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En las garras de la muerte... por Darkneko

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Notas del capitulo:

Hola, Hola ^u^ omatasetashimashita ^u^... me tarde un buen con la actualizacion y lo lamento... pero entre el trabajo que me dejaron en casa... en hacer a Adefesio  y la preparación de Icha Icha pues se me comió el tiempo un poquitín...

O_o? qué que es Icha Icha?... pues claro esta el libro de Jiraiya... nah... ya en serio, es el nombre provicional de una comunidad que estamos creando varias personas de esta pagina... no les puedo decir mas hasta que este terminada... bueno...

Anne... ya sabes que estos capitulos van por tu cumpleaños aunque es hasta el 16 pero creo que para esa fecha no tendre internet... ya que la persona a la que le rento la linea aun no me paga y me retrasare con el pago... posiblemente para el 15 ya no tenga servicio hasta después... asi que...

"O-tanjo bi omedeto goaimazu Anne-chan ^o^"

Como me pediste y como regalo y disculpa para ustedes... colocare actualizaciones de este fic unicamente... no exageremos... no sera hasta que termine... solo seran tres... dos que me pidio Anne por msn y 1 como disculpa para ustedes... espero les guste...

Naruto es propiedad de Mashimi Kishimoto...

Sin más... el capitulo...

     - ¡Sasuke-san!... Sasuke-san... no quiero... - gritaba Naruto corriendo por toda la casa mientras que Itachi le perseguía con una bata blanca y algo en sus manos que el rubio no quería ni ver cerca de él.

     - Detente ahí... Naruto... lo dijo padre... - le perseguía el moreno sintiendo que sus entrañas estaban ardiendo del coraje, el secreto que Kakashi le había confesado era de suma importancia para poder establecer el control de sus hijos cuando aquello sucediera, pero el ojiazul se rehusaba a cooperar y como el peliplateado mismo había pedido, aquello debería quedar como un secreto.

     - Ino... detenle... - alzo la voz Itachi al ver a la rubia con unas toallas que llevaba al baño, ante el llamado de uno de los señores de la casa, la rubia soltó las prendas de sus manos, se flexionó un poco sobre sus rodillas y coloco sus manos enfrente, estiradas,  haciendo un triángulo con sus dedos, enmarcando al rubio en él, con un suspiro y mucha concentración enfocó en su mira al pequeño, fue en ese momento que Naruto detuvo sus pasos.

     - Gracias... - susurro un tanto agitado retomando el aire el moreno, llevaba cerca de una hora corriendo para alcanzar al rubio.

     - ¿Qué ocurre  mi señor?... - pregunto la rubia colocándose de pie, sabía que una vez caído en su encanto no habría forma de despertar hasta pasadas algunas horas.

      - Padre me mando a hacerle estudios a Naruto, pero no coopera, en cuanto vio la vacuna salió corriendo... - respondió tomando al hibrido y colocándolo en su hombro para llevárselo nuevamente a su laboratorio.

     - Es normal que a los niños no les gusten las inyecciones... con permiso... - hizo una reverencia y marcho a juntar las toallas que momentos antes había soltado, fue en ese momento que la puerta de la entrada nuevamente se abrió, dejando ver al menor de los Hatake llegando con una bolsa entre las manos.

     - Me alegro de que Hinata te haya encontrado... eres de gran ayuda... - con estas palabras el mayor de los hermanos marcho.

     - Itachi... ¿a dónde llevas a Naruto?... - Sasuke parecía molesto, dejando en el suelo las compras, siendo estas recogidas del lugar por Kiba.

     - Padre me pidió que le hiciera un control médico, recuerda que él aún se enferma... quiere evitar que eso pase... - no le dio la cara a su hermano, si lo hacía probablemente le descubriría en su mentira, Sasuke no se inmuto, dejó que el mayor se marchara.

     - Buenos días Sasuke-san... - hizo una reverencia tomando el abrigo que aun cargaba encima suyo.

     - Ino... ¿Qué le hiciste a Naruto?... - pregunto recordando la escena anterior momento en el que llego, la rubia suspiro limpiando su frente antes de responderle con una sonrisa.

     - Es gracias a los poderes de mi clan señor... permiso... - hizo una reverencia nuevamente y marcho a terminar los  deberes que le quedaban por atender.

     Sasuke del mismo modo camino hacía la cocina para tomar un tentempié, después de esa pequeña pausa camino hasta donde se encontraba su padre como siempre, leyendo el periódico en la comodidad de su cama, acompañado de una pieza de pan dulce y una taza de humeante café.

      - Padre... - toco la puerta abriéndola levemente para ver a su habitante en su interior, el peliplateado cerró su lectura quitándose las gafas para leer colocando ambos en la mesita que descansaba cerca, presto atención a su pequeño y sonrió por su visita.

     - Adelante... - dio permiso con esa voz calma que siempre le precedía, ante este llamado el menor de sus hijos ingreso a su habitación,  sentándose como todos los de la familia a los pies de la cama.

      - Me han comentado que mandaste a hacer estudios a Naruto... ¿para qué?... - se aventuro a chocar sus orbes negras con las bicolor de su progenitor, quien le observó con  un deje de melancolía recordando las palabras de la ojiblanca, paso su mano por los cabellos del menor, mostrando una media sonrisa.

     - Es para el informe del consejo de los clanes, quieren ver si Naruto no tiene una enfermedad peligrosa y esas cosas... recuerda que él sigue vivo aunque ahora crezca un año por cada cien... - fueron las palabras del mayor.

     - Comprendo... - susurro el menor sin estar satisfecho con aquella respuesta.

     - ¿Tendremos problemas?... - cuestionó observando al mayor que en ese momento le abrazo intentando reconfortarlo, sabía a que venía esa pregunta, sabía que era por lo que él era.

     - Claro que no... ya verás que todo se resuelve en breve... - fueron sus palabras entre el  abrazo, duraron así por unos segundos, Sasuke necesitaba poder tener las ideas claras para que aquellos instintos asesinos no despertaran, la noche de luna roja se acercaba y no permitiría que el consejo o los licántropos se entrometan en lo que era la paz de su niño.

     Mientras tanto en el laboratorio del mayor de los hermanos el rubio permanecía sentado con la mirada ausente gracias a la habilidad de Yamanaka, mientras que Itachi colocaba los instrumentos necesarios para poder dar comienzo al favor que le pidió su padre, cierto era que le tomaría bastante tiempo poder completar el pedido y podría haber una posibilidad que aunque termine el mandato sería demasiado tarde, de todas formas no se daría por vencido tan rápido, sin importar que tuvieran que hacer con los menores cuando aquello ocurriera no decepcionaría a su padre y sobre todas las cosas daría la pelea por defender a su fase familia, incluso si eso significaba dar su cuerpo y mente, no le importaba en esos momentos ser destrozado y llamado traidor por aquellos a quienes ama, cosa extraña, puesto que nunca había pensado siquiera que en su interior albergará tales sentimientos que siempre eran para débiles e inútiles, cosa, que él no era, sin embargo, desde hace bastante tiempo, conviviendo con aquellas personas había prometido hacer lo que fuese por no destruir los lazos que los unían pensando que tal vez esa era su forma de agradecer y que, gracias a Naruto, hoy comprendía que era cariño fraternal.

     - Lo lamento, Naruto... - susurro tomando unas pinzas y un bisturí, con él cual hizo un ligero corte sobre su piel, una donde sabía que el pequeño podía aplicar saliva y sanarse como lo había hecho hace bastante, con él mismo y con Sai.

     El cuerpo del rubio se estremeció un poco más no hubo sonido alguno saliendo de sus labios, esa pequeña herida comenzó rápidamente a sangrar producto del corte, antes de atender la herida, aquel diminuto trozo de piel morena que anteriormente formaba parte del rubio fue depositada con cuidado en un frasco de una serie que se encontraban en la gradilla, después e taparlo para evitar que alguna partícula de aire le infectara, tomó la tinta y escribió encima la parte de donde le había sacado y a quien pertenecía, del mismo modo que la fecha en que se tomo la muestra.

     Se giro nuevamente al rubio observando el leve temblor que comenzaba a presentar el pequeño cuerpo delante suyo, se sintió culpable de provocarle dolor, pero era necesario para el futuro, uno que por experiencia propia, sabía que no podían modificar por más cambios que hicieran en el presente.

      Curó la herida, enseguida de aquello, con las tijeras en las manos corto un mechón de sus rubios cabellos y del mismo modo que el trozo de piel que anteriormente le había arrancado lo guardo en un frasco etiquetándolo, acto seguido con una jeringa vacía pinchó el antebrazo en la vena para poder extraer una muestra de sangre, podía ver con claridad como aquellos ojos azules derramaban lágrimas, por el dolor, por la impotencia de no poder moverse a voluntad, por el deseo de gritar que parase, que le dolía o que le incomodaba, pero no podía.

     - Solo unas cuantas cosas más y termino... resiste un poco más... - la voz de Itachi era suplicante, realmente una de las cosas que no quería ver era el sufrimiento en ese pequeño que había regresado a su mente recuerdos dulces y a la vez dolorosos de lo que era querer a un ser con todo y sin importar nada.

     Colocó el tubo de ensayo que contenía el elixir rojo del pequeño y cogió el siguiente instrumento, un hisopo, tomó las mejillas del pequeño con una mano, ejerciendo presión levemente para que abriese la boca, acto seguido, rozo el interior de sus mejillas del mismo que su paladar y su lengua, guardo la muestra y saco una jeringa con una sustancia espesa de color amarillo verdoso, que no dudo en suministrar al pequeño.

     - Esto es un poco de antibiótico, la presentación se acerca y tienes que estar en buenas condiciones... - en ese pequeño punto rojo que era la entrada de el agua coloco un algodón con alcohol, dio la media vuelta pero sus movimientos fueron detenidos por una pequeña, y en esos momentos, temblorosa manita.

     - Itachi-san... - susurro el menor con los ojos acuosos, el mayor sin poder resistir esa mirada le abrazo con fuerza, rogando porque  por una vez en lo que llevaba conociendo a Hinata se equivocara en su visión,  era imposible, imposible para él creer que semejante criatura, ahora dormida entre sus brazos, pudiera desaparecer de la noche a la mañana en menos de un parpadeo y lo peor de todo era que aquellos con pasados oscuros sucumbirían ante los hechos, no perderían a uno, perderían a cuatro miembros de la familia, por ello, debía darse prisa con el encargo.

     - Veo que saliste del trance de Ino... eres impresionante... - mostró una sonrisa mientras repartía caricias reconfortantes en la rubia cabellera.

    - ¿Impresionante?... - repitió.

    - Nadie puede salir del trance hasta pasadas cinco horas... saliste en dos... - se separó del pequeño quien comenzaba a estirar su cuerpo, quitando en los movimientos el dolor de sus músculos por permanecer en esa posición algún tiempo.

    - Ya recuerdo... Ino-neechan hizo algo con sus manos y... ¿qué fue eso Itachi-san?... - cuestiono observando al mayor después de imitar los  movimientos que había visto hacer a la rubia.

    - ¿Por qué no le preguntas a padre?... - fue su contestación, mientras tomaba por debajo de las axilas el frágil cuerpo que meneaba la cola y ocultaba un tanto nervioso las orejas en el cabello por los movimientos del mayor.

     - ¿Dónde está?... - pregunto alzando la vista desde el suelo una vez colocado en el.

     - En su habitación... vamos yo también quiero escuchar esto... - puso una mano en su cabeza y desordeno los cabellos en un gesto cariñoso que provoco una risa divertida por parte del pequeño.

     De este modo ambos caminaron de regreso a la planta superior, para Naruto era la primera vez que observaba lo que había debajo de aquellas escaleras que se encontraban detrás de una puerta prohibida para todos aquellos que no fueran señores de la casa; los pasajes oscuros le causaban algo de escalofríos, las paredes en finos ladrillos de adobe le daban al lugar aquel ambiente frío que, acompañado por la oscuridad, regalaban más que un mal presentimiento, las pocas habitaciones que presentaban en el sótano, contaban con gruesas puertas de metal oxidado, teñido por el rojo que desprendía el acero con los años, las cuales rechinaban de vez en vez, quizás por la posición,  quizás por los lamentos de aquellos que sucumbieron en épocas pasadas, quizás por los gritos de un terrible futuro lleno de dolor o quizás solamente por aquellas ratas que vivían en ese lúgubre lugar; no pudo evitar detener sus pasos al escuchar una de las habitaciones abrirse mostrando orgullosa su interior, en el cual se apreciaban tres amplias jaulas de metal reforzado pegas a la pared, podía ver las cadenas colgantes terminando en aros de metal, seguramente para afirmar al lugar a su presa, chocó contra las piernas del mayor quien sin mayor interés y mostrando una mirada angustiosa disfrazada de indiferencia cerró aquella puerta con candado.

     - Vamos... - susurro una vez terminada su tarea, tomando al pequeño de la mano para que no detuviera nuevamente sus pasos y se perdiera en el laberinto que era la planta oculta entre la tierra.

     Al abrir la puerta, la luz de la mañana les dio de  lleno en el rostro, por acto reflejo cubrieron sus ojos con el dorso de la mano, fue hasta el momento en que se acostumbraron a los rayos del astro mayor que pudieron ver a quien les esperaba con un poco de galletas y leche para el rubio.

     - No es bueno que después de que te saquen sangre para análisis te quedes vacío del estomago, puedes desmayarte... Naruto-chan... - susurro la peliazul mirando con tanto cariño al niño, mientras que sus pensamientos vagaban aquellas imágenes crueles del final de lo que fue un hermoso comienzo, temiendo por los habitantes de la casa y por el futuro de esa familia, tarde o temprano la muerte desplegaría sus alas, manchando con sangre las manos de muchos.

     - Arigato Hinata-neechan... - tomo las galletas y metió con premura una a su boca, cierto era que desde que se despertó no había ingerido nada, puesto que Itachi desde la mañana comenzó a hacerle los estudios médicos pero al momento de sacar el bisturí y las agujas el pequeño sintió miedo y comenzó a huir.

     - El señor junto con sus hermanos les esperan en su alcoba... - acto seguido la ojiblanca hizo una reverencia de respeto y se marcho a sus deberes.

     Itachi tomo el vaso de leche de entre las manos del pequeño para que pudiera moverse con facilidad, fue de este modo que marcharon con el peliplateado, al llegar a la habitación todos los presentes se les quedaron mirando; Sai observaba cada rincón de su cuerpo buscando alguna herida que no fuera provocada por agujas, sentado a los pies de la cama con las piernas flexionadas y sus manos unidas en los tobillos; Gaara olfateaba con discreción el aire buscando rastro en el ambiente que no fuera olor propio del pequeño del lado contrario al pelinegro, Kakashi en su lecho sentado en las piernas estiradas y los ojos cerrados pensando en las posibilidades de las preguntas en esa cabeza rubia mientras tanto el dueño legitimo se encontraba al lado de su padre, sobre la maca, abrió los brazos y el pequeño camino despacio meciendo la cosa de  un lado al otro deteniéndose unos pasos antes de llegar al lecho, cosa que le desconcertó un poco, pero se relajo al ver al pequeño.

     - ¿Quieren?... - pregunto a los presentes extendiendo las pocas galletas que le quedaban en las manos, los presentes dibujaron una sonrisa por el gesto y amablemente negaron el ofrecimiento del pequeño, acto seguido meneando la cola llego donde Sasuke y giro dándole la espalda y alzando un poco los brazos, señal que el moreno sabía que significaba, le alzo entre sus brazos y le coloco entre sus piernas.

     El mayor de los hermanos presentes dejó la leche en la mesita de noche de su padre y colocándose en a los pies de la cama, espero a que el pequeño hablara pero al verle pudo ver lo concentrado que estaba en las galletas del mismo modo que con las caricias que le repartía su dueño por el cabello, sus orejas estaban relajadas, haciéndose ligeramente hacía atrás conforme cada caricias, permitiendo que la mano de Sasuke pudiera moverse con facilidad su cola descansaba cayendo de la cama, se mecía de vez en cuando producto del sentir que le embargaba en esos momentos, suspiro.

     - Naruto... le ibas a preguntar algo... - le recordó, las orejas del ojiazul se irguieron trayendo los recuerdos de la rubia, del mismo modo que recordaba que Kakashi le había nombrado miembro de un clan importante, giro la cabeza al peliplateado a su lado y antes de preguntar algo, termino de comer la galleta que guardaba en su boca.

     - Kakashi-chichi... Ino-neechan hizo esto y luego yo no me pude mover... dijiste que era miembro de un clan... ¿Cuál?... - para el Hatake mayor esto solo significaba algo, dar a conocer el origen y el porqué de la existencia de la señorita Yamanaka en esa familia.

      Sasuke por su parte, se recargo en el respaldo donde se apoyaba su padre y tomo el vaso con leche, que al parecer, no había sido probado por el rubio, ante la mirada de todos que observaron aquello con extrañeza el moreno le dio de beber al rubio con ese semblante pacifico y cariñoso que solo mostraba al rubio.

     - Ino es miembro del clan Yamanaka mejor conocidos como Psiquis, su habilidad especial es dejar la mente del contrario en blanco a tal punto de hacer que el cuerpo no sienta dolor, normalmente este poder puede durar mucho tiempo, si está la familia completa se dice que pueden provocar que un gran disturbio pues su poder puede frenar por completo a sus enemigos... - comenzó su relato el mayor siendo observado por los presentes que le dejaron continuar, acomodándose mejor en su lugar.

     "El clan Yamanaka es uno de los tres principales, estos tres clanes podrían dominar al mundo usando sus poderes en conjunto, pero cada líder de clan esta empeñado en no compartir el poder..."

     - ¿Cómo?... - pregunto el pequeño interrumpiendo el inicio del relato.

     - Si combinan sus poderes no hay nada que no puedan hacer, el clan Yamanaka, el clan Hyuuga y el clan Nara... - al ver la expresión  durativa del pequeño preguntando sin saber cómo o qué exactamente, el peliplateado suspiro para explicar de la manera más breve.

     - El poder de ver el futuro de los Hyuuga puede prevenir de un ataque enemigo, el control de la mente de los Yamanaka detiene a los agresores sin perdidas de su bando y el poder de controlar los cuerpos a voluntad por parte del clan Nara es lo que les haría invencibles... pero son demasiado orgullosos y egoístas para compartir poder... - fue su contestación para poder seguir con su relato.

     "... El clan Yamanaka se ha reducido en número debido a las inseguridades que tenían  para con sus propios familiares, es decir, la codicia que les carcomía  no perdonaba ni siquiera a sus quienes son de su propia sangre a diferencia del clan Hyuuga que querían permanecer unidos para poder tomar control del mundo a través del dinero que obtenían vislumbrando el futuro, el clan Yamanaka exterminaba tanto a enemigos como aliados, dejando únicamente una corta línea sucesoria que consta de puras mujeres, las cuales se niegan rotundamente a dar final a la vida de las personas que se encuentran en el clan, especialmente si se tratan de sus hijas, por parte de la descendencia masculina solo quedan aproximadamente tres personas, entre ellas el padre de Ino, su hermano mayor y su primo...

     ... En aquel tiempo Hinata ya llevaba tiempo estando bajo mi cuidado y sirviendo junto con Shikamaru y Kiba en la casa como parte de los clanes asignados a mi cuidado; claro que las razones por las cuales Hinata preciso a la mas noble de esa familia siguen siendo de mi total desconcierto pero estoy felizmente de que fuese de esta manera...

     ... Las grandes habilidades de Hinata combinadas con las de Ino y las de Shikamaru ayudaron especialmente en las noches de luna llena, cuando la parte más oscura del menor de mis hijos despertara, una vez cada siete años, la noche en que la luna roja corona el cielo, logrando que el clan de los licántropos se volviera más fuerte por consecuencia de aquellos influjos lunares..."

     - ¿La noche de la luna roja?... - pregunto el rubio, todos le miraron para después clavar sus pupilas en Sasuke quien agacho la cabeza en respuesta.

     - Así es... la noche de luna rija la sangre dormida despierta causando una gran furia en Sasuke... muchas personas han resultado heridas y otras tantas muertas... - musito el mayor recordando todas las fases de la luna roja, aquel comportamiento agresivo y sus ojos fieros mostrando orgullosos el rojo fuego que ardía en aquellos orbes cada siete años.

      - ¿Y cómo ayuda Ino-neechan cuando eso pasa?... - pregunto mirando a Sasuke un tanto incrédulo, imposible que aquel ser que con tanto mimo le cargaba en brazos en ese momento hiciera semejante cosa, sin embargo, recordando la cacería a la que le llevaron, todo era posible.

      - Del mismo modo que tuvo efecto en ti... lo tiene en Sasuke... su cuerpo se mantiene estático, sin embargo, como la mente de mi hijo no se encuentra presente en ese momento, es necesario combinar las fuerzas de Shikamaru junto con las de Ino para que podamos controlar los músculos descontrolados por la furia y ponerlo en un sitio seguro hasta que la luna roja se marche a los primeros rayos del sol... - contesto, recordando la jaula en el sótano, aquella que estaba acompañada por una de cada lado, por encima de ellas entre las placas oxidadas del metal podía verse una placa con un  nombre en cada una y una fecha que aun no se cumplía.

     - ¿Qué tiene que ver Hinata-neechan en todo esto?... - la cuestión se debía a recordarle mencionar momentos antes al mayor de los Hatake.

     - Simple... las visiones del futuro que posee hinata nos dan la información de cómo y cuando se llevaran a cabo aquellos arranques, así evitamos que gente que no posee poderes como lo son Chouji o  Rock Lee no sean lesionados... - fue su contestación revolviendo los cabellos rubios para después palmar la cabeza de Sasuke.

    - Aunque esos impulsos desaparecieron hace meses... me pregunto porqué será... - su voz era juguetona, el moreno le apartó la mano un tanto molesto, era cierto que antes de que llegara Naruto solía matar a uno que otro sirviente por causas desconocidas, solo podía recordar que se molestaba de sobremanera, era en ese momento en que perdía la conciencia, cuando por fin salía de ese trance, el cuerpo de alguien nuevo, yacía en el suelo, desmembrado o clamando misericordia con la muerte.

   - No sólo él ha cambiado... - inquirió el mayor de los hermanos, los tres siguientes le miraron desconcertados y algo apenados, por lo que el peliplateado se echo a reír, no podía negarlo, ¿Quién hubiera imaginado que un pequeño hibrido lograra calmar los instintos asesinos nacidos por el rencor de la era cuando pertenecían al mundo mortal?... seguramente nadie.

     - Eso es cierto... pero me alegro que fuera de esta manera... la luna roja nos debilita y por ello tenemos a los fieles... para poder ser nuestros aliados contra nuestros enemigos naturales... los licántropos... - Naruto bajo las orejas y encogió su cola, acto que todos presenciaron sintiéndose extraños, una extraña mezcla de rencor por los lobos que seguramente merodeaban por las afueras de su casa en estos instantes y que sin duda alguna en la ceremonia de presentación a los clanes, habría algo más que un encuentro amistoso con  sus enemigos, Kakashi sabía que se declararía la guerra por la custodia de Naruto.

      - ¿Yo también seré enemigo?... - pregunto el rubio con la mirada clavada en las sabanas con las orejas gachas y su cola moviéndose de manera pesada, el peliplateado le cargo en brazos acurrucándole en un abrazo calido que el pequeño no rechazo, el silencio acudió sin ser llamado a la habitación del mayor, quien acariciaba las hebras rubias.

      - Claro que no... eres uno de nuestra familia... - le dio un pequeño beso en la frente.

    - Kakashi-chichi... ¿Ino-neechan hará algo asombroso en el futuro?... Hinata-neechan ayudo a la formación de la familia y me encontró... Ino-neechan también... - la cola oscilaba de un lado a otro con cuidado, mostrando una lejana alegría al recordar y revivir lo que se sentía tener a gente que se preocupaba por él, antes su madre que murió cuando era aun muy joven como para recordar con detalle su rostro y ahora la familia Hatake, que aunque sus hermanos tenían algunos arranques, seguían cuidándole y mimándole de vez en vez a su manera.

     - Pues si... Ino junto con Shikamaru me ayudarán cuando... - iba a advertir a sus hijos sobre los acontecimientos futuros pero el llamado a la puerta se hizo presente, con un leve "adelante" la puerta se abrió y ante sus ojos Temari se acercaba hizo una reverencia antes de hablar.

     - Señor la comida esta servida... - acto seguido y después de recibir la aceptación del mayor presente marchó cerrando la puerta tras de si.

     - Bueno... a comer... - ofreció una sonrisa a sus pequeños, no importaba lo que pasará en el futuro, ya que mientras él permanezca en este plano, los protegerá aunque eso le cueste la vida, el mayor de los morenos le observó seriamente, negando levemente con la cabeza, gesto que nadie más pudo presenciar mas que su progenitor, con esa mirada le decía que el decirles la verdad en este momento no aplacaría el destino, simplemente lo adelantaría cosa que Kakashi comprendió.

      - ¿Kakashi-chichi?... - murmuro el pequeño de pie junto a la cama del mismo modo que los demás esperando al mayor.

    - ¿Si?... Naruto... - mostró una sonrisa para tranquilizarlos.

    - ¿Qué harán Ino-neechan y Shikamaru-niichan?...  - cuestionó con esos orbes azules clavados en sus ojos dispar, coloco su mano en la cabeza del pequeño y revolvió los cabellos con gracia.

    - Enseñarte modales y español... a comer... - condujo a sus pequeños por su alcoba hasta la puerta esperando que todos salieran, Itachi quedo de último, Kakashi cerró la puerta tras irse los más pequeños, le miro de manera escrutadora antes de hablar.

    - ¿Terminaste lo que te encargue?... - pregunto el mayor con el semblante serio.

    - Si... tengo las muestras que me pediste... - fue la respuesta del moreno.

    - Bien... que esto quede en secreto... por favor... te encargo el resto...- abrió nuevamente la puerta y salió de la habitación después de tener la afirmación de Itachi, nadie debía enterarse de que sucedería más adelante.

Notas finales:

y bien O_o? alguien ya descubrio lo que esta planeando Kakashi?... o mejor aun... que sucedera despues?... bueno... les dare una pequeña algo larga pista... lo he estado diciendo desde comenzo el fic... asentando lo que pasara en las partes de los clanes... para tener la pista completa... es necesario ver el resto de los clanes... que solo faltan dos... el Nara y el Inuzuka... esten pendientes... a quien gane... pues mmm.... le diria que le mando a Adefesio versión Naruto... pero no creo que tenga para el envio n_nU... asi que les mando una foto de adefesio ^-*...

Gracias por leer y nos vemos en el siguiente capitulo, cuidense mucho, matta ne...


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