- Hinata-neechan... ¿Por qué tengo que recoger eso?... lo tiro el gato no yo... - replicaba el rubio apuntando con su dedo inquisidor un tazón de avena que hacía poco le habían servido como desayuno.
- Naruto-chan... los de mi familia podemos ver más allá de lo que otros no quieren mostrar... sino quieres que le diga a Sasuke-san que tiraste la avena porque no te gusto... recógelo... - comento perdiendo la timidez que siempre le caracterizaba, ese no era el primer plato que el pequeño tiraba al suelo, todo porque el deseaba ramen en lugar de la pasta blanda que era el avena.
- La correa no... - alegó un tanto aterrado con la idea, teniendo en mente la mirada fría del menor de los Hatake y en sus manos un lazo de cuero el cual picaba cuando le era puesto, salió del susto al recordar la frase con la que comenzó la amenaza "mi familia".
- Hinata-neechan a que te refieres con "mi familia" yo no veo nada raro... - comento el pequeño, ellos formaban una familia, o eso le había dicho Kakashi, entonces, porque él no podía ver lo que ella aseguraba podía descubrir.
- Etto... Naruto-chan... las personas pueden tener otras familias... me refiero a los clanes... soy parte de uno de los clanes que participarán en la reunión... por la cual Ino-san te esta preparando tanto... - contesto a modo de respuesta que pudiera entender.
- Tu familia estará también... ¿no estas feliz de verlos de nuevo?... ¿are?... ¿Hinata-neechan?... - los ojos de la peliazul se comenzaron a ver sumamente triste al escuchar la ultima pregunta por parte del rubio quien movía con energía su cola al pensar lo bien que debía sentirse la ojiblanca de ver a su familia después de mucho tiempo, él lo estaría de ver de nuevo a su madre.
- ¿Ah?... si... muy feliz... ahora... Naruto-chan... come avena por favor... - con aquel semblante entristecido, se marcho después de regalarle una caricia en sus cabellos, Naruto ya no reclamo nada, comió aquella pasta blanda que se había formado en el tazón, esa mirada en la peliazul no le había agradado.
- Ne... Chouji-niichan... Hinata-neechan parecía muy triste... ¿dije algo malo?... - pregunto bajando las orejas hasta tocar su cabeza, no era algo malo, simplemente eran recuerdos que no quería traer a colisión, el cocinero regordete meneo la cabeza de forma negativa, permaneciendo en silencio por respeto a su compañera.
Hinata llevaba sus manos en el pecho, impidiendo que el aliento escapara por sus labios, lo que había visto al tocar a Naruto no significaba nada bueno, debía decirle inmediatamente su descubrimiento al señor de la casa, de lo contrario cuando la luna se ponga roja, la sangre correrá.
- Señor... - dijo en un susurro que el peliplateado pudo escuchar aun con la puerta de su despacho cerrada.
- Hinata... pasa... - permitió su acceso, al entrar la peliazul no pudo soportar las lágrimas que inundaron sus ojos, corrió olvidando su cargo en la casa, se abalanzó a los brazos del mayor que le recibió con cariño, acariciando sus cabellos, rara vez se alteraba de esa manera, por ello, espero en silencio a que su llanto cesara para que le contara lo que sucedió.
- Señor... señor... Naruto-chan... Naruto-chan va... - apretaba ligeramente las ropas del peliplateado, realmente ver aquella faceta del futuro no le había agradado para nada.
- Hinata... tranquilízate... cuéntame que fue lo que viste... - pidió sin perder la calma que siempre le antecedía a pesar que por dentro el solo escuchar el nombre del rubio le helo la sangre, fue con esas palabras que la ojiblanca se obligo a calmarse para poder contar con todo detalle la visión que acababa de tener con tan sólo tocar la cabeza rubia del hibrido.
- Naruto... - llamo la voz del moreno quien planeaba salir por un momento de paseo con su mascota, quería comprarle algo de ropa para la reunión, debía verse presentable, a sus espaldas, los hermanos que alegaron querer acompañarle.
- Sasuke-san... nos vemos después Chouji-niichan... - se despidió dando un brinco del banco donde momentos antes se encontraba sentado degustando sin muchos ánimos el avena que prometió comerse, llegó con su dueño meneando el rabo contento, recibió una caricia entre las orejas, cerró los ojos para disfrutarla.
- Vamos de compras... - comentó Sasuke marchando hacía la puerta.
- Naruto... - hablo Sai, agachándose para quedar a la altura del pequeño, cuando el ojiazul alzo la mirada al mayor, un gorro fue puesto en su cabeza.
- Será mejor ocultar esto por un tiempo... - respondió a la respuesta muda que aun no salía de sus labios, pero que pudo leer en su mirada.
Gaara se agacho del mismo modo que Sai y con cuidado tomo la cola de Naruto metiéndola en sus pantalones para que se enroscara sobre su pierna, como muchas veces antes lo habían hecho, fue en ese momento en que el señor de la casa les dio alcance, a su espalda, se encontraba Hinata, que al mirar a Naruto giro la cabeza para evitar chocar miradas, después de eso se marchó a sus deberes, algo en el corazón del pequeño se había partido al ver que le rechazaban la mirada, entristeció la suya al acto.
- Pensaban salir sin mi... yo también quiero comprar cosas para el pequeño... - de este modo partieron rumbo a la ciudad donde siempre iban de compras, parecía que nadie se percataba del semblante entristecido del pequeño, que mantenía su rostro gacho del mismo modo que sus orejas debajo del gorro.
- Naruto... si tienes esa cara tan triste se te va a caer la cola... - comentó Gaara al ver que no había saltado emocionado como siempre lo hacía, ante el comentario el pequeño solo le observó por unos instantes, se forzó a si mismo a sonreír, cosa que no le era muy fácil de descifrar, Sasuke le alzó en brazos, resguardando su rostro en el cuello azabache, dándole calor y diciendo en silencio que podía desahogar su dolor sobre su hombro, cosa que el pequeño comprendió al instante, sin poder evitarlo, en silencio derramo las lágrimas que desde ver a la ojiblanca le escocían los ojos.
En esos momentos seguir de compras no era una cosa muy animada, varias horas habían pasado desde que salieron de casa y ya tenían algunas mudas de ropa posibles para la reunión y otros eventos sociales, quizás era mejor ir a un lugar tranquilo donde descubrir que era lo que le pasaba al pequeño, ese comportamiento no era muy común en él, algo debió afectarle demasiado. Marcharon a un lugar donde podrían descansar de preferencia estuviera lejos del sol, allí se sentaron en el pasto sintiendo la fresca brisa.
- Naruto... ¿Qué paso?... no es normal que te comportes de esa manera... - susurro Itachi que hasta el momento se mantenía al margen de las cosas, había estado conversando con Sai y con su progenitor sobre varias cosas , cada una respecto a lo que traerían como consecuencia el sello que albergaba en el cuerpo el pequeño.
- Hinata-neechan... me odia... - soltó en un grito arrancando el gorro que llevaba en la cabeza, estaban apartados de las miradas de la gente que discriminaba a los que son diferentes.
- Claro que no... ¿de dónde sacaste esa idea absurda?... Naruto... - pregunto frunciendo el cejo el azabache.
- No me quiere ver... - comentó metiendo las manos a su pantalón por la parte de atrás para sacar su cola, puesto que en esa posición se estaba lastimando por la manera en la que la tenía torcida.
- Naruto... dudo que sea eso... van aquí... - hablo el Hatake mayor, extendiendo los brazos para que llegará a él, cosa que el rubio no hizo esperar, se separó del calor agradable que le proporcionaba su dueño, para ir al regazo de su padre adoptivo.
- Hinata-neechan dijo que yo no era de su familia... - susurro entre hipos por el llanto, Kakashi rió por lo bajo, ahora comprendía, al parecer tenía que explicarle algunas cosas.
- ¿No querrás decir?, que no perteneces a su clan... - el asentimiento de su cabeza confirmo las sospechas del mayor, suspiro un tanto afligido, tendría que contestar a unas preguntas que aun no estaban formuladas en los labios de sus hijos.
- Bien... deja te cuento algo sobre la familia... podemos tener una familia con la que nacemos... nosotros le llamamos clan... la familia que se forma con el tiempo... como la que somos nosotros... - contesto mostrando a sus hijos con gesto de la mano, quienes prestaron especial atención a las palabras del mayor, ya que eso significaba que sus mudas cuestiones sobre como los dejó pertenecer a su familia serían aclaradas.
- Y... ¿cómo formaste esta familia chichi?... - los ojos de los presentes exceptuando al mayor se abrieron en sorpresa, la pregunta que siempre se habían echo en silencio, ¿Por qué entre toda las personas existentes en el planeta, precisamente les escogió a ellos para su familia?
- Bien... eso fue con una pequeña ayuda... - contesto con esa sonrisa tranquila en su rostro, percibiendo los calidos rayos solares y la suave brisa que pasaba esos instantes, todos guardaron silencio unos momentos hasta que se rompió.
- ¿Ayuda?... ¿de quién?... - preguntó el rubio mirando con intriga el rostro del mayor.
- Del clan Hyuuga al que pertenece Hinata... - alzó el rostro al cielo con sus ojos cerrados, trayendo a su mente, aquellos recuerdos del pasado.
"El consejo de clanes había concretado que los clanes con poderes que requieren el uso de la familia completa para tomar el destino del planeta en sus manos fueran separados, esta decisión de separar familias se llevó a cabo gracias a las ambiciones de uno de los miembros del clan Hyuuga, que al poder predecir sucesos futuros, utilizó este poder para hacerse de una gran fortuna, cosa que esta prohibida...
...Se aconsejo que el miembro más joven de cada clan fuera entregado a voluntad por la familia, evitando de esta manera que los poderes fuesen usados para planes egoístas, se decidió que fueran parte del personal de la casa donde yo habito desde hace siglos, por ser una de las personas que había hecho fortuna por sus propias manos, no usando artimañas...
...No fue fácil que me entregaran a uno de sus importantes miembros, necesarios para poder ejecutar sus planes a largo plazo, la pequeña Hinata tuvo peleas con su padre, en ese entonces se quería que su hermana menor fuera la elegida para llegar a mí, Hinata por protegerla se ofreció, la acusaron por ese acto para proteger a la pequeña como una traidora de la decisión del consejo, ella sin apoyo de nadie, habló con el consejo para dar a entender su punto, una niña de 5 años no podría soportar la vida eterna con unos seres que pierden los estribos por la sangre, concluyo, los directivos del consejo pensaron en su demanda y a pesar de que no estaban totalmente de acuerdo, aceptaron su petición...
...La presentación e ingreso se efectuó frente a todos los clanes, en ese entonces me encontraba sólo, aun no llegaban mis hijos a mi lado, pensando que en que no había manera alguna de que un ser humano común y corriente podía llegar a ser parte de la familia descendiente del primer inmortal, en ese entonces eso era lo que pensaba...
...Hinata me impresionó, con tan sólo tocarme aprendió más de mí, de lo que yo lo había hecho durante toda mi vida, tiempo después comprendí el porque su padre no quería que ella llegará a mis manos, su suerte era pertenecerle a su primo para crear una de las razas de observadores más poderosas por la unión de sangres, Neji, su primo es uno de los más prestigiosos del clan, si tenían una unión, podrían tener la descendencia excelsa de su clan, cosa que el consejo ya sabía y que la misma Hinata sospechaba, con los poderes del observador que nacería de su unión, podrían dominar el destino de cada persona y decidir quien muere, nace o vive...
...Fue ella misma la que me contó que alguien vendría a buscarme para probar cosas nuevas, experimentar que es tener el conocimiento completo, el tener una vida inmortal para conocer todo lo que la humanidad ha vivido y los conocimientos adquiridos hasta ese momento, eso era algo que simplemente se me hacía imposible, pero ocurrió, pasado años de esa conversación, después de que algunos clanes se unieran de la misma forma que lo hizo Hinata..."
- ¿Hay más clanes?... - pregunto asombrado el rubio con los ojos abiertos, interrumpiendo sin consideración el relato que narraba.
- Si, hay varios, los más importantes por el momento... - respondió con una sonrisa en los labios, sus hijos estaban impacientes por saber como era que les había descubierto y salvado de un futuro incierto, lo único que tenían seguro, es que de no haber sido salvados por Kakashi en ese tiempo, habrían muerto a manos de los mismos humanos, o con sus propios medios, Itachi mientras tanto comenzaba a querer ignorar las palabras que pronunciaba el mayor, su historia era algo que no quería hacer publico, pero, la pregunta de porqué le acepto tan complacientemente aun permanecía en su interior, por lo tanto, aguantando el sonrojo que se encontraba en su rostro, espero a que el relato continuara.
- ¿Cuáles?... - movía animoso la cola, pensar que había caído en las manos de una gente muy importante o así lo veía el, no sólo importante, sino también gente que le apreciaba y le quería, ya lo habían demostrado de muchas maneras cada uno de los hermanos, sin mencionar las caricias que le presentaba su padre y las noches de consuelos que le entregaba cuando su dueño le regañaba.
- Pues... esta Ino como parte de los psíquicos, Kiba como animalis... Shikamaru como shadow, además claro esta, del clan de vampiros al que nosotros pertenecemos... - sonrió al terminar de explicar los miembros que se encuentran en su familia, intentando de nueva cuenta retomar la historia.
- ¿Me contaras de ellos después?... - pregunto sentándose de nueva cuenta en el regazo del mayor para escuchar el resto de la historia sorprendiendo a todos al instante, normalmente hubiera pedido que contara como llegaron el resto a la familia, pero espero, al parecer las clases con Ino estaban dando resultados.
- Claro... - comentó sun sin poder creer que realmente era Naruto quien le permitía seguir con su relato anterior.
"... Esa persona que vino a mí por propia voluntad fue Itachi, estaba completamente sorprendido, tal como había dicho Hinata, esta persona poseía un gran conocimiento del mundo que nos rodea, y ahora posee más conocimientos que antes, Hinata fue la que me pidió que le aceptará, aunque no era necesario que me lo dijera, ese interés por conocerlo tomo me cautivo, no entiendo muy bien las razones por las cuales deseaba saber todo sobre todo lo que existió, existe y existirá, pero la sola idea de ver hasta donde puede llegar, me convenció para poder aceptarle como miembro de la familia que se comenzaba a formar, no hubo muchos problemas para hacerle saber al consejo de clanes que la rama que depende de mí estaba por crecer, el hecho de que un humano sobrepasará algunos de los conocimientos de los no humanos les intereso bastante, además de que pensaron que era un desperdicio dejar pasar una mente tan brillante como la que posee Itachi....
...Tiempo después, Hinata, me hablo sobre un chico al que la vida estaba tratando muy mal, su padre le obligaba a hacer cosas que no eran buenas para un niño de tan corta edad, el hecho de robar para poder tener un mendrugo de pan en los labios, recibiendo golpes a pesar de seguir las ordenes del hombre con el que vivía, el asesino de su madre, ese día, aquel joven, porque me tarde bastante en encontrarlo... estaba listo para terminar sus días en este mundo, pero le di una razón par seguir en el mundo, no como humano, sino como un inmortal, borrando de tajo esos recuerdos, que aun hoy en día, a veces le hacen perder el control...
...No paso mucho tiempo cuando de nueva cuenta las habilidades de observación de Hinata me llevaron a las calles en busca de un pequeño que era usado para placer de los adultos pervertidos, fue un poco difícil lograr que ese joven aprendiera el arte de tener sentimientos, su corazón y su cuerpo, estaban destrozados, poco a poco con algo de esfuerzo, logramos que su comportamiento mejorará, aunque es un tanto agresivo a la hora de percibir la sangre humana, es por eso que en las noches no sale mucho, del mismo modo que tiende a ser más blando y sobre protector con su nueva familia o con sus pertenencias, no quiere que alguien más vuelva a caer en las manos de la desesperación como tiempo atrás lo estuvo él mismo, ahora mismo, a pesar de ser uno de los más jóvenes amos de la casa donde vivimos, es el más responsable de todos, por lo que le tengo profunda confianza y al cual siempre dejo a cargo cuando no estoy..."
- ¿Te refieres a Gaara-san?... - pregunto curioso, recordando las palabras que quedaron grabadas en su mente desde el momento de la presentación a la casa.
- Así es... - contesto con una sonrisa, acariciando sus cabellos rubios.
- ¿Cómo se quedo Sasuke-san y yo en la familia?... ¿Hinata también nos vio?... - el mayor afirmo con la cabeza, Naruto se paró del regazo del mayor para sentarse donde el pelirrojo se encontraba, quería sentir las caricias que le regalaba, esas que siempre le arrullaban y tranquilizaban, que, como era de esperarse, gustosas fueron entregadas.
- Y yo que no me di cuenta de que me observaban... - comentó irónico, a lo que les respondieron con una estruendosa carcajada por parte de todos.
- Ella no necesita estar frente a ti para poder verte o ver que estas haciendo o que es lo que pasará... tal parece que a pesar de que puede ver el destino de todos, solo elije a algunas personas, el porque me ha pedido dejarles entrar en la familia, aun no lo comprendo... pero no quiero cuestionarla... además... gracias a eso tengo una familia a la que estimo mucho... - puntualizó, teniendo en mente seguir con su relato, los ojos negros del moreno Sasuke se posaron en su cuerpo esperando que la historia de porque sus recuerdos eran inexistentes o el porqué de las anomalías que tenía a los rayos de la luna roja se dieran respuesta.
"... Entre todas las cosas que me sorprendió de Hinata eran sus visiones de futuros inciertos donde el clan de los reptiles, ahora inexistente, comandado por un hombre llamado Orochimaru, buscaban el dominio de todo el mundo, tanto humano como no humano, el consejo lo tomo las debidas precauciones, aniquilando al clan por completo, se sabe que solo queda el líder, Orochimaru, a manos de los licántropos, en el cual ahora ejerce como espía para el alfa de la manada, Minato, quien busca a su pequeño, la historia que conté la vez pasada...
...Era bien sabido que las noches de luna roja los licántropos están al acecho para crear a el sucesor del alfa de manera menos sangrienta, teniendo a una persona convertida, sólo tenían una oportunidad, un joven de negros cabellos y actitud bastante fría, así es, hablo de Sasuke... aunque por ese tiempo las cosas que guardaba su mente, aquellos recuerdos, ni siquiera la misma Hinata podía verlos, aun su vida humana es un misterio, al parecer tuvo un gran impacto en el pasado lo que le causo un bloqueo en su mente...
...Se rumorea que esa persona crearía un reinado de caos si llegaba a convertirse en un licántropo, la destrucción del mundo humano como el no humano sería reinado por la guerra, ya que esta persona no tenía una sola pizca de compasión por el contrario, aunque eso ha ido cambiando por con el tiempo, especialmente después de recibir un regalo de cumpleaños encantador, pero eso ya es después, antes de eso, los licántropos estaban detrás de él, en lo que nosotros seguíamos buscando, hubo una pequeña riña entre vampiros, mejor dicho, entre nuestra familia y los licántropos por ver quien unía a ese chico, ellos esperando la destrucción de la humanidad y nosotros pretendiendo evitarlo...
... Esa noche la luna brillaba en lo alto, grande, sublime, redonda, de aquel rojo escarlata que se aprecia en la mirada de varios de la familia, habíamos dados con la pista de donde se encontraba aquel chico, por orden del consejo que fueron avisados por Hinata e Ino, se ordeno que no debía caer en manos peligrosas, según la información que obtuvimos por el clan Nara, podríamos encontrarlo en las cercanías de esta ciudad, cuando por fin lo encontramos, no hubo tiempo que perder, tanto nuestros sentidos como el de nuestros enemigos en esta misión, los licántropos, intentamos traerlo a nuestros respectivos clanes, al mismo tiempo, lo que ocasionó que ambas sangres se mezclaran en su cuerpo, prevaleciendo la sangre inmortal del nuestro al haber entrado directamente en su torrente sanguíneo, la sangre de lobo aun sigue en sus venas pero sólo se activa cuando hay luna roja, por poseer tres clases distintas de sangre dentro de su cuerpo, su mente se volvió más turbia a tal grado que los días de luna roja tuvimos que encerrarle y encadenarlo para evitar una masacre...
... Esos impulsos asesinos aun sigues presentes, pero son controlados por un pequeño niño que tiene el cielo en los ojos, del cual desde hacía mucho tiempo he estado al pendiente, desde el hecho de que un licántropo rompió las reglas al enamorarse de un humano cuna, el hecho de que peleara con su manada para salvar a su mujer y a la vida de su pequeño, que cuando llegó fue demasiado tarde para ellos, la mujer a la que amaba fue asesinada a manos de un oso, cuya piel usaba como trofeo el lobo Minato, una promesa rota por parte de una aldea que ahora pereció y no a manos de los que se llevaron a su cachorro, sino en sus propias garras del licántropo...
... Por el momento vivimos una vida tranquila, cada uno de los miembros que conforma esta familia son necesarios para las cosas que nos depara el destino, hay que ser agradecidos a con Hinata, sin ella, esta familia que tanto se aprecia entre sí aunque no se demuestre demasiado no sería lo que es ahora, no sabemos que nos depare el futuro, no, mejor dicho, no quiero que sepan que nos depara el futuro, solo les pido, que mantengan esos lazos de hermandad que hasta el momento han estado forjando entre ustedes por siempre, ya que solo nos tenemos a nosotros..."
- Naruto... ¿puedes venir un momento a mi lado?... nos marchamos a casa... - la voz del mayor estaba cargada de un fuerte sentimiento que nadie supo expresar con claridad, realmente no sabían cual era su estado anímico, feliz, complacido, triste e impotente en cierta forma, el pequeño se aparto de las manos del pelirrojo para tomar camino a donde el mayor, cuando llegó a él, el peliplateado le estrecho en sus brazos, reprimiendo lágrimas al recordar las palabras de la peliazul, no había tiempo para eso, debían de tomar las debidas precauciones, impidió como pudo la salida de esas lagrimas traicioneras, tenía que mantener la compostura, cosa que logró.
- Kakashi-chichi... - murmuro regresando el abrazo, sentía que las palabras del mayor eran de tristeza, tristeza que transmitió en ese abrazo, mojando con lagrimas invisibles sus hombros, al separarse el rostro ecuánime que siempre le ha caracterizado, aquel relajado podía apreciarse a todos excepto al pequeño que aseguraba haber visto lágrimas derramarse por aquellos ojos dispar.
Naruto bostezo un tanto cansado, la tarde de compras, el llanto cuando recordó la mirada de Hinata, la historia con aquella dulce y tranquila voz que poseía el Hatake mayor, el abrazo que le transmitió mucha tristeza, todo el conjunto le había cansado demasiado, Sasuke le tomó en brazos, Naruto inmediatamente se acurrucó en el cuello del moreno olfateando el aroma que desprendía su amo y que tanta fascinación le causaba, rápidamente se quedo dormido en brazos de su dueño, Gaara se quito la chaqueta que llevaba en ese momento y arropo con ella al pequeño, Sai caminaba a su lado, le gustaba mucho el semblante que ponía el pequeño al dormir, el sol comenzaba a ocultarse y una victima más les esperaba en las mazmorras de su casa, para poder alimentarse con aquel líquido rojizo, vital para su permanencia en la tierra.
- Itachi... - menciono detrás de los más pequeños de sus hijos, el hermano mayor detuvo su paso, para que sólo ellos dos escucharan una conversación, que por el tono al nombrarlo no sería muy amena la conversación.
- ¿Qué ocurre padre, es acerca de Naruto?... - pregunto sin mucho interés aparentemente, cuando abrazó al rubio, el pelilargo pudo percibirlo, las lagrimas invisibles de un vampiro que llora desde el alma, algo que hacía mucho tiempo, se creía había olvidado o desaparecido, cosa que le intereso bastante. Kakashi ante esta pregunta asintió con la cabeza.
- Necesito pedirte un favor... esto es importante para nosotros... pero más para... - observó hacía adelante, donde sus pequeños caminaban con una pequeña y casi imperceptible sonrisa en los labios, Sasuke estaba apoyando su cabeza en la del pequeño, sintiendo aquella paz que tiempo atrás le había sido arrancada y que gracias al rubio estaba regresando a su cuerpo, Itachi siguió el mismo camino de su padre, suspiro.
- Sasuke... - la confirmación de su padre se hizo inmediata, sino hacían algo, pronto, muy pronto, cuando la luna se vuelva carmesí, un llanto se escuchara y de la ira del infierno mismo nadie se salvará, humanos, no humanos, el destino de lo que se mueve sobre la tierra en la que ellos habitaba dependía de la intervención oportuna del hermano mayor, el mas listo y erudito por el momento.
- ¿De que se trata?... - pregunto temiendo lo que estaba a punto de contarle, aun así, sea cual sea la petición de su padre, la cumpliría aunque su inmortalidad se fuera en ello.