LEON
La gente poco a poco iba vaciando el local, Leon estaba relativamente cansado miro a su alrededor, no había vuelto a ver a Julen desde la escena en la pista de baile. ¿Acaso se había ido? ¿Quizás lo habia asustado?Descarto la ultima opcion, lo conocía poco pero con lo atrevido que era, ese niño no conocía la verguenza.
Su turno había terminado y eran las 5 de la mañana. Se retiro a los vestuarios, se ducho, se cambió y salio de allí rapidamente. Si mal no recordaba había dejado el coche en la esquina.
Camino a toda prisa parandose en seco al sentir su nombre. Se giro, y detras de él estaba Julen con una chaqueta y una bufanda, la verdad es que hacia frio.
El chico le sonrio, timidamente, algo que Leon hubiese grabado de ser posible porque era la primera vez que veía un rasgo de timidez en su rostro
–¿Qué? Ahora no me vas a decir que te da verguenza...–comento Leon al verlo. Se acerco y lo beso, tenia el rostro helado.
–¿Hace cuanto que estás esperando aquí fuera?
–uhmm unos minutos– se sonrojo inmedíatamente.
Leon lo miro divertido, ¿sería que solo dentro del local era tan arrogante y descarado? Aquello si que prometia ser interesante. Le indico el coche, y al subir le dejo un par de cosas claras.
–Vamos mejor a mi casa, pero vivo en la capital, ¿tienes como que volverte luego? Porque no te voy a llevar hasta tu casa.
–Qué antipatico, encima que te vas a provechar de mi, luego me vas a dejar tirado.
Leon lo miro de reojo.
–No sé quién se va a aprovechar de quien.
–Da igual, yo vivo en la capital de todos modos.
–Ok– arranco el coche mientras el joven lo miraba con una sonrisa.
No hablaron mucho de camino, tan solo tonterias sin importancia, Leon se sentia un tanto raro, era un crio, pero bueno ya no era tan crio pero igual, a ver si luego el niño se le quedaba pegado y no se lo podía quitar de encima.
Cuando llegaron a la casa, Leon se aseguro primero de que su casa estuviese vacia para no llevarse sorpresas y luego lo invito a pasar
–¿Quieres algo de tomar?– el chico se quito la chaqueta.
–¿Una cerveza?– rio ante la broma
–Qué gracioso.
–¿Ni siquiera en tu casa me vas a dar alcohol?
– Tú chupas demasiado, para la edad que tienes.
Julen se tiro en el sofa
–Nunca mejor dicho Leon.
Leon lo miro como quien se sabe sabedor de la situación. Se acerco lentamente hacia él.
–Te gusta provocar ¿no? Bueno ahora te vas a tener que atener a las consecuencias.
Leon lo miro sorprendido, ¿habia visto un atismo de temor en sus ojos? No, seguramente se habia confundido, aunque intento no parecer una bestia en celo, aunque el nene lo estaba poniendo malo con aquella actitud.
Leon se sentoó a un costado del sofa, y le hizo una señal para que se sentase encima de él. Julen se acerco lentamente, Leon lo cogio del cuello atrayendolo hacia él para besarlo, sintiendo aquellos labios tiernos abrirse ante la caricia de su lengua, ante el calor de su boca.
Leon dejo bajo con ambas manos para agarrarlo del trasero y pegarlo contra sus caderas, sintió la respiración acelerada del chico, era una mezcla entre excitacion y temor, seguramente nunca habia estado con nadie de su edad. A pesar de ello lo sintio moverse contra sus caderas frotandose allí donde sentía el sexo duro de Leon.
–Para– le susurro Leon contra los labios. Intento desabrocharse los pantalones pero Julen quito sus manos y se ocupo el. Metio la mano allí dentro para agarrar el miembro de joven, lentamente se dejo caer al piso para quedar entre las piernas de Leon y llevarse su erección a la boca para masturbarlo con ella. El joven dejo escapar un suspiro, si que lo había bien para la edad que tenia. Lo agarró del cabello y suavemente lo insto a acelerar el ritmo. Estaba sintiendo un placer exquisito pero era suficiente, lo quito de allí y lo volvio a sentar encima suyo.
Volvio a besarlo mientras descendía con su mano allí abajo para acariciarlo por encima del pantalón. Resbalo sus dedos a lo largo del cierre y luego a lo largo de su erección lo sintió estremecerse, suspirar y moverse contra sus dedos. Le bajo el cierre y le desabrocho el boton, lo vio mirarlo avergonzado.
–ponte de rodillas.
El joven se arrodillo encima de sofa y apoyo sus manos en el respaldo del sofa tal y como le había dicho Leon. Julen lo miro inquieto cuando Leon se dejo resbalar por el sillon hasta quedar a la altura del sexo del chico, lo vio sonreir antes de meterselo en la boca. Un calor abrasante lo envolvio en aquella zona, era demasiado lindo, Julen cerro los ojos gimiendo quedamente al sentir aquella lengua ejercer presión en la punta de su miembro y luego volver a recorrerlo desde la base. Se movio lentamente casi con miedo, evidentemente sentía temor de hacer algo incorrecto que lo pudiese molestar. Leon lo agarró por la cintura y él mismo le guio los movimientos, lo sintió gemir cada vez más fuerte, con la respiración agitada, y el rostro colorado.
Leon dejo que sus dedos inspeccionasen la entrada, Julen se echo para atras al sentir aquella sensación recorrerle el cuerpo.
Leon lo quito de encima y lo tomo de la mano y lo llevo al cuarto, cerro la puerta y lo tiro sobre la cama. El joven estaba por demas de sorprendido principalmente porque Leon no parecia muy contento.
–Nunca más me vuelvas a mentir.
Julen enrojecio.
–Ya sé que eres virgen. Eres un idiota, y ¿si hubiese sido otro? ¿O te crees que esto es un juego?
–lo.. sien.. lo siento!
–bueno, ya estamos aqui, al menos vamos a aprovecharlo.
Julen lo miro evidentemente avergonzado. Leon cambio la expresión de su rostro y se coloco encima del chico para volver a besarlo, suavemente.
–Relajate...–comenzo a besarle el cuello lentamente. Sintio las manos de Julen en su cabello y lo sintio agitarse bajo sus caricias. Mientras le besaba el cuello, bajo una de sus manos hasta su sexo para acariciarlo, pese a todo estaba muy excitado aumento el ritmo y lo sintio gemir...
Dejo que sus dedos resbalasen de nuevo hacia la entrada y comenzo a acariciarla lentamente. Lo sintio moverse contra sus dedos buscando un contacto profundo, dejo resbalar un dedo dentro suyo, presionando dentro de la apertura, y penetrandolo, incrementando el ritmo. Los gemidos del joven se intensificaron, Leon volvio a tomar aquel miembro con su boca para chuparlo con fervor. Dejo resbalar el segundo dedo, miro su rostro, sus ojos cerrados y su mano todavía enterrada en su cabello. Lo dejo unos segundos para buscar algo en uno de los cajones de la mesita de noche, era un tubito con un gel transparente.
–Bueno hay dos maneras de hacerlo: la primera no duele pero se tarda mucho y la segunda, duele pero es más rapido. ¿Cual quieres?
Julen lo miro asombrado, no pensaba que le daría a elegir. Al ponerse colorado Leon adivino cual sería. El joven dejo escapar un quejido al sentir el contacto frio del gel en su piel. Lo penetro durante un buen rato con dos dedos, mientras masajeaba su entrada estirándolo. Quito los dedos, se puso un preservativo, le abrio las piernas y las coloco sobre sus hombros mientras lo besaba y apretaba su miembro contra aquella entrada. Beso y mordio sus pequeños pezones al mismo tiempo que envolvia su ereccion con su mano y lo masturbaba a un ritmo parejo que estaba llevando al delirio al joven. Poco a poco fue introduciendose en el cuerpo del joven, intento causarle el menor dolor posible pero era casi imposible, aunque estaba excitado y relativamente relajado escucho sus gemidos entremezclados con quejidos. Leon lo estaba pasando mal, no podría aguantar mucho tiempo, el canal del chico era estrecho y lo único que le provocaba era unas ganas increibles de acabar, forma en la cual apretaba su miembro y lo rozaba llevandolo al borde la de la locura. Cuando sintio que el cuerpo del joven se habia acostumbrado a la penetración, aumento el ritmo considerablemente, sintiendo un delicioso estremecimiento que le indicaba que el orgasmo se aproximaba, el joven echo sus manos al cuello y escondio su rostro en su cuello mientras emitia quejidos.
–Le..leon...
Sintió un liquido caliente llenarle la mano, al mismo tiempo que el mismo se venia entre jadeos entrecortados. Cayo rendido sobre aquel cuerpo.
–Estoy muerto.
–Eso es porque estás viejo– respondio suavemente Julen mientras le acariciaba la espalda.
–No pienso discutir contigo– Leon se echo a un lado de la cama, cerro los ojos y sintio que el sueño lo inundaba. Un cuerpo cálido se estrecho contra el.
–Leo...
–Uhm?
–Ha sido perfecto.– le beso el cuello antes de quedarse dormido.