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Un Camino Construido Sobre Ruinas Perdidas En El Tiempo. por HikSon

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Notas del capitulo:

Massiel despierta 3 días después de la batalla, y la primera persona que ve es...

Minutos atrás, se llevó a cabo la pelea más impresionante de todas en aquel campo de batalla. Te explico, luego de que César hubiese acabado fácilmente con las vidas de Noé y el señor Hugo, las cosas se tornaron en un combate 1 contra 1 entre mi hermano e Ilhan, ¿lo recuerdas? Ambos empezaron con ataques para tantear la fuerza del otro, por varios minutos fue un intercambio de balas de aire y balas de agua, corrieron, esquivaron y atacaron una y otra vez hasta que comenzaron a aburrirse. Ambos tenían una fuerza parecida, supieron que no sería una batalla que fuese fácil de terminar.

César empezó a crear remolinos con la suficiente fuerza como para desequilibrar a Ilhan, eso le dio la oportunidad de reunir aire para hacer una bomba de aire, pero Ilhan empezó a hacer ataques más serios también. Sustrajo la sangre de algunos cadáveres que tenía cerca y con ella creó lanzas y las dirigió hacia César con una rapidez que hizo que a mi hermano se le dificultara seguir concentrándose en la bomba y tuviera que crear ventiscas de aire extra para desviar las lanzas. Por un momento el combate consistió en el Ilhan atacando y mi hermano defendiéndose, pero ninguno quería prolongar la situación por demasiado tiempo porque sabían que así la batalla no terminaría nunca.

Al final, ambos decidieron terminar las cosas con el ataque más poderoso con el que contaban. César usaría su bomba de aire como tenía planeado hacer desde el principio, volvió a mandarle remolinos Ilhan, esta vez remolinos más pequeños pero en mayor cantidad, y se concentró en reunir y comprimir todo el aire que pudo, le fue realmente difícil concentrarse en mantener los remolinos mientras creaba la bomba, pero todo parecía indicar que podría matar a Ilhan en poco tiempo. Mientras tanto, su adversario creó una cúpula de agua y sangre y la congeló para protegerse de los remolinos, mientras tanto también se hallaba concentrándose para un ataque que probaría en un combate por primera vez.

Cuando César terminó la bomba de aire, hizo desaparecer los remolinos y, viendo cómo Ilhan manipuló la sangre de los cadáveres cercanos, tanteó hasta qué distancia podía acercarse a Ilhan, ya que si entraba en el rango del poder de Ilhan y su sangre era congelada, sería su fin, así que, desde una distancia que pensó que sería seguro, disparó múltiples balas de aire comprimido en un solo punto de la cúpula hasta que consiguió hacerle un pequeño orificio por donde lanzó la bomba antes de que Ilhan pudiera cerrar la cúpula de nuevo.

César sonrió victorioso, solo debía esperar a que el enemigo inhalara la bomba para hacerla explotar, había hecho la bomba lo suficientemente peligrosa como para que el cuerpo de Ilhan se despedazara por completo, así que agradeció que él se hallara encerrado en su cúpula. Sin embargo… sintió un extraño calor recorriendo todo su cuerpo luego de haberse acercado a la cúpula para lanzar la bomba, y es que él no lo sabía, que Ilhan también podía hacer hervir la sangre, y que el rango de su poder para hacerlo era más amplio que el rango de su poder para congelar la sangre.

La temperatura del cuerpo de César iba en aumento a cada segundo, él no entendía qué estaba pasando, así que no pensó en alejarse de Ilhan, y como consecuencia de ello, tuvo que experimentar sentir cómo su sangre hirvió y su piel y órganos internos quemarse, era un dolor insoportable, pronto su sangre comenzó a salir por cada uno de sus poros, pero aún en ese estado de tan intenso dolor, se percató del momento en que el Ilhan inhaló la bomba de aire comprimido y entonces la hizo explotar.

La cúpula quedó destrozada y voló junto con partes del cuerpo de Ilhan, entonces mi hermano se dejó caer al suelo, sus ojos se habían quemado y ya no podía ver nada, pero trató de mantenerlos abiertos a pesar del dolor, se aferró a la vida porque tenía una promesa conmigo que estaba dispuesto a cumplir sin importar qué. Aspiró un poco de la tierra que se levantó luego de que él cayera y movió sus ojos, que lloraban lágrimas de sangre, aunque no podía ver sus ojos me buscaron, porque él aún estaba dispuesto a tratar de correr hacia mí en caso de que yo me encontrara en peligro.

Él tenía suficiente fuerza para eso, por ello estoy seguro de que mi hermano pudo haberlo logrado, pudo haber sobrevivido… si no fuera porque ese hijo de perra fue hacia él. Bastián, el Tipo Fuerte, se dirigió hacia ti para matarte, cuando te vio desaparecer, escuchó la explosión de la bomba de aire y fue hasta donde estaba César, miró sorprendido a sus compañeros muertos y lo que quedó de Ilhan, y cuando sus ojos se toparon con el estado moribundo de mi hermano, fue hasta él, tomó su cabeza entre sus manos y… la aplastó.

Yo… estaba arrastrándome en el suelo hacia él en ese momento cuando vi los sesos de mi hermano escurrírsele entre los dedos a Bastián, no conforme con eso, ese asqueroso hombre se paró sobre su cadáver y comenzó a saltar sobre él una y otra, y otra, y otra, y otra, y otra vez. Sentí cómo mi garganta se quemaba, quería gritar, levantarme, correr hacia ese bastardo, golpearlo hasta que mis nudillos sangraran, abrir su garganta y hacer que se ahogara con sus propia sangre, arrancarle la piel, cortarle uno a uno los dedos, hacerlo sufrir, matarlo, darle de comer su carne a los perros y hacerme con sus huesos un trofeo…

Pero la realidad era que mi cuerpo no hizo nada por levantarse, avanzaba medio centímetro por segundo arrastrándome con una mano sobre la tierra, sangre y mis lágrimas, y solo me quedaba ver con impotencia y frustración a mi hermano ser tratado de esa manera. ¿Por qué demonios terminamos de esa manera? ¿Por qué perdimos de forma tan aplastante? ¿A dónde se fue esa victoria que sentíamos antes de que empezara la batalla? ¿¡Por qué éramos tan débiles!? ¿¡Por qué murieron tantos!? ¿¡Por qué no pude hacer nada!? ¿¡Por qué murió César!? ¿¡¡Por qué no morí yo en su lugar…!!?

No recordaba en qué momento había despertado, pero ahí estaba yo, sentado en el asiento del copiloto de un camión de carga, giré mi cabeza hacia mi izquierda y él estaba ahí, comiendo la mitad de un sándwich mientras me extendía la otra mitad.

—Solo digo que… no es totalmente mi culpa que ellas siempre terminen conmigo —opinó César con la boca llena—. A veces vas a un restaurante tras ver carteles en donde pintan súper deliciosos los platillos, pero cuando vas y comes la comida, en primera, no lucen tan deliciosos como en los carteles, y en cuanto al sabor… no saboreas más que decepción. Siempre tuve un enorme vacío en mi corazón, soy inseguro y siento que no soy suficiente para nadie… creo que mis ex pudieron sentirlo… es una debilidad que me avergüenza, así que trato de ocultarlo… lo cual sólo provocó que aprendiera a actuar e intentar parecer un tipo «agradable» que es feliz todo el tiempo. —Volteó a verme—. ¿Cuándo piensas tomar el sándwich?

Tomé el sándwich que él me extendió y le di un mordisco.

—Es cansado, pero no pienso rendirme, no me importa más si no se trata de Yannel, de verdad deseo enamorarme y ser correspondido, cuando mamá habla de papá… tú las has visto, parece brillar, me hace pensar «¿si me enamoro resplandeceré de felicidad del mismo modo que ella?», en serio lo quiero descubrir. —Rio ligeramente—. Por ahora solo puedo ser un imbécil que coquetea con cada chica linda que ve y acepto a cualquiera venga a mí… y de igual forma dejo que se marchen… ¡Dios, mi vida es tan triste! —exclamó mientras se cubría el rostro con una mano, como si quisiera ocultar un rostro lloroso, pero pronto quitó su mano y me volteó a ver, mostrándome de nuevo una sonrisa—. Pero al menos te tengo a ti, porque tú nunca me vas a dejar, ¿cierto? Siempre estarás a mi lado, por eso te prometo que yo también siempre estaré ahí para ti.

—¿Así que sigue en pie tu promesa de invitarme mi primer trago? —le pregunté.

—¡Claro que sí! Así que no te atrevas a tomar ni una sola gota de alcohol antes de eso, voy a llorar si me entero que bebiste con alguien más.

Abrí mis ojos, esta vez en serio, cuando la luz del Sol que atravesaba la ventana de la habitación me resultó molesta. Miré el techo por unos diez minutos con la mente totalmente en blanco, luego traté de orientarme girando mi cabeza hacia un lado, y sentí un dolor con el que mi cuerpo me suplicó no moverme más que eso, vi entonces la cabeza castaña que estaba recostada en mi cama moverse, y luego la cara de mamá Sandra asomarse, parecía que no había dormido nada, sus ojos estaban rojos e hinchados, debajo de ellos había unas enormes ojeras, su nariz, roja también, se mostraba un poco lastimada por las numerosa veces en las que había sido sonada con un pañuelo, sus labios se veían secos y agrietados, y noté que algunas canas habían aparecido en su cabeza.

—Massiel —sollozó mi mamá Sandra con voz ronca mientras apretaba mi mano.

—… día… ¿qué día es…? —pregunté con dificultad.

—Uhm… han —, se aclaró la garganta y parpadeó un par de veces para detener su llanto, cosa que no logró por completo—… han pasado 3 días desde que se enfrentaron a REVENISH.

«Tres días», comencé a reír levemente y cerré los ojos, liberando un par de lágrimas, «Hoy es mi cumpleaños y no te veo por ninguna parte»—. Mentiroso.

Mamá Sandra pasó un mes entero cuidando de mí, me bañaba con una esponja y me alimentaba en la boca, yo no hacía nada por mi parte por tratar de recuperarme, era una masa de carne que respiraba, pero que no tenía vida, mi vida se había quedado atrapada en el infierno en el que vi a mis amigos, a ti y a mi hermano desaparecer, no me sentía con la fuerza suficiente para seguir en este mundo, así que un día, mientras veía a mamá Sandra esforzarse por hacerme comer algo, noté rastros de lágrimas en sus mejillas y su cara más delgada, entonces le di un vistazo más y vi que no solo era su cara, todo su cuerpo había adelgazado un montón. Seguro que ella estaba triste, su preciado hijo había muerto, seguro quería llorar desconsoladamente, y yo… yo solo estaba siendo una carga para ella.

—¿Por qué no solo me dejas morir? —pregunté.

Ella me miró con asombro, era la primera vez que escuchaba mi voz desde que desperté y yo le decía eso—. ¿Por qué debería dejarte hacerlo? Ahora, si puedes abrir la boca para decir estupideces, puedes abrirla para comer.

—¿No estás enojada conmigo…? Te desobedecí y fui a la batalla contra REVENISH —dije llorando una vez más—. Fue porque yo estuve ahí que César también fue, y una vez ahí, no pude hacer nada… dejé que tu hijo muriera.

—Él hubiera ido aún si tú no ibas, deberías saberlo bien, él era esa clase de persona, debí saberlo yo también, por ello también es culpa mía, por no esforzarme más para detenerlos. Pero Massiel… no hay nada que podamos hacer para traerlo de regreso con nosotros, tú no puedes hacer nada, yo no puedo hacer nada, nadie puede hacer  nada, César está muerto y eso jamás cambiará. Voy a sentirme muy sola sin él, me hará muchísima falta, lo extrañaré con cada respirar… pero, ¿sabes por qué estoy segura de que podré seguir en este mundo aún sin él?

Negué con la cabeza.

Ella me sonrió—. Porque te tengo a ti. Yo… te agradezco tanto por seguir con vida y no dejarme sola, si no te tuviera aquí no tendría más razones para vivir, cuidarte ahora es mi propósito. Entiende que para mí es suficiente con que hayas vuelto, así que, ¿podrías esforzarte un poco más por recuperarte?

—… Está bien…

La tormenta dentro de mí no logró apaciguarse ni un poco, cada noche antes de dormir seguía recriminando mi existencia, mi debilidad. Habían pasado muchos años, y sin embargo, yo continuaba siendo el mismo niño al que le arrebataron su cochecito, seguía siendo el mismo enclenque al que le faltaba fuerza y coraje para evitar que se le fuera despojado lo que más quería. Y me dolía tanto mi ineptitud. Si iba a vivir esta infeliz vida, tenía que hacerme fuerte, ¿pero cómo? ¿A qué debía aferrarme…? A la venganza, ¿quizá?

Yo no sabía cómo seguir adelante, pero al menos tenía a mi mamá Sandra, y es que, aunque nada bueno me pasaba y quería rendirme en todo, solo estando con ella, verla agradecer tanto mi existencia incluso si yo la repudiaba, me daba la energía suficiente para sobrevivir el día a día, al menos. Logré recuperarme totalmente luego de medio año, estaba muy lejos de correr, cargar grandes cajas en el mercado, y tener un combate con Alan como solía hacerlo, pero había podido dejar de depender de mamá Sandra en actividades básicas. Y hey, al menos podía ir al río a pescar.

El invierno había llegado otra vez, llegó la primer navidad que mamá Sandra y yo pasamos sin César, él había logrado calentar el aire con su poder el año anterior, creímos que nunca más volveríamos a pasar frío, por lo que ese invierno me pareció el más frío de todos. Durante la cena, por primera vez me armé de valor y le pregunté a mamá Sandra sobre el día de la batalla contra REVENISH, era obvio que no llegué a casa por arte de magia, estaba curioso por saber cómo lo hice, y también quería saber cómo estaban los demás.

—Fui a la casa del señor Guilmer al día siguiente —contó con un rostro serio—, estaba muy preocupada porque no dejaba de sentir una presión en el pecho. Cuando llegué, me recibió Alan, estaba cubierto de heridas y su piel parecía un poco quemada. Tan pronto me vio, me dijo que no me exaltara y tratara de tomarme las cosas con calma… primero me explicó que habían ido a por Tahiel, luego que tú estabas muy delicado, pero que el señor Guilmer había logrado sanarte en gran medida, no podía hacer más de lo que ya había hecho, y finalmente me dio la noticia de César. Me sentí desfallecer, pero tomé fuerzas de mi ira, fui hasta la habitación en la que te encontrabas y te cargué en mi espalda con intenciones de llevarte a casa. —Su cara se tornó oscura y soltó un pesado suspiro—. Al entrar en la habitación me encontré con el señor Guilmer tratando de hacer algo por la niña con la que siempre estabas, Camila.

—¿¡Entonces está viva!?

—Al menos en ese momento, sí. Pero por el estado en el que la vi, no podría asegurarte si el día de hoy aún continúa de esa forma.

No sabía si hacerme ilusiones, pero me hizo feliz que existiera la posibilidad de que mi mejor amiga aún continuara en este mundo.

—Como te imaginarás, mandé al señor Guilmer a chingar a su madre, le dije hasta lo que no, y luego ya un poco más calmada, me percaté de la presencia de alguien más en la habitación. Estaba un hombre que portaba ropa de militar, y una mujer despreciable de la que prefiero no hablar, ella es alguien a quien esperaba nunca más tener que verle la cara. Luego de eso, hice a lo que iba, te cargué y te traje de regreso, no quise escuchar ninguna explicación ni disculpa por parte del señor Guilmer, y con la presencia de esa mujer, lo único que quería era venir rápido a casa. Supongo que entre ella, el militar y el señor Guilmer, trajeron a los que sobrevivieron de regreso, pero no sé los detalles. —Me echó un vistazo—. ¿Quieres ir a verlos?

—¿Puedo ir?

Ella hizo una mueca—. Me gustaría decirte que no. Quisiera alejarte de ellos y que nunca más tuvieran algo que ver… pero ya no eres un niño, es tu decisión.

—Quiero ir… en primera para confirmar si Camila sigue con vida, y también… me causa mucha curiosidad la presencia del militar en la casa del supervisor.

—En ese caso, yo iré también. Tengo cuentas pendientes con la mujer despreciable que acompañaba al militar.

 

Notas finales:

Gracias por leer.


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