Por doceava vez desde que termino mi turno, maldigo el momento en que pensaron que deshacerse de mi auto era una buena idea. Necesito otro auto, o una motocicleta. Si, mejor una motocicleta… un grito agudo casi me revienta los tímpanos. Abro la puerta, esperando encontrar… ¿algo malo? pero solo es Jennifer gritándole a la pantalla. Bradley, en el otro sofá tiene una expresión de frustración. Algo me jala los pantalones, algo pequeño… con coletas y lindos ojos verdes que me sonríe con dientes pequeños y me extiende un juguete.
— quiere que juegues con ella.
— ah…—no había visto a Lon, ni a Killian, lo que ya dice mucho de mi situación porque Killian esta transformado, su cabeza en las piernas de Lon— perdió el control casi al llegar aquí. Tarda un rato en regresar cuando se pone así— pareciera que Killian está durmiendo, pero sus ojos están fijos en mí. Tomo el juguete y termino sentado en el piso rodeado de más juguetes.
— no te preocupes, ella se aburre rápido.
— no me molesta jugar un rato— no los miro, aunque puedo sentir las miradas sobre mí.
— te estaba buscando— me concentro en los juguetes ¿es tan obvio que me puse tenso al verlos aquí? sé que antes pasaban mucho tiempo aquí pero últimamente ya no vienen tan seguido— Rowan dijo que tenías algunos asuntos que discutir conmigo.
— ¿Qué?
— sobre seguridad ¿o son otros asuntos que discutir?
— Oh, eso… creí que él iba a decirte porque dijo que iba a organizar otra reunión— y seguramente lo olvido— solo es que todos sepan que hacer en caso de que lleguen otros lobos, sean solitarios o de otras manadas que quieran unirse. A Rowan no le gusta mucho pensar en eso pero es mejor tener un plan y no estar alterados cada que llegue alguien nuevo.
— cierto. Yo sé que hacer pero no hemos tenido oportunidad para decírselo a los demás y tal vez sea algo anticuado y debamos cambiar algunas cosas para que encajen en este lugar. La verdad me relaje bastante cuando los hermanos de Rowan nos respaldan.
— ellos están muy lejos, si es que siguen en el mismo lugar.
— siguen allí. Leyre no está muy lejos pero no pueden llegar rápido, después de lo de Nell queda claro que si es necesario ser más cuidadoso con los desconocidos, así como descuidamos la zona del océano… al menos esa zona ya está cubierta por Mariam— Killian levanta la cabeza, atento, Lon solo le rasca las orejas.
— no la recuerdo ¿Qué pasa si ella no puede comunicarse con nosotros?
— ¿Por qué no podría?
— bueno, si ella esta incapacitada ¿Cómo sabremos que hay un problema viniendo?— Lon frunce el ceño.
— buen punto, no lo sabríamos—Jennifer y Bradley están mirándome— otra cosa que hay que arreglar.
— no necesitan asustarse, no hay tantos problemas como parece, todo esto solo es por precaución ¿no tienen todos los edificios un plan en caso de emergencias? Es lo mismo— explico.
— claro— los dos siguen con expresiones aturdidas.
— al menos ahora ya no tenemos todas esas visitas de las otras manadas— Lon suena muy alegre por eso— ya sé que son amigos y todo eso pero no está de más ser precavidos.
— estoy de acuerdo con eso. – tampoco estuve consiente cuando estaban esas clases que daba Eddie sin embargo Kalila y Rowan me hablaron de ellas. Cuando Nell se levanta y me deja con los juguetes lo tomo como una señal de que es mi momento para irme.
No han sido días muy fáciles, no solo por el trabajo. Intentar relacionarme con los demás después de todo lo que dije no es sentarse y coser, yo estoy incómodo, los demás están incomodos y recelosos… ¿Por qué pensé comportarme así era una buena opción? Dejar de pensar en ellos como personas ajenas a mí a la manada que conocía es el primer comienzo. Comencé a levantarme temprano para correr con Murray. No me gustan los deportes, que es lo más significativo de los otros dos nuevos, Jennifer y Bradley, nos conformamos con las comidas: comencé a ayudar con la cocina y a comer a las mismas horas. Killian viene más seguido de lo que pensé en un principio y sin duda quedarme encerrado en mi habitación no me hizo ningún favor.
—esas son muchas cosas— comento cuando bajo y veo la cocina llena de cosas. Murray parece estar contando ingredientes.
— es nuestro primer trabajo. Murray comenzó un servicio de comida.
— no sabía— Killian está intentando sujetarse el cabello. Es muy raro verlo sin Nell— ¿no dabas clases de yoga o algo así?— pregunto sin esperar respuestas.
— lo era antes… no se sentía bien volver a lo mismo después de que me convertí. Aún estoy pensando en que es lo que quiero— me siento muy identificado con esa frase— Killian me dio la idea de esto y me pareció interesante— ciertamente la cocina se ve diferente, más equipada. Prefiero mantenerme alejado mientras comienzan a cocinar. Ahora que recuerdo ellos han estado practicando y haciendo comida para todos.
— la idea era hacer un servicio de comida para hombres lobo— Killian sonríe un poco— pero no hay muchos por aquí además de nosotros así que estamos probando suerte siendo solo un servicio de comida normal.
— practicaron con nosotros ¿no?
— no creía que diez personas pudieran comerse lo mismo que cincuenta pero así es— los dos se miran, sonriéndose como si fuera una broma recurrente.
— por el momento solo estamos preparando comida, si funciona podríamos contratar más personal, cosas así— no suena mal. Bradley regresa, quejándose del tráfico y el calor.
— ¿Qué es esto? Killian, son cosas de Nell— Killian murmura algo que suena como un “demonios”, aunque es muy bajo.
— olvide llevarlo a la clínica… Nell aún no sale de la guardería…— sus ojos pasan entre la cocina y la mochila, indeciso.
— llévala, puedo comenzar a cocinar.
— pero…
— yo la llevo— siento la mirada de todos sobre mí, y no me extraña porque yo también me miraría si pudiera. Otra vez hable primero— no tengo nada que hacer.
— eh… si no es molestia para ti…—hago un gesto con la mano y me levanto para tomar las cosas. Estoy seguro de que cualquier cosa que este aquí podrá conseguirla en cualquier lugar pero Killian no estará concentrado aquí. Me despido y me decido por caminar hasta la clínica. Con todo el movimiento que habrá en la casa con la comida salir es la mejor opción ahora.
Hace demasiado calor cuando al fin llego a la clínica. He estado solo dos veces aquí, al menos que yo recuerde, pero es un lugar del que todos hablan y pasan mucho tiempo. Es… mucho más pequeño de lo que recordaba. Una serpiente se desliza perezosamente por una gran pecera, y el olor aquí es intenso, el desinfectante me pica la nariz.
La humana sentada tras el escritorio del recibidor deja de escribir cuando entro. Sé que me reconoce porque su expresión la delata.
— estoy… buscando a Eddie.
— debe regresar pronto— como una perfecta sincronización, escucho la voz de Eddie desde afuera. Unos momentos más, la puerta se abre y entra junto con el otro veterinario. Los dos están cargados con bolsas de comida y se detienen cuando me ven. No paso por alto como el otro humano se adelanta, como si quisiera proteger a Eddie.
— ¿Donelly?
— Killian olvido mandarle esto a Nell— levanto las cosas.
— Ah, sí solo era eso dámelas a mi— la mujer extiende la mano, le paso las cosas pero ¿están… intentando que me vaya rápido?
— ¿podemos hablar?— Eddie no es muy bueno escondiendo la sorpresa de su expresión.
— sí, sí, vamos— se adelanta, pasándome y siguiendo por un pasillo corto hasta un consultorio. Recuerdo bien la distribución de este lugar. Siento las miradas de los dos humanos, como en un dibujo animado si volteo seré capaz de leer sus pensamientos flotando sobre sus cabezas— ¿pasa algo?
— Ellos son parte de la manada, pero no saben sobre nosotros— es lo primero que sale de mi boca porque estoy sorprendido por eso. Por eso rodean a Eddie dispuestos a saltar sobre cualquiera que intente herirlo. Curioso que me vean a mi como una amenaza— puedo escucharlos murmurando que soy extraño y que no confían en mi aunque sea amigo de Rowan.
— cómo dijiste, no saben todo. Solo puedo decirles una parte de lo que pasa por eso a veces es difícil para ellos confiar en los demás— pero no en él— ellos han sido mis amigos, mi familia, desde hace mucho tiempo por eso pienso que fue inevitable que terminaran dentro de todo el asunto de la manada. Rowan me ha dicho que les dirá todo si se lo pido…y mentiría si dijera que no lo he pensado o no quiero decirles porque quiero decirles todo pero no quiero que lo haga solo por mí. Aunque no has venido aquí para hablar de mis amigos.
— estoy… te dije cosas muy desagradables antes, quiero que sepas que no pienso eso de ti. Me disculpo por eso y lamento profundamente haberlas dicho.
— oh, gracias— ¿lo está diciendo en serio? le miro, él no está nervioso o asustado de estar aquí conmigo.
— ¿Por qué no me dijeron? Tarik me conto lo que hice cuando regrese— añado cuando noto que no entiende de lo que hablo.
— eso ¿importa si te lo decíamos? Donelly, trabajo con animales y sé que cuando están asustados, heridos o nerviosos pueden ser agresivos ¿tienen la culpa por morderme? Solo es su instinto protegiéndolos y no puedo culparlos si yo fui quien invadió su espacio aun si fue por una buena razón.
— ok… ¿eso es todo entonces?
— ¿quieres que te ponga los doce castigos o algo así?— pone los ojos en blanco— eso es todo. Tal vez sea ingenuo pero confió en todos ustedes y sé que no me harían daño a propósito. Si te consuela Kevin me mordió una vez y estuve todo preocupado pensando que iba a convertirme. Rita intento atacarme cuando la encontraron, pase meses sin ver a Jennifer porque ella quería saltar sobre mi garganta. No es una competencia y no estoy recodándoles esos incidentes todo el tiempo ¿Por qué lo haría contigo?
— vaya… y yo seguía pensando que eras solo un veterinario— puedo sentir que es fácil hablar con él, que no miente para hacerme sentir mejor y de verdad entiendo su punto. La sonrisa que aparece en él solo puedo describirla como salvaje.
— solo ignora cuándo Rowan te diga alguna tontería como que encanto serpientes, lucho con osos, tigres o cualquier otro animal— ah, por su trabajo en el zoológico supongo.
— ¿maestro de elefantes?
— no tú también, por favor— dice, pero sigue sonriendo— y no hay elefantes en el zoológico. Al menos no todavía.
— ¿podrías atenderlo si hubiera uno?
— sí— nos miramos fijamente.
— gracias… por, ya sabes… ayudarme. Y no rendirte con esto— no puedo decir “Conmigo”.
— nadie se rindió contigo, solo querían darte tiempo y espacio.
— estoy intentando ahora. No es tan fácil como pensé— pero tampoco es imposible— quiero disculparme con los demás también.
— eso está bien. Si necesitas ayuda cualquiera de nosotros te ayudara— escucho la puerta abrirse, la voz de Beau saludando, también Rowan— es hora de la comida ¿quieres quedarte?
— sí— él se levanta, pasando otra vez por mi lado para abrir la puerta.
— por si nadie te lo ha dicho, bienvenido a casa, Donelly.
Doy otra vuelta por la sala. Estoy por arrepentirme de esto.
— es tarde para salir huyendo— Tarik apenas me mira.
— ¿Cómo lo sabes? no han llegado, puedo salir— se encoje de hombros.
— solo les diré que hiciste para que te persigan. Por favor, puedo escuchar tu corazón acelerado, son tus amigos, Donnie— gruño por el apodo. Le pedí que viniera porque no me siento seguro con nadie más para manejar la situación si todo sale mal— debo decir que me alegra mucho que estés haciendo esto.
— ¿pensaste que no podría disculparme?
— pienso que no deberías sentirte culpable por nada de eso— me froto las manos otra vez, caminando de la cocina a la puerta— ¿quieres que te cuente algo para que no estés tan nervioso?
— dijiste que conocías el té por tu abuela y que también lo habías usado tu ¿Por qué?
— porque… ah, ese es el auto de Kalila— también lo escucho, más como un ruido de fondo. Me quedo mirando fijamente a Tarik, la forma no tan sutil de evitar la pregunta. Para alguien que es tan abierto es inesperadamente muy evasivo. El ruido del auto se incrementa hasta que se detiene frente a la casa— ¿sabes que es lo que vas a decirles?
— sí.
— ¿quieres que me quede? Puedo salir y estar cerca.
— quédate— la puerta se abre y Kalila y Baruch entran. Ver sus caras de sorpresa me pone incómodo. Le pedí a Eddie y Tarik que me ayudaran a reunirlos, no creo que les dijeran que yo estaría aquí. Antes de que digamos algo, otro auto se acerca: Rowan. Estoy más nervioso ahora ¿Por qué siguen en la puerta como si estuvieran a punto de salir corriendo? Rowan entra.
— ¿no está Eddie aquí? dijo que…— estaba seguro de que le había dicho lo que planeaba, ellos me parecen de las parejas que se cuentan todo. Y eso me hace reír.
— no está aquí. Dudo que llegué… eh, yo le pedí que les llamaran.
— si querías vernos solo tenías que decirnos— Baruch es el primero que entra.
— sí, bueno, no estaba seguro de que quisieran verme después de la última vez. Esto no tomara mucho tiempo. Lo siento… eh, no por lo de hoy, por todo. Por haberles dicho esas cosas, por comportante tan mal cuando ustedes solo querían ayudarme. Fue muy abrumador todo y aún lo es, se equivocaron, me equivoque pero lo que dijiste era verdad— hablo hacia Kalila— así que lo siento por todo eso.
— tu ¿no estas marchándote?
— ¿qué? No.
— eres un idiota— Kalila me abraza, aun con mi fuerza, es doloroso— un grandísimo idiota.
— estoy esforzándome. Aún podría tener días malos, pero…— hago un movimiento indeciso, lo único que puedo hacer aun con ella abrazándome— me disculpe con Eddie también, con todos.
— Hey, yo no he recibido mis disculpas— Tarik me señala.
— dijiste que te quedarías callado— hace una mueca muy infantil y se cruza de brazos. Kalila al fin me suelta— lamento mucho mi comportamiento. Estaba centrando en que las cosas fueran como antes y resistiendo los cambios en lugar de adaptarme a lo nuevo.
— está bien, tampoco fui justa, presione demasiado al querer tenerte de vuelta sin considerar como te sentías… no quiero perderte otra vez— mi mirada se dirige a Tarik. No planeo decirles mi temor sobre la transformación. Él solo me mira sin decir nada. La puerta vuelve a abrirse y Liam entra. Me hubiera gustado que todos estuvieran aquí para no tener que repetir mi discurso una y otra vez pero ¿Qué más da? Son disculpas, y ellos son mi familia. Así que me disculpo con Liam. Con Kevin cuando llega, con Jane, y finalmente con Beau. Todos están aquí, aunque no es como antes, no significa que sea malo. Ya perdí tiempo y no puedo seguir perdiéndolo por el pasado. Tarik ha estado sentado, alejado y sorprendentemente callado. Mirando todo sin expresión y con la mirada en blanco. Como si sintiera mi mirada, sus ojos se dirigen a mí.
— lo siento— gesticulo. Es como ver otro Tarik: su expresión cambia a algo amigable, una sonrisa. Inclina la cabeza en reconocimiento de mis palabras.
Los planes de los últimos días han sido sobre ir al claro. Otra luna llena. Otra vez el dolor. Esta vez es solo un poco más soportable por el esfuerzo del trabajo. Nadie me ha preguntado si iré pero veo que todos asumen que lo hare.
— ¿duele mucho?
— ¿Qué?— no me di cuenta cuando llego Tarik.
— toque pero no me respondías— la puerta de mi habitación está abierta.
— estaba pensando en que hare en la luna llena— podría ser la oportunidad para decirles.
— es el último…— murmura— no vas a poder soportar otro mes sin transformarte. Empeoraras y no habrá regreso, será degenerativo para ti.
— ¿Qué?— no me mira, mueve su pie en un barrido incomodo— ¿desde cuándo lo sabes? ¿Por qué no me lo dijiste antes?
— estabas arreglando las cosas con todos. Si te lo decía…— sacude la cabeza. Jadeo, intentando reprimir el enojo y comenzar a decir cosas hirientes.
— ¿y no debía saberlo antes para poder decirle a los demás que tal vez termine siendo un salvaje otra vez?
— lo siento… es solo que estabas con tu familia y por fin parecías feliz, no quería arruinar eso, no por una suposición.
— ¿suposición? Ni siquiera sabemos si podre cambiar— y también dudo mucho que les hubiera dicho algo— déjame solo.
— pero…
— no quiero verte— hace un sonido herido, pero se da la vuelta y sale. Me froto la cara. Esto no está bien, no puedo… no estoy listo para despedirme. Escucho abajo algunas voces ¿Cuánto tiempo paso? bajo las escaleras esperando encontrar a todos aquí en una de las fiestas que insisten en no llamar fiestas, pero solo están aquí los tres nuevos. Mis manos no dejan de temblar, ya he tomado una decisión.
— ¿estás bien?— Jennifer es la primera que me ve— Tarik estaba un poco…
— ¿Cómo me controlaban?
— ¿Qué?
— ustedes estaban conmigo cuando era un lobo ¿Cómo lo hacían?— Los tres intercambian miradas, inseguros.
— cadenas, cuerdas, encerrarte… suena un poco cruel pero no había muchas opciones, y siempre intentamos hacerlo lo menos degradante posible.
— eso no me importa— no negare que es bueno escucharlo ahora— necesito pedirles un favor ¿pueden tomar las cosas que usaban y venir conmigo?— otra vez se miran— les explicare de camino.
— voy por las cosas— Bradley es quien va, le escucho alejarse.
— ¿necesitamos llamar a alguien más?
— no. aún no.
— ¿camino a dónde?
—no voy a llevarlos a asesinar a alguien. Vamos al bosque— no los tranquiliza. Suspiro— tampoco vamos a atrapar a un lobo desconocido. Yo no he podido transformarme desde que volví… tal vez no pueda volver a ser humano— es más fácil decírselo a ellos, lo confirmo cuando ninguno hace expresiones de tristeza o pena— necesito transformarme— ¿Por qué? ¿Cómo sabe Tarik que ya no puedo esperar más?
— entonces…
— les estoy pidiendo que me ayuden si no soy yo.
— ¿Qué?— vaya sincronización, los tres hablaron al mismo tiempo.
— si me convierto y vuelvo a ser solo un lobo, quiero que ustedes impidan que escape o lastime a alguien.
— no creo que esto sea una buena idea— murmura Bradley, mirando las cadenas.
— ¡Claro que no es una buena idea! Llamemos a los demás, si las cosas salen mal pueden encargarse de la situación, nosotros no…
— confió en ustedes— interrumpo a Jennifer— no quiero decirles a los demás…ellos… están más involucrados emocionalmente.
— tiene razón— Murray rompe el silencio— ya hemos cuidado de él antes, podemos hacerlo otra vez si es necesario.
—pero tendremos que decirle a los demás si él no…
— ya llegaremos a eso— Murray le pone la mano en el hombro y luego me mira— cuando quieras, estamos listos— yo no, pero sé que no hay más tiempo. Doy un paso a la puerta, mirándola ¿Por qué ir al bosque? Si no… si no soy yo, estar fuera puede complicarles las cosas. Un escalofrió me recorre, sacudiéndome violentamente.
— ¿Donelly?
— su corazón late muy fuerte ¿eso no está bien, cierto?
— chicos… lo siento. Si yo los mordí…— los tres me miran, sin expresión… el dolor estalla por todo mi cuerpo, doblándome, dejándome sin aire. Alcanzo a escuchar el cambio, mi cuerpo moviéndose contra mi voluntad. Al final es como estar tambaleándome en un precipuo y finalmente caer…