Durante una mañana común: había un agradable clima, donde un par de jóvenes que compartían la misma casa realizaban actividades cada uno por su parte, uno de ellos estaba en el gimnasio con su entrenamiento diario y el otro descansaba en el pasto de su patio: solo contemplado el cielo.
De la nada un pequeño gerigón volaba cerca de él de tal manera que al verlo quien descansaba en el pasto le ofreció su mano para que se sostuviera y; en efecto, cuando el pequeño estuvo en su dedo el ojiacua le mostró una amigable sonrisa y tranquila mirada.
El pájaro por un momento se posó en su dedo cuando lo invitó, después voló pero lejos de emprender vuelo de vuelta al cielo, tocó el suelo y se posó cerca de una margarita. Cuando los observo a ambos juntos, a su mente de la nada vino a él un pequeño flash back: hace años cuando estaba perdido en su negación por haber perdido por primera vez arrancó uno con tanto coraje que sintió que apenas y se había desahogado.
El pájaro emprendió su vuelo hacia el cielo, dejándolo pensativo con ese recuerdo: aquel bicolor que en un principio no era rival para él aquella primera vez que se enfrentaron para buscar a los integrantes de los Bega Justice five. Y más adelante cuando el ojivioleta lo volvió a enfrentar porque buscaba revancha contra él: mostró tanta determinación, pasión, fuerza y fiereza, expresando su “amor” por el beyblade de tal manera que consiguió así derrotarlo; con mucho esfuerzo, pero lo consiguió.
Era verdad que le provocó enojo y frustración, pero cuando su enojo se desvaneció pudo pensar con cabeza fría, y no pudo evitar recordar a dicho bicolor: su determinación, sus fieros movimientos, su fuerza al demostrar su “amor” por el beyblade. Pero aquella mirada; sobretodo sus ojos, en ellos encontró algo inexplicablemente fascinante que despertó su interés: había fuego en esas amatistas, dicho fuego lo vio crecer conforme se levantaba una y otra vez negándose a perder.
Mostró una sonrisa llegando a la conclusión de que el bicolor le gustaba desde esa primera vez que le enfrentó: todo de él le llamó la atención y levantándose llegó a una nueva conclusión mostrando una amplia sonrisa y su mirada abierta.
Su platinado amigo se apareció tras de él afirmándole que era momento de almorzar, más como lo notó extrañamente feliz quiso preguntarle cuál era el motivo de su amplia sonrisa.
Brooklyn, llevo rato llamándote desde la puerta del jardín y no me haces caso –le recriminaba su amigo-
Garland, ha llegado el momento –el susodicho levantó una ceja hacia lo que dijo el pelinaranja pues desconocía qué quería decir con aquel repentino comentario, mientras le dejaba hablar el peliplateado bebió de su botella de agua para rehidratarse haciendo una seña con su mano de que lo escuchaba.
Garland he decidido casarme –dijo sin borrar su sonrisa y cerrando los ojos, cosa que le llamó la atención al de coleta por esa decisión tan repentina que le acababa de afirmar, si eso quería hacerlo con Ming-Ming por él no había problema, además a la peliazul siempre le interesó el ojiacua así que si él se lo llegase a proponer, estaba seguro de que la peliazul estallaría en felicidad.
De acuerdo, pues.. me da gusto saberlo, no puedo esperar a ver la expresión en la cara de Ming-Ming cuando se lo pidas, aunque lo que más me llama la atención es el modo en que se lo pedirás –dijo Garland tras darle un nuevo sorbo a su botella-
Garland, Garland, Garland –negaba Brooklym- déjame decirte que no es a ella a quien pienso proponerle matrimonio –respondió tras levantarse y sacudir su ropa, el susodicho mostró una mueca de extrañeza, sintió lástima por Ming-Ming si se hubiera enterado porque estaba seguro que la habría puesto muy contenta, aunque se alivió al enterarse a tiempo de que no era a su antigua compañera de quién hablaba el pelinaranja- en serio? -si no es con Ming-Ming con quien te vas casar, entonces con quién? –pidió que el pelinaranja le dijera antes de volver a beber de su botella-
Con Kai –Garland escupió el agua de su boca y toció un poco para recuperarse de la impresión, incluso dándose algunos golpes en el pecho para recuperar el aliento que casi perdió-
No hablas en serio –preguntó Siebald mirándolo confundido y desubicado limpiándose la boca-
Si Garland, estoy perfectamente seguro de que él es con quien quiero contraer matrimonio –el ojiacua ya se visualizaba llevando un matrimonio con el bicolor-
Si tú lo dices –no quería hacer enojar al pelinaranja desmotivándolo así que simplemente le dijo que sí a todo lo que decía-
Cuando se lo se lo propusiste? Porque yo no me enteré. Y cuando fue la boda? -preguntó constantemente el contrario para que le pusiera al corriente porque no supo cuando pasó lo que el ojiacua le estaba contanto-
Es que todavía no le he hecho la propuesta, aún no hay un compromiso entre él y yo, pero pronto lo habrá -decía muy seguro Brooklyn-
Pues yo no te corto las alas, pero ya averiguaste si actualmente Kai ya se casó o tiene una relación? –no quería mencionarlo, pero si no le recalcaba esa remota posibilidad podría entusiasmarse antes de tiempo y enfurecerse por la decepción, captó la atención del pelinaranja con su comentario; haciéndole caer en cuenta dicho dato, porque si descubría que el bicolor ya tenía una relación sus ilusiones se podían desmoronar-
No había pensado en esa posibilidad –se puso a pensar en que Garland tenía razón y debía averiguarlo lo antes posible para así acelerar su declaración hacia el ojivioleta, sobre todo porque no se quería arriesgar a perder la oportunidad de tener a Kai-
Tienes razón; lo tengo que averiguar, entre más pronto mejor –dijo con determinación, pero por ahora lo importante para él era averiguar actualmente dónde estaba el ojivioleta para buscarlo, una vez lograra averiguar dicha información le pediría matrimonio-
No estoy seguro de en dónde estará actualmente -se llevó sus dedos a la boca moviéndolos con algo de ansiedad- tengo que investigar.
Solo te recomiendo que lo tomes con calma; lo más seguro es que Kai deba de estar en Japón, pero si te dedicas a investigar no enloquezcas con eso, hazlo con calma y ya piensas con cuidado cuales serán los pasos a seguir.
Necesitaré de tu ayuda Garland, no podré hacerlo yo solo -confesó, la búsqueda de una persona no era tarea sencilla y menos si no se tenía alguna pista de un posible paradero-
De acuerdo, pero te repito, lo único que pido de tu parte es calma -lo veía tan ansioso que perdería la cabeza muy pronto- el primer punto a buscar será Japón, de no estar allá entonces me movilizare -dijo el pelinaranja con determinación-