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En las garras de la muerte... por Darkneko

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Notas del capitulo:

Estos ultimos requisitos de Clan... el clan Nara y el Clan Inuzuka no seran descritos como los anteriores... pero siguen siendo parte de los clanes... por tanto tienen dos titulos...

La segunda parte del regalo de Anne...  ^0^ espero te guste...

Dato curioso...

El conejo común o conejo europeo (Oryctolagus cuniculus) es un mamífero del orden Lagomorpha, único miembro del género Oryctolagus. El término orycto viene del griego Ορυκτa2; (desenterrado, fósil) y Ορa3;σσω (orisso, cavar), haciendo referencia a las costumbres excavadoras características de ésta especie en estado salvaje, mientras que el término lagus significa estrictamente liebre.

Para descubrir el origen del nombre de la especie así como de su nombre común hay que remontarse hasta algunos siglos antes de Cristo. El conejo era un animal desconocido para los griegos y latinos de la Antigüedad que visitaron la Península Ibérica. El historiador griego Polibio (siglo II adC) lo describe por primera vez: Visto de cerca se asemeja a una liebre pequeña, mas cuando se le tiene en las manos se ve que es de forma muy diferente, y sabe también de modo distinto al comerlo; vive la mayor parte del tiempo bajo tierra.

Su nombre proviene del término íbero (o "prerromano", según la Real Academia Española) kyniklos (kΰνιkλoς), que después derivó al término latino cuniculus, y al español conejo. Era abundante en el paleolítico, a juzgar por los restos descubiertos en la Península Ibérica. En la actualidad, su área de distribución abarca el norte de África y toda Europa hasta Rusia, siendo introducido en muchos lugares del continente con motivos cinegéticos. A lo largo de la Historia también ha sido llevado al estado de Washington (Estados Unidos), Chile, Sudáfrica y Australia, donde los conejos cimarrones se han convertido en la principal plaga del país debido a la ausencia de depredadores y competidores naturales.

Se preguntaran que tiene que ver un conejo XD... pues preguntentle a Naruto :P...

Naruto no me pertenece es propiedad de Mashimi Kishimoto...

     - Muy bien  Naruto-kun... el puño un poco más arriba, cerca del mentón pero sin  tocarlo... - se escuchaba la voz de Rock Lee en una de las sesiones de entrenamiento que tenía con el pequeño.

     - ¿Así?... - pregunto al momento de soltar un puñetazo que fue recibido por el mayor son problemas, esbozo una sonrisa, ese pequeño aprendía rápido.

    - Si así está bien... ahora mueve un poco más los pies, intenta esquivar este golpe... - pronuncio mientras hacía una serie de golpes de manos uniéndolos con petadas para que el rubio los bloqueara o en tal caso escapara.

     - Naruto... deletrea licántropo... - se escuchó la voz cansada de Shikamaru quien vigilaba el entrenamiento, el ojiazul se descuido al escuchar al castaño y el puño de Lee se impacto sobre su mejilla, haciéndole caer al piso con estrépito.

     - Naruto-kun... ¿estás bien?... perdón creo que di muy fuerte... - le ayudo a incorporarse el pelicorto de grandes cejas.

     - Eso dolió... - se llevo una manita a su mejilla que comenzaba a inflamarse a causa del impacto, de sus ojos pequeñas lágrimas llenas de dolor comenzaron a salir, su cuerpo presentaba espasmos por tratar de calmar el llanto, pero le era imposible, el castaño se acercó al rubio.

     - No me has respondido... - menciono con  voz severa, la reunión de los clanes era en pocos meses y a Naruto le hacía falta aun mucho para poder ser presentado con propiedad, si las cosas seguían así, el mismo consejo se lo comería a pedazos en la reunión.

     - Shikamaru-niichan... duele... - comentó haciendo puchero, las cejas de Lee estaban alzadas en preocupación, se comenzaba a ver morada la zona, junto con los colores verde y amarillo que siempre estaban presentes en la zona amoratada.

     - Licántropo... deletrea licántropo... - volvió a repetir, entre hipos, aún sosteniendo su mejilla y con la mirada seria y un tanto resentida con el castaño respondió.

     - L... i... c... á... n... t... r... o... p... o...  ¿? - ante la evidente pregunta por haberlo hecho bien Shikamaru chasqueo un tanto molesto la lengua y con el libro que portaba en las manos, golpeo levemente la cabeza rubia del pequeño.

      - No me preguntes si sabes... responde con seguridad, no titubees en ningún momento, eso causa la muerte en ocasiones... - menciono cansado, suspiro dando la vuelta para ingresar nuevamente a la casa.

     - Naruto-kun... terminaremos el entrenamiento por hoy... tenemos que entrar a la casa para que te vean la herida... - murmuraba preocupado el pelinegro, sin embargo, Naruto meneo la cabeza a modo de negación.

     - Quiero entrenar un poco más yo solo... - aun con la mejilla hinchada y doliéndole mostró una sonrisa traviesa, Lee correspondió el gesto no muy convencido de esa decisión.

     - No vayas a tardar demasiado... hay que cuidar la mejilla... cuando este la merienda te llamo... - el pequeño asintió y sin más el moreno ingreso a la casa, Naruto permaneció unos segundos de pie en el patio, esperando estar completamente solo, cuando eso ocurrió, sus orejas se mecieron al sonido que había en los arbustos, sonrió complacido y marcho corriendo a donde se escuchaba aquello, meciendo la cola de alegría.

     - ¿Ya se fue?... - pregunto una voz entre los arbustos.

     - Hai... pensé que no vendrías... - articulo con dificultad por la inflamación en su rostro.

     - Sabes que me gusta pasar tiempo contigo... tienes la mejilla amoratada... ¿Qué ocurrió?... - pregunto colocando con delicadeza la mano en el rostro del pequeño.

     - Me distraje en el entrenamiento de ninjutsu... - fue su respuesta junto con una sonrisa.

     Desde la ventana de una de las habitaciones altas, un par de ojos verdes observaban al pequeño que se encontraba entretenidamente agazapado en los arbustos, meciendo la cola de un lado a otro animadamente, entrecerró los ojos con enojo al percatarse del aroma que se encontraba invadiendo el aire, un enemigo, a eso olía y se encontraba en el jardín, provocando a Naruto, cerró las cortinas y marchó al cuarto de su padre para dar la noticia de lo que había percibido cerca del niño.

      - ¿Qué es esa marca que tienes en tu cuello?... también las tienes en tus manos... - pregunto la voz curiosa con ese tono usado solo para el niño, quien al verse las muñecas pudo comprobar que los sellos se encontraban presentes, enmarcando su cuerpo con ese tono negro del mismo modo que las letras al final de cada aro en sus muñecas, sonrió complacido.

     - Es la muestra de que me quieren mucho... esta letra es la de Gaara-san, esta otra de Kakashi-chichi... - murmuro, se sentó en el suelo para despojarse de sus zapatos juntos con los calcetines que le cubrían los pies, mostrando al arremangarse un poco el pantalón, otros aros con nuevas letras.

     - Esta otra es de Itachi-san y de Sai-san... la del cuello no me la puedo ver... pero dicen que es la de mi dueño Sasuke-san... - termino feliz moviendo la cola de un lado a otro, por alguna razón que se refiriera a ellos con tanto cariño le sentó mal a la persona entre los arbustos, pues se escuchó un leve bufido de molesta.

     - ¿Tienes otra marca en algún otro lugar?... - pregunto nuevamente mostrando un poco de desesperación ante lo que observaba, intentaba tranquilizarse, podría ser que solo las marcas de la presentación inicial a la casa y no las marcas de lo que estaba temiendo.

     Naruto metido un momento colocando su manita en su barbilla, ¿otra marca?... recordaba cada una de las marcas que podía ver, la de sus muñecas, la de su cuello al verse al espejo, las de sus tobillos... había otra marca, ahora recordaba, una marca en su vientre con una estrella impresa en ella, sonrió complacido se sentó y llevo sus manitas al borde de su camisa, el mayor presente estaba desconcertado por ello  sin embargo permitió que el pequeño continuara su demostración, alzó de un tirón su camisa hacía arriba mostrando su dorso desnudo, el contrario abrió los ojos en sorpresa, no era solo su imaginación, esos inmortales le habían hecho una marca interna, con algo de desesperación tomo al pequeño por los hombros metiéndole al arbusto para comprobar el grado de marca, coloco al pequeño en sus piernas boca abajo y descubrió su espalda, alas blancas "Maldición" susurro para sus adentros en un pensamiento lleno de rencor para los dueños de la casa y próximos anfitriones de la reunión de los clanes, donde, estaba claro iría por ser el representante de su clan.

    - Niichan... ¿pasa algo?... - pregunto Naruto al percibir el mal humor que desprendía el contrario, quien al escuchar la voz del pequeño cambio rápidamente su semblante, le acomodo la ropa y le acarició con ternura los rubios cabellos.

     - No es nada pequeño... mira te traje un regalo... espero te dejen tenerlo... - hablo el mayor mostrando una sonrisa al pequeño quien devolvió el gesto, su cola oscilaba de un lado a otro y sus orejas estaban atentas a cualquier movimiento o ruido que delatara que alguien se acercaba, el contrario sacó de sus espaldas una pequeña bolsa de tela que se movía insistente.

     Naruto estaba expectante a lo que trajera dentro de la aquella bolsa, el contrario mostró una sonrisa y un orgullo en esas orbes azules que miraban al pequeño al momento en que desataba el nudo que traía la tela, metió la mano y aguardo unos segundos para ver los movimientos del rubio, sacó con lentitud la mano de la bolsa, Naruto abrió los ojos en sorpresa mostrando una amplía sonrisa en sus labios por lo que se le presentaba a la vista, no pudo evitar que su cola se meciera con alegría.

    Dentro de la casa, el ojiverde se encontraba con el patriarca aclarando lo que momentos antes, había sentido y lo que había percibido mediante el olfato, realmente eso no era una cosa de la que estar orgullosos y mucho menos podían bajar la guardia ante esto, lo más importante en el momento era que Naruto no tuviera más contacto con aquellos, ya que esto adelantaría sucesos desagradables.

     - Entiendo... - murmuro el mayor con los ojos cerrados, sentado en el sofá de la casa, dejando a su lado, la taza de café caliente que acompañaba la lectura del periódico matutino.

    - ¿Cuántas veces van en esta semana que pasa esto?... - pregunto de nuevo mirando serio al que era su hijo de mayor confianza.

    - Cada día después del entrenamiento con Lee... - fue la respuesta seca del pelirrojo, mientras que apretaba levemente los puños por el comportamiento taciturno de su padre.

     - Ya veo... Shikamaru... - dijo después de una pausa con esa voz calmada que comenzaba a desesperar levemente al ojiverde.

     - Llamo usted, señor... - se presentó a su despacho el castaño de coleta, al abrir la puerta e ingresar hizo una reverencia de respeto.

   - Despide al invitado indeseado y mete a Naruto... las clases con Lee las tomara en el sótano, no quiero que lo vuelva a ver... - la mirada era seria e irradiaba algo de enfado por lo que estaba sucediendo, si ellos comenzaban a hablar de más... era posible que perdieran al pequeño, cosa que en estos momentos no era muy útil, menos si contaba con tres de sus hijos fuera de control por la perdida del hibrido.

     - Como ordene... - hizo nuevamente una reverencia antes de cerrar la puerta y marchar al encargo que le habían encomendado.

    - ¿Por qué Shikamaru?... - menciono con enojo creciente, la voz de Gaara se presentaba en esos momentos como un rugido ahogado por la ira, el mayor tomo un sorbo de su taza para después observar a su hijo rechinar los dientes expuestos.

    - Chouji... - murmuro nuevamente, segundos más tarde el regordete hacía acto de presencia acompañado por Ino que al entrar hicieron una reverencia de respeto.

    - Llamó señor... - susurro el regordete, observando el cuerpo de Gaara temblar con furia, comprendía que era lo que tenia que hacer y antes de que el mayor dijera algo, le observó a los ojos para confirmar la petición en silencio.

    - Entiendo... con su permiso señor... - nuevamente  una reverencia antes de partir a un cuarto que se encontraba escondido, donde los aperitivos vivientes esperaban amordazados o atados que se les llamara, ya sea para ser liberados por descarte o para esperar su destino, que sin dudas sería la muerte.

    - Kakashi-sama... - murmuro la rubia preocupada sintiendo la energía demoníaca que despedía el pelirrojo.

    - Ino... ¿podrías relajarle un poco?... - pregunto tomando nuevamente un sorbo de café, ante la petición la rubia asintió y posicionando sus dedos, enmarco al pelirrojo, que mostraba ese brillo en sus ojos, en un cuadro para relajarlo; acto seguido, el verde de los ojos de Gaara regreso y éste se desvaneció cansado, siendo tomado por los brazos de su padre que le sentó a su lado.

    - Gracias... eres de gran ayuda... - le hizo una seña para que marchara a sus laboras, la ojiazul obedeció aquello y marcho con Itachi quien le había pedido algunas cosas para terminar los preparativos y comenzar de este modo, la siguiente etapa del plan de su progenitor.

    Pasaron algunos minutos y el cocinero regordete hizo acto de presencia, trayendo en sus manos una chica de cabellos negros que le miraba entre adormecida por las hierbas que le hizo tomar y asustada, aun conciente de donde se encontraba y que era lo que le pasaría a continuación, sin fuerzas para luchar o intentar escapar, sollozaba en silencio por su suerte; Chouji ingreso con ella y la colocó de rodillas ante el pelirrojo que la tomo sin cuidado por los cabellos negros, sus ojos opacados por el hambre le hacían actuar despiadadamente, ladeo con fuerza la cabeza de la pelinegra y acto seguido, encajo pesadamente los colmillos en la piel expuesta de su cuello, la chica ahogo un gritito de dolor por lo que pasaba estaba claro que quería salir corriendo, sin embargo, su cuerpo no se movía un ápice, comenzó a palidecer por la falta de fluido sanguíneo, sus ojos se fueron cerrando dejándose abrazar por la gracia de la muerte, fue en ese momento que las orbes verdes brillaron como siempre, salió de aquel trance hipnótico, separándose velozmente de la chica que caía en los brazos de Chouji, muerta.

      - Yo... no... otra vez... - susurro con pesar limpiando la comisura de sus labios, el peliplateado le abrazo para reconfortarlo, acariciando sus cabellos con cuidado.

     - No pasa nada... es tu sangre la que llama... - fue su contestación al oído del pelirrojo.

     - No quiero hacer daño... ya no... - la voz seria de Gaara se rompía por lo dicho.

    - Es normal, no te has alimentado de vida... - fue su contestación, Chouji mientras tanto sacaba cargando a la chica del cuarto dejando a ambos en el silencio que se había formado.

     En el jardín la manita de Naruto acariciaba su regalo, tan suave, tan frágil, tan callado, seguramente no tendría problemas con Sasuke, ya que su enojo era por lo ruidoso.

    - ¿Te gusta?... - pregunto el ojiazul mayor, el pequeño asintió varias veces con la cabeza.

    - Mucho... - contesto el pequeño, el sonido de la puerta al abrirse les alerto, pudieron observar a uno de los sirvientes que también era un miembro de los grandes clanes.

     - No comentes nada... si sucede algo... ya sabes... usa tu nariz y entra en el bosque... yo te encontrare... - acto seguido corrió a la espesura del bosque, perdiéndose de vista del pequeño.

    - Naruto... - la voz cansada de Shikamaru le llego a sus oído, salió teniendo su regalo entre las manos, con una sonrisa en los labios.

     - Shikamaru-niichan... mira... me lo re... me lo encontré... - menciono con una gran sonrisa en los labios, corrigiendo sus palabras al recordar lo que aquel hombre le había dicho antes, sin embargo, el castaño no le presto atención, solo coloco una mano en su cabeza, estaba buscando al intruso pero no se encontraba.

    - Muy lindo Naruto... ahora entra... - empujo levemente al pequeño dentro, que aun moviendo la colita animado, entro para mostrar el nuevo miembro de la familia, nombrado Nami-chan, al resto de los habitantes.

     - Tsk... escapo... solo hay dos razas que huyen ante la presencia de mi clan... los licántropos y los reptiles... esto se pondrá feo... - entro después de rascarse la cabeza, observando con seriedad a Naruto que mostraba contento a Nami-chan a Chouji, quien le llevo a la cocina para darle algo de comer.

     "El antiguo clan de las sombras o el clan Nara, conocido por poder controlar el cuerpo del enemigo a voluntad, hace siglos que esa antigua historia se cuenta, nuestros poderes fueron suprimidos por los miembros del consejo y fuimos separados, lamentablemente para el clan Nara, la extinción debido a la pereza se hizo presente, ahora yo,  mi madre y mi padre somos los únicos que quedamos... pero ellos... ya no pueden tener descendencia y si no tengo una pareja del mismo clan... desaparecerá, Tsk no importa como lo vea... nuestro clan se extinguió...  Sea como sea... tengo que avisarle a Kakashi-san sobre esto..."

     Marchó al despacho del mayor con esos pasos pesados que le caracterizaban, sus manos en los bolsillos de su pantalón, meditando una y otra vez, que haría o que pasaría en el futuro, después de estas visitas, cualquiera que fuera la respuesta, no sería nada agradable.

     - Señor... - tocó a la puerta, con un leve "adelante" se le permitió el paso.

     - El intruso huyo al sentir mi presencia... - declaro, el pelirrojo había marchado a su cuarto, así que esta información era confidencial.

     - Ya veo... ¿Quién crees que haya sido?... - pregunto aun sabiendo la contestación por parte del castaño.

     - Quien quiera que fuera, no son buenas noticias... - sonrió por acertar.

     - Shikamaru... ¿sabes porque les temen a su clan?... - cuestionó curioso, había escuchado rumores, pero aun no estaba seguro.

     - Controlan un gran poder, si nos apropiamos del cuerpo de uno de ellos, causaremos una masacre... así se extinguieron varios clanes... es por eso que nuestras habilidades fueron selladas para la pelea y ahora solo sirven como defensa o bloqueo... - fue su contestación.

    - Entiendo... bien puedes marcharte... - poso su atención a la ventana, el menor de sus hijos estaba llegando, pudo ver la tensión en su cuerpo, sus agudos sentidos habían percibido al enemigo, esto sería un problema.

     La puerta de la entrada fue abierta con estrépito asustando a más de uno cerca, Sai salió de su habitación luciendo ese delantal en el cual limpiaba sus pinceles, aun tenia la tablilla llena de pinturas y el pincel delgado en sus manos, una mancha de color azul marino asurcaba su nariz y una mancha roja su mejilla.

     - ¿Qué pasa?... ¿Por qué tanto escándalo?... - pregunto a su hermano menor, pero no obtuvo respuesta de su parte, Sasuke le hizo a un lado completamente cegado por la furia de saber que dentro de su casa ese olor también se encontraba impregnado en todo el ambiente.

     - Que carácter... - murmuro al verle partir.

    - ¿Qué sucede?... - hablo Itachi, Ino se encontraba detrás de él, traía una bata blanca y unas gafas, observó al hermano menor que seguía.

     - Esta molesto... pero no se porqué... - contesto el moreno encogiéndose de hombros quitándole importancia y volviendo a entrar a su alcoba para terminar la pintura que hacía.

    - No me gusta esto... - susurro antes de entrar nuevamente al sótano donde estaba el laboratorio, habían corrido al escuchar el ajetreo en la  entrada.

     Del mismo modo que la puerta de la entrada, la puerta de su habitación fue abierta con mucha fuerza e ira, haciendo que esta golpeara contra la pared, el rubio estaba en el suelo, observando a Nami-chan comer unas zanahorias que le había dado Chouji para que comiera, el conejillo blanco de ojos rojos corrió asustado por el grito y Naruto fue tras él, Nami-chan llego a pies del moreno en su carrera quien le miró con despreció, le agarro del pellejo como si se tratara de algo sucio, le acercó a sus fosas nasales para ver si le mentían, no era así, ese animalejo apestaba a la raza que más odiaba, entorno sus ojos al pequeño que tembló inconciente por esa mirada fría, meció su cola intentando calmar el enojo del mayor y sonrió con dificultad, sus orejas se escondieron en sus cabellos.

     - ¿De dónde lo sacaste?... - pregunto en casi un rugido.

    - Me... me lo encontré... - respondió en un susurro bastante cohibido, el mayor no le creyó.

    - No mientas Naruto... no huele a bosque... - sus ojos comenzaban a despedir el brillo rojo cual sangre que le precedía a la ira incontrolable que comenzaba a crecer en su interior, Naruto no respondió, lo que acrecentó sus instintos asesinos, tomó al animal por el cuello con una mano y la otra en el resto del cuerpo, el rubio se levanto asustado, no quería que hiciera eso.

    - Responde... - grito colérico.

    - Me lo regalaron... - se acercó a él para tranquilizarlo.

    - Por favor... - al acercarse, la furia de Sasuke aumento, arrojo al suelo al animal, cerro la puerta con un fuerte manotazo, era fácil de cerrarla porque se encontraba a sus espaldas, aun no entraba por completo a la habitación, Naruto estaba completamente asustado, los movimientos del mayor eran feroces y rayando en lo brutal, lo comenzaba a aterrar y las lágrimas en sus ojos eran la prueba de ello.

     Sasuke levanto al pequeño, olió su cabello, gruño un poco al hacerlo, sus ojos estaban encendidos por las llamas del infierno, alzo sin cuidado la camisa del rubio, en esos momentos no le importaba ser gentil, la ira le estaba dominando, su vientre, su espalda, todo Naruto olía a esa despreciable raza, dejo con enfado y brusquedad al pequeño en el piso que tomo su colita entre sus manos para poder calmar su miedo, cosa que no sirvió de mucho.

     El conejo nuevamente cruzo por las piernas del moreno quien lo volvió a coger por el cuello.

     - ¡No!... - se escuchó gritar Naruto a todo pulmón al momento en que  el pelinegro de ojos rojos halaba en direcciones contrarias el regalo que ese hombre momentos antes le había dado, demasiado tarde, la cabeza del conejo fue desprendida de su cuerpo y lanzada al suelo cerca de donde el pequeño se encontraba, cuando quiso tomarla, el pie del moreno la reventó, la sangre de Nami-chan le salpico en su rostro.

     - Maldición... - se escucho murmurar en una de las habitaciones,  todos los habitantes de la casa marcharon a correr al cuarto del menor de los Hatake, esperando que no se haya cometido una atrocidad.

    Naruto no respondía seguía mirando la sangre, mezclada con los pelos blancos, ahora teñidos de rojo, bajo el pie de Sasuke, siguió esa parte anatómica hasta dar con la cara del dueño, algo dentro suyo se rompió, no sabía bien que era, pero no deseaba ver la cara de ese hombre por un tiempo, sin dar tiempo de nada, corrió a la puerta, mientras sus ojos se inundaban por el agua salada y cristalina que eran sus lágrimas, abrió la puerta con rapidez, las nubes negras en el cielo comenzaban a dar sus lamentos, no paso mucho tiempo hasta que el agua comenzó a caer a cantaros, acompañando los sollozos del pequeño quien aventando a todos salió de la casa, sin calzarse los zapatos.

     - ¡Sasuke!... ¿pero que demonios te pasa?... - pregunto sumamente molesto Sai al ver el cuerpo del conejo que minutos antes Naruto le había presentado, observó el suelo, pudo ver las orejas debajo del pie manchado de sangre.

     El cuerpo de Sasuke quedó paralizado, su mano descendió con el cuerpo del anima entre ellas, el agarre se soltó, bajo la cabeza sumiso, ¿Qué había hecho?... ¿desquitar su frustración y desesperación con un animal indefenso?... recordaba la mirada llena de terror de Naruto, ese grito pidiendo que se detuviera se repetía una y otra vez en su cabeza, la luz de un trueno resonando fuera de la ventana se dio lugar, todos esperaron la reacción del habitante del cuarto, el cuerpo de Nami-chan cayó al piso resonando al rebotar contra la alfombra.

     - ¿Sasuke?... - pregunto el peliplateado aventurándose a entrar y colocarse al lado del menor de sus hijos, le tomó por los hombros tras ver que sus ojos se encontraban en blanco, mirando hacía al suelo, le meció levemente llamándolo insistente, fue en ese momento que las orbes negras hicieron su aparición, giro su cabeza a un lado y a otro buscando algo, la desesperación se podía apreciar, algunos de los sirvientes intentaron frenar la carrera del pequeño, pero no lograron atraparle.

    - ¿Naruto?... ¿Naruto?... - preguntaba buscando, al dar un paso, su pie chocó contra algo, descendió la mirada y allí estaba, el cuerpo muerto del animal que traía Naruto momentos antes, llevó sus manos a su cabeza... ¿Qué había pasado?, se pregunto mentalmente, imágenes de lo sucedido llegaron a su cabeza, empujando a su padre y a quien se interpusiera en su camino, corrió a la entrada, quizás podría darle alcance y disculparse.

     Abrió la puerta de la entrada y olisqueo el aire, nada, las gotas de lluvia se habían llevado el olor del rubio con ellas.

     A lo lejos perdido en el sendero del bosque, Naruto corría entre sollozos y  llanto, tropezó con una raíz que sobresalía  del tronco de un árbol, cayendo al fango, se recogió y alzo un poco el rostro siendo limpiado por la incesante lluvia, mientras elevaba aun más el tono de su llanto.

    - ¡Minato!... ¡Minato!... - llamaba entre lágrimas el pequeño, cerró los ojos con fuerza recordando los últimos momentos de Nami-chan; fue cuando dejó de sentir la lluvia sobre su piel, abrió nuevamente los ojos y allí estaba, el rubio de ojos azules que le visitaba de vez en vez en el jardín de la casa, sin pensarlo dos veces se arrojo a su pecho, limpiando en esa piel de animal que vestía su llanto.

    - Gomen... gomen... Nami-chan... Nami-chan... - repetía una y otra vez, el mayor con una sonrisa en los labios le acariciaba el cabello para tranquilizarlo, ahora tenía a su hijo y esta vez, nadie lo apartaría de su lado.

     - Tranquilo... no pasa nada... estoy contigo... hijo... - permanecieron abrazados hasta que el pequeño se cesó su llanto, era hora de regresar a casa, para Naruto, su nuevo hogar, sin saber que los vampiros, comenzaban la búsqueda por el hibrido.

Notas finales:

que les parecio? XD...

para todos aquellos que crean que esto es lo que Hinata vio en el futuro de Naruto... les digo XD... se equivocan XD... lo que vio Hinata aun no sale XD... ya lo verán... ya lo verán... bien nos vemos en otro capitulo... antes de que se me olvide... la ronda de tres... se volvera a hacer... si... tres... pero tres capitulos por fic... asi que les pido paciencia para dar la ronda completa...

Muchas gracias a todos por leer, nos vemos en el siguiente capitulo... matta ne.... ^u^

por cierto O_o?... alguien recuerda que dije algo a hacer a Adefesio?... bien... dejen se los presento... este es...

Adefesio ^u^...


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