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Amor de cristal por RLangdon

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Y el lunes había llegado. El sonido de la alarma le instó a despertarse. El sábado fue un absoluto asco. Lo único rescatable del domingo era la premisa que Jiraiya se encargara de darle, habían aceptado una de sus novelas en una editorial y el adulto no podía sentirse más feliz. En algún momento, Naruto se había sentido incomodo al tener que tocar el tema de aquella "cita" (si es que podía llamarle así) con Itachi en el acuario. A pesar de desviar la conversación varias veces a la hora de la cena, llego el punto en el que Jiraiya se desesperó y se vio en la necesidad de preguntarle directamente por segunda ocasión
 
Perfecta, genial, única, eran las palabras que Naruto había usado para referirse a la simple y corta salida junto al apuesto muchacho de cabello negro y ojos escarlatas. Quizás la cita habría resultado de ese modo, si su conducta no hubiera sido "inadecuada" pero ya nada podía hacer al respecto. Estaba desesperado y desconcertado por la llamada de Deidara, y el hecho de que Itachi lo presionara en público no ayudó en nada
 
No importaba, por más que tratara de encontrar el error que convirtió un momento agradable en uno desagradable, ya estaba hecho. Itachi se lo había dejado más claro que el agua...pensar sobre ellos, darse tiempo, una forma poco usual para terminar la relación, y la culpa era completamente suya, por haberse ilusionado tan rápido
 
Su estado de ánimo no ayudó mucho a ocultar lo mal que se sentía, incluso tuvo que mentirle a Jiraiya para que dejara de insistir, no estaba enfermo pero su cuerpo reaccionaba igual que si tuviera algún resfriado
 
Solo le faltaba estornudar y el diagnostico estaría completo
 
La soledad acompañó sus pasos al salir de la casa. Le alegraba muchísimo saber que el escrito en el que tanto se había esforzado su padrino sería aceptado, pero eso significaba que pasaría más horas fuera, al menos las primeras semanas, en lo que se llevaba a cabo la edición de la portada
 
Fuera de su casa, el clima no era el mejor. Las nubes grisáceas comenzaban a cubrir el cielo, se aproximaba una tormenta. Se devolvió únicamente para tomar una sombrilla en caso de que llegara a necesitarla
 
Al menos había tenido tiempo de sobra para realizar las tareas pendientes que anteriormente Deidara se encargaba de pasarle. Ya no quería disponer de la ayuda de nadie más, sin importar que fuera un conocido, compañero, o... Itachi
 
Después de caminar las mismas calles de diario, Naruto se adentró en el plantel
 
Mismos rostros, misma rutina, a diferencia de que ahora se encontraba totalmente solo
 
Dudó en seguir avanzando al distinguir a Deidara entre el resto de sus compañeros fuera del salón de clase. Exhaló cansinamente, retomando la caminata, no le debía explicaciones a nadie, y mucho menos a él
 
-¿Q-u-é... f-u-e... e-s-o?- deletreó Deidara, despacio, como si se dirigiera a una clase de retrasado mental. Naruto lo contempló en silencio. El brazo de Deidara le impedía el paso al salón
 
-Si estás molesto por lo de Itachi, olvídalo, ya no somos nada- tajó cortante. Ignorando la mirada del resto de los estudiantes. No tenía ánimo para pelear. Deidara alzó ambas cejas, sorprendido por el atrevimiento del otro
 
Naruto trató de rodearlo para ingresar pero Deidara no se apartó
 
-¡¿Lo escucharon?!- gritó, dirigiéndose a sus compañeros. Naruto se dio la vuelta, un tanto confuso por el intercambio de palabras a su alrededor, otra vez estaba pasando
 
-Que mal amigo- escuchó murmurar a Tenten, una chica de cabello castaño peinado en dos chonguitos
 
-Sabía que le gustaba y aun así...- otro murmullo más. Naruto miró en derredor. Una sonrisa irónica se dibujo en sus labios, una vez mas quien quedaba mal era él
 
-Deben estar aburridos- la voz monótona de Itachi resonó hasta el fondo de la multitud de estudiantes, Naruto la reconoció enseguida. Sintió un fuerte hormigueo en el estomago
 
El rostro de Deidara se contrajo al ver como el atractivo muchacho se abría paso entre sus compañeros
 
-Muy aburridos para estar al tanto de la vida de los demás y no centrarse en la propia- continuó diciendo el mayor, refiriéndose a los ahora expectantes alumnos
 
Naruto desvió la mirada cuando Itachi se acercó hacia él. No tenía que hacer eso, error, no tenía que hacer nada ahí
 
-Me gusta Naruto- sin que su expresión se alterara, Itachi confesó
 
Los puños de Deidara se cerraron con una fuerza descomunal. La rabia se apoderaba rápidamente de su cuerpo
 
-Y a mí me gusta alguien más- anunció Naruto con la mirada en alto. Las miradas se posaron en él pero ya no le importó. Deidara dejo de apretar los puños, mas confundido se volvió hacia Itachi. La sonrisa se amplió al contemplar la misma incertidumbre en los bellos ojos escarlata
 
-Naruto...
 
Pero el aludido no escuchó nada más, no quería, estaba sumamente molesto con él. Ni siquiera le importó decir semejante mentira, e Itachi sería un estúpido si llegaba a creer eso. Simplemente no podía gustarle alguien más. Aunque odiara admitirlo, Itachi era el dueño de sus patéticos suspiros que se habían incrementado los dos días anteriores. Anhelaba regresar con él pero aun se sentía dolido después de que Itachi le pidiera tiempo para "pensar sobre ellos"
 
-Que se joda- masculló, entrando al salón de clases. Lentamente, los estudiantes se dispersaron, algunos ni siquiera pertenecían al mismo grupo que Naruto, habían acudido al ver el alborto fuera del salón
 
Itachi se quedo de pie, analizando detalladamente lo que se le había dicho. No iba a estropearlo de nuevo, pero ya no parecía importarle a Naruto. ¿Tan rápido se olvidó de todo?, o ¿es que acaso nunca le interesó?
 
Seguramente era eso. El chico ya disponía de la compañía de alguien más, de ahí su actitud tan distante y la absurda petición de mantener en secreto su relación
 
Aun más decepcionado. Itachi se dirigió a su respectivo grupo. La garganta le picaba y su orgullo se había ido al carajo, al igual que su último intento por remediar las cosas. ¿Para qué empeñarse tanto en ese chiquillo si podía tener a quien quisiera?
 
Ya fuera hombre o mujer. Citas no le faltaban antes de que comenzara a fijarse en Naruto, el único que lo había despreciado y por el cual se esforzaba más que con nadie
 
No necesitaba todo ese drama estúpido que acaecía en torno a Naruto. Tampoco volvería a pedirle otra oportunidad, no después del rotundo rechazo frente a sus compañeros
 
Naruto rasgó el marco de la puerta al ver como Itachi caminaba indiferente hacia su salón, un molesto nudo le atravesó la garganta. Tal vez se había excedido en sus palabras pero no deseaba hacerse falsas esperanzas con un muchacho que era el centro de atención en el instituto, además...posiblemente se burlarían de él por salir con una persona con tan bajo estatus
 
-Eres una puta, Uzumaki- bufó Deidara, fijando la vista en el recién nombrado. -De haber sabido como eras en realidad, ni de chiste te ofrecía mí amistad, hun. -y tomó aire para continuar con su monologo. -Humillar a Itachi de esa forma tan baja, me alegra que viera con sus propios ojos al nauseabundo ser que...- y las palabras se atoraron en su garganta al recibir el fuerte golpe directo en el rostro. - ¡Mi nariz!- se quejó, sujetándose el tabique con ambas manos, se horrorizó al presenciar las gotas de sangre que caían libremente al suelo, el dolor se expandió por todo su rostro. Retiró precipitadamente las manos al escuchar la advertencia a sus espaldas referente a que si se tocaba podría inflamarse
 
Naruto no se inmutó. Aspiró profundo mientras limpiaba sus nudillos sobre la tela de sus pantalones oscuros
 
Deidara salió a toda prisa del salón con la intención de verse en el espejo del baño y verificar que tan grave era el asunto, ya arreglaría cuentas después
 
-¿Alguien más?- inquirió, dirigiéndose a los entrometidos que tenia por compañeros
 
Por primera vez el silencio le resultó reconfortante. Más tranquilo, tomó asiento en su lugar correspondiente, forzándose a revisar las últimas páginas de su cuaderno para repasar los temas, solo esperaba no haberse olvidado de alguno
 
El salón era un completo desorden cuando Itachi se decidió a entrar. Habían aplastado su orgullo y con ello cualquier posibilidad de reconciliación con Naruto. No, después de aquel percance no le quedaban ganas ni de volver a mirarlo, que no se atravesara en su camino nunca más o terminaría haciendo una estupidez
 
-¡Hey comadreja, por aquí!- le llamó Hidan, dando un suave codazo en el hombro a su ensimismado compañero de enfrente que no prestaba atención a su alrededor por tener los audífonos puestos
 
-¿Qué?...- Sasori se quitó los audífonos, apagando el celular momentos después. -Oh...- atinó a decir al ver el rostro de Itachi, las ojeras se habían pronunciado aun mas en el muchacho, asimismo, parecía estar molesto
 
E Itachi pasó de largo, sentándose al fondo de la segunda fila. Sin querer conversar con nadie más
 
-Ah, ¿Qué?- se giró Hidan sobre su asiento, confundido por la reacción de Itachi. -Ahora nos ignora- musitó enfadado. Sasori se encogió de hombros, restándole importancia al asunto. Probablemente Itachi estuviera molesto con él por aquella llamada hecha a Naruto. Y ahora que lo pensaba más a fondo. Sus dudas comenzaban a disiparse
 
-¡Itachi!- exclamó la pelirosa, sorprendida del lugar que había escogido el guapo muchacho. Los últimos días la evadía por completo y ¿ahora se sentaba junto a ella?
 
-Sakura- la sonrisa más falsa se apreció en los labios de Itachi. Hidan cerró ambas manos en torno a sus ojos, simulando usar binoculares. Grande fue su sorpresa al ver a la comadreja conversando animadamente con la fastidiosa y encimosa mujer de cabello rosa y ojos jade
 
-Dime que estoy soñando, Sasori- se volvió en su lugar. El pelirrojo se quitó de nuevo un audífono
 
-Estas soñando- dijo secamente
 
-¿No había dicho la comadreja que...?
 
-Detestaba estar cerca de Sakura Haruno- completó Sasori, ampliando la sonrisa. Sin duda, sus sospechas eran acertadas
 
-¿Tanto alboroto por una mujer?- preguntó Pain, uniéndose a la conversación. Hidan le devolvió la mirada. No se trataba de una mujer, sino de "la mujer". Aquel demonio de cabello rosa había insistido casi todo el curso con Itachi, y este la ignoraba pero ahora era él quien tomaba la iniciativa, además...
 
-¿Y el enano?- cuestionó a su vez, pensativo. Sasori se carcajeó al escuchar la referencia empleada para dirigirse a Naruto. Bueno al menos ya no le llamaba zorro
 
-Creo que se rindió- gesticuló, observando a la muchacha que se había puesto de pronto de pie, con un fuerte sonrojo en las mejillas. -Ni hablar, él se lo pierde
 
-¿Incentivo?- Hidan y Pain se miraron entre si
 
-No realmente- sonrió Sasori, poniéndose de pie
 
Naruto apartó la caja de dangos que había comprado recientemente en la cafetería. Ni siquiera sabía por qué rayos volvió a elegir los dangos, esos que ahora le recordaban a Itachi. Sentía un profundo hueco en el estomago al pensar en el muchacho que le gustaba
 
Si, definitivamente le gustaba, no podía haber otra explicación para que se sintiera de esa forma después de haberlo rechazado frente a su grupo. Estaba harto, cansado de ser el centro de atención la última semana, por ese motivo, necesitaba alejarlo un poco
 
Y resultaba ilógico que el apuesto, galante, serio y altivo muchacho lo fuera a buscar a su salón luego de lo ocurrido el sábado en el acuario, si fue él quien lo terminó... ¿Por qué ahora fingía que no había pasado nada?
 
Tal vez, Itachi pensaba que por ser "perfecto" podía cometer el error que quisiera y todo seguiría igual. Sin embargo no fue así, y aunque lo hubiese defendido (o hecho el intento) no se había disculpado, aun no hablaban sobre lo ocurrido e Itachi ya había anunciado a todo su grupo que le gustaba... ¡viva la ironía!
 
Al menos Deidara no había vuelto al salón con media escuela para lincharlo como anteriormente creyó
 
-¿Puedo sentarme?- Naruto alzó la mirada para ver al sonriente muchacho de cabello rojo, asintió forzosamente, en ese momento necesitaba pensar las cosas, estar solo para poner en orden sus ideas, como si eso bastara para solucionar lo ocurrido. No era su intención herir a Itachi, por el contrario, sentía que el mayor le tenía lastima y por ello trataba de ayudarlo
 
Desesperado, sujetó su cabeza con ambas manos. Reteniendo las lágrimas y maldiciones para sí mismo. Ojala no se sintiera tan vulnerable de formalizar una relación, desearía no tener tantas dudas y poder mostrarse más accesible con Itachi
 
-Fue el imbécil de Itachi, ¿me equivoco?- suspiró Sasori, agobiado de ver a Naruto en aquel estado
 
-No- Naruto se incorporó, fijando la mirada en las orbes castañas. -Fui yo esta vez- forzó una sonrisa, el mismo gesto que había visto Sasori en los labios de Itachi cuando este ultimo empezara a conversar con la pelirosa, ese engendro que destruyó sus magnificas marionetas para la clase de arte solo porque (según) una se parecía a ella. Como no
 
-Si te sirve de consuelo, el idiota esta que se derrumba
 
-Se derrumba- murmuró Naruto con enfado al presenciar a Itachi caminar hacia la cafetería, siendo tomado del brazo por la misma chica de cabello rosa y ojos color jade con la que estaba el viernes
 
-Sí, se de...- Sasori volvió la mirada hacia lo que tenía tan entretenido al rubio. Se pasó la mano por el rostro, Itachi no podía ser más idiota y orgulloso. -Derrumba- completó obligadamente, contemplando atento aquella mirada de amor que le dirigía Itachi a la muchacha, tan falsa como el color de pelo de ella
 
Naruto tomó la caja de dangos en sus brazos, se levantó afligido. Itachi ni siquiera lo había visto y de ser así, lo había ignorado por completo
 
-Gracias Sasori pero no hace falta que abogues por él- las palabras fluyeron, mas no así las lagrimas. Eso jamás, no permitiría que nadie lo viera llorar, eso era una clara muestra de debilidad
 
Sasori se ofreció a acompañarlo, sin proferir nada mas, se encaminó detrás del rubio, cuyas comisuras de los labios estaban ligeramente curveadas hacia abajo
 
-Sabes que estoy saliendo con alguien más, ¿cierto?- preguntó Itachi, zafándose del agarre de la pelirosa, esta lo miró enternecida
 
-El niño rubio- afirmó con certeza, sin denotar mayor cambio en la resolución de su mirada. -No importa Itachi, siempre y cuando pueda salir contigo, porque...
 
-Es por eso que no quiero frecuentarte de nuevo- la interrumpió Itachi, endureciendo la mirada. Como odiaba que las personas se sintieran tan inferiores como para conformarse en ser el "premio de consolación" en una relación
 
Cuando Itachi estaba molesto no razonaba, era un maldito impulsivo y ahora deseaba con todo su corazón que Naruto no lo hubiera visto con ella, incluso había tenido el descaro de ir a la cafetería, aunque no lo vio ahí, eso no significaba que no estuviera en alguna de las mesas como solía frecuentar el rubio
 
-Pero...
 
Y pensativo, Itachi se marchó, necesitaba buscar a Naruto. No llevaba ni medio día de hacerse aquella promesa de no buscarlo más y ya se sentía bastante ansioso. Quería ver esa hermosa sonrisa de nuevo, la que él se encargo de desvanecer. La misma mirada traviesa que si bien no reflejaba lujuria, lo desarmaba completamente
 
-Naruto...- miró al cielo cuando una gota de agua se deslizó con suavidad por su rostro
 
-Entonces haces marionetas- sonrió Naruto, contendiendo la risa después de escuchar aquella anécdota que Sasori le contara y el cómo su trabajo se había ido a la basura en una fiesta infantil a la que se presentó para dar un espectáculo con ellas
 
-Me fascina construirlas- admitió sin aminorar el paso. -Es una pena que aquel endemoniado chiquillo la rompiera porque le daba miedo, es decir, ni que fuera un payaso, esas cosas realmente asustan- bromeó pensativo. Naruto afirmó una vez más, conversar con Sasori era divertido, al menos le estaba ayudando bastante para evitar pensar en Itachi
 
-A mi me apodaban el payaso de la clase- recordó pensativo. Sasori lo observó curioso ante la mención. -Ahora seguramente me llamaran el "rompe narices Uzumaki" o algo así
 
-¿Rompe narices?- preguntó extrañado Sasori
 
-Deidara tuvo la culpa- comentó apenado
 
-No- Sasori sonrió aun más. -De lo que me perdí- chasqueó los dedos, fingiendo decepción
 
Naruto frunció los labios
 
-Hay varias cosas que hice de las cuales me arrepiento- confesó en un murmullo
 
-Debería agradecerte por no intentar romperme la nariz aquella vez- Sasori detuvo su andar cuando Naruto lo hizo
 
-Es verdad- Naruto cerró la sombrilla, aun mas apenado al recordar el incidente con el pelirrojo. -¿Por qué me besaste?- preguntó con seriedad, fijando su mirada en Sasori, quien, se hizo el desentendido ante la pregunta, ¿no era obvio?
 
-¡Naruto!- el aludido miró molesto al muchacho que recién llegaba, sujetándose las rodillas mientras trataba de regular su respiración por la carrera emprendida. Su cuerpo estaba completamente empapado
 
Sasori frunció el ceño
 
-Entonces ¿mañana a la salida?- inquirió observando a Naruto. Su presencia ya estaba de sobra pero necesitaba corroborarlo
 
-Si- respondió Naruto con una cálida sonrisa. Itachi alzó la mirada, aquel gesto no le agradó en lo absoluto
 
-¿Mañana qué?- preguntó confundido en cuanto recobro el aliento, vio como el pelirrojo se alejaba bajo la lluvia. Naruto rehuyó el contacto visual
 
-Una cita- informó más serio ante la atónita mirada de Itachi. Ni muerto lo dejaría irse con Sasori
 
-No iras- sentenció fríamente. Naruto lo miró con desagrado
 
-No te estoy pidiendo permiso- hizo un molesto mohín. Itachi lo tomó firmemente del brazo para evitar que se alejara
 
¿Era momento de suplicar?, aparentemente si, y aunque su orgullo no podía caer más bajo, Naruto lo valía
 
Tomó aire, sin saber exactamente qué decir, ni por dónde empezar. ¿Cómo es que todo se volvía en su contra?
 

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