—Estoy en casa —dijo un hombre entrando a su hogar
— ¡Papá! —Sukea corrió a la entrada para abrazarlo.
—Oh, cuanta emoción —Sakumo correspondió el abrazo de su hijo menor.
— ¿Qué tal estuvo tu viaje? —preguntó Kakashi acercándose
—Bien, todo bien, estoy feliz por estar de regreso con ustedes —respondió Sakumo
—La comida esta lista, vamos a comer juntos —dijo Sukea sonriéndole.
Los tres se sentaron en la mesa, comían animadamente mientras charlaban. Cuando terminaron Sukea se puso serio.
—Papá, hay algo que quiero hablar contigo —dijo el castaño
— ¿Sobre qué? ¿Paso algo en la escuela, Kakashi? —se giró a ver al mayor que levantó los hombros confundido
—No, veme a mí, yo soy quien quiere hablar contigo —reprocho Sukea. —Tú… ¿por qué prefieres a Kakashi?
— ¿De qué hablas? Si papá tiene preferencias por alguien, ese eres tú —contestó Kakashi
—No es cierto, papá siempre te llama y busca a ti —dijo Sukea
— ¿Y sabes de qué hablamos? Él lo primero que hace siempre es preguntar por ti, saber si estás bien, nunca deja de repetirme que te cuiden o regañarme si tienes algún problema, siempre que hablamos es sobre ti.
— ¿Por qué no me lo dices directamente a mi papá? —preguntó Sukea viendo al mayor
—Hijo, tú…siempre has sido algo distraído y-
—Tonto —interrumpió Sukea
—No, yo no dije eso —Sakumo negó con la cabeza.
—No lo soy —habló Sukea—Si actuaba así era porque quería tu atención, quería que me vieras, pero yo no soy un idiota, puedo cuidarme solo
—Sukea, tú eres menor —decía Sakumo para ser interrumpido de nuevo
—Aunque lo sea, Sukea es increíblemente listo papá, es mi hermano gemelo, al fin y al cabo, todo lo que soy yo lo es él, deberías de dejar de subestimarlo y confiar más en él —habló Kakashi. —Sé que como el mayor debo protegerlo, y lo hare siempre porque lo quiero, no por obligación, pero estoy cargando con peso que no me corresponde al estar casi criando a Sukea. Papá, soy el mayor, pero no soy perfecto… yo también quiero que preguntes por mí, también quiero que me protejas como lo haces con Sukea. Se que soy el ejemplo de mi hermano, pero también quiero cometer errores a veces… y quiero que estés en casa para cuidarnos a ambos, porque yo ya no quiero hacerlo solo.
—Kakashi…—dijo Sukea viéndolo. —Perdón, no sabía que tú, te sentías así, ¿he sido una molestia para ti? ¿Por qué cargabas con todo esto solo?
—Porque soy el mayor, y papá dijo que debo cuidar a mi problemático hermano menor siempre, incluso si él se molesta y me dice mandón, debo hacerlo
—Ya no actuaré así, es solo que yo…quería algo de la atención que te daba papá, no sabía que lo único que hacía era preocuparlo a los dos. No eres un mandón.
—Tal vez si lo soy, porque quiero que estés bien —respondió Kakashi
Sukea sonrío para luego ponerse serio de nuevo y ver a su padre. —Ahora papá, cualquier cosa que se trate sobre mí dímela directamente, ya no necesitas cargarle todo el peso a Kakashi, yo puedo ser completamente responsable por sí solo.
—Ya no va a ser necesario eso —dijo Sakumo
—Claro que sí, porque como te acabamos de decir los dos somos responsables, no debes cargarle nada a uno solo porque somos dos —habló Sukea cruzándose de brazos
—Digo que ya no va a ser necesario porque solicite un cambio de puesto para quedarme de forma permanente aquí.
— ¿En serio? ¿Ya no te iras de viaje de nuevo? —preguntó Sukea. Sakumo negó con la cabeza. —Qué bueno, porque tengo tanto que contarte, ¿me vas a escuchar? ¿Vas a dejar que yo te cuente lo que me pasa?
—Por supuesto que sí, quiero saber todo lo que le pasa a cada uno.
—Por cierto papá, ahora que te vas a quedar aquí, tal vez deberías ver a alguien llamado Jiraiya, lo vi el otro día y dijo que te mandaba saludos —comentó Kakashi
— ¿Jiraiya? ¿En serio lo viste? —preguntó sorprendido el mayor
—Sí, ¿él era tu amigo?
—Bueno…amigo, no creo que sea la palabra correcta, era mi conocido, pero cada que podía le coqueteaba a tu madre. Tal vez deba verlo de nuevo para recordar viejos tiempos, aunque no sé si siga molesto, la última vez que lo vi se pasó de tragos y solo quería pelear conmigo.
—No creo que puedas hacer eso —dijo Sukea
— ¿Por qué? —cuestionó Sakumo viéndolo
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El sol siempre salía, cada mañana, y ese día no había sido la excepción. Yamato estaba regando las flores del club de jardinería. Vio los tulipanes azules y sonrió, esas eran las flores que representaban la amistad y amor de Sukea y Obito; Las gardenias blancas representaban el amor secreto que Itachi sentía por Shisui; Y las camelias rojas… representaban el amor eterno de Jiraiya por Orochimaru. Se quedó viendo aquellas flores, no pudo evitar sentirse triste al hacerlo, él aun no sabía que flor representaba su amor por Kakashi.
—Yamato, ¿estás bien? —preguntó Kakashi acercándose por sus espaldas
— ¡Ah! ¿Senpai, qué haces aquí? —preguntó el castaño sorprendido.
—Necesito un ramo de flores para alguien especial y quería saber si me podías ayudar a armarlo, tú sabes de esto —dijo Kakashi
—Claro senpai, yo te ayudo —contestó Yamato— ¿Qué colores te gustaría que tuviera?
—Pues…blanco y morado o amarillo, no estoy seguro de cómo se vería mejor
—Bien, creo que sé que flores quedarían bien, necesita unas orquídeas, jacintos, azucenas, quizá unas camelias y creo que algunas fresias también se verán bien.
Kakashi veía a Yamato correr de un lado a otro en el vivero buscando las flores mientras le decía el significado de cada una y se acercaba a él para entregárselas; El Hatake solo escuchaba atento y asentía de vez en cuando, sin darse cuenta sus brazos sostenían un enorme ramo de flores.
—Y creo que serían todas, perdón por hablar mucho —dijo nervioso Yamato al darse cuenta que se la paso hablando todo el rato.
—No, no, está bien, me gusta aprender cosas nuevas como estas —contestó Kakashi. — ¿Te debo algo por las flores?
—No es nada senpai, descuida
—Me gustaría quedarme a charlar más, pero debo irme, nos vemos luego Yamato —dijo Kakashi para ir hacia la salida
—Hasta luego senpai —se despidió el castaño para ver como una flor caía de un costado de Kakashi; Se acercó rápido a recogerla—Senpai, se te cayo esto —dijo para ver que el Hatake ya había caminado lo suficiente como para no escucharlo. Yamato vio la flor amarilla confundido y ladeo la cabeza. —Un girasol…pero el ramo de senpai no llevaba ninguno. Aunque…ahora que lo pienso, le preparé un ramo muy lindo a senpai, y ni siquiera le pregunte para quien era.
Yamato vio a lo lejos, pudo ver a Mei acercarse a Kakashi y caminar a su lado, pero…no podía ser para ella, ¿cierto? Comenzó a sentir el dolor en su pecho, debía calmarse, Sukea le dijo que se encargaría de eso, así que no tenía que preocuparse, pero aun así comenzó a toser los pétalos; Claro, el Hanahaki no son celos, son impotencia por no poder proclamar su amor, y él no tendría de que preocuparse o sentirse inseguro si ya lo hubiera hecho.
—Entonces, Kakashi, ¿qué dices? ¿No te gustaría que salgamos? Sé que te gustan las cosas tranquilas y yo soy tranquila —decía Mei
—No estoy interesado —respondió Kakashi sin darle importancia.
— ¿Por qué? ¿Acaso ya tienes pareja? —cuestionó la chica
—No, pero no estoy interesado en ti —dijo el Hatake.
—Vamos, no seas así —Mei se sujetó al brazo del Hatake quien se detuvo para verla incómodo.
— ¡Kakashi! ¡Papá nos está esperando ya! —exclamó Sukea mientras se acercaba corriendo.
—Lo siento Mei, pero justo ahora tengo prisa —dijo Kakashi
— ¿Qué pasa hermano? ¿Te está molestando? —preguntó Sukea para ponerse a su lado—Porque Mei es experta en eso
—Piérdete Sukea. No le hagas caso Kakashi, solo esta resentido porque lo rechace, pero es que, a mí me gustas tú —decía la chica aferrándose al brazo de Kakashi. —Incluso…yo, toso flores por ti
— ¿En serio? ¿Tienes esa enfermedad? —preguntó Kakashi a lo que Mei respondió asintiendo.
—No la tiene, es una mentirosa —replico Sukea
—Kakashi, si me rechazas, ¿sabes que pasará? Voy a morir —insistió la chica agachando la cabeza
—Termina ya con esto, no sabes lo grave que es la enfermedad para quienes en verdad la tienen —dijo molesto el castaño.
Kakashi vio a su hermano y luego se giró para mirar a Mei. —Yo pensé…que estabas saliendo con Sukea, nunca te vi enferma
—Porque no lo está —insistió Sukea. —Kakashi, ella me dijo idiota
—No dije mentiras, lo eres, por eso siempre sacas malas notas y te metes en problemas, a diferencia de Kakashi, que es el inteligente, por eso es el mejor en todo —se defendió Mei
—Suéltame —ordenó Kakashi
—Pero Kakashi
El mayor jalo su brazo para apartarse—No me importa si tienes esa enfermedad o no, no saldría nunca con alguien que trate de mala forma a mi hermano
—Pero…yo—Mei llevo la mano a su pecho.
—Vamos Sukea, nos están esperando —dijo Kakashi para comenzar a caminar.
—Si en verdad estuvieras enferma, no seguirías de pie —soltó Sukea antes de ir tras Kakashi.
Mei apretó su mano y frunció el ceño mientras veía a ambos Hatake irse.
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—No esperaba verte —decía Orochimaru mientras se acercaba hasta llegar al lado de Sakumo quien estaba parado frente a una tumba.
—Yo…me enteré hace poco sobre Jiraiya, y ya que vine a ver a mi esposa, pensé que no estaría mal pasar a saludarlo también —contestó Sakumo
—No, yo me refería a que literalmente no esperaba verte de nuevo
—Ah, ya veo. Siempre tan frio Orochimaru.
—Y tú tan distante.
—Me dijeron que él murió en tus brazos, lo lamento mucho —dijo Sakumo para levantar la cabeza y verlo.
—No hay nada que lamentar. Ya sabes cómo era Jiraiya… él, era un torpe que le encantaba cometer errores
— ¿Dices que enamorarse de ti fue un error? —cuestionó Sakumo
—Sí, y él lo sabía bien. Me hizo quedarme solo, sin mi mejor amigo
— ¿Seguro que no hay nada de que lamentarse? Deberías dejar de hacerte el duro un momento.
Orochimaru negó con la cabeza. —Estoy seguro de que él preferiría verme así a que este llorando todo el tiempo, las lágrimas se las dejo a Tsunade y Dan.
—Entonces…parece que ambos nos quedamos sin nuestros compañeros de vida —soltó Sakumo agachando la cabeza
— ¡Papá! —exclamó Sukea acercándose a los adultos.
—No grites aquí, respeta este lugar —regañó Kakashi yendo tras él.
—Oh, lo lamento. —Sukea cubrió su boca
—Bueno Orochimaru, como te decía, debo ir a ver a mi esposa también. Vayamos a tomar el té luego —dijo Sakumo dándole una palmada en la espalda al pálido.
— ¿Por qué no un café?
—Porque sé que lo odias —contestó el Hatake.
—Bueno, fuiste tú quien me hizo odiarlo, pero Jiraiya hizo que me gustara de nuevo
—Vayamos por lo que quieras entonces. Nos vemos luego —decía para comenzar a caminar.
—Deberías visitar también a Tsunade antes de irte otra vez —soltó Orochimaru
—Ya no me iré, tengo dos cachorritos que cuidar aquí —contestó Sakumo para acercarse a Sukea y tomar su mano.
—Papá, ya soy grande, puedo ir solo —reprocho el castaño.
—No me importa qué edad tengas, siempre serás mi pequeño, ahora vamos.
—Nos vemos luego Orochimaru—san —dijo Kakashi para hacer una leve reverencia.
—Espera —Orochimaru se acercó al chico— ¿Puedo tomar una flor? —preguntó señalando el ramo
—Oh, claro, la que guste —contestó Kakashi
Orochimaru tomo una camelia blanca. —Las que yo tenía eran rojas…pero han dejado de aparecer. El blanco creo que también se ve bien.
— ¿Sabe lo que significa esa flor? —cuestionó Kakashi
—Con este color, no —respondió Orochimaru
—Tiene diferentes significados, pero representa estima y gratitud, también hay una leyenda que dice que las camelias son las estrellas que brillan en la tierra. —explicaba Kakashi
—Vaya, no sabía nada de eso
—Yo tampoco, lo aprendí hoy —dijo el chico para sonreírle—Nos vemos luego —Kakashi siguió su camino hacia su padre.
—Ese es un enorme ramo, ¿no crees? —comentó Sukea viendo como su gemelo mayor lo ponía en la tumba de su madre.
—A ella le encantaban las flores —habló Sakumo.
— ¿Cuáles eran sus favoritas? —preguntó Kakashi
—Las flores de cerezo
— ¿Por qué? —esta vez cuestionó Sukea
—Representan lo efímera que puede ser la vida, así como lo fue la suya —respondió Sakumo viendo la tumba.
—Entonces mamá deberá de estar feliz, porque los cerezos van a florecer pronto —comentó Kakashi
—Si, estoy seguro de que lo está.
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Itachi tenía una flor en sus manos. Quitaba un pétalo a la vez mientras debatía internamente entre hacerlo o no.
— ¿Qué haces Itachi? —preguntó Shisui acercándose
—Nada —el chico oculto la flor tras su espalda. — ¿Ya nos vamos?
—Sí, hora de ir a casa. —contestó Shisui para comenzar a caminar. —Aunque, ¿te gustaría pasar por unos dangos antes? Digo, solo si te sientes bien
—Si, si me gustaría
—Perfecto, desde la mañana tengo antojo de algo dulce.
Itachi seguía quitando los pétalos tras su espalda mientras mentalmente pensaba “Lo hago, no lo hago, lo hago, no lo hago, lo hago…” ya no había más pétalos que quitar. Soltó un suspiro y tiro el tallo de la flor.
—Shisui, hay algo que me gustaría hablar contigo
—Te escucho
—A ti… ¿te gusta Izumi?