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Lunas de nieve por Silence Tsepesh de Lenfet

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Conducir en un auto por carreteras casi abandonadas no es lo más divertido que hay, pero extrañaba mucho moverme. Tengo una sensación de familiaridad que me está relajando a pesar del olor floral que llena el auto. El auto se desvía a la orilla y se detiene.


— relevo— es casi medio día y Rita ha conducido desde que salimos. Abrimos la puerta e intercambiamos lugares. Tengo que ajustar el asiento y los espejos para comenzar a conducir. Rita se estira en el asiento del copiloto y Tarik bosteza tan fuerte que me preocupa que se disloque la mandíbula.


— ¿sabes si hay algo más adelante?


— hay un pueblo, según el GPS.


— pararemos a comer y por gasolina— Rita se queda en su teléfono un momento, murmurando cosas sobre tiempo y paradas, luego pone música, canciones pop que me parecen algo deprimentes para el viaje.


— hay una ciudad a la que llegaremos al anochecer, si seguimos como hasta ahora tendremos que desviarnos para entrar y volver a poner gasolina, comer algo y luego dar el último tramo porque no hay nada más hasta que lleguemos al territorio de Leyre… ¿si saben que iremos? No quiero ser tratada como una criminal.


— sí, saben que vamos, Leyre tendría que haberles avisado a todos— un débil ronquido desde atrás nos indica que Tarik se ha quedado dormido— ¿estas nerviosa por ir?


— Si… he viajado desde que me convertí, pero nunca a una manada. Rowan dijo que confiaba en mi para venir pero no sé ¿y si pierdo el control al estar rodeada de tantos lobos desconocidos? Me costó mucho no lanzarme sobre los humanos como para arruinarlo ahora.


— no hay humanos, quizá estés algo ansiosa porque sabrás que no estás en tu territorio pero es tolerable. Y ya conoces a Leyre, creo que a algunos otros también sí estuvieron viniendo antes— creo que mencionaron que venían con Eddie y a veces se reunían con los demás, así fue como Miranda, la novia de Liam, llego a la manada.        


— tienes razón, también hice amigos con la otra manada, la de los hermanos de Rowan.


— ¿lo ves? No tienes que preocuparte. Si Rowan confía en ti para esto, entonces tiene una buena razón. Escuche que fue Eddie quien sugirió que fueras cuando acordaron que alguien convertido tenía que venir para acompañar al nuevo. 


— eres diferente.


— ¿Qué?


— parecías alguien peligroso, ya sabes, como esas personas de las que te advierten que no te acerques o les hables porque van a morderte. Pero resulta que eres amable.


—  ehh… eso solo fue como un malentendido— ella resopla, riendo— bien, no, solo tenía que aclarar muchas cosas y tenía mucho dolor. Ya admití que me porté mal— otra risita. No recuerdo haber hablado mucho con ella,  pero si recuerdo lo que me contaron de ella, la primera en ser salvada, la primera humana convertida en lobo. También ella fue involucrada en toda esta tontería— ¿te molesta venir? Es por culpa de alguien de aquí que tú ahora eres un lobo.


— Umm, no, no había pensado en eso. No culpo a los lobos de aquí, aunque preferiría que nos dejaran fuera de sus disputas, mira todo lo que paso solo porque una imbécil no tuvo el valor para decir lo que sentía o hacer algo más que eliminar a sus posibles competidores. 


— pues estamos lejos de ellos. Y por lo que sé, el asunto era más serio que una chica enamorada, Leyre está a favor de continuar con los hombres lobo, busca a un compañero con el que pueda… tener bebés— ella se ríe tan fuerte que me avergüenzo de mi elección de palabras— el punto es que no elegiría a una chica, y eso lo sabía ella así que opto por eliminar lo que creyó eran sus obstáculos, nosotros y su puesto de alfa.


— ya veo.  Supongo que si Leyre estuviera dispuesta podrían adoptar, digo, mira a Killian y Lon, los dos son chicos y tienen un bebé.


— no digas eso delante de todos, podría llamar atención indeseada.


— entendido. Si te cansas de conducir despertemos a Tarik.


— apenas comencé. Déjalo dormir un rato, el calor no le hace bien— sigo conduciendo, de vez en cuando nos topamos con algún auto que viene en sentido contrario o cruzamos por una autopista con mucho tráfico pero que se mueve rápido. Despertamos a Tarik cuando llegamos al pueblo que menciono Rita, los tres bajamos y nos estiramos después de tantas horas en el auto y entramos a una pequeña pizzería. El local parece tener alguna graduación escolar y hay mucho ruido, también tardan en entregarnos la comida pero cuando lo hacen vale la pena porque es la mejor pizza que he probado.


Como salimos sin gran cosa, nos pasamos por una tienda para abastecernos de comida chatarra para el camino aunque es más un pretexto con el objetivo de estirar un rato más las piernas antes de volver al auto. Paramos en lo que parece ser la única gasolinera en el pueblo y Kalila baja para ir al baño.


— ¿te sientes mejor?— Tarik me mira— con el calor.


— ah, sí, ya no hace tanto calor. Se pondrá más frio— parece feliz por eso. Saco de las bolsas una botella de soda y se la paso— ¿y tú? ¿Cómo te sientes?


—igual que esta mañana…  supongo que veremos cuando lleguemos— Tarik solo se apoya a mi lado hasta que Rita regresa del baño. Esta vez ella se pasa al asiento trasero así que la música ahora está a cargo de Tarik, y con él despierto ahora el viaje se hace agradable.  Cambiamos de lugar un rato después, con Tarik conduciendo lentamente llegamos más tarde de lo que habíamos planeado a la ciudad, no tenemos que entrar a la ciudad si no tuviéramos que poner gasolina y cenar. Rita vuelve al volante cuando seguimos, esta vez la carretera nos lleva a un bosque. La carretera no esta tan vacía.


— Umm, chicos ¿no deberíamos haber llegado?


— nunca he venido.


— no recuerdo por donde llegábamos— ella suspira y estaciona el auto mientras Tarik abre la aplicación de direcciones en su teléfono. Los dos se inclinan, señalando con el dedo lo que supongo son los caminos que seguimos, murmurando para ellos.


— ¡No puede ser!


— ¿Qué?


— debimos haber girado en una intersección cuando salimos de la autopista…


— hace dos horas. Estamos en el camino incorrecto— gruñe y enciende violentamente el auto. Tarik sonríe. Aún tenemos que hacer dos horas de camino para volver al camino correcto.


— llegaremos casi por la mañana— madrugada— lo mejor será quedarnos allí mañana, pasar la noche y regresar por la mañana.


— ¿no íbamos a quedarnos esta noche? Podemos regresar hoy en la noche— Rita parece avergonzada, más cuando Tarik no puede aguantarse y se ríe.


— estaremos cansados y traeremos a alguien más, necesitamos estar buena forma para cualquier cosa… y no soportare estar más tiempo metido en esta lata— al menos la gasolina nos va a durar para llegar y volver a parar en la ciudad, será una parada muy rápida por la mañana cuando regresemos.


Sin otros errores, llegamos a la manada de Leyre pasando las cuatro de la madrugada. Hay unas pocas luces encendidas, antes de entrar nos detienen. Kalila suspira, aunque no parece asustada, sino aliviada de que llegamos al lugar correcto. Nos hacen seguir un camino hasta una casa un poco apartada de las demás. Apenas bajamos las cosas que necesitamos y entramos. Es una casa pequeña, con una habitación, cocina, baño compartido y una pequeña sala. La habitación tiene dos camas, Rita se tira sobre una sin decir nada. Estoy tan cansado que no puedo pensar en otra cosa cuando sigo a Tarik a la otra cama.


Escucho algo como una puerta abriéndose. Me levanto de la cama, desorientado. Al otro lado de la habitación Rita también se sienta, apartándose el pelo de la cara como si fueran telarañas. 


— ¿Qué? ¿Dónde?...


— manada de Leyre— digo. Alguien está hablando, solo un momento y luego la puerta se cierra— ¿Tarik?— me levanto, casi tropezando con mis pies por la prisa al salir. Casi me estrello con él en la entrada de la habitación.


— ah, despertaron— sonríe. Se ha cambiado y huele a shampoo— hice algo para desayunar, Leyre nos ha invitado a comer, allí conoceremos a Carey y organizaremos el regreso— parpadeo, sintiéndome algo perdido— creo que él ya tiene las cosas preparadas, y nos dejaron pasear por el lugar si queremos.


— ¿Por qué haríamos eso?— murmura Rita.


— apoyo eso— así que nos quedamos descansando allí hasta que alguien viene por nosotros para ir al lugar donde será la comida. Después de dormir y estirarnos un poco, nuestro humor ha mejorado. Rita sigue viendo todo alrededor, sé que nota las miradas que nos dan, muchas, pero no hace comentarios. El lugar es como cualquier pequeña ciudad perdida en ningún lugar, una de las que aparentemente todos quieren irse: pocos lugares grandes, muchas casas pequeñas y pintorescas, y el enorme bosque. Se puede sentir la profundidad del bosque, los árboles ocultando tantas cosas.   


— el bosque…


— es un bosque increíble— admito. Tarik sigue mirando a los árboles.  Me hace recordar lo poco sabe sobre nosotros y me dan ganas de tomarlo de la mano y llevarlo a correr entre los árboles. En cierto modo es como un niño— hay otros… conocí otros cuando viajaba, este es grande y antiguo. Jodidos suertudos— Rita se ríe.


— el nuestro tampoco está mal. No querrás mudarte aquí ¿o sí, Tarik?


— ¿Qué? No, aquí no hay hospital— aún estamos riendo cuando llegamos a la casa. No se si es una casa común, como la de Rowan, o especial para invitados. Leyre ya está sentada allí junto con un grupito más. Rita saluda a alguien y cuando nos sentamos se gira para platicar en voz baja.


— no esperaba que tu vinieras, estaba esperando a Baruch.


— estaba ocupado.


— llegue a pensar que también Eddie podría venir— Ja, eso no pasara ni en sueños— pero supongo que esperar eso es demasiado— sonríe, es raro verla sonreír— escuche que tuvieron un desvió infortunado.


— nos perdimos— admito— nos quedaremos esta noche también, si no es mucha molestia. Nos iremos por la mañana, no tendrás que hacernos el desayuno— comienzan a poner platos y comida en la mesa.


— ah, ya recuerdo porque quería que vinieras a mi manada. Porque apunte primero a ti, antes de Rowan— un sonido metálico y una torpe disculpa llaman la atención. Tarik no para de disculparse, intentando limpiar el jugo derramado en el mantel— veo que eso los sorprendió. Ninguno acepto mi propuesta, Rowan siempre fue difícil así que pensé, si atraigo al menos a uno, los demás pueden venir.


— pff, a Rowan ni siquiera le gustan las mujeres.


— me di cuenta de eso. Muy tarde.


— Lo siento— dice Rita, pero no puede evitar sus risas— es que ¿Cómo es que nunca notaste que Rowan juega para el mismo equipo?


— en mi defensa, no lo veía tan seguido— y nadie le creía cuando lo decía podría añadir yo. La puerta se abre otra vez, el recién llegado se sienta en la única silla disponible. Debe ser el recién convertido— Donelly, les presento a Carey— es un poco más joven de lo que pensé, delgado y pálido, no me decido si su cabello es rubio o castaño muy claro, los ojos color verde oscuro. No está de buen humor y no nos saluda. Siento que ni siquiera nos mira. Seguimos comiendo, hablando de cosas sin importancia, el viaje, las cosas que llevamos. Leyre se levanta un rato después, la alcanzo en la entrada, ella debió escucharme porque está esperándome.


— necesito una última cosa. Quiero ver a la mujer que hizo eso…


— ¿estás seguro? ¿Rowan lo sabe?


— sabe, no estaría aquí si él no lo hubiera aprobado— una larga mirada, tal vez valorando si es una buena idea. No quiero contar todas mis jodidas ideas sobre querer cerrar esa parte y poder seguir con mi vida.


— Llévenlo a la prisión— uno de sus acompañantes se adelanta. Le agradezco con un movimiento de cabeza y comienzo a seguirlo. Escucho los pasos apresurados, casi corriendo, tras nosotros y cuando me giro, Tarik viene hacia mí, apresurado y con expresión decidida.


— escuche a dónde vas… voy contigo— quiero decirle que no, pero mentiría si dijera que no me siento aliviado de no hacer esto solo. Su tono no admite una negativa, así que me rio y dejo que camine a mi lado. Tengo un serio conflicto con Tarik, porque me divierte mucho como sigue diciendo que no le intereso pero sigue haciendo cosas que demuestran lo contrario. Y eso mismo me exaspera porque podríamos estar haciendo otras cosas. Tal vez me volví loco y me estoy imaginando todo y él si me ve solo como un amigo— pareces tranquilo.


— estoy pensando en otras cosas— no puedo culparle por tener dudas, yo fui el único idiota que le dijo muchas cosas desagradables. Nos adentramos en el bosque por un camino casi invisible, hay tantos árboles que el camino esta oscuro. Sigo divagando entre el paisaje y Tarik, cuando llegamos a la entrada de una cueva. Un edificio normal no serviría, aunque somos más fuertes que un humano tampoco somos como lo ponen en las películas, por lo que una buena estructura debería bastar para detenernos, vamos, incluso una jaula fuerte sirve. No hay un guardia ni un puesto de vigilancia, dentro no está húmedo ni es solo la cueva como pensé, han hecho modificaciones usando las paredes de la cueva: unos tristes focos de luz amarilla se encienden cuando entramos, hay una serie de puertas de metal, pesadas y completamente cerradas. Tienen pequeñas ventanas, más grandes que las de las películas también. No noto que me detuve hasta que escucho mi respiración resonando.  


— podemos volver— Tarik susurra, se ve más pálido aquí dentro.


— ya estamos aquí— sigo caminando hasta que alcanzo al lobo que nos está guiando. Mi mano tiembla cuando abro la ventana. Entro esta oscuro pero distingo a la chica, no se acerca, ni se mueve, sentada en una cama pequeña. No la reconozco.


— ¿Quién eres?— su voz suena débil, rasposa.


—  Tú me mataste— ella se mueve, alzando la cabeza.


— te veo muy vivo ¿o es que ya hasta los fantasmas vienen a atormentarme?— parpadea y se levanta, acercándose a la ventana— eres tú… ¿Cómo…?— el brillo de enojo en sus ojos los hace resplandecer— ¿vienes a vengarte? ¿A exigir otro castigo para mí?


— vine por respuestas, o esa era mi intención ¿Por qué?— pregunto, y siento la mano de Tarik sujetar la mía.


—  ¿Por qué? ¿Por qué hice lo que hice? Ustedes se entrometieron, Leyre esta cegada por ustedes y…


— no crees eso, ya no ¿sabes? tengo las respuestas que quería. Hiciste que los demás creyeran que morí, estuve años convertido en un lobo salvaje, pero regrese. Volví y sigo vivo, tengo amigos y no necesito más respuestas.


— no… no quise matarte… bueno, realmente no moriste. No fue mi culpa que tu manada creyera que estabas muerto. Fue pura suerte que fueras el primero, te encontré moviéndote en donde ellos te dejaron, herido. Te cure.


— ya no importa. Tal vez tu misma sepas lo que es volverte salvaje más temprano que tarde. gracias por curarme esa vez.


 — ¿aceptaste a Leyre? Responde, ¿te convertiste en su pareja? ¿Es por eso que estas aquí? 


—  quien sabe— respondo, y estiro mi mano libre para cerrar.


— ¡Donelly!— suspiro, cerrando los ojos. No me siento mejor, pero tampoco peor. Es desesperante saber que todo pasó por una estupidez, que me robaron años de mi vida solo por un capricho que ni siquiera era mi jodido asunto. Ahora sé que no necesitaba venir aquí y que lo mejor que puedo hacer es solo fluir. Siento el apretón de Tarik, su mano cálida en la mía. Pone una sonrisa triste y comienza a caminar a la salida.


No decimos nada en todo el camino de regreso, y tampoco soltamos nuestras manos.


 


Cuando volvemos a la zona habitada, otra vez noto las miradas en nosotros. No son nada disimuladas ¿Qué carajos miran? ¿Nunca tienen visitas o qué? Volteo con la intención de quejarme con Tarik, y casi me golpeo a mi mismo. No nos están mirando porque no tengan visitas ¡Y ni siquiera me están mirando a mí! 


— deberías cambiar, parece que estas siendo muy popular.


— ¿Qué? ¿Por qué?— tan despistado.


— nunca han visto a alguien como tú.


— Oh… ¿debería cambiar entonces? ¿Mejoraría eso la relación entre las manadas?— me detengo y le doy unos golpecitos en la frente con mi dedo.


— No lo hagas por eso, hazlo si quieres hacerlo pero pensando en ti no en si es lo mejor para otros— aparta mi mano de su cara y mira alrededor. Algunos lobos entran y salen del bosque ahora que está atardeciendo.


— no quiero hacerlo. Regresemos a descansar… ¿estás bien? después de verla, lo que dijo fue… ¿Cómo estás?— ni siquiera termino la frase. Sigo caminando, pensando en el encuentro con ella. No fue lo que esperaba, pero no me siento mal.


— me siento mejor de lo que esperaba. Pensé que iba a molestarme al verla, pero ella es solo una mujer idiota que me da lástima. A este paso va a perderse y volverse salvaje, no es que eso me haga sentir mejor pero no voy a interceder por ella ni intervenir en los asuntos de esta manada.


— es escalofriante lo que hacen ¿no bastaba con expulsarla de la manada?


— la mejor manera de no tener problemas futuros con ellos es encargarse del asunto de una— llegamos a la pequeña casa en la que nos alejamos. Rita no está, y aún es temprano para la cena. Llamo otra vez a Rowan para decirle que seguimos vivos y que si todo va bien estaremos regresando mañana por la noche. Paso un rato más revisando las cosas en mi teléfono hasta que noto el olor a comida quemándose. Tarik está en la cocina, pero no parece concentrado en lo que hace— se está quemando y no traje mi equipo de bombero.


— ah, lo siento. Estaba preparando algo para cenar. Es temprano, pero…— sigue moviendo todo con prisa. Rita regresa más tarde, parece de buen humor y solo hace un comentario sobre el olor a humo. Cenamos mientras Rita y yo nos ponemos de acuerdo en el regreso, en donde parar y si debemos comprar algo para no detenernos a comer o hacer una parada solo para llevar comida. El deseo de regresar a casa es muy fuerte estando en el territorio de otra manada. Nos turnamos para usar la regadera, así que cuando salgo, Tarik sigue mirando a la nada mientras Rita mete sus cosas al baño. Le pateo el pie cuando me paro frente a él.


— ¿Ahora qué? Parece que fuiste tu quien vio un fantasma.


— no es… esto no es…


— ¿te hace sentir muy incomodo estar aquí? ¿Dije alguna estupidez?


— No…— aprieta los labios así que es obvio que algo hay— esto es sobre ti, no pasa nada conmigo, si tu estas bien después de verla entonces todo salió bien ¿no quieres intentar cambiar para comprobar?— sacudo la cabeza—… Leyre… ¿ella se te confeso?


— ¿esa tontería?


— pareces cercano a ella y… olvídalo, estoy diciendo cosas sin sentido.


— ¿estas celoso?


— no— frunce el ceño, como si él tampoco se creyera— solo me sorprendió saber que Leyre había intentando convencerte primero, solo sabía que había ido tras Rowan.


— Rowan siempre ha sido claro con lo que quiere. Y Leyre lo que quería era solo tenernos aquí, yo sabía que Rowan nunca vendría y ella no me interesa, es bonita, pero tener algo con ella…— sacudo la cabeza— aunque si eso hace que estés interesado en mí, entonces podría ir y decirle que acepto quedarme aquí y…


— No. Te. Atrevas— gruñe y sus manos me atrapan, acercándome a él.  No pierdo el tiempo y me inclino, juntando nuestras bocas. Sus manos suben a mi cabeza, manteniéndome en esa posición. Me inclino más, moviéndome hasta quedar sobre sus piernas. Nos separamos, jadeando… no es suficiente, me aferro a su cabello y le beso otra vez. Nuestras lenguas se enredan, siento sus dientes en mi labio, sus manos acarician mi espalda, pasando bajo mi ropa. Bajo mi boca a su cuello, su piel es tan pálida que ya veo las marcas de mi boca. Jalo su camisa hasta que logro exponer más y más piel, sus manos también suben mi camisa y su boca se encuentra con mi piel. Solo resisto unos momentos antes de sujetarle la cara y besarle….


— ¡Por favor!— la voz nos hace detenernos. El abrazo de Tarik se tensa a en mi espalda y a su favor no me deja caer ni me lanza de la cama. Rita está en la puerta, girando en su lugar sin saber que hacer y tapándose la cara con las manos— ¿en serio? ¿Aquí? ¿Aquí? solo hay una habitación y… ¡Arg! ¡Idiotas!— la puerta se cierra, y los dos nos quedamos inmóviles. La escuchamos quejarse y murmurar cosas sobre dormir en la calle.


— eh… me… olvide…


— una habitación para todos no es una buena opción en este momento— me burlo. La cara de Tarik esta poniéndose roja. La puerta se abre otra vez y solo vemos la mano de Rita.


— almohada— me comienzo a reír, Tarik me empuja para levantarme y se apresura a darle una almohada y una cobija.


— Rita, lo sentimos…


— Yo no.


— ¡Donnie!


— no importa— cierra la puesta otra vez, y no me aguanto la risa— ¡No es gracioso, Donelly! Apesta a burdel allí dentro.


— me intriga saber cómo es que sabes a que huele un burdel— su gruñido se escucha claramente incluso con la puerta cerrada. Tarik me entrecierra los ojos— ¿Qué?


— idiota— está sonriendo. Apaga la luz, y para mi sorpresa, viene a la cama y se acuesta a mi lado. No decimos nada, no creo que por el momento haga falta decir algo. A veces solo necesitamos fluir con lo que nos toca.


Despierto primero, con Tarik usándome de almohada. Lo tengo que sacudir un par de veces para que despierte. Nos cambiamos la ropa sin decir nada, los recuerdos de hace unas horas aun presentes entre nosotros. Encontramos a Rita durmiendo en el sofá, también se viste sin decir nada. Arreglamos todo con pereza, porque aun esta oscuro y siento que no he dormido. Acabamos de subir nuestras cosas auto cuando llegan Leyre y el chico nuevo. Parece de peor humor que nosotros. Rita nos detiene antes de ir a despedirnos.


— antes de irnos ¿se supone que lo de ustedes es secreto? ¿Se lo digo a los otros?— comparto una mirada con Tarik. Él tampoco sabe que decir.


— por ahora, mantenlo en secreto o le diré a todos que nos perdiste en el bosque.


—imbécil— ella saca la lengua— eso pensaba decirlo yo misma. Pero no se preocupen, no diré nada— y así es como iniciamos el largo regreso a casa.   


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