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Notice me, senpai por Sora Hatake

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Pasaron 10 años para que “la enfermedad de las flores” pasara a llamarse “Hanahaki” oficialmente. A pesar del tiempo, es una enfermedad que sigue estudiándose; cada año vuelve cuando se acerca la primavera, como si de una gripe estacional se tratara, una muy peculiar y mortal si tienes la mala suerte de no ser correspondido.

En los centros de estudios se siguen investigando alternativas para evitar la muerte, se buscan opciones para remover las raíces sin afectar los neurotransmisores de las emociones.

—Arriba Kakashi, es hora de levantarse. Se te hará tarde para ir a la escuela —decía Yamato al peli plata que dormía a su lado.

—Ya voy —soltó en un quejido Kakashi para sentarse de mala gana en la cama y tallar sus ojos. —Un momento, yo ya no estudio —dijo para recostarse de nuevo

—Kakashi, tú eres el profesor —aclaró Yamato para moverlo suavemente

—Ah, es cierto.

—Pakkun y tú son igual de flojos, solo míralo ahí, durmiendo como un vago —indicó Yamato señalando al perrito que dormía en el medio de la cama

—No metas a Pakkun en esto, además, no somos flojos, tú siempre despiertas con muchos ánimos —replicó Kakashi mientras se levantaba. — Sigo sin entender como alguien puede despertar siempre tan feliz

—Bueno, me basta con despertar y ver al hombre con el que duermo para ponerme de buenas —contestó Yamato

Kakashi se giró a verlo fijamente —Tú siempre sabes que decir, Yamato

—Vamos Kakashi, hoy nos espera un largo día —dijo Yamato para levantarse.

— ¿Por qué nos espera un largo día? —preguntó Kakashi mientras desayunaban

—No me digas que lo olvidaste —respondió Yamato

Kakashi se quedó pensativo un par de minutos mientras veía a su alrededor. — ¿Feliz aniversario?

—No, eso no —Yamato negó con la cabeza

— ¿Entonces?

—Hoy regresan Sukea y Obito

— ¿En serio? —Kakashi saco su celular para corroborar. —Oh, es cierto

—No puedo creer que lo olvidaras, han estado mencionándolo cada que hablas con ellos —reprochó Yamato

—No les digas que lo olvide, ya sabes cómo son de sensibles, en especial el idiota de Obito.

—Está bien, no digo nada —contestó Yamato para seguir comiendo

—La primavera ya está cerca, vas a tener mucho trabajo estos días.  —comentó Kakashi

—Como en cada primavera, pero es la mejor temporada para avanzar las investigaciones sobre el Hanahaki; Aun estamos lejos de encontrar una cura definitiva más allá del amor, pero al menos podemos ayudar a ambas partes a que el proceso sea menos difícil —explicaba Yamato

—Mi esposo está esforzándose diariamente en su trabajo ayudando personas, ¿y yo? Me la paso el día rodeado de adolescentes —soltó Kakashi con desanimo

—Ah, vamos, tu trabajo también es importante

—Yo no soy el que ayuda a otras personas a seguir viviendo

—Pues yo no podría ayudar a nadie de no ser por ti —decía Yamato para acercarse a abrazar a Kakashi. —No olvides que de no ser porque me amas, hubiera muerto en aquella primavera

—Ni siquiera lo menciones, que ahora no sé qué haría sin ti —contestó Kakashi para darle un beso en la frente.

—Irías siempre al trabajo con la corbata mal puesta —Yamato se apartó un poco para acomodar correctamente la prenda del Hatake. —Vamos, tenemos otro gran día que vivir

—Escuche que alguien de tercero lo tiene —comentaba un castaño

—Yo oí que el chico pelirrojo de primero lo tiene —respondió una rubia a su lado.

—Chicos, ¿vieron a Sasuke? —preguntó Naruto acercándose al grupo

—Si, vi que temprano fue con los chicos raros del otro grupo —habló Kiba

—¿De qué hablan ustedes? —cuestionó el rubio

—La temporada de Hanahaki comenzó y ya empezaron a aparecer los primeros enfermos —dijo esta vez Sakura

—Hay rumores de que el pelirrojo de primero está enamorado del capitán del equipo de futbol —soltó Ino

—Vaya, suena mal, odio esta temporada —dijo Naruto sentándose en su pupitre. —La gente no debería de tener miedo a morir o hacerlo por amar a alguien

—¿Te da miedo el Hanahaki, Naruto? —preguntó Sai. —¿Acaso estás enamorado de alguien?

—Pues…es complicado —contestó Naruto viendo a su amigo

—Podrá ser horrible eso de tener miedo a morir, pero si te corresponden has encontrado el otro extremo del hilo rojo del destino y su amor será eterno —decía Sakura

—Eso es solo un mito —replicó Ino

—Pues ninguna de las parejas que el Hanahaki unió en el pasado se han separado. Escuche un rumor sobre que la pareja de Kakashi-sensei lo tuvo —contó Sakura

—Son solo chismes de pasillo —dijo Ino

—Eh…chicos —Naruto atrajo la atención del grupo quienes se giraron a verlo. —¿Qué significa esto? —preguntó levantando una flor

—¿De dónde la sacaste? —preguntó Kiba

—Estaba en el suelo, a mi lado —respondió Naruto asustado

—¿Sabes lo que significa eso Naruto? —cuestionó Shikamaru, el rubio asintió con la cabeza

—Según la guía del Hanahaki, si se te aparece una flor…alguien está enamorado de ti —dijo Sakura

—Esa es una margarita, revisemos si está en el registro de flores del Hanahaki —sugirió Ino

—Ya lo tengo —dijo Shikamaru para leer el texto de su celular —: La margarita es un símbolo de amor puro, así como de una amistad incondicional. Si esta flor se te aparece es probable que una amistad tuya tenga Hanahaki por sus sentimientos hacia tu persona

Naruto vio a sus amigos. —Creo que tenemos un problema, chicos

— ¿Por qué? —preguntó Sai

—Soy amigo de media escuela, ¿cómo sabre quien está enfermo por mi culpa?

—Dice amistad incondicional, no es que sea cualquier persona que sea tu amigo—indicó Shikamaru

—No me gusta eso —soltó Naruto con desanimo viendo la flor

—No me gusta esto —dijo Sasuke viendo los pétalos en su mano.

—Tranquilo Sasuke, si estas enfermo por mí puedes decirlo, mis sentimientos te corresponden totalmente —soltó una pelirroja a su lado

—No, no me gustas Karin, te lo he dicho muchas veces —replicó Sasuke molesto.

—La guía del Hanahaki para enfermos dice que mantengas la calma —habló Juugo mientras revisaba su celular

— ¡Calma Sasuke, no entres en pánico! —gritó Karin

—Estoy calmado —dijo el chico frunciendo el ceño

—Yo diría malhumorado —corrigió Suigetsu

—Bien, los pétalos ya aparecieron, tienes hasta que los cerezos florezcan para proclamar tu amor —siguió Juugo. —Primero identifica a la persona de la que crees estar profundamente enamorado y asegúrate de que tus sentimientos lleguen a ella, a esa persona se le aparecerá una flor, debes averiguar qué tipo de flor es. Una que represente amistad hace que las probabilidades de ser correspondidas sean mayores.

—Por eso los reuní, necesito que me ayuden a averiguar qué tipo de flor se le aparece a… Naruto —decía Sasuke

— ¿Nosotros por qué? Es tu amigo, además ni siquiera vamos en tu salón ni nos llevamos bien con él —alegó Suigetsu—Solo llega y pregúntale si se le aparece una flor y como es

—No puedo hacer eso, sospechara que tengo Hanahaki —respondió Sasuke

—Es muy tonto, estoy seguro de que ni siquiera se dará cuenta —objetó Suigetsu

—Sasuke, tú hermano trabaja en el centro de investigación del Hanahaki, ¿por qué no le dices que te ayude? —preguntó Juugo

—Porque se va a armar un drama y lo último que quiero es eso. Lo único que necesito es saber qué tipo de flor se le aparece a Naruto, una vez que lo sepa ya sabré como actuar, ¿cuento con ustedes? —El azabache se giró a ver a sus compañeros.

—Pues bien investiguemos que tipo de flor se le aparece al tonto —dijo Suigetsu

—Si Sasuke, tú tranquilo, déjalo en nuestras manos —habló Karin

—Gracias chicos, no le digan a nadie esto —Sasuke levantó su mano mostrándoles los pétalos

—Confía en nosotros —contestó Juugo. —Ahora vámonos, las clases están cerca de comenzar

— ¡Sasuke, te estaba buscando! —exclamó Naruto cuando lo vio entrar al salón

— ¿Qué pasa? —preguntó Sasuke para sentarse al lado del rubio

— ¿Si iremos a jugar videojuegos hoy? Para pedirle permiso a papá en la salida

—Si, ya te había prometido que lo haríamos hoy

— ¡Bien! Ya quiero jugar contigo, esta vez si voy a ganar —dijo Naruto mientras le sonreía

—Dices lo mismo siempre —reprochó Sasuke

—Esta vez va enserio, tonto. ¿Harás algo en vacaciones? Los chicos y yo estábamos planeando ir juntos a un día en la playa

—Aún no lo sé, las vacaciones son después de primavera —contestó Sasuke viéndolo fijamente

— ¿Y eso qué tiene que ver? —preguntó extrañado Naruto, las vacaciones siempre son después de primavera, ¿qué tenía de especial eso?

—Nada…olvídalo, veré si me dan permiso —Sasuke aparto la mirada

—Estas raro hoy, ¿pasa algo? —indagó Naruto

—No, no pasa nada —respondió Sasuke

—Buen día chicos, tomen asiento y saquen su libro —decía Kakashi entrando al salón.

—Ya están los informes que pediste —decía Yamato entregándole una carpeta a Itachi

—Apenas va 3 días y ya se han reportado más de mil casos, este año hubo un deceso en las cifras—explicaba Itachi para leer las hojas

—Las personas comienzan a tener miedo a amar —contestó Yamato

—Y tienen sus razones, toser flores no es agradable —dijo Itachi apartando su mirada del texto para ver al castaño. —Lo sabemos bien

—Tienes un punto con eso.

—Por cierto, ¿harás algo esta tarde? Iruka que me llamó para salir a beber en la noche y me dijo que te obligará a ir ya que faltaste la última vez.

—Sí, bueno, Kakashi y yo no teníamos ganas de salir ese día, perdón —se disculpó el castaño.

—Descuida, no te perdiste de mucho, solo de Iruka llorando porque de nuevo término con alguien, no dejaba de hablar sobre cerrar ciclos o algo así, pero ¿esta vez si puedes? —cuestionó Itachi

—Pues hoy regresan Obito y Sukea, así que debemos ir por ellos al aeropuerto, les preguntaré si quieren ir, eso si no regresan cansados —respondió Yamato

— ¿Ya vuelven hoy? ¿Cuánto tiempo estuvieron fuera esta vez? —interrogó Itachi

—Medio año

—Vaya, esta vez fue más tiempo —comentó Itachi

—Ya sabes, Obito siempre se asegura de que todo salga bien en sus negocios, aunque deba quedarse más tiempo del planeado

—Si en el pasado me hubieras dicho que Obito se convertiría en el CEO de una empresa tan importante como Akatsuki, me hubiera reído mucho; que ahora lo sea es demasiado surrealista, la verdad ni siquiera pensaba que ese idiota pudiera terminar la universidad—decía Itachi provocando que Yamato comenzará a reír

—Bueno, todo eso fue gracias a Sukea que lo obligaba a estudiar día y noche —dijo el castaño sonriendo de lado

—Si, tienes razón, ahora prefiero creer que en realidad el verdadero CEO es Sukea, eso suena más creíble —contestó Itachi

—Lamento interrumpir su charla, pero Orochimaru-sama me envió para ver si ya están listos los análisis sobre la nueva información que fue recopilada —habló un peli plata acercándose

—Solo nos falta terminar unas cosas y se los llevamos —respondió Itachi caminando hacia su escritorio. —Vamos Yamato, a trabajar

—Yo se los llevo cuando los tengamos listos, Kabuto —dijo el castaño para ir tras Itachi para ir a su respectivo lugar. —Oh, Rin-senpai todavía no llega

—Me envió un mensaje hace rato que llegaría un poco retrasada porque se le hizo tarde por Anko-senpai

—Un día de estos me pasará algo así, Kakashi es flojo para levantarse, siempre quiere que estemos más tiempo en la cama—reprochó Yamato

—Ojalá Shisui fuera así, él desde las 5 ya está listo para comenzar el día —se quejaba Itachi mientras revisaba los archivos

—Bueno, él es un deportista de alto rendimiento, debe comenzar a entrenar desde temprano, ¿no?

—Si, el problema es que yo debo despertarme junto a él para prepararle el desayuno y así tenga energía para su entrenamiento. Siempre me quejo de que me hace levantar temprano, pero…luego veo su hermosa sonrisa cuando le doy el desayuno y recuerdo porque me enamore de él a tal punto de contraer Hanahaki; todo eso me lleva a pensar lo triste que se debieron sentir las personas que no tuvieron oportunidad de corresponder un amor —decía Itachi

—¿A qué te refieres? —preguntó curioso Yamato girándose a verlo

—Nosotros sufrimos del lado de los enfermos que deben proclamar su amor, pero el otro lado también debe sufrir mucho. Las personas a las que se les aparecen las flores deben pasarla mal también, como Orochimaru-san, aún después de tantos años sigue arrepintiéndose porque sus sentimientos no pudieron corresponder a los de Jiraiya-san, no por nada nos ayudó a escribir la guía del Hanahaki que fuera dirigida hacia los dos lados —Itachi hizo una pausa para soltar un suspiro. — Solo espero que llegue el día en que podamos regresar las cosas a cómo eran antes, donde la gente no tema amar en primavera.

Naruto se había saltado la penúltima clase junto a Sai, saber que alguien tenía Hanahaki por él no le permitía concentrarse en la escuela.

—Según la guía, debes intentar hacer que el amor hacia la persona enferma por Hanahaki florezca en tu corazón. Si lo logras hacer las cosas saldrán bien para ambos, sino entonces no tienes que culparte, al final el amor no se puede forzar —decía Sai leyendo su celular.

—¿Y cómo hago eso si ni siquiera sé quién es la persona enferma? —se cuestionó Naruto

—Haz una lista de sospechosos —indicó su amigo dándole una hoja de papel y un lápiz. —Anota los nombres de tus amigos más cercanos y vayamos descartando sospechosos

—Bien —Naruto comenzó a anotar nombres. —Listo, empecemos con esto. Shikamaru, no, a ese vago no le gusta nadie. —dijo para tachar el nombre. —Kiba, a él solo le gustan los animales, no las personas

—Eso sonó extraño —comentó Sai

—No en ese sentido, igual lo descarto —Naruto tacho el nombre para pasar al siguiente. —Sakura, es un no definitivo —dijo negando con la cabeza. —Ino, ella es tu novia, ¿no? —Sai asintió. —Entonces ella y tú quedan descartados. ¿Cuándo lo hiciste Sai?

—A mediados de mes, después del día blanco para no comprar un regalo, pero antes de que la temporada de Hanahaki comenzara para no enfermarme —respondió Sai

—Sai, eres un maldito genio—dijo Naruto asombrado por aquella lógica. — Chouji solo ama la comida así que tampoco es él, lo que nos lleva a…Sasuke

—¿Sasuke? ¿Seguro que no hay más? —preguntó Sai viendo la hoja

Naruto vio sorprendido el nombre de su amigo, era el único sin tachar. —No, no hay más…Sasuke, puede estar enfermo de Hanahaki por mi culpa

—¿Y tú lo quieres, Naruto? —interrogó Sai

—Sasuke, es mi mejor amigo de toda la vida, pero ¿cómo se si lo amo realmente? ¿Cómo sabes que amas a Ino? —Naruto se giró a ver a su amigo

—No sé cómo explicarlo con palabras, solo sé que me gusta estar con ella, quiero estar a su lado siempre.

—Sai, debo hacer que mis sentimientos florezcan por Sasuke, es mi mejor amigo no lo quiero perder —dijo Naruto de forma nerviosa apretando sus puños.

—Naruto, cálmate, primero hay que verificar que sea él, ¿qué tal si es alguien más?

—¿Y cómo haremos eso? —Naruto reviso su celular. —La guía no dice nada de eso, solo dice que no debemos forzar a la otra persona a proclamar su amor. ¿Qué tal si le pregunto y se ve obligado a hacerlo? Y entonces yo no le correspondo, ¿moriría? —Naruto llevo sus manos a su cabeza con nervios, ni siquiera era capaz de imaginar aquel escenario tan triste.

—Te ayudaré a averiguarlo, y si Sasuke está enfermo hagamos que el amor florezca, ¿está bien? —dijo Sai poniendo su mano sobre el hombro de Naruto quien asintió. —La temporada de Hanahaki apenas comenzó, tenemos tiempo para hacerlo.

—Ey, Naruto —lo llamó Sasuke acercándose. —¿Estás bien?

—Eh, si, si todo bien —contestó Naruto ocultando la hoja rápidamente

—¿Qué hacen? ¿Por qué no fueron al entrenamiento? —interrogó Sasuke

—Porque…teníamos una tarea que hacer —respondió Naruto a lo que Sai asintió.

—Ya veo —El Uchiha bajo la mirada para ver algunas flores pequeñas en el suelo, justo rodeando a Naruto.

—¿Tú que haces aquí? —preguntó Naruto

—Quería saber si estabas bien, aproveche que el entrenador nos dejó descansar un momento para venir.

—Pues todo bien, gracias por preocuparte, Sasuke —dijo Naruto para sonreírle.

Sasuke lo vio fijamente y sonrió de lado. —Naruto, me gustaría hablar algo contigo…a solas —desvió su mirada hacia Sai que solo miraba expectante.

—Yo ya me iba de todas formas —decía Sai para comenzar a caminar alejándose del lugar.

—Bueno, yo no me refería a hacerlo exactamente ahora —dijo Sasuke viéndolo irse

—Pues ya quedamos solos, dilo —contestó Naruto

Sasuke vio fijamente a su amigo para negar con la cabeza. —Te lo digo después, aun no es el momento

—Ah, no me dejes con la duda —se quejó el rubio

—Vamos, a la siguiente clase si debes asistir —indicó Sasuke para darse la vuelva e ir hacia el edificio

—Bien —soltó resignado el rubio para comenzar a caminar.

Sasuke sintió un dolor en su pecho. —Adelántate Naruto, voy por agua —dijo antes de irse de forma rápida por el lado contrario

— ¿Eh? ¿Sasuke? —Naruto se giró a verlo, pero el azabache ya había avanzado lo suficiente.

Sasuke llegó a un lugar apartado para comenzar a toser aquellos pétalos que fueron a dar a la palma de su mano, era muy pronto para decirlo; Incluso si Naruto era su mejor amigo, la amistad solo aumentaba las probabilidades de ser correspondido, pero no aseguraba nada.

Regreso al lugar donde había estado unos instantes antes junto a su amigo, se agacho dejando caer los pétalos rojos que tosió y tomando aquellas flores pequeñas que estaban en el suelo, esa debía ser la flor que dejaba Naruto; tomo una foto y la envió a su grupo de amigos.

—Listo, ya entregué el informe, ¿qué sigue hoy? —preguntó Yamato

—Creo que por hoy hemos terminado chicos. Hicimos un buen trabajo —contestó Rin que se encontraba en el escritorio del frente

—Yamato, ¿recuerdas ese libro que nos prestó Minato-sensei? —habló Itachi atrayendo la atención del castaño

—Si, el libro del Hanahaki, de ahí descubrimos todo, ¿qué hay con eso?

—Se lo pedí a Minato-sensei de nuevo porque quiero revisar algo; Ya que vas para la escuela al salir, ¿crees poder traerlo?

—Claro, yo lo puedo recoger

—¿Por qué ese libro no está aquí ya? Tomando en cuenta que el nombre de la enfermedad salió de ahí ya lo deberíamos de tener a la mano —cuestionó Rin.

—Cuando les contamos de él a los directivos nos dijeron que no podemos basar nuestras hipótesis en un libro de fantasía —respondió Yamato.

—Pero yo quiero revisarlo una vez más, ese libro de fantasía nos ayudó en su momento, darle otra checada no estaría mal —dijo Itachi

—Bien, entonces voy por él. —Yamato reviso su reloj, ya era hora de irse.

—Nos vemos en la noche. Haz lo posible para que puedan ir todos —se despidió Itachi haciendo un gesto con la mano

—Claro, los veo más tarde —contestó el castaño tomando sus cosas para irse.

Caminaba hacia el instituto, viendo aquel paisaje nostálgico que lo llevaba a sus años de estudiante, cuando estaba enfermo por su amor hacia Kakashi. Hace 10 años que sus primaveras cambiaron para siempre, porque ahora tenía un compañero con quien ver los cerezos florecer cada año.

Se detuvo en la puerta del instituto. Deseaba regresar en el tiempo para decirle a su joven versión de 16 años que todo estaría bien, porque su amado “senpai” iba a corresponder a sus sentimientos, incluso siendo un introvertido -que aún lo era-, su senpai lo iba a amar y a hacer completamente feliz por todas las primaveras siguientes.

Kakashi revisaba algunas cosas en su escritorio.

—Kakashi, que bueno que te encuentro—dijo un rubio acercándose, el Hatake sabía lo que venía después de eso, su superior estaba a punto de pedirle un favor. —¿Crees poder ayudarme con un trabajo? —preguntó Minato sonriendo con aquel gesto amable del que nadie se podía negar.

—Claro Minato-sensei, lo que necesite —contestó Kakashi

—Vamos, hace mucho que deje de ser tu sensei y sigues llamándome así. Siempre debo repetirte que ahora somos colegas —reprochaba Minato cruzándose de brazos

—Me cuesta cambiar el sufijo cuando aún sigue enseñándome cosas

—Aun así, ya llevamos tiempo trabajando juntos, espero que dejes tanto formalismo algún día

—¿Puedo pasar? —preguntó Yamato asomándose a la sala de profesores.

—Adelante —respondió Minato

—Hola Minato-sensei —saludó el castaño haciendo una leve reverencia

El rubio soltó un suspiro —Ustedes son tal para cual

—¿Eh? ¿A qué se refiere? —cuestionó Yamato confundido

—Te cuento luego. —Kakashi se levantó de su asiento para tomar sus cosas. —Parece que al final no podré ayudarlo, ya vinieron por mí

—Mañana no te salvaras de mi —replicó Minato

—Por cierto, Itachi me dijo que tenía un encargo para él —dijo Yamato

—Ah, si, si, lo tengo por aquí —Minato busco entre sus cosas para sacar un libro y entregárselo. —Cuídenlo mucho, o mi esposa me matara a mi si le pasa algo, y luego ira tras ustedes

Yamato rio al escuchar aquello —Claro, yo se lo traeré de regreso sano y salvo

—No es una broma, en serio cuídenlo, nadie quiere ver a esa mujer molesta

Yamato dejo de reír para ponerse serio. —Bien, nosotros lo cuidamos.

—¡Viejo! Al fin te encuentro —decía un rubio entrando a la sala.

—Naruto, te he dicho que no me llames así aquí —se quejó Minato

—Ah, lo siento. —Naruto rasco su nuca avergonzado. —¿Me das permiso para salir?

—Si, solo asegúrate de llegar antes de la cena

—Claro viejo —tras decir aquello Naruto cubrió su boca de inmediato. —Lo siento.

Yamato noto una flor en el suelo así que se agacho a levantarla. —Creo que se cayó esto—dijo extendiéndole la planta al menor.

—Ah, sí, estas cosas han estado apareciendo a mi alrededor —se quejó Naruto viendo aquella flor blanca.

—Una margarita, parece que alguien de tu círculo de amigos está enamorado de ti —habló Yamato

—Si, al menos algo así decía la guía del Hanahaki. —Naruto soltó un suspiro. —Espero poder corresponder bien a sus sentimientos, no quiero que alguien muera por mi culpa

—Es una flor de las que representan amistad, incluso si no aseguran nada tienen más probabilidades de ser correspondidas. A veces las personas sienten cosas por sus amigos sin darse cuenta y eso facilita las cosas

—La guía decía todo eso, ¿también la leyó? —preguntó Naruto viéndolo asombrado

—Naruto, Yamato es uno de los autores de esa guía —contestó Kakashi

—Bueno, eso explica porque sabe tanto, aunque…Yamato-san, ¿cree que algún día la primavera vuelva a ser como era antes? Donde la gente pueda amar sin tener miedo a morir.

—Eso es algo que ni siquiera yo sé, pero espero que lo sea algún día —respondió el castaño.

Naruto vio la flor y luego vio a Yamato para sonreírle. —Espero vivir para verlo, trabaje muy duro para hacerlo realidad Yamato-san

—Naruto, ¿ya estas listo? —preguntó Sasuke desde la entrada

—¡Si! ¡Nos vemos luego! —Naruto se despidió para ir rápidamente hacia su amigo.

Kakashi y Yamato intercambiaron miradas. Si a Naruto se le aparecían flores, alguien estaba enfermo por él, y luego de ver como Naruto le daba la flor a Sasuke era fácil deducir quien era esa persona.

—Debemos decirle a Itachi —habló Kakashi a lo que Yamato asintió de inmediato.

—Su hijo es muy carismático Minato-sensei —comentó Yamato para ver al rubio.

—Lo sé, deberían animarse a tener uno —respondió Minato guiñándoles el ojo.

—Aun no estamos listos —dijo Kakashi

—Espero mantenerme con vida para cuando lo estén, porque llevas diciéndome lo mismo por tres años —bromeó Minato.

—Si le soy sincero, tener un hijo nunca ha estado en nuestros planes

—Ah, yo que quería enseñarle a otro Hatake en el futuro —soltó Minato agachando la cabeza resignado.

—Bueno, conozco a otro Hatake que si tiene eso en sus planes —comentó Yamato atrayendo la atención del rubio.

—Cierto, lo estaba olvidando. —dijo Minato para sonreír una vez más.

—¿Entonces los chicos quieren que vayamos con ellos más tarde? Yo no tengo muchas ganas de socializar realmente —decía Kakashi mientras esperaban

—Yo tampoco, pero una vez que le digamos a ellos de seguro nos obligaran a ir —contestó Yamato

—Pues hagamos lo de siempre; Vamos, bebemos un trago y huimos sutilmente cuando se distraigan

—Me gusta como suena eso, hay que hacerlo cariño —habló Yamato recargándose en el brazo de Kakashi quien rodeo su hombro para pegarlo a él. —Mira, ahí vienen. —indicó señalando a lo alto de las escaleras eléctricas. —Tal vez si debimos traer un letrero

—No hay mucha gente, estoy seguro de que nos verán bien sin letrero

—¡Hermano! ¡Yamato! —gritó Sukea cuando iba a medias escaleras para bajar rápidamente

—Si, si nos vio —soltó Yamato

—¡Que feliz estoy de verlos! —exclamó Sukea acercándose a abrazarlos. —Los extrañe tanto.

—Vamos, solo fueron un par de meses —dijo Kakashi sonriendo.

—Se sintió como una eternidad —contestó Sukea apartándose un poco.

—Dejaste a Obito atrás —señalo Yamato al azabache que apenas iba bajando de las escaleras con dificultad mientras cargaba todas las maletas.

—¡Ah, es cierto! —Sukea fue de regreso para ayudarle.

—Está bien, descuida, puedo con esto y más —decía Obito que hacía malabares por intentar sostener todo. Soltó por error una de las bolsas para tropezar con ella cayendo al suelo y tirando todo.

—¡Obito!  —exclamó Sukea ayudándole a levantarse.

—Tal vez si necesito ayuda —dijo resignado el azabache.

—Y pensar que este es el CEO de Akatsuki —soltó Kakashi mientras se acercaba para negar con la cabeza.

—Piérdete Kakashi —replicó Obito molestó.

—Yo también te extrañe, cuñadito —dijo Kakashi tomando algunas maletas.

 —Vamos, no han pasado 5 minutos como para que peleen —habló Yamato

—Kakashi empezó —se quejó Obito.

—Ya, ya, olvida eso —Sukea le dio un par de palmadas para sacudir su ropa. —¿Y qué prepararon para recibirnos? ¿Una fiesta? —preguntó emocionado—Porque por eso les avise con anticipación que día regresábamos, espero una gran bienvenida después de estar tanto tiempo afuera.

Kakashi y Yamato intercambiaron miradas nerviosos.

—Si, algo así —respondió Kakashi para llevarlos al lugar donde se reunirían con sus amigos. No era una bienvenida para ellos, sino una simple reunión casual, pero Obito y Sukea no tenían por qué saberlo.

—Todos los hombres son iguales —sé quejaba Iruka para luego beber de golpe el líquido en su vaso.

—Si todos son iguales, ojalá fueran iguales a Itachi —bromeó Shisui recibiendo un beso en la mejilla por parte de Itachi.

—Y luego ustedes solo comen pan frente a los pobres —reprocho Iruka. —¿Por qué deben ser tan lindos? Hacen que les tenga envidia

—Tú le tienes envidia a cualquier pareja que dure más de un mes —contestó Yugao  

—Vaya, ya comenzaron sin nosotros —una voz atrajo la atención de los presentes.

—Pero si es uno de los hombres más importantes del mundo —habló Itachi girándose a ver a los recién llegados, Obito levantó la cabeza sonriendo orgulloso. —Ah, y a su lado esta Obito

—Tú no cambias, mocoso maleducado —dijo Obito frunciendo el ceño

—Oye, no molestes a Obito… —decía Kakashi—Sin mí

—Que sorpresa verlos —soltó Anko

—Acabamos de regresar —respondió Sukea.

—No hablaba de ustedes. Que sorpresa ver a Yamato y Kakashi, generalmente solo nos das excusas para no venir —se quejó Anko

—Ya sabes que no somos mucho de socializar —dijo Yamato.

—Llegan en buen momento, acabamos de comenzar. —comentó Yugao.

—Pues vamos a brindar, por nuestro regreso —Sukea se sentó para servirse y servirle un trago a Obito

—Y porque sacaron de su cueva a los introvertidos —añadió Anko

—¡Salud! —exclamaron todos para chocar sus vasos en un brindis.

—Que honor brindar con el CEO de Akatsuki —habló Shisui

—El honor es mío, no todos los días se brinda con un medallista de Oro —contestó Obito.

—Ah, ¿se enteraron de eso? —cuestionó Shisui un poco avergonzado.

—Si, si, no podíamos creer cuando ganaste esa medalla de oro. Estuviste increíble en las olimpiadas —contestó Sukea

—Tu último libro también estuvo increíble Sukea —dijo Rin atrayendo su atención.

—Si, ahora queremos viajar a ese lugar de Europa, quedamos enamoradas del paisaje —añadió Anko.

—Pues háganlo, no se van a arrepentir —respondió Sukea

—Que fácil es decir háganlo, no todos tenemos un sugar daddy que nos lleve de viajes por el mundo —replicó Iruka

—¡Yo no soy su sugar daddy, soy su esposo! —exclamó Obito. —Mira, mira y siente envidia —decía mostrándole el anillo en su mano.

—Lo peor es que si siento envidia —se quejó Iruka viendo hacia otro lado.

—Yamato, ¿tienes eso? —preguntó Itachi girándose a ver a su amigo mientras el resto del grupo charlaba animadamente sobre el viaje de Sukea y Obito.

—Si, aquí tienes. —El castaño le entrego el libro.

—Gracias —Itachi lo tomo para hojearlo.

—No pensé nunca decirle esto a alguien más aparte de Kakashi y Yamato, pero deja ese libro, Itachi —regañó Iruka.

—En un momento, estaba muy ansioso por revisarlo —contestó Itachi

—¿Al menos tiene dibujitos? —preguntó Obito que ya llevaba varios tragos.

—Cada día haces que me cuestione más si en realidad eres el CEO de Akatsuki —dijo Itachi negando la cabeza por la pregunta infantil.

—Pues dibujitos si tiene —comentó Sukea asomándose para ver el libro. —¿Qué libro es?

—“Hanahaki”, este libro fue el que nos dio la cura cuando estuvimos enfermos —contestó Itachi para mostrarles el escrito.

—Mira, que lindo eclipse —indicó Obito señalando el dibujo

—Oh, no lo había notado. —dijo Yamato prestando atención al dibujo. —Esta justo al final, ¿significara algo?

—Justo al final —Itachi se quedó pensativo.

—Para ser un libro se ve muy corto —soltó Iruka mientras se servía otro trago

—Si, es un relato breve.

Itachi conectó los puntos en su mente y hojeo de nuevo el libro. —Hay exactamente 10 páginas desde que el enamorado contrae Hanahaki hasta que es curado, y en el final hay un eclipse… ¿hay algún eclipse cerca?

—Si, justo un día antes de primavera hay un eclipse solar —contestó Yugao que revisaba en su celular.

—¿Saben que significa eso? —Itachi se giró a ver a sus amigos

—El Hanahaki va a terminar con ese eclipse… —dedujo Yamato.

—Ay, vamos, no van a creerle a ese libro viejo, ¿o sí? —cuestionó Iruka

—Este libro viejo tuvo razón diciendo que la cura es el amor correspondido —alegó Itachi

—Pero no pueden fiarse de él por completo, por algo mi tío no lo hizo —decía Anko

—Pues sea cierto o no, lo descubriremos un día antes de primavera, cuando el sol y la luna estén juntos —respondió Itachi

—Si eso sucede, entonces las personas que no hayan declarado o las que sean rechazados justo ese día van a curarse —opinaba Yamato. —La gente solo debe aguantar hasta ese día, si es que sea cierto

—Es curioso, ¿por qué un viejo libro de fantasía parece tan profético? —indagó Sukea

—Tal vez no sea de fantasía… —habló Itachi buscando el nombre del autor. —Es un libro muy viejo, tal vez el Hanahaki ocurrió en el pasado

—Ya se han buscado algún informe de ello y nada, no hay pruebas de que haya ocurrido antes —dijo Rin

 —Entonces “Hagoromo Otsutsuki” es un profeta como para escribir un libro que se vuelve realidad

—Dios, solo ustedes son capaces de convertir una borrachera en un maldito grupo de estudio —se quejó Iruka

—Pues ojalá sea cierto porque hay que debemos decirte, Itachi —Kakashi atrajo la atención del azabache

—¿Qué pasa?

—Creemos que tal vez Sasuke este enfermo de Hanahaki —soltó Kakashi de forma seria

—¿Sasuke enfermo? ¿Pero de quién? —preguntó Shisui extrañado

—Solo hay una persona de quien puede ser —Itachi soltó un suspiro para ver a Shisui. —Naruto

—¿Naruto no es el hijo de Minato-sensei? —cuestionó Anko

Yamato asintió. —Él mismo. Nosotros también pensamos que es de él porque Naruto suelta margaritas

—Tengo que hablar con mi hermano —dijo Itachi llevando su mano a su rostro.

—Bueno, al menos ya tiene experiencia —comentó Iruka

—Si lo del eclipse es cierto, que solo espere a que llegue el día y se cure —opinó Obito

—Pero si no lo es, entonces…él —Itachi no termino su frase para soltar un suspiro. Shisui se giró a verlo para sujetar su mano.

—Eso no pasará, Sasuke tiene un hermano increíble que le ayudará a ser correspondido —dijo Shisui para sonreírle.

—Shisui tiene razón, ni siquiera pienses en ese final; Hemos pasado estos últimos años estudiando el Hanahaki y sabemos que las margaritas son de las flores con más posibilidades de terminar en un final feliz. —habló Yamato

—Tienen razón, si yo pude con el Hanahaki estoy seguro de que Sasuke podrá también, al final es mi hermanito menor

—¿Qué predilección tendrán los Uchiha por enfermarse? —preguntó Iruka recibiendo un leve golpe y una mala mirada por parte de Yugao—¿Qué? Es curioso que pase dos veces

—Mejor vamos a seguir bebiendo, que los ánimos se bajaron muy feo por eso —dijo Obito abriendo otra botella. —Al final todo estará bien, y si no está bien, no hemos llegado al final.

—Vaya, es la primera vez que te escucho decir algo inteligente —comentó Itachi estirando su vaso para que le sirviera,

—Lo escuche en un video de YouTube, estaba esperando el momento perfecto para decirlo —contestó Obito para reír.

—Inteligente, divertido y guapo, tengo al mejor esposo de todos —decía Sukea recargándose en el hombro del azabache a su lado.

—Todos lo tenemos —apoyó Shisui apretando el agarre de manos con Itachi.

—También concuerdo con eso —dijo esta vez Kakashi para llevar su mano a la cintura de Yamato para apegarlo más a él haciendo sonrojar al castaño.

—Ya dejen de estar de presumidos —se quejó Iruka

—¿Seguro que no hay problema? —preguntó Yamato ayudándole a Sukea con las maletas.

—¿Problema con qué?

—Pues...mañana Obito debe trabajar, ¿no? —Yamato se giró a ver al azabache que bajaba del auto con ayuda de Kakashi.

Sukea se giró a verlos.

—Kakashi, hay algo que quiero decirte —hablaba Obito que se había pasado de copas.

—Ya hablaste todo el camino, solo cállate y camina —contestó Kakashi recargándolo en su hombro para que pudiera caminar.

—Yo, amo a Sukea, lo amo tanto. Él siempre, siempre confío en mí, incluso cuando era un idiota que estuvo cerca de reprobar el instituto, nunca me dejo. —hablaba de forma torpe Obito mientras comenzaba a llorar.

—Ya lo sé Obito, me lo repetiste 5 veces en el camino.

—Si, estará bien para mañana —respondió finalmente Sukea girándose a ver de nuevo a Yamato.

—Yo trabajo día y noche para cumplirle todo lo que quiera a mi amorcito, por eso regresamos al país, finalmente te vamos a hacer tío Kakashi; al fin podrás ser el tío aburrido pero buena onda —decía Obito

—Sukea, ¿de dónde demonios lo apagas para que se quede callado? —preguntó Kakashi

—Solo deja que toque la cama y se duerme —Sukea entro a la casa. —¿Ustedes no tienen ningún problema con que nos quedemos esta noche?

—Para nada, al final son familia —contestó Yamato

—La idea era ir a casa de papá esta noche, pero resulta que el señor se fue a la capital del país unos días —reprochó Sukea

—Lo sé, se fue con mis papás, también iba a ir Orochimaru-san pero los mando al demonio por planear una salida entre semana cuando él trabaja —contaba Yamato

—Ya no puedo más con esto —Kakashi dejo caer el cuerpo de Obito en un sillón. Pakkun se acercó para olerlo. —Mira Pakkun, tío Obito volvió —dijo Kakashi para subirlo sobre el azabache que tenía ya los ojos cerrados; El cachorro comenzó a lamer su rostro.

—Mi lindo sobrinito dándome amor, cómprate algo lindo —Obito saco un billete para estirarlo hacia el perro.

—Esto vale oro —Kakashi saco su celular para tomarle una foto.

—Vamos Kakashi, deja de molestar a Obito —regañó Yamato.

Sukea se acercó a su gemelo para ver la pantalla de su celular. —Si quedo linda la foto, envíamela. —dijo para luego apartar a Pakkun y levantar a Obito que se había quedado ya dormido.

—Vaya, lo cargas como si nada —comentó Kakashi al verlo

—Claro, estoy acostumbrado a su peso, esta no es la única forma en la que me gusta cargarlo —soltó Sukea para guiñarle un ojo antes de irse hacia su habitación

—Maldita sea Sukea, no quería saber eso —se quejo Kakashi

—Vamos Kakashi, nosotros también debemos ir a descansar —dijo Yamato dándole un par de golpes en el hombro

—Andando entonces —Kakashi se acercó a cargar al perrito que se había quedado en el sillón

—Deberías dejarlo caminar, por eso es tan flojo

—No es cierto, es solo que con sus patitas cortas se cansa mucho —respondió Kakashi.

—Dices la misma excusa siempre

—¿No estarás celoso de que a él lo cargo y a ti no? —cuestionó Kakashi

—Por supuesto que no —respondió Yamato de forma rápida para ver a Kakashi quien bajo al cachorro. —En serio, no es necesario. No, Kakashi, no es necesario —decía mientras el Hatake se acercaba para cargarlo de forma nupcial.

—Trabajaste muy duro hoy, te llevo así para que no hagas más esfuerzos

—Se que solo estas exagerando, pero podría acostumbrarme a que hagas esto seguido —dijo Yamato para recargar su cabeza en el pecho de Kakashi.

 —¿Cargarte? Claro, de cualquier forma que desees —contestó Kakashi dándole una sonrisa coqueta

—Ah, te quejaste de Sukea y eres igual a él —decía el castaño dándole leves golpes en el pecho

Kakashi soltó una risa mientras seguía su camino hacia su dormitorio. —Por supuesto, somos gemelos después de todo

—Revisamos la información Sasuke, todo apunta a que esa flor es una margarita y eso significa que —hablaba Juugo, era la hora del almuerzo, pero ellos prefirieron hacerle compañía a su amigo antes que ir a comer.

—¡Vas a vivir! —exclamó Karin sujetándolo de los hombros

—Bueno, no es nada seguro, pero tienes altas posibilidades de hacerlo —añadió Suigetsu para luego sorber una leche de fresa que llevaba en la mano.

—Si, mi hermano me dijo lo mismo. No sé cómo se enteró que estoy enfermo y me dio una larga charla sobre esto, al parecer él…también lo tuvo —contestó Sasuke

—¿Entonces ya sabes que hacer? —preguntó Juugo

—Dijo que debo hacer que el amor florezca en Naruto con mis encantos, no se a que malditos encantos se refiera —reprocho Sasuke

—¡Pero si tienes muchos encantos Sasuke! —gritó Karin acomodándose sus gafas

—Di dos —retó Suigetsu

—Pues su sonrisa encantadora —habló la pelirroja

—Que vemos una vez cada luna llena —dijo de forma sarcástica Suigetsu

—Ustedes no me están ayudando —reclamó Sasuke

—Algún encanto debes tener, algo que le guste a Naruto —comentó Juugo pensativo. —Tú lo conoces bien, ¿qué cosas le gustan?

—No sé, el ramen, los videojuegos, ver series coreanas con su mamá —respondió Sasuke, escucho una leve risa burlona por parte de Suigetsu para darle una mirada molesta.

—Pues tú no eres nada de eso, así que piensa en algo más —opinó Suigetsu

—Bien, pensaré en algo más —Sasuke llevo su mano a su cabello para despeinarlo.

—Aún hay tiempo Sasuke, no te presiones —dijo Juugo

—Aún hay tiempo Naruto, no te presiones —dijo Sai

—¿Y están completamente seguros de que Sasuke lo tiene? —preguntó Shikamaru

—Si, ayer yo solo me aparté un poco, no me fui y vi como Sasuke le tomo una foto a la flor que dejo Naruto y tiro varios pétalos, estoy muy seguro de que cuando se fue corriendo los tosió —explicó Sai.

—Mi mejor amigo está enfermo por mi culpa, me odio —soltó Naruto apretando los puños

—Oye, no es tu culpa que Sasuke se haya enamorado de ti —comentó Shikamaru levantando los hombros.

—Pero si no correspondo correctamente a sus sentimientos si lo será

—No, tampoco —dijo Shikamaru de nuevo

—Si tan solo supiera como enamorarme de él —Naruto dejo salir un suspiro.

—Bien, bien, entonces hay que buscar una forma de enamorarte, de seguro hay algún libro en la biblioteca de eso —Sai se puso pensativo. —Preguntémosle a alguien que sepa

—¿A la bibliotecaria? —preguntó Naruto

—No, en realidad me refería a Kakashi-sensei, dicen que se leyó todo el contenido de la biblioteca escolar cuando estudiaba, él debe saber que título es bueno —sugirió Sai

—Pues bien, iré a preguntarle —Naruto salió del salón donde estaba comiendo con sus amigos para dirigirse a la sala de profesores y asomar su cabeza. —Kakashi-sensei.

Kakashi se giro a verlo. —¿Necesitas algo Naruto? Minato-sensei fue a la cafetería por si lo estas buscando

—No, yo lo estoy buscando a usted —habló Naruto acercándose

—Pues yo también quería hablar contigo —Kakashi dejo lo que hacia para centrarse en su alumno.

—¿Conmigo? ¿Por qué? ¿Hice algo malo? —interrogó Naruto

—No, al contrario, me preocupa un poco tu actitud. Usualmente te la pasas riendo y hablando en mi clase, pero estos días has estado muy callado. ¿Te pasa algo?

—Si. —contestó Naruto agachando la cabeza. —Estoy preocupado por lo del Hanahaki, la vida de alguien depende de mi y eso no me gusta nada

—Entiendo, estas preocupado de no corresponder correctamente a los sentimientos de esa persona, ¿no?

—Justo eso. Yo…sé que siento algo, pero no sé si sea amor realmente —Naruto rasco su cabeza. —¿Cómo puedo saberlo, Kakashi-sensei? Se que las personas enamoradas siempre están felices y yo solo he estado preocupado.

—Pues te equivocas en eso. El amor es más complicado que estar solo feliz Naruto; Implica muchos sentimientos, y el que estés preocupado ya es uno de ellos.

— ¿En serio?  —Naruto vio atento a Kakashi.

—Sí. Sé que es algo repetitivo, pero no intentes forzar lo que sientes, no obligues a salir esos sentimientos felices, deja que todo lo que sientas fluya para que así te puedas dar cuenta de lo que sientes realmente

—Dejarlo fluir —repitió Naruto pensativo

—Si, en esos pequeños detalles y momentos que tienes con la otra persona, como caminar de regreso a casa, hacer las cosas que disfrutan juntos; poco a poco los sentimientos positivos saldrán a la luz, pero si te mantienes estresado será difícil que lo hagan.

—Bien, eso haré entonces —dijo Naruto decidido. —Por cierto Kakashi-sensei, ya que estamos en confianza, ¿esos rumores de que su pareja tuvo Hanahaki son ciertos?

—¿Hay rumores como esos circulando por ahí? —cuestionó Kakashi sorprendido a lo que Naruto asintió.

—Las chicas lo dijeron, no sé cómo pero ellas se enteran de todo —comentó Naruto

 —Pues sí, cuando el Hanahaki comenzó hace diez años, Yamato fue una de las personas que enfermo en la primera ola —respondió Kakashi

—¿Y qué hizo usted para enamorarse? ¿No estaba nervioso de que pudiera perderlo? —interrogó Naruto

—Él y yo simplemente nos hicimos cercanos, y las cosas fluyeron entre nosotros. Al inicio solo sentía interés por acercarme a él, luego me hacía feliz estar a su lado ya que congeniamos muy bien, teníamos gustos similares así que charlábamos por horas de ellos; Entre toda la gente que me rodeaba en aquel entonces, Yamato era especial, y un día sin darme cuenta, ya estaba enamorado de él. No me enteré de que tenía Hanahaki hasta que se confesó justo un día de que llegará la primavera.

—Vaya, usted habla muy bonito sobre él —soltó Naruto. —Su relación debe ser como los libros donde son siempre bonitas

—No, de hecho, fue después de corresponderle que me di cuenta sobre todos los sentimientos que conlleva el amor. Hubo una ocasión donde peleamos y estuve tres días llorando por eso y quería simplemente dejar de sentir, mi papá me dijo que me pusiera a pensar si realmente quería eso, ya que si en ese momento estaba triste es porque antes estuve feliz. Las cosas buenas y malas casi siempre van juntas, ¿sabes por qué te sientes así? ¿Por qué ese odio hacia el Hanahaki, esa preocupación y miedo por perder a la otra persona? —preguntó Kakashi

—Porque…soy feliz a su lado y no puedo imaginar un futuro donde no estemos juntos y ahora que lo pienso, es distinto a como me siento con el resto de mis amigos, porque ellos también me importan, pero…creo que no tanto como él. —soltó Naruto y como si un foco se encendiera sobre su cabeza abrió la boca sorprendido. —Creo que si estoy enamorado, pero lo confundía con amistad ¿será suficiente lo que siento? Debe ser suficiente, debo asegurarme de que lo sea

—Pues ahí lo tienes, me alegro de haberte ayudado —dijo Kakashi para tomar sus cosas. —Ahora vamos de regreso al salón, las clases están por comenzar.

Naruto asintió para ir tras él. —Por cierto, Kakashi-sensei, ¿qué flor se le aparecía a usted?

—Girasoles —respondió Kakashi. —Son el símbolo del sol, representan amor y admiración, de una persona que busca a otra como el sol que siempre busca la luz del sol. En aquel entonces, Yamato dijo que era lo que sentía por mí, pero ahora creo que las cosas han cambiado.

—¿A qué se refiere?

—Porque él se convirtió en mi sol, y soy yo quien busca su luz y admiro todo lo que hace.

—Ah, eso sonó muy romántico, ojalá pueda ser el sol de alguien algún día —decía Naruto llevando sus brazos tras su cabeza mientras caminaba, al frente vio a Sasuke acercándose.

—Naruto, te estaba buscando —habló Sasuke al verlo.

—¿Para qué? —preguntó Naruto

—Yo…te compre tu pan favorito en la cafetería —contestó el azabache extendiéndole el alimento. —Me pelee con Kiba por el porque era el último.

—¡Mucha gracias, Sasuke! —exclamó Naruto emocionado para tomarlo mientras le sonreía ampliamente.

—Mmmm, tal vez ya lo seas, Naruto —comentó Kakashi antes de entrar al salón.

—¿Eh? —Naruto vio a Kakashi y luego a Sasuke para sonrojarse

—¿A qué se refiere sensei? —cuestionó Sasuke confundido.  

—Nada, nada —Kakashi negó con la cabeza.

—Hmp —Sasuke frunció el ceño al no quedar satisfecho con la respuesta.

—Olvídalo Sasuke —dijo Naruto poniendo su mano sobre el hombro de su amigo. —Por cierto, ¿te gustaría que regresáramos a casa juntos?

—Si, si me gustaría —contestó Sasuke para sonreír de forma leve

—Miren, Sasuke esta sonriendo, esto debe ser un milagro primaveral —habló Kiba de forma burlona.

—Oye, no molestes a Sasuke, tonto —lo defendió Naruto

—No discutan chicos. Tomen asiento y sigamos con la clase —ordenó Kakashi.

Cada uno fue a su asiento. Sasuke prestaba atención.

—Sasuke —murmuró Naruto llamándolo

—¿Qué pasa? —contestó en voz baja girándose a verlo.

—Toma —el rubio le extendió una parte del pan que había cortado a la mitad. —Se que también te gusta.

Sasuke lo tomo para verlo fijamente. Por primera vez, desde que había comenzado a toser aquellos pétalos, sintió que el dolor que sentía en su pecho era sustituido por una calma cálida.

Sukea estaba concentrado tecleando rápidamente en su ordenador. Obito estaba a su lado, recargado en su hombro revisando algunas cosas en su celular mientras Kakashi los veía fijamente.

—No es que me moleste, ¿pero cuánto tiempo más se quedaran aquí?

—Hasta que papá regrese ya que olvido dejar las llaves de la casa y no tenemos a donde más ir —contestó Sukea. —Bueno, si tenemos, pero no queremos

—¿Por qué? —preguntó de nuevo Kakashi.

—Nos gusta que nos preparen el desayuno

—Si se van a un hotel también se los van a preparar —dijo Kakashi

—Pero no con amor como lo hace Yamato —comentó esta vez Obito.

—Si lo prepara con amor es por mí, no por ustedes, que quede claro —replico Kakashi

—Si, si, lo que sea, dime ¿qué opinas de esto? —Sukea giro su computadora para que Kakashi pudiera ver la pantalla.

—“La luna siempre esta consciente del sol. El sol sabe de la existencia de la luna. Pero les cuesta tanto ponerse de acuerdo para estar juntos, les es difícil estar uno frente al otro. Los eclipses son sus principales puntos de encuentro, pero al igual que los cerezos, son efímeros.” Vaya, que profundo

—Es la entrada de mi próximo libro. Quiero abrirlo con algunas fotos del eclipse que habrá y luego veré la forma de hacer que combinen con otras fotos de los cerezos —explicaba Sukea.

—Me gusta como suena eso, ya quiero verlo —dijo Kakashi

—Listo, tendré el día del eclipse disponible —comentó Obito dejando su celular a un lado.

—Pero dijiste que tenias varias citas para ese día y no me podías acompañar —Sukea se giro a verlo.

—Pues ahora tengo todo el día disponible para ti. Después podremos ir a iniciar los trámites de la adopción

—¿Eso es enserio? Pensé que solo lo decías por estar borracho —cuestionó Kakashi

—Es muy en serio, Sukea desde siempre me ha dicho que quiere formar una familia con hijos y yo estoy dispuesto a complacer todo lo que mi amorcito quiera —contestó Obito poniéndose serio.

—Eres el mejor mi soul mate —dijo Sukea para abrazar al azabache.

—Si así eres con Sukea cumpliéndole todo lo que quiere no me imagino como serás con ese niño

—Lo voy a consentir mucho, así como tu conscientes a Pakkun

—Yo no consiento a Pakkun —replicó Kakashi cruzándose de brazos

Sukea se giró a ver al cachorro que estaba caminando por la cocina vestido de galleta. —Si, claro, no lo haces

—¿Qué? Papá fue quien le compro ese traje y Pakkun ama usarlo; papá también le compro un chaleco, pero como hacia frio mejor le puse esa ropa —decía Kakashi

—Aquí esta el desayuno —Yamato entro al comedor para servirle a cada uno.

—Oye, olvidaste tu plato —indicó Obito.

—No puedo quedarme a comer con ustedes, tengo mucho trabajo ya que faltan dos días para primavera —contestó Yamato tomando sus cosas.

—Voy en la tarde a recogerte para que salgamos a comer — le dijo Kakashi.

—Bien, te espero entonces. —Yamato se acercó al peli plata.

—Pensé que con la prisa lo habías olvidado

—Nunca olvidaría acomodar tu corbata —dijo Yamato mientras le ponía de forma correcta la prenda.

—Por eso te amo —Kakashi le dio un beso en la frente haciéndolo sonreír.

—Nos vemos más tarde —se despidió Yamato antes de irse.

Obito y Sukea cruzaron miradas y luego vieron a Kakashi.

—¿Qué? —preguntó al sentirse observado.

—Bueno, pues hemos estado varios días aquí y notamos que Yamato siempre te pone bien la corbata, pero estoy seguro de que tú sabes hacerlo bien, entonces no entiendo que pasa —habló Sukea

—Me gusta que Yamato lo haga, aparte de decírselo siempre, es mi forma de hacerle saber que siempre voy a necesitar de él, para acomodarme la corbata y para amarlo, por eso siempre le doy un beso antes o después de hacerlo —aclaró Kakashi

—Eso es muy romántico, ahora siento necesidad de usar corbata y que me la acomodes —comentó Sukea girándose a ver a Obito.

—Iba a decir lo mismo, pero yo si necesitaría que me la acomodes porque nunca aprendí a hacerlo—respondió Obito.

—Yo tampoco, eran Kakashi o papá quienes me hacían el nudo —dijo Sukea

—Ustedes son tal para cual —soltó Kakashi mientras comía.

El amor conlleva a sentir diferentes emociones. Tan variadas como las flores que aparecían durante el Hanahaki. Cada una con diferente significado, representado las diferentes formas de amar.

Amor con amistad, amor con lealtad, con admiración, amor eterno; todos eran correctos.

El Hanahaki solo aparecía cuando los sentimientos eran totalmente puros; Si existían dos personas enamoradas de la misma persona, la persona que lo amara de forma más sincera era quien se enfermaría.

El Hanahaki se volvió una forma de hilo rojo del destino, ya que unía a dos personas cuyos sentimientos eran los mismos el uno por el otro, y una vez correspondidos durarían toda la vida juntos.

¿Había una forma de detener el Hanahaki?

Solo cuando la luna y el sol estuvieran juntos.

Hubo una oportunidad de hacerlo antes, pero la luna rechazo al sol apagándolo, así que siguió, y siguió, año, tras año, de lunas y soles muertos; Mientras no se juntarán, aquella enfermedad seguiría.  

Naruto caminaba cabizbajo, Sasuke aun no se le había declarado, y él tampoco lo había hecho a pesar de estar seguro sobre lo que sentía.

Se detuvo a mirar un árbol de cerezos, la primavera llegaría al día siguiente, y si no se declaraba uno de los dos. Si no ocurría ese día, entonces no podría pasar ninguna primavera más junto a Sasuke.

—¡Naruto!

Escucho una voz llamándolo así que se giró a ver de donde provenía. —Sasuke… —lo nombro al verlo.

—Naruto, tengo algo que decirte —habló Sasuke viéndolo fijamente.

—¿Qué pasa?

—¿Te gustaría que viéramos el eclipse juntos? —preguntó el azabache. —Yo traje unas gafas especiales para verlo.

—Claro, busquemos un buen lugar para hacerlo, no tarda en comenzar —respondió Naruto.

Sasuke camino al lado del rubio mientras ibas ordenando las ideas en su mente. Era ese día, debía hacerlo.

Se detuvieron en una colina. Uno al lado del otro usando aquellas gafas especiales para ver a los astros reunirse.

—Se ve genial —comentó Naruto.

—Si…—Sasuke hizo una breve pausa antes de seguir hablando—Naruto, hay algo más que quiero decirte

—¿Ahora qué pasa? —cuestionó Naruto girándose a verlo.

—Naruto…me gustas —soltó el chico.

El rubio lo vio sorprendido, a pesar de que lo esperaba, finalmente su amigo lo hizo. Sonrió para mover sus labios dándole una respuesta que marcaria el destino de muchos.

—Tú no me gustas Sasuke —contestó Naruto, el Uchiha de inmediato agacho la cabeza. —Yo te amo, estoy seguro de lo que siento.

Sasuke de inmediato levantó su cabeza para ver el rostro sonriente del rubio, era tan deslumbrante como el sol, no pudo evitar contagiarse por aquella sonrisa, así que hizo la misma mueca antes de comenzar a toser los pétalos.

—Ya todo esta bien, Sasuke —decía Naruto acariciando la espalda del azabache mientras vomitaba las flores.

—Termino —dijo Sasuke recobrando su postura.

—Si, ya todo termino —contestó Naruto para tomar su mano y contemplar juntos aquel eclipse hasta que llego a su fin.

—¡Chicos! ¡Paren todo! —gritó Rin entrando a la oficina.

—¿Qué pasa? —preguntó Itachi

—El Hanahaki, se esta reportando que mucha gente esta vomitando las flores, incluso sin ser correspondidas se están curando.

Itachi y Yamato rápidamente se vieron el uno a otro. Una vez más, el libro había tenido razón, del eclipse, la unión del sol y la luna puso fin al Hanahaki después de 10 largos años de encuentros y perdidas, todo había terminado finalmente.

—¿Sabes que significa esto? —preguntó Itachi.

—La gente volverá amar sin temor a morir, al menos hasta que el Hanahaki vuelva —contestó Yamato.

—Si… y si es el fin de todo, entonces también nos quedaremos sin empleo —habló Itachi

—No había pensado en eso —Yamato rasco su cabeza desanimado.

—Le diré a Obito si me da empleo en Akatsuki si es que eso pasa —comentó Itachi. —Creo que ahora ya no lo considero tan idiota como antes.

Yamato rio al escuchar aquello.

Esa noche, estaba totalmente despejada. La luna brillaba en lo más alto.

Todos estaban confundidos sobre el acontecimiento de ese día, sobre el hecho de que la gente se curo incluso sin ser correspondida, ni declarar sus sentimientos.

El grupo de amigos estaba reunido en casa de Kakashi. Había tanto que celebrar.

El Hanahaki termino y ellos llegaron juntos hasta el final. Incluso el hermano menor de Itachi había logrado sobrevivir.

—Los cerezos van a florecer mañana, vayamos a verlos juntos —sugirió Shisui

—Claro, vamos todos —contestó Yamato

—Vaya, solo se fue necesaria una década para que aceptaras ir con nosotros —dijo de forma sarcástica Iruka

Yamato desvío la mirada avergonzado. —Bueno, es una primavera especial, hay que pasarla bien todos.

—Itachi, mira las estrellas —habló Shisui haciendo que el azabache levantara su mirada para ver el cielo nocturno.

—Se ven hermosa —contestó Itachi

—Míralas bien, mira cómo están brillando por ti —dijo Shisui girándose a verlo.

Itachi sonrío al escuchar aquello y vio al hombre que tenía a su lado. —Te amo, y lo haré hasta que todas esas estrellas se extingan.

—Si, pero yo te amo más —respondió Shisui para pegarse a Itachi y darle un beso en los labios.

—Amo el cielo estrellado de esta noche —comentó Kakashi. —Pero, ni siquiera las estrellas brillan tanto como lo hacen tus ojos —soltó girándose a ver a Yamato.

El castaño se abrazo a Kakashi. —Si brillan es porque estoy junto a ti, porque te amo, Kakashi.

—Yo también te amo, y amo como brillas más que ese cielo estrellado por nuestro amor.

—¿Qué estrella quieres? —preguntó Obito

—La más grande y brillante —contestó Sukea

—Esa —Obito levantó su dedo para señalar a la luna.

—La luna no es una estrella, es un satélite —explicó Sukea.

—Por eso digo que esa no —replicó Obito bajando su mano

—No importa, sabes, no necesito nada más, con tenerte a mi lado ya lo tengo todo, mi soul mate —dijo Sukea para pegarse a Obito.

—Me asegurare de que lo estemos toda la vida, y si algún día nos separamos, sembrare un camino de estrellas que me guie a ti —contestó Obito poniendo su mano en la mejilla de Sukea para acariciarla.

Todo había terminado, con los cerezos floreciendo en aquella hermosa primavera.

Notas finales:

Primero que nada, perdón por tardar tanto, pero es que este final esta muy extensooooo, había demasiadas cosas que abarcar y quería darle un final digno a esta historia, espero haberlo hecho de forma correcta. Al menos yo quede satisfecha.

¡Gracias por llegar hasta aquí! Ha sido un largo viaje primaveral. No se si existan más KakaYama que abarquen el Hanahaki, si no los hay pues ya les traje uno jajsasaj 

Cuando planee esta historia tenia muchas cosas en mente, y si, tenía tres finales planeados pero sabía que solo podría hacer uno, y el final por el que me decidí fue uno feliz porque leí por ahí que no muchos Hanahaki terminan así (? Además, no sería tan mala como para hacerlos sufrir -no en esta historia e.e-. Si les soy sincera, yo no planeaba matar a nadie, las cuatro parejas terminarían juntas, pero alguien me dijo que debía sacrificar a alguien porque sino no tendría sentido usar el concepto, perdón Jiraiya, pero no pude hacerlo con los otros chicos T-T 

Ahora, un poco sobre las parejas! 

Sobre Kakashi y Yamato: Ame escribir su romance, yo soy una extrovertida así que escribir la forma de actuar de Yamato fue muy fácil porque me identifique mucho con él xD Sabía que terminarían juntos, el amor por Yamato hacia fue muy obvio, espero haber desarrollado correctamente la forma en la que Kakashi se fue enamorando de él.

Sobre Sukea y Obito: Su relación es más divertida y dinámica porque son mejores amigos, pero creo que alguien que se haya enamorado de un amigo comprende ese miedo que sentían por dañar su amistad si se hacían pareja. Al final todo salio bien gracias al poder del amor (?

 Sobre Shisui e Itachi: Fue la única pareja donde el enfermo no declaró su amor, sino la otra persona, creo que era necesario cambiar un poquito la formula con ellos ya que desde el momento en que Shisui se enteró que Itachi estaba enfermó le dio toda su atención. Y es un gracioso contraste, ya que como se menciona, Shisui es un deportista medallista al final de la historia, mientras que Itachi se cansa por caminar mucho xD Creo que al final ellos se complementan tan bien como Obito y Sukea, a su manera, pero lo hacen.

Sobre Jiraiya y Orochimaru: claro que Orochimaru sentia algo por Jiraiya, pero no era tan profundo como Jiraiya lo amaba a él, sus sentimientos no correspondian por completo y por eso tuvieron ese final. 

Y sobre Sasuke y Naruto, creo que no hay nada más que decir que todo lo que leyeron en este capítulo final.

Gracias por todo!

Nos vemos :)


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