- Naruto... presta atención... - llamó la rubia de ojos azules, esperando que esta vez, las lecciones del día terminaran, había pasado una semana desde que el moreno lo trajo de regreso.
- Demo Ino-neechan... - replico el rubio con un puchero, no era que no le gustaban las lecciones, pero se aburría fácilmente haciendo las mismas cosas una y otra vez.
- Nada de pero y no me llames neechan... es falta de educación, llámame Ino-dono... ¿entendiste?... - puntualizo controlando el enojo que comenzaba a serse visible en su siempre cortés faz.
- Ino-san... ¿pasa algo?... - pregunto entrando recién a la habitación Inuzuka trayendo entre sus manos lo siguiente en las lecciones.
- Naruto no presta atención... si esto sigue así... el consejo le matará... - respondió con algo de desesperación, ya le habían explicado al rubio su precaria posición, pero el rubio, simplemente se negaba a aceptar tal cosa, simplemente se cansaba de una lección y de esa manera dejaba las cosas.
- ¿Porque no llamas a Sasuke-san?... sabes que Naruto solo hace caso cuando su dueño lo ordena... - propuso el castaño dejando las cosas en aquella mesita, tomo pasos al rubio la ojiazul había suspirado pensando en que hacer, al ver ese gesto en su compañera, camino a donde el rubio, hincándose hasta quedar a su altura, le tomo de los hombros, haciendo que Naruto prestará atención al mayor.
- Naruto... sino prestas atención... le diré a Chouji que quite el ramen del menú... - los ojos azules del rubio temblaron, no se atrevería a hacer tal cosa, ¿o si?... sus orejas y su cola quedaron expectantes, sin saber si eran ciertas o falsas sus palabras.
- Chouji... - llamó en voz alta, segundos más tarde el regordete cocinero estaba presente con la mirada atenta en el castaño que le había llamado.
Kiba sonrió con sorna, Naruto miro al castaño y después desvió su mirada al regordete cocinero quien colocó sus manos en las caderas, sin entender muy bien su papel en la escena, sintiendo que era una importante parte para el castaño, sin querer hiriendo los sentimientos del rubio, pensando que Chouji cumpliría la amenaza de Kiba, , sus ojos se llenaron de lágrimas, la mirada del moreno se sorprendió, de la misma forma que el cocinero, esos ojos, esa barbilla tambaleante, la culpa les llegó en el momento en que las orejas del pequeño se escondieron en sus cabellos, un puchero se hizo visible en su cara, Kiba se iba a disculpar pero en cuanto abrió la boca fue interrumpido por el rubio.
- Kiba-san te odio... - y sin más salto del sillón, corriendo con los ojos lagrimeando hasta el cuarto de su nuevo padre, pero en el trayecto chocó contra su amos y sin evitarlo se lanzó a sus brazos, abrazando al moreno mientras liberaba con dolor su llanto, Sasuke perplejo por el comportamiento del rubio, subió las escaleras y le introdujo a su habitación, sentado en su cama, limpiaba con cuidado el llanto del menor, intentando calmar con caricias su tristeza para que le pudiera dar una respuesta concreta.
- Por lo menos te llamo de una forma apropiada... - contesto sin darle interés la rubia marchando rumbo a la cocina junto con un deprimido Chouji por no entender su papel en el lugar.
- ¿Por qué estás llorando de esa manera?... - pregunto mientras le abrazaba y le arrullaba por momentos, hasta detener su llanto.
- Kiba-san... Kiba-san... hará que ya no haya ramen... - lloraba el pequeño de nueva cuenta aferrándose a las ropas de su dueño, quien suspiro por tan tonto motivo.
- ¿Y la razón fue?... - cuestionó de nueva cuenta, incitando al pequeño a contar su historia, Naruto se limpio el rastro de su llanto y mientras se calmaba explico entre hipos.
- Porque estaba jugando con Ino-dono... he aprendido mucho, pero es aburrido... así que juego con ella... pero no creí que me hiciera eso... Kiba-san me odia... - y sin poderlo evitar berreo de nueva cuenta, sus lagrimas eran limpiadas por los dedos pálidos y finos de su dueño.
- Si aprendiste... ¿Por qué no se lo demuestras?... Kiba e Ino están preocupados por ti, por lo que pase cuando te enfrentes al consejo... recuerda que ellos son los que toman las decisiones de quien pertenece o no a la sociedad de los no humanos... - colocó su mano en la cabeza del rubio, mostrando su semblante serio, tenía que hacer Naruto entendiera ese concepto, era imposible avanzar con las clases de etiqueta que debía presentar al consejo si solo estaba haciendo el tonto con el simple saludo.
- Pero es aburrido... - musito dando la vuelta con un semblante molesto.
- Naruto... sino lo haces... yo mismo te quitaré el ramen y no solo eso... usaras de nuevo la correa... - la cola del pequeño se tensó ante las palabras de su dueño, negó con la cabeza, sintiendo como su cuerpo temblaba levemente, días atrás había hecho un desastre en la cocina por estar jugando con Chouji, como castigo, el moreno lo había dejado en el cuarto con un collar atado a una cadena durante todo el día, aunque fue atendido por los demás no le gustaba el no poder salir a dar un paseo con su dueño por las tardes.
- Entiendo... entiendo... lo haré... pero la correa no... quiero salir con Sasuke-san a correr por el campo... - meneo la cola entusiasmado por ello, le encantaba mirar todos los colores que se le presentaban, además de eso, Sasuke se veía muy bien con el sol en su rostro, una imagen que aunque no comprendía, le llenaba de felicidad.
- Está bien... pero antes... no olvides disculparte con Ino... saldremos... solo si ella... lo autoriza... - sentenció parándose de su cama, dirigiéndose a la puerta, observó los movimientos de Naruto, sus orejas en alto y la cola meciéndose de un lado a otro, cerró la puerta esperando tras ella, sabía lo que seguía a continuación.
- Yata... Sasuke-san me va a llevar a pasear... - grito felizmente, ante ese grito, desde el otro lado de la puerta, una sonrisa se observó en sus labios y finalmente partió al despacho de su padre para avisarle que saldrían de paseo, sin saber que el peliplateado tenía otros planes en mente.
- Ino-neechan... perdón... la verdad es que todo lo que me has enseñado ya lo sabía... por eso me divertía contigo un rato... neechan... - se disculpó Naruto con las orejas hacia atrás y la cola oscilando entre sus piernas.
- ¿Por qué hiciste eso?... sabes que estamos preocupados de lo que pueda pasar en la evaluación con el consejo... - reprendió la rubia colocando sus manos en la cadera, sin dejar de lado ese aire que siempre portaba.
- Gomen nasai... - susurro el pequeño más cohibido de lo usual, Ino suspiro derrotada, dudaba que hubiera alguien en toda la casa que pudiera resistir ese semblante que Naruto, sabía manejar con maestría.
- Vamos a estudiar... aun queda mucho por aprender... - dio media vuelta dando la espalda al pequeño, dirigiendo sus pasos a la mesa donde los utensilios para la comida le esperaban con platillos diversos.
- Demo... Ino-neechan... Sasuke-san me vas a llevar de paseo... no seas mala... - replicó inmediatamente el pequeño, poniendo sus ojos más emocionales, sus manitas unidas a la altura de su barbilla, mientras que esperaba con ansias la respuesta de la rubia, Ino estaba en aprietos, esa cara siempre le hacía flaquear, pero las ordenes eran estrictas, tenia que enseñarle a comportarse de manera adecuada para evitar la furia del consejo.
- Ino... - llamo la voz inconfundible de Kakashi entrando con cautela por la puerta principal, ese aire elegante que siempre le presentaba seguía presente en su cuerpo, detrás suyos, sus hijos, presentables y nobles como siempre, le siguieron hasta colocarse en sus respectivos lugares.
- Dígame señor... ¿se le ofrece algo en particular?... - pregunto la rubia haciendo una reverencia por respeto a su señor.
- Las clases de Naruto terminar por el momento, quiero llevarlo de paseo... - anuncio el mayor, sin siquiera esperar un reclamo, sabía de antemano que no lo habría.
- Como ordene señor... Naruto... que pases buena tarde con los señores... con su permiso... - hizo nuevamente una reverencia y marcho a seguir con las cosas que faltaban en la casa.
Los señores de la casa se marcharon rumbo al campo, cargando como siempre, algunas gafas para cubrir sus ojos del sol y soportar un poco más la estadía bajo el sol, caminaron por el sendero hasta llegar a un prado donde tomaron asiento, Naruto siempre cerca del moreno dueño o de su padre nuevo, merendaron antes de hacer cualquier cosa, el clima era perfecto, había algunas nubes jugando con el astro, lo que les permitía estar un poco más de tiempo al aire libre, después de que comieron, se quedaron en silencio, hasta que la cabeza rubia de Naruto comenzó a preguntarse varias cosas, cosas que simplemente no podía dejar de preguntarse y las cuales, quizás por su edad, no daba respuestas, así mirando a su nueva familia con ojos interrogantes esperando una respuesta a una pregunta que aun no decía, intentando maquilar una respuesta.
- ¿Qué sucede?... ¿te sientes mal?... - pregunto Kakashi, mirando al pequeño, colocó su mano en la frente para medir su temperatura, normal, suspiro aliviado, sacando al pequeño de sus pensamientos, retiro la mano del mayor.
- ¿Qué son ustedes?... - preguntó, todos se quedaron en silencio, esa pregunta podía tener varias respuestas o más preguntas.
- ¿Exactamente a que te refieres?... - alzo la voz Itachi, mientras servía una ronda de té para acompañar los panecillos dulces que desenvolvía Sai en ese momento, Gaara se encontraba recargado a un costado leyendo un libro antiguo.
- Pues... a que son ustedes... no son humanos... y tampoco animales... o monstruos como yo... - encogió las orejas en semblante deprimido, Kakashi lo tomo en brazos, le sentó sobre su regazo, apoyando su cabeza en las hebras rubias.
- No vuelvas a decir eso... no eres un monstruo... nosotros somos vampiros... criaturas que normalmente salen por las noches, temerosas de la luz por no poder soportar el calor, nuestros cuerpos se queman... - respondió serenamente, los hijos guardaban silencio a las palabras de su padre.
- Pero salen de día... ¿por qué no se queman?... - pregunto curioso alzando la vista.
- Porque nosotros somos los primeros... el vampiro original es el único que puede vivir como mortal más tener una vida inmortal... nuestra familia es su descendiente... por eso podemos estar algunas horas fuera... - musito calmado mirando el cielo de la tarde, mientras la brisa mecía con delicadeza cada una de las hebras de sus cabezas.
- ¿Qué es eso de los clanes?... todos los mencionan... pero yo no conozco ninguno... - alzo la voz en cuestión Naruto, aquella respuesta más todo lo que tenía desde que vive en la casa Hatake, solo le hacían que sus dudas fueran cada vez más grandes.
- Los clanes son... familias con características especiales... también conocidos como no humanos... - no sabía si Naruto en realidad entendía, pero eran preguntas que tenía que saber, después de todo estar al tanto de cómo comportarse con cada clan garantizaba la sobre vivencia del pequeño.
- Como los vampiros... - más que una afirmación era una pregunta la que salía por la boca del infante, todos asintieron a la respuesta del pequeño, que por el acto se sonrojo colocando en su rostro una enorme sonrisa.
- Aunque también hay otros grupos, como los licántropos, los psiquis, las sombras, los observadores, las brujas y no olvidemos los nombrados quimeras... - hablaba sereno el peliplateado intentando no olvidar a ningún clan.
- Son muchos... etto... ¿que son licántropos?... - pregunto al ser el primer nombre que se acordó y que ya había escuchado en veces pasadas, a los contrarios no se les hizo extraño que preguntara en primera estancia por la mitad de su raza.
- Pues... - Kakashi comenzó con la explicación de uno de los clanes más antiguos, de la misma manera que algunos de los representantes que estarían en la presentación de los clanes de la misma manera que el comportamiento que tenía que tener para no terminar siendo asesinado por uno de los participantes de ese clan...
"El hombre lobo o licántropo, son personas que se transforman en loco, ya sea a propósito utilizando magia o involuntariamente. Su transformación en rangos inferiores en la manada se debe al influjo de la luna llena, permaneciendo en su forma animal hasta cada ciclo lunar, este clan o manada por su modo animal, estas criaturas han existido desde que se conoce el origen de la humanidad, no se sabe exactamente como se creo pero al igual que nuestro clan son ancestrales...
...Al parecer, el primer hombre lobo conocido en la historia era Europeo, por ese motivo se cree que están vinculados con las hechiceras, pero eso, por mano propia sabemos que es falso, las hechiceras o brujas están en un conflicto con respecto a los demás clanes..."
- ¿Y se les llama clan a los de ellas también?... al de los lobos se les cambio el nombre... - entonó el rubio cesando la explicación del mayor, con una sonrisa en los labios por la atención que estaba prestando y revolviendo sus cabellos contesto.
- No... a su grupo se les llama aquelarre... - musito.
- Oh... esto es difícil... - comento despacito agachando un poco su cuerpo del regazo del peliplateado, estirando su manita hasta encontrar el cesto donde se guardaban las galletas, tomar una y regresar a su posición, dando una señal con la cabeza a su padre para que siguiera la historia.
"...Son personas completamente normales excepto porque poseen múltiples heridas y cicatrices por todo su cuerpo, no son muy sociables pero puede verse algunos de ellos trabajando en los campos de cultivo como simples agrícolas, hasta que sus instintos salvajes se despierten y se vuelvan locos por la sangre, sus sentidos del gusto, olfato y el oído están muy desarrollados, llegando a escuchar los pasos de una persona en medio de la noche a mas de 200 metros... es raro encontrarse a un licántropo enfermo, esto solo ocurre cuando es herido de muerte ya sea por otro clan o un miembro de su misma manada buscando derrocarle...
...Las transformaciones de estos seres son a trabes de los rayos lunares, además de ser muy dolorosas, el problema de la transformación no es que dejen su forma humana olvidada, sino que pierden todo aquello que les hace humanos, la conciencia, aquella vocecita que te dice que te controles cuando estas con otras personas, dependiendo del rango de cada miembro en la manada la transformación puede variar, no solo de forma, de un humano completo o un humanoide, que es un ser con forma humana pero que no es humano, en este caso, pueden estar erguidos y tener la forma humana, brazos, piernas, torso, pero todos con rasgos animales..."
- ¿Cómo mi colita y mis orejas?... - pregunto tocando las partes mencionadas, el Hatake mayor asintió al comentario, la tarde pasada y en ese lugar, gracias a las nubes, aun podían permanecer un poco más a los rayos solares, Naruto cambio de brazos al mismo que de posición para seguir escuchando la explicación, ahora Gaara lo tenía en sus piernas y sus cabellos acariciaba con gratos toques, Kakashi prosiguió.
"...O un gran lobo, con feroces dientes y con hambre de carne humana, hay muchas historias que no se si sean reales o no, cada clan tiene sus culturas, se dice, que hacia mucho tiempo un hombre lobo que vivía como un humano fue seducido por un a bruja, teniendo a su cargo varios de sus hijos, del mismo modo que la seguridad de todo su pueblo, ya que él era el que se encargaba de ver por el bienestar de todos, al tener como amante a una bruja, ésta por celosa al no ser la única en la vida del hombre, le hechizo para que durante las transformaciones en las que se convertía para encontrar comida, perdiera la conciencia humana, se cuenta, que atacó a su mujer y a sus hijos, cuando terminó con eso, vago por la aldea matando a cada humano que se presentara a la vista, cuando ya no tenía a nadie cerca, ese hombre lobo marchó del lugar, internándose en las montañas para no volver a atacar a las personas que ellos aprecian, esposas, amigas, hijos, nietos, tenían que protegerlos, aunque eso significara estar lejos de ellos...
...Es por eso que los hombres lobo no tienen hembras, aunque hay algunos miembros que son agraciados con una belleza extrema, estos, son utilizados para saciar sus instintos de reproducción sin que su población se incremente, evitando de está manera que la sobrepoblación les aqueje... sería un problema bastante serio si su presa, el hombre, dejara de existir..."
- Si no hay hembras... ¿cómo tienen bebes?... - tiempo atrás le había preguntado a Hinata como era que ella había llegado al mundo, la peliazul lo tomó por su nacimiento contestando que era el resultado de un amor mutuo entre un hombre y una mujer o un macho y una hembra, palabra que el peliplateado acababa de usar.
- Pues... para eso existen las mujeres humanas... - la mirada aturdida del pequeño le hizo saber que no comprendía en absoluto lo que estaba diciendo.
"...En su forma humana, los licántropos roban mujeres, secuestrándolas para poder tener un coito con ellas... dejándolas embarazadas y custodiadas hasta que el momento de dar a luz da inicio, es allí, donde a la madre la matan antes de dar a luz, para que el recién nacido obtenga como primera fuente de luz, los rayos de la luna y de esa manera su forma de lobo se presente, son criados por lobos hembra hasta que son lo suficientemente grandes para poder reunirse con sus progenitores...
...Se supone que solo los lobos alfa son los que pueden tener los privilegios del apareamiento, me refiero a aquellos que están en la cabecilla de la manada, pero en la historia... hubo un licántropo que se enamoro de un ser humano, cada día desde que la vio ese día en el río la vigilaba y velaba por su seguridad, un día, escuchó que se tendría que cazar, fue por esa razón, que usando sus poderes para controlar sus transformaciones, llegó a la aldea donde la joven vivía, dispuesto a seducirla para que su cuerpo y su alma, sin importar lo que sucediera, siempre le perteneciera a él, sus sentimientos se hicieron sumamente fuertes y sobretodo, fueron correspondidos con la misma intensidad...
...Un día de luna llena, aquel hombre se llevo a la mujer a las profundidades del bosque para poder demostrar su amor de la manera en la que cualquier pareja que se ame, pudiera concebir, teniendo un hijo, la mujer sabía las consecuencias de quedar preñada por un lobo, pero no le importaba, por ese hombre, ella estaba dispuesta a sacrificar su vida, pero el lobo, a sabiendas de que moriría de una manera cruel, decidió hacerse el líder de la manada para poder derrotar aquellas costumbres vanas, pensando en lo mejor para la persona que mas amaba y para el pequeño que ahora comenzaría a crecer en su vientre, la dejó de nueva cuenta en la aldea, creyendo que en ese lugar sería bien cuidada...
...Dejando a su familia en la aldea natal, partió rumbo a la cueva donde la manaba se encontraba para poder enfrentarse al macho alfa y poder reinar sin problemas el orden de la manada, quitando aquella regla que decía matar a las madres, cierto que muchas morirían porque no concebían hijos con amor, pero en el caso de la mujer que le robo el corazón era diferente, no quería verle morir y menos que su hijo no conociera a su madre...
...A pesar de que la batalla fue dura y le llevo varios años alzarse en el poder, pudo conseguir lo que tanto buscaba, el dominio de la manada, fue hasta ese momento que busco en la aldea natal a su amada y su pequeño que en esos momentos debía tener alrededor de 7 años... al llegar a la aldea lo que encontró lo dejó con una impresión muy grande, esa noche la luna brillaba de un rojo brillante y sus poderes se incrementaron de manera alarmante, algunos de los aldeanos aun permanecían con vida en esa aldea, un terror se apodero de su cuerpo, pensando que algo horrible le había pasado a su familia, degusto el aire con su nariz y descubrió que uno de sus enemigos desde tiempos inmemorables había estado en el lugar, pero no tenía la seguridad de quien había sido, tomo por el cuello con la voluntad humana que aun permanecía y furioso pregunto los hechos...
...Se entero que los vampiros habían llevado a su hijo con ellos, del mismo modo que se entero que su pequeño había vivido desde siempre en el bosque lo mismo que su mujer, ella, desafortunadamente había perecido salvando a su pequeño tres años atrás... furioso a más no poder e influenciado por los rayos de la luna roja, sin poderse controlar, la aldea esa noche vio su final en garras de ese lobo legendario, su tristeza y su dolor, su angustia y el miedo, aquellos sentimientos de coraje e impotencia le hicieron gritar su lamento a la luna...
...Regreso con la manada, pero no para darse por vencido, al contrario, mandó a varios de sus hombres para rastrear a su pequeño, uno de sus hombres era miembro de un antiguo clan llamado reptiles, pero al ser las mas sucias y tramposas, entre ellos mismos se dieron muerte, todo por no confiar en su cabecilla, como este clan era fuerte solo en grupo, al estar él sólo solo encontró refugio en las fauces del lobo, ahora es uno de los rastreadores, un buen espía sigiloso y de sangre fría, amante de las muertes, de poco fiar, pero aun así, una de sus armas secretas a la hora de atacar a un enemigo con a guardia baja, por esa razón, nunca le quita el ojo de encima, y sobretodo, le vigila a cada movimiento, si es necesario terminara con su vida en ese momento...
...Esta serpiente rastrera, encontró el paradero del hijo de su líder por el momento, temeroso y buscando una recompensa, rápidamente fue a decirle al alfa en donde se encontraba su pequeño, el lobo se llevo un gran disgusto al saber que se encontraba en las manos de su enemigo ancestral, los vampiros, y no cualquier clase de vampiros, sino los hijos del primer no muerto, uno de los miembros de esa familia es de cuidado y no precisamente el cabeza de la familia, sino el más pequeño de sus hijos a quien servía ahora, como mascota..."
- Parece que se quedo dormido... - musito el peliplateado cuando la tarde amainaba y en ese lugar las estrellas se perfilaban.
- Y eso que la mejor parte aun no llegaba... - contribuyo Itachi comenzando a guardar las cosas con ese semblante serio que siempre se presentaba en su rostro.
- Tal vez después pueda terminar de escuchar la historia... - Gaara tomaba en brazos al pequeño que fue arrebatado con delicadeza, para evitar despertarle de sus sueños, por los brazos calidos de su dueño.
- Pero eso será hasta que despierte... y conociéndole eso será hasta mañana... - rió bajito Sai, pues ya se había acostumbrado a que el pequeño se levantara después del amanecer.
- Lo más importante es llegar a casa... esta haciendo frío... y puede enfermarse... - concluyó Sasuke comenzando a caminar en dirección a la casa con el pequeño en las manos, lo último que deseaba era ver a ese pequeño con un fuerte resfriado.
- Y yo que estaba a punto de decirle el nombre del lobo... no sabe la importancia que tiene en su vida... me pregunto en que estaría pensando Kushina al quedarse con Minato sabiendo la posición que tenía en esa aldea... supongo que eso nunca lo sabremos... - murmuro el peliplateado colocando sus manos en sus bolsillos, dejando aquel camino y regresando donde les esperaban abrigos y algo caliente para no pescar resfrío, aunque para ellos eso no era ningún problema, ya que no se enfermaban como los humanos.
- ¿De dónde obtuviste tanta información acerca de las acciones de Minato y la horrible serpiente rastrera?... - pregunto Itachi detrás de su padre sin que nadie se percatara de esa conversación.
- Sabes perfectamente que Hinata es parte de un clan muy importante... no tengo que investigar mucho teniéndola cerca... - contesto con una sonrisa en sus labios.
- Entiendo... - susurro el moreno, realmente tener a esas personas en su casa les daba muchas ventajas cuando se necesitaba.
Al llegar a casa, tomaron un poco de chocolate caliente antes de ir a dormir, excepto Sasuke que no paro hasta llegar a su cuarto, llevaba a Naruto dormido en brazos y parecía no querer despertar, del mismo modo que el querer estar un rato observándolo dormir, acariciando sus cabellos rubios, le impidieron salir de la habitación una vez que le recostó en su cama, observaba la delicadeza de sus labios entreabiertos, la suavidad de su piel ante el tacto, la calidez de su cuerpo contra el suyo, sonrió por alguna razón que el desconocía, el estar con ese pequeño le hacía mucho bien y él mismo podía notarlo, recostó su cabeza en el pecho del infante y escuchó, no solo su respiración sino también los latidos rítmicos de su corazón, esos latidos le causaban un estado de relajación, queriendo seguir escuchándolos para siempre, cosa que no sería imposible ahora que el pequeño formaba parte de su familia inmortal a pesar de seguir con vida.
- Descansa... bola de pelos... - susurro besando su frente, Naruto se acomodo en la cama, ladeando su cuerpo, con la cola pasada al frente entre sus piernas, habito que había tomado desde hace mucho, tomando su cola como un muñeco para abrazar.
- Sasuke-san... - susurro en sueños buscando por el lugar donde su dueño siempre se recostaba, amenazando con despertar si no lo encontraba con el tacto, Sasuke sonrió una vez más, se quitó la chaqueta, estiro las cobijas y a su lado se recostó, al sentir el cuerpo del mayor el pequeño se acercó hasta poder abrazarlo, gesto correspondido por el azabache, de esta manera la noche llego a su auge y todo el mundo en la gran casa se marcho a dormir, pensando en las lecciones que el pequeño tendría al día siguiente o las preguntas que se tendrían que responder, si es que el ojiazul, se acordaba de la platica que tuvieron este dia.