LEON
Leon había pasado la noche con el joven italiano y se lo había pasado muy bien, se habían ido a un hotel porque Giovanni quería conocer uno ya que para él eran una novedad y como había insistido tanto, al final habían elegido uno exclusivo y que era bastante costoso pero él se ofreció a pagarlo. Leon a cambio lo invito a desayunar a una cafeteria super cara en una de las zonas más finas de la ciudad.
Le gustaba el estilo del joven, tenia una apariencia un tanto dulce que podía engañar facilmente pero Leon se habia dado cuenta desde el principio, era un arma de doble filo, si uno no estaba atento podía ser manipulado hábilmente por el chico. Tenia una sonrisa que reflejaba una cosa y una mirada que la contradecia. Que persona tan ambigua pero divertida. El sexo no era nada especial, no era la misma pasión que le despertaba Numa ni aquellas caritas o gestos del joven, este chico ya habia perdido la magia, aunque si que le hubiese gustado tener a alguien asi como compañero de aventuras.
Tras el desayuno se habían ido a pasear por los bosques de Palermo, un importante punto conocido de la ciudad. El día estaba un tanto nublado pero el clima era agradable. El movil sonó en aquellos instantes.
Era una conocida voz.
–¡¡Leoncito!!
Agustín al teléfono.
–¿Que pasa Agus?
–Te llamo por algo muy importante, no sé si lo sabes pero el próximo viernes es el cumple de Numa, 18 años.
Aquello lo sorprendió.
–No, no sabia nada, pero igual no sé si ir.
Escucho un resoplido del otro lado
–Ni se te ocurra faltar porque te mato. Estoy organizando una fiesta sorpresa y no quiero que hagas planes, la haremos en un pub muy pequeño que tiene un amigo mio cerca del centro. De llevarlo allí se encarga una persona y luego habrá baile, piñata, juegos...¡de todo! Quiero que sea el mejor cumpleaños del mundo, ¡ese será mi regalo!
–Jaja ok.. si te puedo ayudar en algo, solo dimelo, ¿ok? ¿Tengo que llevar algo?
–Solo tu presencia y bueno quizás algunos preservativos, cómo vas a beber mucho quizás me pueda aprovechar del momento jajajaja.
–Me voy a tener que cuidar entonces...
–¿Tienes para apuntar?
–No, Agus estoy en el medio de un parque, llamame por la noche y hablamos, ¿ok?
–Vale, y cuidado con lo que haces en un sitio público
Leon colgo todavía perdido en sus pensamientos.
–¿Una fiesta?– era el tono susurrante y casi meloso del italiano en su oreja.
Leon le devolvi la mirada.
–Si, si... –y volvió a desviar la vista, le quería comprar un regalo pero qué podía elegir, algo que lo impresione.
NUMA
Aquel viernes Numa se encontraba en la casa, ya habia preparado todo para su cumpleaños, habia llamado a todas las personas. Por la tarde habia ido con Agustín para comprar algunas cosas para comer ya que de las bebidas se encargaban los invitados y Agustín se había comprometido a hacer las pizzas por lo tanto a él solo le tocaba comprar los snacks.
Los días habían pasado rapidísimo, a Lucas no lo había visto durante la semana y a Leon solo el día en que este tenia que firmar el contrato de alquiler. Numa lo habia llamado para preguntarle si necesitaba que lo acompañase, a lo cual él habia respondido que seria una buena idea. Fueron juntos, después Leon lo había invitado a tomar algo y Numa simplemente lo había rechazado, no quería tener nada con el joven del cabello violeta más que una amistad. Numa era consciente de como se daban las cosas con Leon y que podría pasar después tomar algo.
Leon se habia enojado y le habia dicho que él no necesitaba amigos y que antes que eso preferia no volver a verlo nunca más, algo que no solo tomo por sorpresa a Numa sino que también le dolio.
Era casi seguro que no vendria a su cumple, por otro lado no hacia más que preguntarse si Lucas vendria,algo que se le antojaba imposible, esta vez la hermana no podria llevarlo engañado y él por su propia cuenta seguramente no querria ni aparecer.
La abuela aparecio por la puerta del living, y lo vio allí sentado, con la tele prendida y la cabeza ladeada de costado sobre el respaldo del sofa con la vista perdida.
–Numa cariño apaga ese aparato si no lo estás mirando.
El joven se sobresalto, tomo el control y lo apago.
La abuela se acerco para tocarle la cabeza.
–¡Ya 18 años!
–Si...
Una leve tristeza opaco su mirada.
–¿Que te pasa? ¿Estás triste?
–No abu, nada que ver...solo estoy pensando.
–¿Y en que?– pregunto la mujer notablemente intrigada.
–En papá y...en mamá....
La abuela dejo caer su mano sobre el hombro del joven, era increible que ya tuviese 18 años.
–Si te pudiesen ver estarian orgullosos de tener como hijo como tú.
–Gracias abuela...aunque no lo creo– no era el sueño de ningún padre tener un hijo homosexual y menos con el historial de peleas y problemas que el chico llevaba sobre sus hombros, no habia sido justamente el hijo modelo.
Numa se incorporo de repente.
–Bueno igual no te preocupes abu, despues tantos años ya lo tengo asumido.
Eleonora lo vio alejarse hacia la habitación, era obvio que le hacian falta sus padres, movio la cabeza con disgusto, pero para ello ya no habia solución.
Numa se termino de vestir, lo habian invitado a un pub, para tomar un par de cervezas con unos amigos que no podrian ir el sábado a su casa, habían quedado en reunirse en la zona de los cines cerca de las doce y medía de la noche.
La abuela le hizo las correspondientes recomendaciones de siempre cuando salia tan tarde de la casa.