Lunes, 21 de julio 2008
Cocrodile lo notaba, sabia del accidente y a través de sus ojos podía ver el vacío que había provocado, para cualquier persona que lo viera podría decir que seguía igual, pero el cómo su docente y cómo una persona que a vistos a demasiadas personas rotas lo sabía, sabía que aquel chico estaba roto y era una herida tan grande que costaría muchísimo volver a ser el mismo, a no estar fracturado.
-¿Por qué te interesa tanto ese chico?- Esa pregunta vino de su esposo.
-Si lo vieras lo entenderías- Le respondió con simpleza, Doflamingo odiaba que todo fuera complicado, y él no estaba para explicarle la situación de su estudiante.
Pero decirle aquella frase fue como retarlo, mientras estaba dando su clase lo vio pasarse con aquel extravagante abrigo rosa que parecían plumas, suspiro sabiendo que al conocerlo no habría macha atrás.
Doflamingo busco por el campus, si era alumno de su esposo solo había dos opciones, o era en el campus médico o el campos de ciencias químicas. No conocía como era pero en cuanto vio a un joven de oscura cabellera pudo ver lo mismo que su esposo, vio la misma mirada que un día él tuvo, aquella mirada de perderlo todo con la diferencia que él tenía a su hermano y esa fue la única chisma que necesito para salir adelante, pero no fue el único que tuvo aquella mirada, también la habían tenido un día sus hijos. Y ahora ese chico quisiera o no se volvería uno de ellos.
-Oye chico- Llamo a Trafalgar - Ahora serás uno más de la familia Donquixote- El contrario lo miro con extrañeza.
-Púdrete- Fue la única contestación del contrario antes de marcharse de ahí.
Cocrodile escucho lo último y solo pudo sentir pena por su alumno, no sabía lo cerrado y fastidioso que podría ser su esposo. “Cualidades” por las que había terminado casándose con él bueno eso y otra cierta cosa que lo termino de convencer.
-¿Cómo supiste que era él?- Le pregunto una vez estuvo a su lado.
-Al verlo lo entendí, y supe que era él- Le contesto.
Pasaron días llenos de acoso por parte del rubio, al cual se le unió su hermano al cual le decían Corazón y entre ambos lograron convencer a Law.
Como bien decía su hija, si me necesitas aunque no lo quieres yo estaré para ti. Ese se había convertido en el lema de la familia. Y Crocodile no podía estar más que de acuerdo con ello.
Law conoció a parte de la familia, vivían juntos los dos hermanos, su profesor y ahora él (Él tenía su propia casa, pero por insistencia de ambos rubios se mudó), tiempo después se uniría una niña a la que nombraron como Sugar, era huérfana como todos los que pasaban por aquella casa.
No es necesario que sigan leyendo, es lo mismo lo unico que amor yaoi no me dejo solo agregar esto porque es muy corto </3
Lunes, 21 de julio 2008
Cocrodile lo notaba, sabia del accidente y a través de sus ojos podía ver el vacío que había provocado, para cualquier persona que lo viera podría decir que seguía igual, pero el cómo su docente y cómo una persona que a vistos a demasiadas personas rotas lo sabía, sabía que aquel chico estaba roto y era una herida tan grande que costaría muchísimo volver a ser el mismo, a no estar fracturado.
-¿Por qué te interesa tanto ese chico?- Esa pregunta vino de su esposo.
-Si lo vieras lo entenderías- Le respondió con simpleza, Doflamingo odiaba que todo fuera complicado, y él no estaba para explicarle la situación de su estudiante.
Pero decirle aquella frase fue como retarlo, mientras estaba dando su clase lo vio pasarse con aquel extravagante abrigo rosa que parecían plumas, suspiro sabiendo que al conocerlo no habría macha atrás.
Doflamingo busco por el campus, si era alumno de su esposo solo había dos opciones, o era en el campus médico o el campos de ciencias químicas. No conocía como era pero en cuanto vio a un joven de oscura cabellera pudo ver lo mismo que su esposo, vio la misma mirada que un día él tuvo, aquella mirada de perderlo todo con la diferencia que él tenía a su hermano y esa fue la única chisma que necesito para salir adelante, pero no fue el único que tuvo aquella mirada, también la habían tenido un día sus hijos. Y ahora ese chico quisiera o no se volvería uno de ellos.
-Oye chico- Llamo a Trafalgar - Ahora serás uno más de la familia Donquixote- El contrario lo miro con extrañeza.
-Púdrete- Fue la única contestación del contrario antes de marcharse de ahí.
Cocrodile escucho lo último y solo pudo sentir pena por su alumno, no sabía lo cerrado y fastidioso que podría ser su esposo. “Cualidades” por las que había terminado casándose con él bueno eso y otra cierta cosa que lo termino de convencer.
-¿Cómo supiste que era él?- Le pregunto una vez estuvo a su lado.
-Al verlo lo entendí, y supe que era él- Le contesto.
Pasaron días llenos de acoso por parte del rubio, al cual se le unió su hermano al cual le decían Corazón y entre ambos lograron convencer a Law.
Como bien decía su hija, si me necesitas aunque no lo quieres yo estaré para ti. Ese se había convertido en el lema de la familia. Y Crocodile no podía estar más que de acuerdo con ello.
Law conoció a parte de la familia, vivían juntos los dos hermanos, su profesor y ahora él (Él tenía su propia casa, pero por insistencia de ambos rubios se mudó), tiempo después se uniría una niña a la que nombraron como Sugar, era huérfana como todos los que pasaban por aquella casa.