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Historias Paralelas I por Serenity

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LEON


Leon había pagado la habitación del hotel, mientras el recepcionista, uno al cual el no conocía lo miraba con simpatía y evidente apreciación. Era normal habian entrado a la madruga y eran ya las 10 de la mañana considerando que la mayoria de las parejas alquilaban las habitaciónes solo por un turno de dos horas o como máximo por un turno doble: 8 horas de diferencia eran definitivamente bastantes. Seguramente aquel joven suponia que habian utilizado el tiempo al maximo algo que no lo sorprendía, su aspecto no era el mejor, habia dormido poco y una expresión de agotamiento más relacionada con la preocupacion le marcaba el rostro.
La mañana se presentaba agradable, el invierno aquel año estaba tardando en llegar, el sol brillaba por detras de las nubes pero de alguna forma se sentia agobiado. Siempre se habia considerado un chico con suerte pero si alguien le hubiese preguntado en aquel momento, le hubiese contestado que se sentia cagado por los perros.
Se dirigio a uno de los cajeros que se encontraba cerca para comprobar lo que ya se temia, su padre habia cancelado sus tarjetas pero le daba lo mismo, lo que si le extrañaba era que todavía no se hubiese enterado de su proeza. Sonrio para sus adentros, el día que su padre lo habia echado, habia realizado la primera extracción de dinero y el lunes a primera hora habia abierto una nueva cuenta y practicamente vaciado la cuenta que habian abierto con su padre conjuntamente, lo cual significaba una buena suma que su padre echaria en falta aunque supuestamente era suya.
¿Que diría su padre cuando viese que en la cuenta tan solo habia 10 dolares? Sonrio para sus adentros, quizás despues de todo si fuese un chico con suerte.


NUMA

Eran ya las 4 de la tarde cuando Numa ocupado y mirando el reloj constantemente juntaba la ropa que habia dejado sobre la cama para meterla en el bolso azul que habia apoyado a un costado del mueble. Aquel día tenia entrenamiento a partir de las 7 de la tarde por lo cual tenia que ver la forma de librarse de Leon porque no tenia ganas de llevarlo con él y mucho menos de decirle que practicaba un deporte como boxeo, sabia de antemano que insistiria en verlo y no era justamente la idea.
La abuela se asomo a la puerta, viendolo correr de una punta a la otra.
–Numa cielo, ese amigo tuyo lleva como 10 minutos esperando allí fuera, ¿por qué no lo haces subir?
–¡Ya estoy abu!–respondio.
Numa le dedico una sonrisa, y le dio un fugaz beso en la mejilla mientras agarraba el bolso y salia disparadohacia la puerta.
Ni pensarlo, aquella era su casa, su intimidad su mundo y pocos, en realidad solo una persona Agustín habia tenido acceso a ella pero nadie más, no queria invitar a nadie, no le gustaba eso de meter a sus amigos en su casa.
Bajo a toda prisa las escaleras. Leon lo esperaba apoyado contra el coche, se habia cambiado de ropa y estaba vez solo vestia una camisa blanca y unos jeans, pero sin saber como tenia un toque de elegancia, quizás era el porte que tenia lo que le daba ese toque distinguido. Bueno era normal seguramente lo habia heredado del padre teniendo en cuenta en los circulos donde se movia, donde la gente cuidaba mucho su forma de vestir y sus modales, seguramente se habia acostumbrado.
Leon agitaba una hoja nervioso en la mano, mientras Numa se metia en el coche junto con él. Leon se la tendio rapidamente,y encendio la radio mientras Numa la miraba. La mayoria eran para verlos al mediodía y solo 2 eran por la tarde, habia ciertas anotaciones junto a los numeros de teléfono respecto a las cualidades del piso y el correspondiente precio, el joven fruncio el entrecejo, los costos eran caros a su parecer.
Leon se removio inquieto en el asiento.
–¿Qué? ¿No te gustan? La zona está bien, ¿no?
–Si, eso si.– volvio a mirar el papel y volvio a mirarlo, no sabia si decirselo quizás los padres lo mantendrian.
–Entonces, ¿por qué esa cara?
–Me parecen caros. Es asunto tuyo, si lo paga tu papá entonces está bien .
Leon le arranco la hoja de la mano con una expresión furiosa en el rostro.
–Yo no tengo padre.
Numa se sorprendio, no sabia nada del asunto pero por lo visto habian terminado bastante mal, la expresión de odio en el rostro de Leon lo tomo desprevenido.
–Entonces hay que buscar algo más accesible.
Numa recogio el periodico del piso, y comenzo a revisar los clasificados de nuevo, tras unos 15 minutos mientras Leon miraba un tanto incomodo, Numa habia copiado tres numeros de teléfono.
–Aqui tienes, la zona es buena, y me parece un precio mucho más razonable. ¿Piensas trabajar?
–Por supuesto– respondio Leon seriamente mientras observaba los numeros de teléfono.
Tras unos llamados que tuvo que realizar Numa a pedido de Leon y con mucho insistir consiguieron ir a ver uno de los 3 pisos que el joven habia encontrado.
El lugar era pequeño pero para una persona estaba bien, la zona era buena y el precio se podía pagar todavía, solo que el contrato recien lo podían firmar para fin de mes y recién estaban a día 20.
Tras mucho hablar, lo que a Numa se le habia hecho casi eterno, lograron llegar a un acuerdo con la chica, reservarlo y firmar el contrato dentro de 5 días.
Leon salio evidentemente insatisfecho, Numa lo miro de reojo con una cara que poco ocultaba.
–Lo sé, no digas nada, no estoy de humor.
–Leon tienes suerte. No te han pedido garantia y eso es un milagro.
–Bueno para algo tenia que servir estar emparentado con un político, ¿no te parece?
Ambos se subieron al coche, Numa no sabia si hablarle del tema del trabajo o dejarlo estar, era obvio que no estaba comodo con el hecho de que el se habia ocupado casi de todo pero Leon no tenia ni idea de pisos asi que simplemente se dedico a observarlo apoyado contra la pared del apartamento mientras Numa revisaba los servicios, los grifos de la cocina, la toma de corriente y varios detalles en los cuales Leon nunca hubiese pensado.
–¿Y ahora que?­–pregunto Leon al llegar a una esquina.
Numa miro el reloj preocupado.
–Lo siento, yo ya me tengo que ir. ¿Me podrias alcanzar hasta el Salvador?
Era tres calles antes de la del gimnasio pero no queria ni pensar en aumentar la proximidad y con ello el riesgo de que pudiese saber la dirección. 
–Claro 
respondio Leon, mientras miraba el bolso con curiosidad.

–¿Vas al gimnasio?
Numa lo miro con un aire ofendido.
–y que si lo hago? Pero ahora mismo no voy, esto es de un compañero y se lo tengo que devolver.
–Ok.
Una vez en la calle que el joven le habia dicho, Leon estaciono el coche y se bajo, ante la mirada un tanto interrogante de Numa, quien volvia a mirar el reloj pensando en que seguro que el entrenador le echaria la bronca.
–Gracias por todo.– Leon se le acerco lentamente.
Numa le sonrio débilmente.
–¿Cuando nos vemos? –Pregunto este impaciente.
–Llamame y arreglamos, el sábado me toca bailar asi que estaré un tanto ocupado.–respondio Numa
–uhm podria ir a verte– sonrio maliciosamente.
Numa respondio con una sonrisa, ya no sabia como escaparse, e iba con mucho retraso.
–Te dejo ir que tienes prisa por lo visto
–Espero tu llamada. ¿Ok?
Leon se acerco, y en la fracción de un segundo tomo al joven por la nuca para besarlo suavemente, Numa sentia el corazón galoparle feroz contra el pecho. Sabia que habia gente en la calle.
Leon rompio con el beso lentamente, le guiño un ojo, mientras le acariciaba con un dedo la mejilla ardiente.
–El rojo te sienta bien–le susurro antes de girarse y meterse en el coche con prisa.
Numa se sentia extraño volvio la vista hacia la calle, una mujer lo estaba mirando y sintio enrojecer aun mas.Era la primera vez que alguien lo besaba en la calle a plena luz del día en una calle lo suficientemente transitada, como un gesto tan simple y tonto lo podía poner tan bobo.
Sentia verguenza porque habia aprendido a esconder ese tipo de cosas de la gente. Respiro profundamente y comenzo a caminar mientras pensaba una y otra vez en el beso.
Esa forma de ser de Leon le habia gustado desde el principio, él era como era, y hacia siempre lo que se le antojaba. Vivia su vida libremente sin esconderse de nadie, y haciendole frente a todo.
Aquel valor, aquella actitud era algo que despertaba admiración, le hubiese gustado poder comportarse asi naturalmente pero sabia que no era posible, sonrio con amargura, que diria uno de los jovenes del grupo de boxeo si se enteraba de que habia un "maricon" en el equipo, seguramente le pegarian la paliza de su vida.Se apoyo contra la pared dejandose casi caer.

"Patético" penso mientras observaba la gente en la calle si tan solo pudiese ser tan autentico como él. Volvio a caminar a toda prisa, con la mente ofuscada por el beso y por la reprimenda que seguramente recibiria de parte de su entrenador.


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