Mucha gente se estaba reuniendo en el vestíbulo de la antigua casa real. Hacían círculos aquí y allá, charlando, abrazándose y brindando. Había gente bailando con música brillante, hombres que invitaban a mujeres a tomar una copa y personas que hablaban íntimamente entre si. Un sujeto, que había pasado a su lado, miró a Natsume a la cara hasta hacer que se diera la vuelta avergonzado y escapara de su mirada. La comida era deliciosa y también lo eran los cócteles que preparaban en la barra del bar al final del pasillo. No era horrible ver gente a su alrededor, pero no tenía ganas de perder el tiempo así. Matt se había perdido hablando con un amigo y él había estado ocupado mandando una evidencia fotográfica de la fiesta a Kotoku. Pero cuando se bebió el jugo de naranja restante y se preparó para ir a casa, la gente a su alrededor hizo un sonido sorprendido. Algo como un "Oh"
La gente retrocedió para abrir el centro de la sala y sus espaldas se acercaron casi hasta chocar con la silla en donde estaba Natsume. Cuando se puso de puntitas y miró lo que estaba pasando, se dio cuenta de que un hombre particularmente alto se estaba acercando a la multitud: Tenía piel morena y cabello negro un poco más largo que el suyo. Su rostro tenía un contorno masculino y firme, sus cejas eran increíblemente dignas y el puente alto de su nariz era tan hermoso que también abrió la boca. Sin embargo, lo más llamativo de él eran sus ojos verde oscuro. Eran agudos, como si la fuerza y el orgullo de su voluntad se expresaran vividamente hasta crear un rostro que parecía una obra de arte.
El hombre, que miraba hacia adelante con una infinita calma, fue llamado en un grito que provocó que mirara hacia atrás. Quizá era un amigo suyo, porque estaba entre los estudiantes alineados frente a Natsume.
Sonrió.
Y la conmoción que sintió en ese momento hizo que Natsume no pudiera respirar.
El dolor y el calor atravesaron todo su cuerpo, como si pasara una fuerte corriente eléctrica por su pecho a la vez que un suave entumecimiento comenzaba a hacer que sus piernas se sintieran temblorosas. El hombre no vio a Natsume, pero ya que la gente estaba dividida a izquierda y derecha, el podía observar claramente todo su cuerpo: Vestía una camisa brillante, un pantalón negro y una chaqueta del mismo color. No tenía corbata, algunos botones de su camisa estaban desabrochados y de esta manera podía ver su bonito y largo cuello moreno. ¿Media como 1,85 cm de altura? "Alfa" seguramente. Además de su apariencia pulcra, ellos tenían fuerza y superioridad como seres humanos, por lo que había muchas personas con un alto estatus social, como los dueños de grandes empresas, aristócratas y la realeza, que lo eran. ¿El shock anterior se debía a esto? ¿Era una forma de hacerle tener cuidado debido a su género? Pero hasta ahora, nunca había sentido una conmoción dolorosa por ningún Alfa.
Ya no había nadie alrededor de Natsume. Todo el mundo estaba aplanando el camino para este Alfa. El zumbido que tenía en los oídos no era de miedo, sino de alegría y de muchísima emoción.
"Bienvenido, príncipe".
Natsume se sorprendió por segunda vez. Había escuchado que la universidad tenía miembros de la realeza que habían venido a estudiar desde países del Medio Oriente. Quizá, era el hermano menor del joven rey. Rondaban los rumores de que ingresó a la escuela a los 17 y completó todo el proceso en 3 años, por lo que se graduó después de trabajar en una compañía por 2 y medio. ¿Era por esto que podía sentir la tenacidad de un halcón cuando estaba a su lado? Pero al parecer, al hombre no le importaba la reacción de los demás y hasta pareció sentirse libre de poner su brazo alrededor del hombro de su amigo mientras bebía de su vino a tragos inmensos. Sin embargo, aunque Natsume estaba impaciente por escapar, no podía mover las piernas. No podía desplazarse a ninguna parte y como si fuera un muñequito, ni siquiera podía pestañear.
El Alfa notó a Natsume y se sintió como si su mirada penetrante lamiera su piel hasta hacer que ese dolor volviera a atravesar el centro mismo de su cuerpo. La temperatura corporal le subió y las rodillas le temblaron...