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Historias Paralelas I por Serenity

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EMPATIA


Habian pasado ya un par de horas cuando por fin Eleonora decidio irse, Manon la habia tenido sacar a la rastra de la habitación donde estaba Numa, hasta que finalmente para que no se resistiese le dijo que la acompañaba a la casa y luego la llamaba por teléfono ni bien el chico se despertase para darle la noticia. Lo cual agradecio la abuela una y otra vez.
Lucas habia vuelto al cuarto, aprovechando que Eleonora se habia ido, acerco la silla de nuevo a la cama, y apoyo los brazos allí para continuar con la entretenida tarea de mirarlo. Su hermana lo interrumpio para traerle unas galletas.
–Lo vas a gastar si lo sigues mirando asi.
–Baja la voz que lo vas a despertar.
Su hermana lo miro sorprendida, era increible como habia cambiado de humor. Le dio con el paquete de galletas por la cabeza, mientras agregaba por lo bajo y con malicia.
–No te preocupes que no voy a despertar a tu novio.
Tomo las galletas irritado por el comentario de su hermana antes de responder

– No es mi novio tonta.
Manon rio por lo bajo, estaba evidentemente avergonzado pero le daba lo mismo, porque sabia que no podía decir que el chico no le importaba. Manon salio de la habitación miro el reloj ya eran las 5 de la mañana, tenia una buena excusa para no ir a la universidad. Se sento mientras apoyaba la cabeza contra la pared y cerraba los ojos como guiada por una fuerza irresistible que la invitaba a dormir, antes de que pudiese darse cuenta ya estaba sumergida en el mundo de los sueños. 

TRAS LA PELEA


Numa abrio los ojos despacio, tenia un terrible dolor de cabeza que no se debia justamente a la resaca. Miro confuso las luces blancas, la habitación pequeña iluminada por la débil luz del sol que se colaba por la ventana.
Se llevo las manos a la cabeza incapaz de poder pensar, y sus dedos descubrieron la tela del vendaje, y fue allí cuando se dio cuenta donde estaba.

Miro a su alrededor, en un rincon y ubicado a uno 3 metros de alturas habia un televisor, y un teléfono descansaba sobre una mesita a su derecha, junto con otros aparatos que no conocia.

Todo era muy extraño, comenzo a preocuparse, aquello no se parecia a ningun hospital conocido. Penso que estaria allí su abuela pero nada, sobre la mesita de noche ubicado a su costado izquierdo habia solo un paquete de galletas a medio empezar. ¿Que hora era? Tenia que ir a la escuela, era un pensamiento absurdo que borro de inmedíato de su mente. Cerro los ojos nuevamente, la cabeza le dolia, era una puntada que nacia desde el costado izquierdo y se extendía por todo el resto.

Tenia sed. Intento mover la mano derecha y dejo escapar un quejido de dolor, sintiño como si miles de agujas se le clavasen en la muñeca. Levanto un poco la cabeza para descubrir que la tenia vendada, entonces recordo la escena: Uno de los chicos para inmovilizarlo le habia torcido el brazo. Un nuevo pensamiento desperto una furia dentro suyo: habia perdido la pelea. Claro, era obvio, habian sido 3 contra 1 pero se habia defendido bien y estaba orgulloso de lo ileso que habia salido de aquello.

Le seguia pareciendo extraño que su abuela no estuviese allí. Los pensamientos fluian simplemente por su mente sin que el pudiese detenerlos o siquiera analizarlos. La carta que Agustín le había dejado, todavía estaba en su escritorio, no la habia abierto, no la habia tocado, aquel papel le inculcaba un miedo, un miedo a que todo aquello que conocia se derrumbase, eran sus últimas palabras...¿cuales serian?
La puerta se abrio, una joven que al principio no quiso creer quien era pero que la cercania lo confirmo, lo saludo con entusiasmo.
– Buenos días dormilon– Manon le sonria.
Numa la miro casi sin entender, recordaba muy poco, un golpe muy fuerte en la cabeza y caer en una oscuridad. El resto era un vacio, pero si Manon estaba allí tambien significaba que Lucas no andaba lejos. Creyo morir.
–¿Como te sentis?
–Perdido– no le parecia que pudiese dar una respuesta tan exacta.
–¿No te acuerdas de nada?– parecia sorprendida.
–No, creo que bebi demasiado.
–Si, y parece que te liaste a golpes con alguien también ¿no?
Numa la miro con desgano, tenia razón pero no estaba de humor para contestar preguntas que sabia que tarde o temprano debia responder, a su abuela principalmente. 

Seguramente se preocupara, penso para si mismo, y era logico, habia prometido no volver a meterse en situaciones similares, habia prometido controlarse, comportarse y no volver a traerle ni un problema, y sin embargo allí estaba tirado en el cama de un hospital y con varias heridas.
Dejo escapar un suspiro.
–Ah Lucas esta en la cafeteria, no pensaba que te ibas a despertar tan temprano pero antes que nada– miro hacia la puerta como temiendo algo– Está es la clinica de la familia, bueno ya lo sabes– le guiño un ojo– asique tu eres mi hermanito pequeño, o sea, me entiendes ¿no?
Numa la miro confundido, ¿lo habían hecho pasar por otra persona?
–Ok, no digas nada, no preguntes nada, tú solo cierra la boca. ¿Entendido?
Numa asintió con la cabeza todavía confundida por el conjunto de hechos que lo rodeaban.
–Bueno voy a buscar a Lucas...– le guiño un ojo.
–Espera– Numa trago saliva – no... no lo llames.
Manon lo miro sin entender. Aquello tenia que ser una broma. Numa parecia incluso avergonzado de su propia actitud.
–Lo siento pero no quiero hablar con él. Ahora no.
Manon abrio los ojos sorprendida, coloco las manos en la cintura y fruncio el ceño. Numa pensorepentinamente en que si un día ocurriese lo imposible y se enamorase de una mujer sería seguramente de ella. 
–Mira, eso lo decidira él, no yo. Lo siento pero despues de la nochecita que tuvimos no le pienso decir que no quieres hablar con él, se lo dices tú pero no me vengas a pedir algo así a mi.
Se dio medía vuelta y desaparecio en el pasillo. Numa observo como se iba. Aquello tenia que ser una pesadilla, no queria enfrentarlo, no a Lucas, no podria. Los minutos que pasaron entre que Manon se fue y Lucas entro en la habitación le habian parecido infimos, que se habian escurrido injustamente. Lo miro durante un instante y giro la cabeza. Estaba furioso y se lo notaba en la expresión de la cara. A Numa se le hizo un nudo en la garganta. Sintio como Lucas se acerco a la cama, dejo escapar un resoplido.

–Numa...–sintio el peso en el lado izquierdo de la cama, seguramente habia apoyado las manos– Numa no pienso rodear la cama, quiero que te des la vuelta y me mires.

Numa cerro los ojos, escondiendo el rostro en la almohada.
–Numa, no te voy a mentir, estoy de mal humor, llevo una noche un tanto movida y no quiero joderme la mañana ni que nadie me la joda. Mirame.
–...............
–Numa...¡¿SE PUEDE SABER QUE MIERDA TE PASA?!– demasiado tarde se habia dado cuenta de que no debia gritar, vio como el joven se llevaba una de las manos a la cabeza, el dolor debia de ser muy fuerte.
–Lo siento, no quise gritar pero quiero que me mires– Espero unos segundos pero vio que no habia ninguna señal de que fuese a voltearse para ese lado, continuo.– Ok voy a explicartelo con otras palabras: ayer por la tarde me entere de que habia muerto tu mejor amigo, me molesto enterarme por terceros cuando tu podríashabermelo dicho, luego me voy hasta tu casa para visitarte y saber como estás y me entero de que te has ido al entrenamiento, y decido esperarte. 5 horas esperando en la puerta del edificio, ya a las 11 de la noche estaba de los nervios y aunque no es excusa, volví a fumar. Me baje una 1 caja de cigarrillos que me dieron un mareo asqueroso, sin contar el litro de gaseosa que me tome y que me hizo sentir como un globo recien inflado. Pero como no venias fui a buscarte, y te encuentro a un costado del gimnasio todo lleno de golpes, y con un corte en la cabeza que no sé ni como hice para no gritar de desesperación. Pero esto no termina aquí, luego pedí una ambulancia y me dejaron medía hora esperando, medía hora en la cual no hice otra cosa más que seguir el ritmo de tu respiración para saber si todavía estabas vivo. 
–¿Puedes venir a este lado? – lo interrumpio Numa– es que no quiero apoyarme del otro lado, el brazo me duele mucho....
Lucas sonrio suavemente rodeo la cama, y lo observo, tenia los ojos verdes brillantes y llenos de lagrimas, lagrimas a las cuales no se refiria para no herir el orgullo de joven.
–Hazme un lugarcito– se limito a decirle Lucas.
Este se hizo hacia un lado para dejarle un poco de espacio para que el joven se sentase.
–Yo...– comenzo Numa.
–No, no quiero escuchar agradecimientos ni nada, tampoco quiero hablar de mi, solo quiero saber que paso.
Numa lo miro serio.
–Solo te puede dar las gracias, no quiero hablar de lo de anoche.
Lucas se acerco un poco al joven, se habia enfadado de nuevo.
–Numa me estoy hartando de tanta tonteria, y esta vez va en serio, quiero saber que paso, y quiero que me lo digas: asi de simple. Porque no voy a dejar que esos hijos de puta anden sueltos y le den una paliza a otra persona.
–No... .– Numa estaba asombrado, no sabia que le importaba tanto, verlo enfadado e imaginarselo preocupado lo emocionaba. Se dio cuenta de cuantas ganas tenia de abrazarlo! Necesitaba tanto un refugio.

– No fue una paliza, yo comence la pelea.

Lucas lo miro asombrado.
–¿Y cuantos eran?
–3
Lucas tuvo que reprimirse para no gritar el número.
–¿Estás loco? ¿Como vas a desafiar a 3 tipos? ¿Que quieres, que te maten?
–Me da lo mismo– cerro los ojos durante unos instantes. Lucas lo miro, ¿qué pensaria si le acariciaba el cabello? En aquel instante parecia estar gritando por un poco de atencion.
–¿Cómo que te da lo mismo?
–No lo entenderias... 
Lucas volvia a mirarlo evidentemente ofendido.
–¿Estás seguro? ¿por qué no lo intentas? Leer los pensamientos no puedo pero si me lo dices quizás si pueda entenderte... 
–No.
Me está sacando de quicio, penso Lucas mientras lo observaba allí tirado.
–Si no me lo dices me encargare de terminar lo que esos tipejos empezaron... 
Numa sonrio al escuchar estas palabras pero solo volvio a cerrar los ojos. Lucas lo miro incredulo, se acerco otro poco para susurrarle a pocos centimetros de la boca
–Quiero que me lo cuentes. ¿Qué pasó?
Numa abrio los ojos al sentir aquel aliento calido sobre su boca. Lo miro un tanto avergonzado y lo empujo.
–No paso nada... 
Lucas le clavo la mirada incredulo naturalmente.
–Por nada te abrieron la cabeza ¿no? Tengo que tener cuidado, este pais se esta volviendo muy peligroso– si no arriesgaba algo sabia que Numa no le diria nada– ¿Tenia que ver con Agustín?
La mirada de Numa le respondio, pese a que sacudio la cabeza para negarlo.
–Ok... y ¿qué te dijeron?
–¿Qué piensas que pueden decir unos ignorantes así, si uno les dice que su mejor amigo estaba enfermo y si uno agrega que era homosexual?
–... –Lucas se lo imaginaba muy bien, ahora entendía el motivo de la pelea– ¿Y qué les respondiste?
–Que yo también era homosexual.
Lucas lo miro sin creerlo, aquello era ponerse un cartel en la frente y decirles "matenme". Numa lo miro con desgano. 
–Lo sabia, sabia que no lo entenderias, mira a quien se lo digo, ¡al cobarde más grande del mundo!
–¿Te parezco cobarde porque no me pongo un cartel que dice "me gustan los hombres" y me paseo por las calles, o mejor, me busco un grupo de estos que odían a los gays y les grito "eh aqui... soy gay, mátenme" ¿Te paresco cobarde porque no hago todo eso?
Numa lo miro desafiante.
–Leon no va con ningun cartel pero tampoco niega su sexualidad.
–Leon...claro, el tipo perfecto, naturalmente.– se levanto de la cama para enfrentarlo de nuevo– Por supuesto cualquiera es valiente si es el hijo del funcionario político.
–¡No hables asi! Ni siquiera lo conoces. Hay que tener huevos para pasar por todo lo que el paso.
–No lo dudo, él hace todo bien– apoyo una de la manos en la cama acercandose a el, estaba realmente enfadado – Siento mucho no llevar el cabello de ese violeta asqueroso ni querer tirarme a cuanto todo los que se me cruzan por el camino, ni ser el mejor, ¿que le voy a hacer? Lo que aqui ves es lo que hay: lo tomas o lo dejas, es la unica opcion que tienes.
Se dio media vuelta y abandono la habitación sin no antes dar un debido portazo que le valio el sermon de una de las enfermeras.

Numa se sorprendio, se habian peleado a una velocidad increible, y Lucas se habia ido y eso era lo que justamente el no queria. "perfecto Numa, tú sigue asi... ". Sintio un nudo en la garganta y escondio el rostro en la almohada contendiendo el llanto.


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