El motor del auto se aleja. Sé en qué dirección va, aunque no está pasando frente a la casa si no a ¿una calle, dos? aun no lo puedo saberlo. Lon sabría decirlo sin dudar. Bostezo, y me envuelvo en las cobijas. Agradezco el silencio de la casa, uno de los pocos momentos que hay. Quiero irme a casa con Lon. Solo pensarlo hace que la sensación de desplazamiento comience, si me dejo llevar, voy a convertirme así que cierro los ojos y respiro como Murray me ha estado enseñando.
Funciona un poco.
Ser lobo no es como había esperado. Había escuchado el lado bueno de serlo y también el lado malo, y la parte peor. No es como ninguna de esas historias. No siento deseos de atacar a los demás como me dijeron que pasaría, y eso es algo bueno porque dejan que Nell se quede conmigo mientras este alguien más. Pero muchas veces solo me dejo llevar y termino convirtiéndome. Y soportar los sentidos ahora es… molesto. La puerta de la entrada se abre y bien podría ser la de mi habitación.
— ¿Killian? ¿Estas despierto?— la manera educada de todos de preguntar si estoy siendo humano o no.
— Lo estoy ¿Por qué no entras?— Lon abre la puerta, sonriendo.
— quería saber que esperar al abrir la puerta— me hundo más entre las cobijas, por lo que me han dicho, cuando soy un lobo salto mucho sobre él, o me quedo de algún modo sobre él ¿Cómo puedo avergonzarme de algo que no recuerdo?— Jane ira por Nell cuando salga de su trabajo. Va a traerla.
— bien ¿no tienes que trabajar?
— Nos dieron el día— se encoje de hombros. No estoy seguro de creerlo— no me mires así, es verdad. Están fumigando— arruga la nariz, y solo de pensar en el olor me dan ganas de vomitar— ¿tienes hambre? hay comida abajo. Y no hay nadie.
— sé que no hay nadie ¿Qué es lo que hay?
— guiso con pollo o algo así— bajo los pies de la cama. Me quedo un momento de pie al sentir otra vez cerca la transformación. Esta vez mi brazo da un espasmo. Aprieto los dientes y respiro. Ahora no, ahora no, ahora no. Lon se queda callado y esperando, porque las veces que intervino mi control se va. Abro los ojos y solo muevo la cabeza para decirle que ya paso— lo haces bien.
— tendrías que darme de algo más que guiso de pollo si me convierto en lobo en la cocina— Lon se ríe y se me acerca, sin tocarme y aun así su olor me abruma. No puedo decidir que es peor: el olfato o el oído, hay demasiadas cosas que antes no podía notar y ahora me cuesta manejarlas. Los olores la mayoría de las veces me hacen cubrirme la nariz, otras solo quiero pegarme al origen del olor… como Lon. Madera y desierto. Solo es un momento, porque al salir al pasillo, los demás olores me interrumpen. Puedo oler la comida, y también a los demás: Flores, pasto, bosque, algo dulce…
— ¿Killian?
— ¿Qué?
— ¿estás bien?
— los olores— explico. Otra vez, no me toca, pero cuando nos sentamos se sienta a mi lado y lo único que puedo oler además de él es la comida— quiero irme a casa— silencio. No me atrevo a mirarlo, sé que no debería tener esperanzas de que pueda ir a casa pero hasta que no lo pedí me di cuenta de lo mucho que quiero regresar— ¿Podemos?
—… no lo sé. No quisiera que estés solo… tal vez podría pedirles que alguien estuviera contigo por ratos pero debo preguntarle a los demás que piensan.
— ¿por si termino perdiendo el control?
— no pienso eso, no yo. Confió en ti y si dices que no pasara entonces te creo. Pero no quiero que te sientas solo o si tienes algún problema no haya nadie para ayudarte. Convertido en lobo no podrías usar un teléfono— refunfuño por la lógica de eso. Tal vez me siento demasiado seguro, más de lo que debería— vamos, no nos vamos a quedar aquí por siempre— no había pensado eso ¿Cuánto tiempo tendremos que estar aquí?
— hay muchos olores y ruidos aquí.
— ¿te molesta?
—es soportable, puedo quedarme pero es incómodo— creo que esto es parte de lo que tengo que acostumbrarme.
— lo hubieras dicho antes, si te es muy molesto buscare la forma de hacerlo más llevadero. Hablaremos con los demás sobre esto— intento no suspirar, entiendo que la mayoría de las decisiones las toman entre todos porque son cosas que afectan a todos solo que ahora siento que esto es más una decisión mía, nuestra, y no tendríamos que preguntar— no adelantemos las cosas, será mejor estar seguros de que todo estará lo mejor posible.
— lo entiendo— siento, de algún modo, que esto está divirtiendo a Lon. Le frunzo el ceño, él no me mira y finalmente me rindo y suspiro. Me muevo en la silla hasta que apoyo mi hombro en el suyo. Nunca he sido de hablar mucho, ahora en este momento siento que no necesito palabras para que me entiendan.
***
Jenny me sigue dirigiendo una mala mirada. Sentada en el sofá, y casi hecha una bolita, no me dice nada. Brad intenta no reírse, pero puedo ver que va perdiendo la batalla.
— no es su culpa— dice finalmente Murray. Ella solo gruñe y Brad finalmente se ríe.
— solo esta celosa.
— tres semanas. Tiene tres semanas aquí y ya se va ¿Cuánto tiempo tenemos nosotros? incluso Rita estuvo aquí un año ¡Un año! No es justo.
— lo que no es justo es que estés molesta con Killian por algo que él no pidió ni controla.
— y eso me molesta más, no puedo estar enojada con ese idiota— me arroja un cojín que evito con mucha facilidad, pero tengo que volver a ajustarme la bufanda con la que intento cubrir mi nariz.
— no entiendo cuál es el problema, yo no vivía aquí y pueden seguir visitándonos porque solo voy a regresar a la casa que está a unas calles.
— mi problema es que no saltas sobre los demás ¿en serio no sientes ni un poco el deseo de morder y destrozar todo?
— no… son mis amigos— ella me mira como si lo que dijera no tuviera sentido— de cualquier manera, aun necesito aprender muchas cosas, aun no me acostumbro a los olores y no estoy seguro de que pasara cuando estemos en el bosque.
— déjala, ya se le pasara ¿Quién fue con Lon? Me da un poco de algo que Mariam no quisiera quedarse. Dejarla sola tan lejos no se siente bien— Murray suspira. No pude verla desde esa noche, sé que estuvo viviendo cerca y que siguió con su decisión de irse. Esperaba que el tiempo que vivió aquí la hiciera cambiar de opinión para que se quedara.
— tal vez pronto decida regresar— murmuro, más para mí. Lo último que supe fue que habían conseguido un lugar para ella, y al parecer un par de opciones para que trabajara— acepto estar vigilando la zona para Rowan, y técnicamente no está muy lejos de aquí— sé que es un pobre consuelo pero no puedo hacer más por ahora. El ruido de un motor hace que todos levantemos la cabeza.
— es Rowan— Brad se levanta a la puerta. Todos los autos suenan igual para mí, pero le creo. Unos momentos después Rowan entra.
— Lon viene de camino, pasamos por Nell y también venimos por ti ¿tienes tus cosas listas?— desde esta mañana. Me levanto para ir a la habitación. Se suponía que iríamos a casa cuando Lon volviera un poco más tarde. El ruido de una puerta cerrándose me detiene, alcanzo a escuchar los pasos ligeros alejándose. La única habitación ocupada es la de Donelly… se la ha pasado encerrado casi desde que volvió a convertirse. Lo vi hablar algunas veces con Rowan, Baruch y Kalila… ¿debería hablar con él? he querido hacerlo pero no me atreví al pensar en que le diré y en si él quiere hablar conmigo. En la habitación que usamos están un par de mochilas y una maleta pequeña que muevo sin esfuerzo hasta la entrada.
— Por favor, Jenny quita esa expresión, Killian no se va al otro lado del mundo. Solo a seis calles.
— puedes venir conmigo ahora, si quieres.
— No, está bien. Es agradable tener compañeros aquí, nos vemos mañana que vaya a cuidar a Nell.
— claro.
— ¿estás listo?
— sí— el viento es cálido, y me tomo un momento para disfrutar del olor del bosque. Nunca había notado lo relajante que es solo respirar y dejar que el sol me caliente. Cuando Rowan cierra la puerta de la camioneta abro los ojos y me apresuro a subir. No son más que unas calles que no nos tomara más de unos tres minutos llegar en el auto— Umm ¿está bien que regrese a mi casa?
— ¿no es lo que quieres?
— si… pero…
— si no fuera seguro no permitiría que salieras de allí— los otros me han dicho que pasaron mucho tiempo con Rowan cuando se convirtieron, yo no he pasado por eso— ¿Qué? ¿Quieres regresar?
— ¿Por qué no haces lo mismo que hiciste con los otros conmigo?
— ¿lo que hice? Ah, eso. Los demás necesitaban guía, más que tú. También la necesitas pero Lon está haciendo eso, no he intervenido porque creí que era más cómodo para ustedes— siento la cara un poco caliente y no creo que sea por la bufanda. No digo nada hasta que llegamos a la casa, que noto que hay alguien dentro aunque solo porque las ventanas están abiertas ¿Lon regreso? No, no es Lon.
— Nell.
— Killian, espera— salto del auto y corro a la puerta. Nadie me dijo que irían por Nell, supuse que cuando Lon regresara iríamos o él iría por ella y luego vendríamos a casa. No es que no haya visto a Nell en todo este tiempo, pero no me canso de tenerla conmigo después de sufrir un par de horas pensando en si mi cambio iba a afectarla a ella ¿iba a desconocerme? ¿Y si ya no me quería? nada de eso paso para mi alivio. Cuando llego a la puerta recibo tantas cosas que me quedo sin moverme: el olor de la casa, a Lon, Nell y yo, y polvo. La sensación de al fin estar en un lugar seguro, la risa de Nell, y el olor de alguien más: Sangre, pelaje y jabón… y tan cálido, tan irresistible que puedo sentir mis dientes hundiéndose en carne…— Killian— mi nombre suena más a una advertencia. El apretón en mi hombro no es solo un gesto amistoso.
— llegaron ¿no está Lon con ustedes? Creí que vendrían juntos— Eddie nos mira, sin moverse.
— esta de camino— ¿esto es algo como una prueba? ¿La última antes de dejarme quedar aquí? me cubro más la cara, aunque ahora estoy consciente de que es Eddie quien está aquí, y el lugar tiene olores conocidos.
— deja de molestar a los demás con tus pruebas— la mirada que le dirige Eddie a Rowan me confirma que esto si es una prueba y que tal vez no es la primera vez que hace algo así.
— pero está bien. Si no supiera que se acaba de convertir no diría que es un recién convertido. Además, ya no puedes con las ganas de hablar con él— la cara de Eddie se pone roja. No nos habíamos visto en persona desde el día que me convertí, hablé con él un par de veces por teléfono.
— es verdad, pero no le pedí que hiciera esto. Y si es difícil para ti puedo irme, solo pensamos en limpiar un poco antes de que volvieran— le miro, aunque estoy intentando notar que es lo que siento.
— creo que está bien si mantengo esto— toco la bufanda. Era de Lon y aún tiene su olor.
— entonces cuéntamelo todo ¿Cómo fue? ¿Qué es diferente? ¿Puedes mantenerte consciente? ¿Reconoces a los demás inmediatamente o te toma tiempo? ¿Cómo mantienes el control? ¿Te agota o es fácil?— las preguntas llegan una tras otra sin pausa, que me hace reír. Nell se ríe también y llega corriendo a abrazarse a mis rodillas— ¿Qué? Es el trabajo de mi vida, lástima que nadie lo vera.
— nosotros lo sabemos, eso debería ser suficiente, doctor experto en hombres lobo— hay tanto amor en las palabras de Rowan ¿siempre fue así o lo noto más ahora?
— Intentare responder lo que pueda. Hay cosas confusas todavía— entro y me siento, más cerca pero aún lejos de él. Le cuento de la sensación de salir de mí, del calor. De cómo reconozco a mis amigos y no tiene sentido protegerme porque estoy seguro con ellos. Le hablo de la intensidad de los olores, de cómo puedo comer muchísimo ahora, y de cómo me parece sentir a alguien más conmigo, al lobo, y que solo lo dejo ser, que es más como una parte de mí que siempre estuvo oculta y encerrada y ahora es libre y puede salir. Aunque me da pena, también le cuento que solo quiero estar con Lon y Nell. Escucho los pasos apresurados dirigiéndose a la entrada, como la puerta está abierta veo llegar a Lon.
— ¿en serio no podías esperar?— se dirige a Rowan. Él solo se encoje de hombros.
— solo estábamos hablando.
— un día se te acabara la suerte, idiota.
— ya tuve mucha mala suerte.
— ¿Cómo esta Mariam?— interviene Eddie. Es la pregunta que yo estaba por hacer.
— bien, le gusto el lugar, no parece tener problemas para convivir con los humanos y está considerando ya entre dos empleos— se viene a sentar a mi lado, pasando un brazo por mis hombros— creo que estará bien. No lo dijo pero ella espera que la otra mujer regrese y no estoy seguro de que eso suceda— silencio. Tiene sentido pero es triste. Tampoco creo que la otra mujer regrese— estaban hablando de Killian ¿cierto? alcance a escuchar su voz y sé que querías interrogarlo desde hace mucho— Eddie suspira y pone los ojos en blanco.
— si.
— ¿y bien? ¿Cuál es el diagnóstico?
— no estoy enfermo.
—diagnóstico ninguno. Si preguntas que pienso de su buen comportamiento, sigo pensando que es por lo que ya dije: Killian sabía que iba a pasar, logra reconocernos y no tiene motivos para ser agresivo… piensa en eso como si los nuevos fueran un animal herido, un animal herido es peligroso porque esta confundido y con dolor así que siempre va a morder. No puedo comprobarlo por obvias razones— porque necesitaría que alguien más fuera convertido— tiene sentido para mí, después de preguntar por todos lados nadie supo nunca de un caso donde el humano supiera que iba a convertirse.
— tampoco hay mucho donde preguntar— Rowan se encoje de hombros— ¿nos vamos?— ah, se lo dice a Eddie. Él mira su teléfono.
— sí, estamos a tiempo. Si tienen algún problema llamen, o si necesitan que cuidemos a Nell.
— Gracias— Cuando la puerta se cierra y nos quedamos solos, me quito la bufanda. Es un alivio poder deshacerme de eso.
— allí estas— Lon me está mirando, sus manos me acarician las mejillas, tan cerca que me siento muy relajado ahora. Hemos tenido poco contacto físico estando en la casa de Rowan, en parte por lo nuevo que es todo para mí y en parte por estar delante de todos, ha pasado tanto que no puedo ni quiero contenerme cuando lo beso— ¿y eso porque fue?
— regreso a casa— murmuro. Se ríe, sin soltarme. Me acaricia el cabello— ¿y ahora qué?— Nell se para frente a nosotros con el control de la televisión y hace señas para que encendamos el aparato. Lon la levanta y la sienta en sus rodillas antes de encender la televisión, aparecen dibujos animados en la pantalla.
— ahora vivimos— me reclino contra él, al fin siento que estoy en mi hogar.
****
— No se atrevan a pasarse, no perdonare al que no vaya a la fiesta de cumpleaños de Nell— advierto. Los movimientos de todos se hacen lentos cuando me miran, solo el tranquilo ruido del bosque bajo la luna llena— no he pasado semanas organizando todo para que no asistan.
— que pesado.
— también estas incluido, Liam, así que tenga que atarte a la silla.
— ya tiene el regalo listo— Miranda se ríe, y no es la única al ver la expresión avergonzada de Liam— estaremos allí— La chica fue muy tímida cuando se mudó, incluso por un tiempo ni siquiera note que estaba por aquí, pero las chicas fueron incluyéndola poco a poco.
— todos estaremos allí, no fuiste el único que organizo la fiesta— Beau me saca la lengua. Su ropa sale volando y entre saltos termina convirtiéndose. Sale corriendo hacia Eddie.
— hablo en serio, iré por cualquiera que no se presente.
— déjalo— murmura Killian. El lugar se llena con los sonidos de cambio de los demás. Puedo notar que está ansioso, demasiado concentrado. Dejamos a Nell con la chica que la cuida para poder venir todos está vez. Es la primera vez que estaremos corriendo todos juntos— voy a hacerlo mal.
—¿Cómo podrías hacerlo mal? Solo es transformarte.
— tal vez deba quedarme con Eddie— los dos miramos a Eddie, quien ya está sentado leyendo uno de sus gruesos libros y con una linterna a su lado. Donelly está sentado cerca. Aun humano. Entonces casi todos correremos esta noche.
— parece que ya tiene compañía esta noche— le sonrió y le beso— solo sigue como siempre— por el lugar ya solo quedan montones de ropa. Killian da otra mirada hacia donde esta Eddie y aunque no puedo leer mentes sé que está pensando en que ese fue su lugar por un tiempo. Antes de que digamos algo más, un aullido nos llama desde lo profundo del bosque— es Rowan.
— Lo sé— puedo ver el temblor en su cuerpo. Apenas me quito los zapatos, escucho el cambio de Killian. Su pelaje me roza el brazo— eres hermoso aun cubierto de pelo— me burlo. Él se da la vuelta, trotando hacia Eddie… no, no va con Eddie, sino con Donelly. Se detiene frente a él y se inclina para que la mano de Donelly quede en su cabeza. Solo le da una caricia antes de que Killian se vaya corriendo.
— bien, esa es mi señal para irme también ¿estás seguro de que no vienes?
— esperare aquí.
— esa fue su forma de decirte, otra vez, que no te culpa por lo que paso. Nadie lo hace, Donelly. Bien, nos vemos en un rato— otro aullido, esta vez hay varias respuestas más. No puedo esperar. Mientras dejo de mi ropa, miro al cielo. Está despejado, unas pocas estrellas visibles y la luna llena medio oculta por los árboles. Es el mismo cielo, la misma luna fría de siempre, pero ya no me llama a irme, a seguir buscando y ahora se siente cálido. Sé que este es el final de este camino, todo lo que he recorrido me ha traído aquí y ahora sigue recorrer otro camino, con Killian, con Nell, con la manada. No podría estar más feliz, solo espero que Killian sienta algo parecido y sus lunas frías hayan terminado.