El sol entraba por la ventana cuando James despertó y se quedó inmóvil. En algún momento se había abrazado a T’Challa, poniendo su cabeza sobre el pecho del moreno. Este le acariciaba la espalda de manera perezosa mientras tarareaba una melodía.
- Gracias Bast – susurro T’Challa besándole el cabello – gracias por cumplir mis más grande deseo. Despertar con el hombre que amo entre mis brazos
- De verdad gracias – dijo James aferrándose a él
- Buen día, dormilón – dijo el moreno sonriendo
- ¿Qué hora es? – pregunto el americano y su compañero miro hacia la mesita de noche
- Nueve de la mañana – dijo T’Challa.
- ¿bromeas? – dijo mirando hacia la ventana – T’Challa nos dormimos. Por Bast, que vergüenza – y esconde el rostro en el pecho de su esposo
- Yo desperté hace horas – dijo este sonriendo – como a las seis de la mañana
- ¿y el señor me puede decir por qué no me despertó? – reprocho James
- Te veías tan hermoso – dijo el moreno acercándose a darle un suave beso en los labios – y te sentía tan mío
- Soy tuyo – dijo James sonriendo – completamente tuyo
- ¿Seguro? – dijo T´Challa y acostándose sobre él – ¿lo suficiente como para…? – y ataco con cosquillas
- T’Challa no – grito James en medio de una carcajada – cosquillas no. Auxilio
- Nadie lo salvara alteza – dijo el nuevo monarca y le robo un beso mientras le rodeaba la cintura con ambos brazos – bañémonos y vamos a la tribu. Antes que mi suegro note que te secuestré
- Tu baño es enorme – dijo James – me voy a perder
- Nuestro baño – corrigió T´Challa –, y no te preocupes. No te vas a perder. Yo te voy a acompañar
- ¿Tú…? ¿yo…? – dijo James nervioso
- Solo vamos a bañarnos – dijo el rey –. Así como anoche. Si no quieres que pase nada, no pasara. Vamos – dijo tomándole las manos para ayudarlo a levantarse –. Tu babba y los míos nos esperan. Además no es bien visto que los reyes sean tan perezosos. Por muy hermosa que sea la nueva reina
Arrastro a su compañero suavemente hasta el baño y preparo al yacusi con sales aromáticas. Se giró disimuladamente dándole espacio a James para que se desvistiera y entrara a la tina. James agradeció a todos los dioses que las burbujas eran abundantes cuando escucho como su esposo entraba también y se sentaba detrás de él. T’Challa rodeo su cintura y lo atrajo hacia su cuerpo de tal manera que inevitablemente sus glúteos rozaron la hombría del rey
- No va pasar nada – susurro Udaku en su oído acomodando su cabello en el lado contrario – relájate
James hecho su cabeza hacia atrás y la acomodo en el hombro derecho del moreno. Sintió una mano del contrario recorrer su vientre y su pecho. Su respiración se regularizo al cerrar los ojos para disfrutar del momento. Besos suaves cayeron en cascada sobre su hombro izquierdo, que ascendieron hasta su oreja arrancándole un suspiro
Cedió al impulso y girando el rostro tomo por asalto los de su rey que este no dudo en respondérselo. Se acomodó entre las piernas del moreno mientras rodeaba el cuello del hombre para profundizar el beso. Una lucha de lenguas en las que ninguno quería ceder. Dientes suaves sobre su labio inferior le arrancaban suaves gemidos. Echó la cabeza hacia atrás para darle acceso irrestricto a su cuello, que después de unos minutos bajo hacia su pecho
James busco los labios con los suyos y los reclamo nuevamente con mayor ansias mientras T’Challa restregaba su entrepierna sobre la suya, arrancándole un nuevo suspiro
- T… ah – gimió James
Pero unos besos lo callaron justo cuando su mundo exploto sobre el muslo de su esposo. Demoro en abrir los ojos, pero cuando lo hizo, todo lo que tenía ante él era la mirada relajada y la sonrisa tranquilo del rey
- ¿Seguimos con el baño o atendemos tu estomago? – dijo este
- Perdón – dijo James – por los nervios no comí nada ayer en todo el día
- Entonces vamos a asaltar la cocina – dijo el rey volviendo a besarlo
- T’Challa – dijo James llamando la atención del príncipe – te amo – y sonrió antes de volverlo a besar como si no hubiese un mañana
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Eran cerca de las once de la mañana. Negus estaba terminando una reunión cuando la puerta principal se abrió y una pareja entro de la mano. Al instante todos hicieron una venia antes de despedirse para salir
- Buenos días mis señores – dijo el anciano haciendo una venia
- Baba, no hagas eso – dijo James alarmado intentando detenerlo
- Soy un súbdito de Wakanda y ahora eres mi reina – dijo Negus
- Yo no quiero ser tu ni rey, ni tu reina, ni nada de eso, quiero ser tu hijo – dijo el nuevo monarca y le beso la mano a su padre
- Eres un tremendo malcriado – dijo Negus haciendo reír a su yerno – eso es lo que eres. ¿Ya almorzaron?
- En realidad James despertó con ganas de cocinar y vinimos a hacerlo aquí – dijo T´Challa – Babba – y también le beso el dorso de la mano mientras el anciano sonreía
- Pues la cocina es toda tuya hermanito – dijo Nakia entrando –, y para que veas que soy un amor, te ayudare
- ¡Pero tú odias la cocina! – dijo Bucky sorprendido
- Pero por ti puedo hacer una excepción – dijo la joven jalándolo del brazo izquierdo hacia la cocina
- ¡Nakia! – dijo su padre – ¡le vas a arrancar el brazo a tu hermano!
- ¡Pues que se mueva! – dijo esta – parece uno de los rinocerontes de W’Kabi
- T, quédate con mi babba –dijo James sonriendo mientras se dejaba llevar por su hermana – yo voy a controlar a la fiera. Si muero en el intento recuerda que te amo – grito mientras se perdían en la cocina
- Siempre tan dramático – se escuchó protestar a Nakia
- ¿Le sirvo algo de tomar algo en especial, majestad? – dijo el dueño de casa
- En realidad lo que quiero es que deje de decirme majestad – dijo T’Challa – es como si mi babba me lo diga – y cerrando los ojos su cuerpo se estremeció mientras el anciano sonreía
James vio atónito como en un abrir y cerrar de ojos, su hermana saco todo los ingredientes para el kifto y se sentó mientras veía al hombre cortar la carne ternara eliminando la grasa y las costuras, el aceite ya estaba calentando sobre el sartén. Coloco en un procesador de alimentos pequeñas cantidades de carne a la vez, esparció un poco de especias y trituro hasta que la carne estuvo finamente picada. Con un tenedor quito los restos de grasa y costuras; coloco la carne picada picante en un plato
- Ya basta tarado – dijo Nakia deteniéndolo – dime lo que necesito saber
- Y eso sería... – dijo James buscando algo con la mirada
- Ya sabes… – dijo su hermana –…lo divertido – y James la miro intrigado sonreír maquiavélicamente – ¡tu noche de boda, idiota!
- ¿Qué? – dijo James sorprendido – ¡claro que no! Ni loco te voy a contar
- ¿Qué? ¿Por qué? – dijo ella sorprendida
- Porque no – dijo James –. Es mi vida sexual, y es privada
- Al cuerno tu privacidad. Yo soy tu hermana y tengo derecho a saberlo – dijo Nakia – ¿Te dolió? ¿hasta qué hora fue? ¿Rompieron la cama?
- ¡Nakia! – grito el chico mientras hacia todos lados – no te voy a contar nada
- Eres un pésimo hermano mayor ¿lo sabias? – siseo ella – algún día me voy a casar y voy a pasar un papelón por tu culpa. Y todo porque no me quisiste contar lo que paso en tu noche de boda
- El día que te cases, las ancianas te darán la charla – se defendió James
- Yo quiero que me lo diga alguien en quien confió, no una bola de… – protesto ella
- ¡Nakia! – la interrumpió
- Entonces habla – dijo esta
- Mira, no te puedo contar nada porque… porque… – y la vio levantar las cejas – no pasó nada ¿sí?
- ¿Cómo que no pasó nada? – dijo ella quedando inmóvil
- No pasó nada – dijo James –. Solo nos acostamos y hablamos hasta que nos dormimos. Y hoy… nos levantamos y nos vinimos para acá
- ¿Me estás diciendo que el rey no...? ya sabes… él no…
- ¿Qué? – dijo James alarmado – ¡no! Claro que no ¿Qué te pasa? Y baja la voz. Te pueden escuchar
- Pero tú dijiste…
- Ok, me dio miedo y no pude ¿Contenta?
- ¿Cómo que no pudiste? ¿Qué no pudiste? – y vio como la cara de su hermano se volvía completamente roja – ¿te refieres a…? – e hizo un gesto con la mano como si abriese algo
- Eres… ¿Qué te pasa? eso fue asqueroso – protesto
- Pero tú dijiste que no…
- Me dio miedo si – confeso James finalmente – y T’Challa fue lo suficientemente caballeroso como para decirme que me iba esperar hasta que estuviese listo ¿sí?
- Caballeroso un cuerno – dijo la guerrera – si hubiese sido mi novio lo violaba en la misma fiesta
James no pudo hacer otra cosa que cubrir su rostro completamente rojo, porque lo peor de todo era que su hermana si era capaz