Durante su largo tiempo en la mansión, Benjamin se sintió muy cómodo. En la casa de Central no podía salir, pero en la mansión tenía muchos lugares donde poder pasear y estar tranquilo. Mientras Aster trabajaba en el estudio, había logrado explorar libremente el interior así que Benjamin a veces tomaba el sol en el invernadero o deambulaba por el jardín para sembrar margaritas. Sin embargo, cuando se acostumbró, Aster dijo que volverían a Central.
"Nos vamos a Central mañana".
"¿Está terminada la construcción?"
"Sí. Además, tengo trabajo que hacer."
"Creo que sería bueno tener más tiempo aquí".
"Lo siento, amor."
Benjamin quería quedarse en la mansión porque la casa de Central estaba un poco mal ventilada. Las instalaciones eran mucho mejores, era moderno y conveniente, pero no tan espacioso como en donde estaba ahora. Era lo mismo porque no podía salir a la calle, pero aquí al menos tenía un jardín y un bosque y era increíblemente cómodo. Además, era divertido montar en su auto. Mientras Aster trabajaba, Benjamin y Leslie siempre recorrían la mansión en un pequeño carro de golf.
"¿Qué trabajo es?"
Cuando hizo la pregunta, Aster sacó un sonido absurdo:
"Leslie necesita aparearse".
"¿... Qué?"
Benjamín estaba aterrorizado, pero, cuando miró a Leslie detrás de él, el hombre únicamente se sonrojó. Aster lo explicó tranquilamente:
"Leslie entra en celo si no tiene relaciones sexuales durante mucho tiempo".
Benjamín se asombró de nuevo. Al ver a Leslie por segunda ocasión, el hombre pareció asentir con una expresión bastante tímida en su rostro. Aster acomodó casualmente su equipaje para poder partir, pero Benjamin seguía increíblemente quieto.
Al día siguiente, Aster y él regresaron a Central. Tomaron el ascensor y entraron al pasillo donde el mayordomo, Eugene, los estaba esperando tan cortésmente como era su costumbre. Benjamin estaba algo rígido, más aún, porque no había nadie en la casa.
"¿Por qué no hay sirvientes?"
"Les dije que se fueran".
Aster se sentó en el sofá de la sala de estar y dijo esto de un modo bastante calmado. Benjamín se sentó a su lado y los dos comenzaron entonces a encarar a Eugene y a Leslie.
Aster hizo un gesto para que los dos se empezaran a desnudar.
Benjamin sintió que se le salían los ojos.
Avergonzado, agarró su pecho y se aferró a Aster, pero él únicamente estaba mirando para adelante. Al final, pareció no tener más remedio que echar un ojo también: Eugene tenía un cuerpo muy bueno. Incluso cuando vestía ropa de trabajo, podía verse con mucha claridad que estaba lleno de músculos bien trabajados y definidos. Benjamin suspiró con admiración y luego negó con la cabeza. Leslie pareció estar nervioso, pero su rostro estaba tan sonrojado como cuando Aster habló de aparearse. Cayó de bruces frente a Eugene y levantó sus nalgas en alto. Eugene se masturbaba mientras miraba la escena, tenía una erección así que, por supuesto, podía decir que era un poco más pequeño que el de su hijo.
Benjamín quería irse.
Se levantó lentamente, pero Aster le agarró la mano.
"¿Adónde vas? Tenemos que ver si se están apareando correctamente".
"No… No creo que sea bueno en mi condición."
Puso de excusa su embarazo, pero en realidad era porque se estaba sintiendo terriblemente avergonzado. Quería huir, pero Aster se negó a dejarlo, por lo que Benjamin solo inclinó la cabeza y se sentó otra vez. No quería ver y a su vez, tenía los ojos bien abiertos.
Eugene estaba detrás de Leslie. Apretó algo parecido a un ungüento en su mano y luego permitió que Leslie abriera las caderas para él. Cuando sus dedos entraron en su ano, gimió, sacudió la espalda y dejó que el fuerte sonido espeso, que venía desde el interior, también comenzara a ser evidente en las paredes del cuarto. Benjamin miró al techo por un momento, tratando de calmarse. Ya sabía que Leslie era extraño porque Aster siempre le prometía cogidas que nunca llegaban a cambio de su obediencia. A veces lanzaba intencionalmente una pelota o un zapato y si, lo había visto lamer el suelo más de una vez. Pero tener sexo era diferente. Mientras tanto, Leslie fue traspasado por el mayordomo hasta hacerlo llorar amargamente. Incluso le dedicó una mirada que gritaba que estaba a punto de morirse de alegría. Benjamin trató de irse de nuevo, pero Aster lo agarró del hombro e interrumpió sus planes:
"Si no se aparea con regularidad, entrará en celo y se acostará con cualquiera".
"¿Es un chiste?"
"Es una realidad. Entonces, a pesar de que es muy competente, a menudo se va lejos del camino. Se rumoreaba que era una puta. En su anterior trabajo, lo encontraron acostándose con un empleado en la sala de conferencias así que aceptaron darmelo como secretario."
Aster se rió mientras veía a Leslie. Como dijo, Leslie pareció estar muy feliz. Aster se sentó en silencio y observó el desarrollo como si fuera una historia de amor normal entre una pareja.
"Afortunadamente, al mayordomo le gustan putas. Fue muy conveniente".
"No creo que sea bueno para el niño".
"El bebé no entiende lo que decimos".
Aster se rió, sorbiendo el té. Benjamin, que no tenía nada que decir, se mordió la lengua. Mientras tanto, los dos estaban tirados en el suelo, abrazándose y trabajando duro de espaldas. Temblando. Debido a su tamaño, la oclusión entre los dos fue poderosa y Leslie pareció estar completamente excitado y lleno de algo muy parecido al éxtasis. Lloró amargamente, con la lengua bien de fuera, y mientras tanto, Eugene sacudió la espalda vigorosamente y lo acarició. En realidad, sus miradas fueron muy dulces así que Benjamin se preguntó constantemente por qué les gustaba ser vistos. Pensando en ello, le preguntó a Aster:
"A Leslie le gusta ¿No? Digo, sentimentalmente".
"Creo que sí."
"Entonces, ¿Por qué...?"
"Leslie le abre las piernas a cualquiera, pero es tímido y no puede confesar sus sentimientos. Además, si no lo cuidas así, creerá que ha perdido el cariño de su dueño. Está entrenado para eso."
Benjamin frunció el ceño. Fue, en muchos sentidos, muy molesto. Como guardaespaldas, como sirviente, también era competente, amable y atento, pero su gusto personal era algo que podía tomar como su debilidad. Y Aster era el problema. Leslie siempre se sorprendía por la voz de Aster así que cuando lo escuchaba, rápidamente volvía la cabeza hacía él como para esperarlo. Ni siquiera podía hacer contacto visual con Eugene sin pensar que algo iba a pasar. Dio vueltas y vueltas, como si quisiera huir, pero Eugene le agarró las manos y las fijó en el suelo. Le golpeó los genitales con dureza una y otra vez hasta que lo hizo gritar. Aster sonrió cuando vio eso, y susurró lo suficientemente suave como para que solo Benjamin pudiera escucharlo:
"Es otro pasatiempo para Eugene. Le gusta tener el control".
Pero Benjamín no quería saber este secreto. Aster rió mientras lo miraba ver hacía el techo de nuevo.
"Al principio, tener un perro es engorroso".
"Aster, Leslie es un hombre ".
"No, no lo es. Tienes que apoyarlo para que sea obediente".
Aster dijo esto al mismo tiempo en que Leslie soltaba un nuevo grito doloroso. Y ante la innegable aparición, Benjamin negó con la cabeza una vez más.
Era algo que... Dolía.