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Un Camino Construido Sobre Ruinas Perdidas En El Tiempo. por HikSon

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Notas del capitulo:

Fue cuando Yannel tenía 15 años y Yanis 13, que ambos se marcharon de su hogar con nada más que sus ropas manchadas de sangre.

Capítulo 18: El Dios del Karma.

Creo que escuchar a Camila sintiendo celos por ti y saber lo que se sentía, fue lo que hizo que Yanis se ablandara con ella, la comenzó a considerar algo así como su compañera de dolor, por lo que también comenzó a escuchar seriamente lo que ella le contaba, y de vez en cuando también abría la boca para expresar algo, y conforme fueron pasando los días, semanas y meses, ese algo se fue haciendo más profundo y personal, hasta que llegó el momento en el que le apeteció desahogar aquel oscuro pasado que tenía atorado en la garganta.

Prepárate para lo que estás por leer con unas palomitas. En una ciudad al sureste de la nuestra, Tycheros, se hallaba una familia con un poder y riqueza igual o mayor que la de la Eisenhide, mi familia de sangre, esa familia eran los Lizardi. Los señores Lizardi tuvieron dos hijos varones a los que hicieron que toda la ciudad adorara y venerara prácticamente como seres divinos. El primogénito, Timoteo, y el segundo hijo, Yanis.

Timoteo fue la total adoración de sus padres, algo parecido a lo que Román era para Santiago y Griselda, solo que a Timoteo lo educaron de forma que se sintiera una deidad, alguien superior con el deber de regocijarse en su riqueza y jactarse de la pobreza y desgracia ajena. Timoteo creció como un niño malcriado, egoísta y envidioso, alguien que veía primero por él y luego por él, alguien ambicioso, interesado, oportunista, soberbio, ególatra, orgulloso, vanidoso y arrogante, sin lugar a dudas, alguien detestable.

Todas las enseñanzas de sus padres, desde mirar con desdén a los sirvientes como su madre, hasta ofenderse porque la sopa estaba un grado más caliente de lo que a él le gustaba como su padre, Timoteo se encargó de enseñárselo a su hermano menor, Yanis, quien creció feliz de ser un pequeño Timoteo.

Pero cuando Yanis cumplió 7 años, fue descubierto un poder en él con el que unos años más tarde, en serio lo catalogarían como un dios, pero en aquel tiempo, sólo servía para hacer felices a las amistades de sus padres. Yanis descubrió su poder durante una discusión con un sirviente, él estaba muy enojado y terminó abofeteando a aquel sirviente, dejando una semilla de maldición en su mejilla, aunque en ese momento ninguno de los dos se percató. Sin embargo, unos días después, Yanis escuchó que a aquel sirviente le había salido un lunar negro en la mejilla de la noche a la mañana, y el odioso niño deseó que el lunar fuera súper feo.

—Lo primero que pensé fue: «Ojalá tuviera forma de una mierda» —le explicó a Camila—. Y entonces, cuando lo vi al día siguiente —soltó una carcajada—, ¡el tarado tenía una mierda en la cara!

Luego de eso, Yanis pensó vagamente en la posibilidad de que aquella mierda en la cara del sirviente hubiera sido obra suya, y trató de experimentar con otros sirvientes. Una vez todos y cada uno de los sirvientes obtuvo una mierda en alguna parte de su cuerpo, el pequeño travieso de 7 años habló de ello con sus padres y estos de inmediato comenzaron a difundir la noticia de que Yanis era un ser divino capaz de poner marcas benditas sobre las personas.

Al principio, la mansión se llenó de amigos de la familia, familiares, y personas de buenísimas familias que iban a recibir una marca bendita, y ellos mismos escogían la forma y el color de la marca que querían, aunque ninguna podía repetirse, por ejemplo, si Yanis le había puesto a alguien una semilla que diera frutos en forma de arañas rojas, si alguien más quería una araña, o tenía que ser de otro color, o tenía que ser una araña con una forma un poco diferente. Tiempo después, alguien volvió a la mansión Lizardi para expresar su descontento con la supuesta marca bendita, ya que ésta había comenzado a extenderse. «Es porque tu suerte está incrementando», respondieron los señores Lizardi, y ese alguien salió de ahí estúpidamente satisfecho.

Luego de 2 años, los Lizardi comenzaron a recibir visitas de personas de menor nivel que habían vendido prácticamente todas sus pertenencias para ir a Tycheros y poder recibir una marca bendita de Yanis. Para ese punto, el niño de 9 años era un poco más consciente del funcionamiento de su poder, por lo que de vez en cuando daba paseos por el pueblo y activaba solo las frutas de buena suerte que lograba sentir a su alrededor, así garantizó su puesto como divinidad. La familia Lizardi incrementó aún más su riqueza, se pudrían en tanto dinero gracias a que se extendió información sobre Yanis y muchas personas, pobres y ricas, comenzaron a ir a esa ciudad para recibir también su marca del Dios de la Buena Suerte.

Timoteo de pronto había sido desplazado a un segundo plano, no tenía ningún poder con el qué competir contra su hermano, pero se negaba a sentirse inferior a él. Los celos y el odio que comenzaron a nacer en el corazón de Timoteo, fueron los que lo orillaron a salir de la mansión y ponerse en contacto con personas del bajo mundo, les dio a personas peligrosas libertades especiales a cambio de su apoyo y colaboración en algún futuro.

(Universo 2, E10, 52 años desde el nacimiento de los hijos de Junuem)

Un día, cuando el primogénito cumplió 15 años, fue llamado por el señor Lizardi y le fueron mostradas un montón de fotografías de chicas lindas de clase alta, las cuales eran sus prospectos a futura esposa, todas y cada una de ellas habían sido criadas para ser mujeres mansas y obedientes, habilidosas y capaces de realizar todo tipo de tareas para complacerlo.

—Quiero a esta —dijo señalando una foto al azar y de inmediato se retiró para encerrarse de nuevo a su habitación.

Y una semana después, los ojos de Yanis vieron entrar por la puerta principal a su padre junto con una preciosa niña de 13 años, la más bonita que él jamás hubiera visto, de inmediato la deseó, quería hacerla suya y por un momento pensó que así sería, porque estaba acostumbrado a que sus padres le dieran todo lo que él quisiera, pero… la pequeña caminó lenta y felizmente hacia enfrente, hasta quedar a un poco menos de un metro de su hermano mayor, y luego escuchó a su padre presentarlos.

—Timoteo, ella es tu prometida, Yannel Rowing, fue la chica de la fotografía que escogiste el otro día. Yannel, él es mi hijo Timoteo.

Timoteo chasqueó la lengua—. Es una niña escuálida y sin nada especial.

—Fue la chica que escogiste.

Rodó los ojos—… Lo que sea. Volveré a mi habitación.

—Timoteo. —El señor Lizardi suspiró mientras veía a su hijo alejarse—. Él cada vez está más rebelde, voy a comenzar a preocuparme.

Yannel sonrió con timidez—. Descuide, señor Lizardi, voy a esforzarme en volverme mucho más bonita y conseguir un logro con el que se me considere alguien especial, alguien digna del joven Timoteo.

—Espero que sea así. Las sirvientas te llevaran a tu habitación.

—Sí, señor Lizardi.

Yannel era la prometida de Timoteo, Yanis podría ser un mimado y todo, pero la verdad era que respetaba y admiraba muchísimo a su hermano mayor, jamás había tratado de obtener alguna de las pertenencias de él, tratar de obtener a Yannel estaba fuera de discusión, pero al menos… quería estar cerca de ella.

Yanis trató de acercarse a ella un par de veces, pero Yannel lo ignoró en todas las ocasiones, aunque luego de un tiempo comenzó a prestarle un poco de más atención, y rápidamente se percató de que Yanis estaba loco por ella, por lo que empezó a burlarse de él, y tras eso, su relación consistió en darse empujones cuando pasaban al lado del otro y gruñirse cada que podían.

(Universo 2, E10, 54 años desde el nacimiento de los hijos de Junuem)

Las cosas se mantuvieron de ese modo por 2 años, los desplantes que Yannel le hacía a Yanis cada vez lo hacían enojar más, y un buen día, justo después de que él se encerrara en su habitación y en un ataque de ira destruyera todas las cosas que se encontraban ahí dentro, un pequeño minino gris de ojos amarillos, entró por la ventana, Yanis lo miró por un rato y cuando se halló más calmado, trató de acercarse al pequeño gato, pero cada que él trataba de acariciarlo, este se alejaba al instante.

Yanis apretó los dientes—. Tú también, gato de mierda… ¡Tú también te atreves a despreciar a mi gran ser! ¡Te voy a matar!

Luego de eso, Yanis corrió por toda su habitación hasta que consiguió agarrarle la cola, y aún luego de recibir rasguños por parte del gato, Yanis le colocó una semilla en la barriga, una semilla que dio frutos en forma de perro tan pronto le soltó el primer arañazo a Yanis, pero una semilla no era suficiente.

Yanis tenía la teoría de que si plantaba más de una semilla, la buena y mala suerte se multiplicaría por el número de semillas plantadas, así que le colocó una semilla más al gato… pero entonces, un intenso ardor apareció en el estómago de Yanis, sin embargo él decidió ignorarlo y plantarle otra semilla, entonces el ardor se hizo más grande, Yanis continuó y le puso una más, y del mismo modo, el ardor creció. Para cuando Yanis le colocó la quinta semilla al gato, el ardor en su estómago se había vuelto tan insoportable que le costaba mantenerse consciente.

—¡Todo es tu culpa! ¿¡Qué me hiciste, bastardo!? —le gritó al gato mientras se sostenía el estómago con ambas manos a la vez que se retorcía en el suelo—. ¡Definitivamente haré que mueras! ¡Te sacaré la piel! ¡Te destriparé y sacaré toda la sangre! ¡Te haré sufrir!

Y entonces, algo fue invocado en aquella habitación, algo de apariencia espantosa que no parecía ni una persona ni un animal, por lo que es bastante difícil describir su apariencia, dejémoslo como que era algo de color rojo, y ese algo, era el Dios del Karma. Aquel Dios miró el dolor punzante en la barriga de Yanis y luego se dirigió al gato, lo tomó con sus temibles manos, regresó con Yanis, y ahí enfrente de él, hizo su deseo realidad.

Yanis estaba tan impresionado que no tuvo tiempo de cerrar los ojos, por lo que miró con horror como aquel gato gris era despojado de su piel mientras chillaba desesperado de dolor, ya sin piel y sangrando por todas parte, Yanis vio cómo las tripas de la pequeña criatura caían al suelo frente a él, y aún pese a estar en aquel estado, el gato seguía consciente. En el último aullido que dio el minino de ojos amarillos, el Dios del Karma lo destazó hasta pintar toda la habitación con su sangre, y tras dejar caer lo que quedaba de su pequeño cuerpo, el Dios desapareció.

(Universo 2, E10, 65 años desde el nacimiento de los hijos de Junuem)

—Los ojos se le habían salido, uno de ellos cayó el lado de mi pie, estaba mirándome —le contó a Camila con voz apagada—, no sé por qué, pero el color de los ojos de ese gato era muy parecido a los de Yannel… «Esa pudo ser Yannel», pensé aterrorizado cuando miré los ojos salidos de ese gato. Y esa fue la primera vez que temí de mi poder. Y temí de mí mismo.

(Universo 2, E10, 54 años desde el nacimiento de los hijos de Junuem)

Una sirvienta entró poco después y presenció cómo Yanis se hallaba en el suelo hundiendo su cara entre sus rodillas, mientras que él y toda la habitación estaban teñidos de carmesí.

—Solo limpia y no digas nada —ordenó Yanis y subió la cabeza para ver a la sirvienta a los ojos—. Si abres la boca sobre lo que acabas de ver, terminarás igual que ese gato. —Señaló la bola de carne que se hallaba a su lado.

—¡S-sí, señorito Yanis!

En los días siguientes, Yanis comenzó a evitar a Yannel, ni siquiera se atrevía a mirarla a los ojos cuando pasaba cerca de ella. No era como si la nueva actitud del hermano de su prometido le hubiera quitado el sueño a Yannel, pero si le extrañaba, y estaba curiosa sobre el origen de su comportamiento. Ella no podía preguntarles a los señores Lizardi, a la señora no porque a ella le desagradaba lo bonita que se estaba volviendo, y al señor tampoco porque se estaba volviendo muy bonita y estaba comenzado a atraer su atención, tampoco podía acercarse a las sirvientas, Timoteo se lo había prohibido y no quería hacerlo enojar, así que él era el único al que le podía preguntar.

—¿Por qué mierda debería saber lo que piensa o hace mi estúpido hermano?

Yannel agachó la cabeza—. Escuché que antes ustedes solían ser bastante cercanos, y Yanis siempre se la pasa hablando de usted… creí que quizás lo sabría.

Timoteo frunció el ceño—. ¿Y a qué viene este extraño y repentino interés en ese imbécil? ¿Ha comenzado a gustarte el gusano?

Ella abrió los ojos con sorpresa y se apresuró a negar con la cabeza—. No, no, yo jamás podría gustar de alguien que no sea usted.

—Entonces no te molestes por él, antes te quejabas de que era un pesado, disfruta de que ahora te ignore, quizás por fin se cansó de ti. Y ya lárgate si no quieres que yo también lo haga.

 Está bien —aceptó desanimada.

Esa misma noche, Timoteo salió hacia los barrios bajos hecho una furia, no soportaba más la existencia de Yanis, y que Yannel hubiera expresado preocupación por él fue la gota que derramó el vaso. Habló con tres de los hombres más peligroso con los que se había aliado y se los llevó para secuestrar a su hermano y venderlo en el mercado negro, era la mejor solución que se le ocurría, se desharía de él y ganaría dinero a cambio, mucho dinero, si las cosas salían bien, incluso mataría a sus padres y haría pasar el incidente como un intento de robo en el que murieron todos menos él, así podría quedarse con la mansión, los títulos y la riqueza de los Lizardi.

Yanis se levantó para tomar un vaso de agua a mitad de la noche, normalmente le daría flojera y preferiría volverse a dormir, pero esa noche sentía la garganta muy seca y la sed que tenía era casi insoportable. Cuando finalmente llenó un vaso con agua fría y se la empinó para tomarse todo de un trago, miró hacia la ventana y vio algo blanco y de gran tamaño caer, entonces dejó el vaso en una mesa y abrió la ventana para asomarse y ver qué era aquello que cayó.

—… Ma… ¿mamá…?

Observó por unos segundos el cuerpo de su madre completamente desfigurado por su caída desde el tercer piso, uno de sus brazos se había doblado al revés, su cuello también se había doblado de una manera antinatural y la mitad de su cabeza estaba aplastada, Yanis agradeció que estuviera usando como pijama un gran vestido que logró ocultar cómo quedó el resto de su cuerpo, pero maldijo que fuera blanco porque gracias a que era de ese color, aun siendo de noche, se podía apreciar la gran cantidad de sangre que desprendía su cuerpo.

Yanis corrió hacia las escaleras y las subió silenciosa y rápidamente hasta llegar a la habitación de sus padres en el tercer piso, la puerta estaba abierta, y el único ahí presente era el cuerpo acuchillado de su padre sobre la cama.

—¿Dónde está el niño?

Yanis escuchó la voz de un hombre cerca y se escondió de inmediato debajo de la cama de sus padres. Desde ahí vio dos pares de pies entrar a la habitación, eran los pies de los asesinos de sus padres.

—¿Qué haremos si se escapó? —preguntó el hombre que Yanis había escuchado segundos atrás.

—Debe seguir en la casa —respondió Timoteo despreocupado—, no es tan listo, seguro no tardamos en encontrarlo.

Yanis apretó los puños, «Esa voz… ¡esa puta voz!», pensó con rabia.

—No es que me importe, pero, ¿de verdad no sientes nada luego de haber tirado a tu madre por la ventana y ver como yo acuchillaba a tu padre?

Timoteo hizo una mueca de disgusto—. Eran unos perros malnacidos que no supieron darme bien mi lugar, luego de que Yanis descubriera que tenía un poder, no dejaron de alabarlo, me hicieron a un lado por completo, dejé de tener la suprema autoridad en esta casa y sentí la humillación de ser comparado con mi hermano. Jamás los perdonaré, merecen sus muertes.

Yanis salió de debajo de la cama y se puso de pie, caminó hacia su hermano y la furia apenas controlada que sentía comenzó a salir de su cuerpo en forma de esporas de color rojo, fue entonces que Timoteo y el hombre con el que estaba, se percataron de la presencia de Yanis. A Timoteo le tomó tres segundos encontrar sus ojos con los de su hermano, dos segundos darse cuenta de lo enojado que estaba, un segundo saber que no saldría vivo de ahí, y un instante para morir. Las esporas rojas le pintaron cinco estrellas en el dorso de la mano derecha a Timoteo, cinco cuchillos en el pecho del lado izquierdo al hombre a su lado, cinco cuervos de distintos tamaños en el hombro derecho de un hombre que estaba caminando hacia ellos, y otros cinco en el hombro izquierdo de un hombre que estaba persiguiendo a Yannel mientras ésta subía las escaleras al tercer piso.

—Mueran.

Y con esa palabra, el Dios del Karma mató a Timoteo y sus tres acompañantes en un instante. Segundos después, Yannel apareció jadeando y miró los cuerpos destrozados, reconociendo el que le pertenecía a su prometido, y también lo vio a él, a Yanis cubierto con la sangre de su hermano.

(Universo 2, E10, 65 años desde el nacimiento de los hijos de Junuem)

—Estaba aterrada —le dijo a Camila—. Vi el pavor con el que me veía, sabía que iba a correr, y que si se iba nunca más la volvería a ver. Yannel era lo único que me quedaba, sin ella yo de verdad me iba quedar solo, quise tenerla a mi lado aunque fuera a la fuerza, es por eso que yo...

Notas finales:

Hoy les quiero recomendar un manhwa que no es de reencarnadas, lo empecé a leer hace 4 años pero el scan que lo estaba traduciendo lo abandonó por un tiempo y recién este fin de semana acabo de darme cuenta que ya está completo en tmo así que lo empecé a leer desde el principio y ya lo terminé. Yo recordaba que ese manhwa me había gustado mucho, pero tenía miedo porque me ha pasado que he vuelto a leer o ver algo que antes me gustaba y ahora ya no me parecen para tanto, pero nmms, este manhwa es bellísimo sin importar cuántos años pasen.

Se llama “Aquel Verano”, y hay tres protagonistas: Jumi, Heebum y Yoowon. ¿O sea que hay triángulo amoroso? ¡Sí! Yo creo que los triángulos amorosos son mi cliché favorito, pero, sé que es contradictorio, pero la mayoría de los triángulos amorosos me cagan Jajajaja. Sin embargo el triángulo amoroso de aquí está terriblemente bien hecho, además de que los tres personajes son increíbles, están bien escritos, son carismáticos, muy queribles y quieres que todos sean felices.

La primera parte de la historia está contada desde la perspectiva de Jumi, así que al principio pensé que este manhwa iba a ir de una historia BL contada desde la perspectiva de una chica, porque la historia empieza con ella viendo por accidente a Heebum y Yoowon besándose y quedando enredada en sus problemas amorosos, y es que Jumi es súper buena amiga, neta que es un amor de persona y le dio mucho apoyo a Heebum cuando la neta él es medio pesado, pero luego Jumi se enamora de su compa Heebum y vale verga porque ella es bien consciente de que él estaba súper enculado de Yoowon y nunca la iba a pelar, además de que pues son compas.

Fue la primera y única vez que me pasó que habiendo una pareja de dos hombres, yo quise que uno se quedara con una chica, y es que, como escribí antes, la primera parte está narrada desde la perspectiva de Jumi, así que los lectores solo sabemos la parte de la historia a la que ella puede acceder, o sea, el lado de la historia de Heebum, porque Yoowon no es alguien que se abra fácilmente y por ende no entendemos al principio muchas de sus acciones, así que a mí hasta me caía un poco mal porque pensaba en él como un idiota que no sabía lo que quería y no le importaba lastimar a otros con sus acciones, pero luego se empieza a contar la historia desde su perspectiva y vergaaaaaaa

Yo amo a los tres, pero Yoowon es mi personaje favorito, es el personaje más complejo y difícil de juzgar, porque sí, cometió muchos errores, y sí, pudo haberse evitados algunos problemas si hubiera actuado diferente, pero es que toda su vida le fue de la chingada y se vio forzado a madurar prematuramente, lo que provocó que él se convirtiera en alguien que intenta hacer todo por sí mismo y trata de cargar con más cosas de las que puede. Yo no soy un caso tan extremo con él, pero yo también tiendo a evitar pedir ayuda aun si sé que quizás lo mejor sería pedirla, así que conecté mucho con él y entiendo cómo llegó a cometer los errores que cometió.

Estoy satisfecha con quien se quedó Heebum al final y también con cómo terminaron los tres, pasaron por muchas cosas y me hicieron llorar un chingo porque  sentí su tristeza, frustración e impotencia, en especial por Yoowon a quien le llovía sobre mojado, pero pudieron superar incluso las cosas que parecían no tener solución y las cosas por fin se acomodaron para los tres, así que yo estoy muy feliz con el final. Recomendadísimo, neta que vale mucho la pena leerlo.

Gracias por leer.


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