé.
-Todos dicen eso.-Rió.
-Debo serte sincero y contarte que no me gustan los niños, mucho menos los bebés. Pero éste niño irradia luz. No sé si es por ser hijo de mi hermano, pero ya le quiero.-Estaba maravillado.
-Creo que mi hijo es especial, sin alardear. Ha dejado encantadas a las pocas personas que lo han conocido.-Sonrió orgulloso.-¿Te gustaría cargarle?

El rostro de Maxim se palideció. Y negó lentamente.

-Aún no, no me siento seguro. No quisiera hacerle daño.
-Está bien, cuando gustes puedes levantarlo.-Asintió.-Si quieres podemos tomar algo caliente. No he desayunado ni almorzado y ya es de tarde.
-Sí, por supuesto.-Se enderezó nuevamente.-¿Te gustaría un chocolate caliente?
-Sí, por favor.-Volvió a asentir.

El reloj daba las 7:30pm, el sol estaba ocultándose bajos los cerros llenos de nieve. Akihito observaba con su vista ida, por aquel ventanal enorme en la cocina de la mansión.

-Akihito...-Maxim volvía a llamarle.
-Perdón.-Se disculpó, recibiendo la taza caliente en sus manos.
-Es hermoso, ¿No?-Sonrió de lado mirando hacia la puesta del sol.
-Sí, es increíble. Nunca había estado en un lugar así.-Asintió, viendo como este tomaba asiento frente a él.
-No es la mejor situación, pero es bueno conocerte, se nota que mi hermano te aprecia.
-Sí... eso...
-¿Cómo lo conociste?
-Ah yo..-Divagó un poco.-Es complicado...
-Viniendo de Ryuichi, lo creo.-Dio un sorbo a su chocolate.-Al menos como llegaron a...-Señaló con su vista al pequeño bebé regordete que dormía en una pequeña carriola que Maxim había mandado a pedir.
-Bueno, eso también es complicado.-Rió un poco nostálgico.-Nuestra relación no era como la de una pareja. Yo me metí con su trabajo, y el comenzó a buscarme. Poco tiempo después me di cuenta que yo también buscaba encontrarme con él. Luego hubo un conflicto...
-¿Hablas del de Hong Kong?
-¿Cómo lo...
-No te preocupes, continúa...
-Bueno, luego de allí, acepté la propuesta que él me había hecho de vivir con él. Nuestra relación mejoró mucho, pero Asami siempre ha puesto primero su trabajo. Poco tiempo después viajo a Italia y yo comencé a sentirme mal. Al parecer sus negocios no salieron del todo bien y regresó cambiado. Yo me sentía realmente mal e incómodo hasta conmigo mismo, así que me fui. Decidí dejarle sin decir nada, y prácticamente yo... Bueno, yo.. huí. Y supe que Dome venía en camino.
-¿Tuviste miedo?
-Mucho, pero pude hacerlo sólo.
-Así que él no lo sabía...

Akihito negó.

-Eso explica muchas cosas.
-¿Cómo qué?-Akihito lo miró extrañado.
-Cómo por ejemplo, que no tuvo tiempo de prepararse para el peligro que conllevaba traer un hijo suyo a nuestro mundo.
-Entonces es mi culpa...-Sintió su corazón estrujarse.
-Oh no, Akihito, no lo es.-Negó lentamente. Estas cosas suceden por algo. Ryuichi se encargará de poner todo en su lugar y los mantendrá a salvo.
-Realmente deseo que así sea. Mi hijo es lo más importante que tenemos, pero quiero a Asami salvo.
-Y lo estará, no desesperes.-Le dedicó una sonrisa pacífica.-Esto es extraño, nunca creí conocer a una persona importante para mi hermano.
-Si lo es.-Rió un poco.Todo él, es extraño, no sé si yo seré realmente importante... Lo único que si puedo afirmar, es que su hijo ahora lo es todo para él.
-Encarecidamente me pidió que cuidara de tí.-Levantó sus cejas.
-No lo malinterpretes, por favor.-Negó rápidamente con sus manos.-Nos llevamos bien ahora mismo por Dome. Aquella relación o lo que fuera que era, ya no existe. Yo estoy en pareja.
-¿Eso es así?-Abrió sus ojos asombrado.
-Sí, su nombre es Uzuki, y debe estar preocupado.
-Eso suena interesante... Viniendo de Ryuichi.-Entrecerró sus ojos.
-Sí, he tratado de no pensar demasiado, pero se lo ha tomado tan bien que da miedo.-Rió nervioso.
-Bueno, por ahora no pienses en contactar a nadie. Ni bien estén a salvo se comunicarán.
-¿Tu tampoco tienes información?

Maxim negó.

-Él envió un mail al tiempo que tu estabas por subir al helicóptero, avisando tu vuelo hacia aquí y lo poco que sabía sobre lo que estaba sucediendo. He reforzado mi seguridad casi un 70%, estaremos a salvo en lo que resuelven lo que sea que esté pasando.
-Oh.. está bien.-Trató de sonreír, dejando ver una mueca un poco triste.

Poco tiempo después, Akihito tomó un baño con Dome. La mansión era enorme, lujosa y hermosa. Tenía toques antiguos, el menor estaba fascinado, pero su mente no dejaba de pensar en qué había sucedido con Asami.

Salió del agua, y se envolvió a ambos en un enorme toallon. Cruzo a la que sería su habitación por el tiempo que estuviera allí. Abrigó a Dome y se colocó su pijama.
Momentos después, ambos estaban recostados. Dome lloriqueabs mientras tomaba su biberón, desde que había despertado antes del baño, estaba relamente inquieto. No quería estar en la carriola, ni el la cama, ni tampoco en brazos.

-Dome, harás que nos echen. Por favor, pórtate bien.-Casi que le suplicó mirando su pequeña carita, mientras lo recostaba en sus piernas.

Dome oyó atentamente y los segundos, hizo pucheros, seguidos de un llanto desconsolado.

-Lo siento, no quise regañarte, sé que es difícil para ti también estar en un lugar desconocido, pero coopera con papi.-Susurró afligido, mientras se ponía de pie para mecerle.

Y así estuvo varios minutos, una hora, dos, y Dome seguía llorando.
Dos golpes en la puerta, Akihuto permitió el paso.

-¿Necesitas algo?-Preguntó Maxim, adentrándose lentamente.
-Siento el alboroto, no sé que pasa con él. Era así apenas nació pero luego comenzó a dormir muy bien.-Se apenó.
-No te disculpes, vine a ver si algo les hacía falta. Creo que es normal, está muy lejos de casa.-Susurró viendo como su carita estaba roja, y sollozaba muerto de sueño.-Estaba llevando tu abrigo al lavandero cuando pasé por aquí y lo oí llorar.-Le mostró el sueter que traía en manos.
-Eso es... Dome comenzó a dormir mejor cuando fuimos a vivir con él.

Akihito recostó a Dome sobre la cama, mientras comenzaba a llorar fuertenmente de nuevo.

-¿Y eso qué tie...-Maxim volvió a callarse cuando vio al menos acomodar el sueter sobre su pecho mientras se recostaba.

Maxim entendió, y con cuidado levantó a Dome, y lo colocó sobre Akihito. El pequeño bebé restregó su carita suavemente sobre la superficie donde había sido depositado. Suspiró fuerte, y al cabo de unos minutos, dormía plácidamente.

-Wao...-Maxim lo miraba asombrado.
-Creo que extraña a su papá.-Ahora era Akihito quien estaba por ponerse a llorar.
-Él realmente debe ser un buen padre.
-Lo es.-Asintió Akihito.
-Me alegra oír eso.-Le dedicó una pequeña sonrisa.-Les deseo buenas noches, si necesitas algo sólo oprime el teléfono de allí.
-Gracias, Maxim, de nuevo. Descanse también.

Lo vio irse, y suspiró luego de apagar la luz de la mesita de noche.

-Espero que papá esté aquí pronto, Dome. Te hace mucha falta...-Bostezó, dedicándose a conciliar el sueño...

 


Continuará...

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).