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En las garras de la muerte... por Darkneko

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Notas del capitulo:

Hola a todos, perdón por el retraso :P... tuve algunos problemas en mi casa y otros tantos de salud, no es nada grave, espero poder actualizar pronto pues próximamente veremos el final de este fanfic que espero a todos les guste hasta el final XD... aunque estoy casi segura que no será así para todos y recibiré más de un review con bomba explosiva XD... pero bueno ^u^

Naruto no es de mi propiedad y no lucro con él, es propiedad meramente de Mashimi Kishimoto y todos los derechos están reservados, solo lo uso para entretenerlos...

Espero les guste...

Los invitados ya habían llegado a la casa Hatake, las sonrisas, las conversaciones amenas y los reencuentros no se hicieron esperar, todos se conocían, algunos tenían migas con otros clanes y eso les era beneficioso para todos, la comida por parte de Chouji era exquisita y satisfacía las demandas de todos, los sirvientes a sus órdenes seguían su ir y venir de un lado a otro ofreciendo bocadillos o algunas bebidas para los sedientos, los miembros del consejo conversaban amenamente en la gran mesa del centro, lugar donde se llevaría a cabo una prueba para el pequeño nuevo miembro de la familia vampírica.

- ¿Y… qué les ha parecido el pequeño Naruto? – cuestionó Sarutobi mientras bebía de su vaso.

- Parece saludable – acotó Tsunade con una sonrisa de lado, sorbiendo aquella bebida embriagante traída de oriente, favorita de la rubia de grandes pechos.

- Todos le aprecian por lo que se ve – Jiraiya observaba a los hermanos Hatake jugar con el pequeño, si éste caía, el más próximo le levantaba, Naruto sonreía mientras los demás siendo siempre tan reservados, una media sonrisa se formaba en sus labios.

- Kakashi-san ha hecho un trabajo maravilloso con esos niños… - La mirada de Iruka se perdía en los cabellos plateados del mayor de la casa, mientras sonreía tímidamente, aquella mirada roja y negra mezclada lograban que algo cálido en su interior.

- ¿No le dirás nada? – le sacó de sus pensamiento el anciano del consejo, sacando de sus cavilaciones al castaño quien avergonzado de su pensar negó con frenesí.

- Ka-Kakashi-san no tiene esos sentimientos… además… nuestras razas no se llevan para nada bien.

- Eso no debería importar, mira – Sarutobi apunto con su cabeza a las pláticas amenas que se llevaban a cabo.

Chouji como humano, platicaba alegremente con las sombras y los psique, del mismo modo que Naruto como hibrido se llevaba de maravilla con los vampiros y de vez en vez iba y venía de los licántropos a los vampiros, entregando algunas de las rosas arrancadas de los adornos de las mesas y entregándolas a cada una de las partes, alegando que era regalo de una u otra raza, cosa que por sus buenos oídos de ambas, sabían que no era cierto, pero en ese momento Naruto estaba neutro, no correspondía a uno u otro bando; abría que esperar la decisión del consejo.

- Lo sé… aún así… la distancia entre ambos es demasiado grande - en ese momento Kakashi había mirado al castaño y éste le había respondido con una radiante sonrisa, ilusiones perdidas y miradas lejanas, sus cuerpos eran separados por un gran muro, un muro invisible, lleno de rencor y odio.

Si bien Iruka era uno de los pacifistas que impedían que los licántropos comenzaran una cacería innecesaria, derramando sangre de inocentes, por el puesto tan importante que desempeñaba le era imposible el poder estar con él peli-plateado a pesar de ser un sueño anhelado, incluso antes de volverse inmortal. Al inicio le separaba mujer e hijos, más tarde, debido a que el mismo Iruka se había perdido en el bosque, fue atacado por un licántropo que comenzaba la madurez, si bien su carácter y apariencia no cambio del todo, tenía una cosa segura, que si trababa de acercarse a Kakashi, terminaría matándolo por su hambre, por su amor, por su ilusión, por aquella ambición.

Grande fue su sorpresa cuando al volverlo a ver, Kakashi ya era un vampiro; en esos momentos las distintas razas se encontraban en guerra, fue un alivio para él el encontrar a personas de otras razas que compartían la misma ideología, modo de pensar que optó al saber que su amor imposible era ahora su enemigo natural. Esa fue la forma en la que conoció a Sarutobi, el más antiguo y conocido de los vampiros, según se dice, es descendiente directo del primer inmortal que se alimentaba de sangre, al igual estaba el animalia Jiraiya y la psique Tsunade que usaba sus poderes en el campo de la medicina.

Desde ese momento podía estar cerca de esa gran persona por la que tanta admiración sentía sin represalias por las razas, sin embargo, por la jerarquía tan elevada que tenía, la distancia invisible que les separaba se incrementó, ahora no solo era por la raza, sino también por el papel que desempeñaba. Iruka tenía como consuelo, las reuniones como las que se encontraba en ese momento para poder acercarse a Kakashi, ambos juntos pero tan separados, que el pecho se emocionaba al mismo tiempo que se entristecía por ello.

- Dejando de lado a los tortolos… – comentó Jiraiya mientras tomaba de la cintura a su compañía femenina por ese día, mostrando una sonrisa amplia.

- ¿Cuál será la prueba para que Naruto pertenezca a Hatake? – terminó.

- Bueno esperaba que alguien aportara una idea, es la primera vez que una cría de lobos es criada por vampiros. – Sarutobi miraba alegre al grupo, esperaba que eso ayudara con las amistades entre las razas.

- Eso es cierto…


Mientras tanto, alejado de todos los presentes, escondido entre las sombras de los matorrales, se encontraba Orochimaru, sonriendo con esa gran boca, lamiendo sus labios con deleite mientras miraba el suelo, pendiente de sus súbditas que seguían arrastrándose entre los pies de los invitados, siseando sin parar, observando con esos ojos amarillos su alrededor, esperando, esperando la señal de su amo, el mismo momento en el que todos bajasen la guardia, morderían a diestra y siniestra infectando a todos con su veneno, una ponzoña capaz de lograr que la bestia más pacífica se vuelva una criatura salvaje, sedienta de sangre.

- Esto es perfecto, pronto el pacto entre clanes se disolverá gracias al hijo del lobo malcriado… nunca debiste enamorarte de la presa Minato – sus dedos comenzaron a hacer varios signos logrando que sus súbditos reptiles comenzaran a agitarse lentamente.

- La hora se acerca.


Mientras la familia Hyuuga tenía una discusión acalorada sobre el futuro de la hija principal, Hinata, quien negaba con frenesí la cabeza, no quería tomar parte del juego de su padre y aún así insistían en llevársela de ese lugar por su propio bien.

- Hinata-sama… he visto el futuro de este lugar y…

- Neji-niisan yo también lo he visto y es necesario que me quede en este lugar…

- Pero…

- No quiero formar parte de esto, dile a mi padre que la respuesta es no, ahora y siempre.

- Las cosas no son tan fáciles Hinata-sama.

- Neji-niisan… yo ya tengo a una persona que...

- Entiendo.

- Hinata – se escucho a sus espaldas, hasta ese momento había dejado que Neji se encargará de todo, pero era obvio que no había conseguido nada, esa forma tan recta de comportarse de Neji siempre le había sido un problema que pensó desaparecería con el tiempo, sin embargo, no fue así.

- Padre, por favor reconsidérelo, hacer esto no tiene sentido.

- Hinata, por muchos años hemos estado en las sombras de las demás razas, es nuestro turno de alcanzar la cima. No hay que interponerse al destino.

- Pero padre.

- Hermana, regresemos a casa, para ser felices como antes.

- Hanabi, no sabes lo que estás diciendo.

- Hanabi, tu hermana quiere que los vampiros y los lobos gobiernen por siempre.

- Eso no es verdad.

La mirada blanca de Hanabi se posó sobre su hermana mayor, estaba llena de rencor, su cejo se fruncía de manera excesiva, la misma que tiempo atrás había obtenido de su padre, al decidir que se marchaba para servir a uno de los clanes que más odiaba el mayor, pero ella lo había elegido por ser la mejor opción, para detener los planes avariciosos de su padre y para salvar la paz entre los clanes.

Hiashi no soporto que su hija se revelara ante su palabra, por ello, alzó la mano contra la mejilla de su hija, dejando una marca rojiza en la joven, quería seguir golpeándola hasta que comprendiera que esa era la verdad absoluta, su palabra era definitiva y le haría saberlo, Neji observaba a su prima ser golpeada por su padre, le dolía eso era cierto, pero no podía oponerse a las palabras de su tío, o él también probaría un poco de escarmiento, era demasiado arriesgado, debido a la posición que tenía en el clan, el castigo para él, sería algo mucho peor que una simple bofetada con todo el rencor que se puede sentir por alguna persona.

- ¿Pasa algo Hyuuga-san? – cuestionó Kakashi, interviniendo de aquel trato contra una de sus más preciadas ayudantes, la misma que predijo lo que esa noche pasaría, la misma que le ayudo a vislumbrar cada uno de los lugares donde sus hijos aparecerían, la misma persona apacible y callada que le dijo donde encontrar aquel precioso regalo, motivo indudable de aquella reunión, simplemente el maltrato sin razón no podía tolerarlo.

- Andando – ordenó Hiashi a Hanabi y a Neji, quienes observaron por última vez a Hinata, Neji bajo la cabeza, incapaz de pronunciar aquellas palabras que no serían correspondidas de la misma manera por su prima.

- ¿Te encuentras bien?

- Si, Kakashi-san… pero tuve una visión… hay que avisar al consejo de…

Las palabras se congelaron en su boca, parecía en trance, el mayor mientras tanto esperaba las palabras de la pequeña, su cuerpo comenzó a temblar sin control, era obvio que necesitaba ir adentro de la mansión y descansar, algo había pasado y no tenía idea si se debía a la intervención de su padre o al hecho de lo que acontecería, pero necesitaba que se recuperase lo más pronto posible.

- ¡Kiba! – llamó, el joven Inuzuka, marchó enseguida con el peli-plateado, dispensando su retirada con su familia, quien desde hace un momento mantenían los ojos abiertos en grande, alertas a cualquier sonido que fuese sospechoso, algo estaba comenzando, la pregunta fundamental era el qué.

- ¿Me llamo Kakashi-san? – observó a Hinata inconsciente en los brazos del mayor, lo que le alarmó bastante.

- ¿Qué le ocurrió?

- No tengo idea, lo más importante ahora es llevarla adentro para que se recupere, manténganse alerta, dile a todos los semi-mortales que entren en la casa y no salgan hasta que todo esto termine.

- ¿Todo esto?

- Lo que sea que pasará será peligroso para ellos, no sé exactamente que es… pero Hinata…

- Comprendo… ¡Shikamaru! – alzo la voz y enseguida el manipulador de las sombras de la casa, llegó a donde le llamaron, le pusieron al tanto de las noticias, al instante todas las personas que seguían vivas como Chouji y Lee se les ordenó que ingresaran a la casa y no salieran bajo ningún motivo.

Hinata fue llevada dentro y puesta en su alcoba, Kiba no deseaba regresar a la fiesta, no sin saber que le había pasado, Chouji entró a su lado con Akamaru entre sus brazos, el cachorro se encontraba inquieto, algo estaba pasando, le tenía alterado. Como pudo, el can bajó de los brazos del cocinero, subiendo sin autorización, a la cama de la joven, olfateando, olisqueando con su fina nariz la piel de la chica; se detuvo en un lugar específico, gruñó levemente, olfateaba nuevamente y se detenía a gruñir de nuevo, había encontrado algo.

- ¿Qué sucede Akamaru? – pregunto Kiba, quitando al cachorro para ver lo que había encontrado.

En su tobillo una mordida de serpiente, los castaños se miraron un momento, con todo el cuidado que habían tenido en el lugar, cómo podía haber una serpiente venenosa en el lugar, se preguntaron… recordaron que había unos invitados que eran acompañados por una serpiente, la más venenosa especie que conocían. Debían de avisarle a Kakashi de inmediato, era necesario actuar cuanto antes.

- Chouji… te encargo a Hinata… Estarás bien. Lo prometo. – besó su frente, mentalmente juró que se vengaría de la serpiente rastrera de ponerla en aquel estado, era momento de ponerse en acción.


Los invitados no sabían la gravedad de lo que sucedía; Itachi se encontraba con Naruto en los brazos, Sasuke había ido por algo de comida, tener a Naruto cerca le abría el apetito de manera voraz y no deseaba terminar cenándose a su mascota, simplemente le quería demasiado como para ser tan descuidado y provocar una desgracia.

- Itachi, vemos que te uniste a la familia Hatake.

- Así es Kisame, era el clan de vampiros más prometedor.

- Es una lástima Itachi-kun mmm, seríamos muy buenos compañeros mmm – aquella mirada azul le encantaba, su cabello rubio y largo, tal y como una chica, en ocasiones pensaba, sin embargo, no podía evitar leer en su mirada el deseo de destrucción, no podía negar que alguna vez quiso dejar el clan Hatake para irse a vivir con aquel rubio y su clan de agresivos vampiros, pero prefirió seguir sus investigaciones al lado de Kakashi.

- Lo sé, Deidara, pero como puedes ver, me necesitan – y alzó los brazos para que pudieran a ver a Naruto dormido un momento en los brazos del mayor de los hermanos, esa sería una decisión por la que nunca se arrepentiría, porque gracias a eso, estaba logrando hacer el mejor de los experimentos que la ciencia le permitía.

- Ya veo, cuando quieras ser parte de nuestro clan Akatsuki te estaremos esperando.

- Gracias por la oferta Pain, pero no la veo necesario.

- ¡Itachi-san! ¡Itachi-san! ¿Dónde está Kakashi-sama? – pregunta alterado Inuzuka, lo que despierta a Naruto y sorprende al mayor de los hermanos Hatake.

- Esta por el consejo, está tratando algo relacionado con la familia Hyuuga.

- Gracias.

Esto es terrible, sino puedo detenerlo pronto todos… Kiba estaba aterrado, olfateaba el suelo, escuchaba las hierbas menearse al pasar de algo, esto estaba mal, muy mal, tenía que informarle a Kakashi para que avisará al consejo, debían ser precavidos de lo contrario desataría la furia de los lobos y eso no sería bueno, las serpientes estaban bajo el mando del lobo dorado y no era bueno que se enojase a tal punto en que se transformará.

- Kakashi-sama lamento la interrupción… ¿Puedo hablar con usted en privado? – Kiba estaba sudando, parecía alterado por alguna cosa, su respiración era agitada y miraba a todos lados sin cesar, buscando algo, aunque el peli-plateado no sabía exactamente qué.

- Claro, si me disculpan… - se disculpo con el consejo, Hatake siempre procuraba la paz entre los clanes, quizás por su naturaleza de unir las cosas más extrañas del inframundo como familia o tal vez porque era perezoso y no quería mancharse las manos de sangre.

- ¿Qué sucede Kiba?

- Pues verá señor…

Kiba comenzó a contarle lo que había pasado con su familia, que estaba alterada por el olor de algún animal peligroso, los sabuesos que les acompañaban traían las orejas hacía atrás, en alerta y el pelo de la nuca erizado; también le comento del descubrimiento de Akamaru, aquella mordedura que traía en el tobillo Hinata, por lo cual había perdido la conciencia, esa no era una mordedura normal, era la mordedura de una solo tipo de serpiente.

- Comprendo, déjamelo a mí – dijo el mayor, marchando al lugar donde se encontraban los lobos.

Al verle, los licántropos se erizaron, estaban en posición de ataque, esperando la señal del alfa para arrojársele encima, Minato alzó la mano, pidiendo con aquella señal que aguardaran, las intenciones del vampiro no eran atacar.

- Minato-sama, me permite unos minutos por favor – pidió con amabilidad el inmortal, el rubio lobo se levantó de su asiento, con ese tono de elegancia y brusquedad que solo ese lobo podía poseer.

- ¿De qué se trata? Kakashi-san. – pregunto con una sonrisa en los labios, esperaba que el consejo diera comienzo a la presentación y prueba de su cachorro para comenzar con su plan, tenía que regresar a su hijo a la manada de nuevo, no quería verlo inmiscuido con esos asquerosos vampiros que desperdiciaban la carne y solo tomaban los jugos del interior de las presas.

- Pues verás…

Kakashi le explicaba con sumo cuidado cada uno de los acontecimientos que se fueron presentando, desde su llegada hasta la mordida en el tobillo de uno de raza pura, le explicó que la mordedura no era de una simple serpiente, del mismo modo que le pregunto si se trataba de algo en el que tuviera que ver, a lo cual el rubio de ojos azules negó con la cabeza.

- No tienen orden de hacer nada el día de hoy, es un evento muy importante para mi cachorro – mintió.

- Comprendo… debemos ser cuidadosos.

Kakashi le dio la espalda al rubio, no se confiaba de aquella mirada que le observaba fija a sus orbes bi-color, esos ojos no le decían para nada que estaba diciendo la verdad, los licántropos comenzaban a moverse y sería peligroso que lo hicieran en ese lugar, todos estarían en peligro, deberían de irse a otro lugar, uno alejado de las multitudes y de los que pueden salir lastimados, pero dónde… además no tenía la certeza de cuando comenzarían el ataque, con Hinata herida no tendrían la ventaja de las visiones, añadiendo que no obtendrían ayuda alguna de la familia Hyuuga, quienes por lo visto tenían sus propios planes y no concernían a los demás clanes.

- Señores… les parece bien si comenzamos con Naruto… algo está por acontecer y no es para nada bueno – Kakashi debía terminar pronto con la admisión por parte del consejo de Naruto, no deseaba que el pequeño se involucrara en aquello, si es que llegaba a ocurrir.

La luna en la cima de todos deslumbraba con su rojo fulgor, la sangre de los lobos clamaba victimas, los Hyuuga se marcharon poco a poco, no querían verse involucrados en el derrame de sangre, esta era la oportunidad que habían estado esperando y aunque su plan inicial, llevarse a Hinata había fracasado por la intervención del vampiro, aun tenían a Neji y a Hanabi para cumplir su ambición.

- Sasuke-san… ¿Por qué todos ellos tienen la mirada así? – inocente Naruto, mirando a la familia Inuzuka quien se comenzaba a agazapar para ser más fácil el defenderse, con uñas y dientes.

- Algo va a pasar…. Naruto escucha con atención y obedece – el rubio asintió con la cabeza sin saber porque la alteración de todos, los rostros de cada uno presente se veían rígidos, algo pasaría y no estaba seguro de qué, solo tenía ese presentimiento en el pecho que le decía que no era nada bueno.

- Cuando termines de hablar con esos señores de allá – apunto a la mesa del consejo – Quiero que te metas a la casa y no salgas por nada… regresaremos cuando podamos – aseguro.

Sasuke no quería que nada le pasara a Naruto, era tan pequeño, y era lo único que había traído luz a todo lo que él conocía, recordaba el olor de la sangre, el negro abismo de la nada donde el sonido no llegaba; y fue hace tiempo, cuando el pequeño llegó, que aquel cabello rubio, ese aroma a rosas y sus ojos tan azules como el cielo le regresaron a la realidad, no quería perderlo, no ahora que volvía a tener lo que perdió una vez hace mucho tiempo en el mismo bosque que los rodea.

Tomo la barbilla de Naruto, el pequeño le miró con atención, movió sus labios en una especie de susurro, pronunciando las palabras que nunca nadie más escucharía, Naruto abrió los ojos grandes, esas dulces palabras habían sido pronunciadas por su dueño, el mismo que se había adueñado de su cuerpo, mente y alma al momento en el que fueron presentados.

El moreno Hatake unió sus labios en un roce que fue presenciado por todos, Minato estaba cansado, harto de aquella actuación, crispo su lomo, le molestaba tanto que aquella repugnante criatura osara a tocar a su cachorro; su rabia se hizo mayor cuando Naruto rodeo el cuello del Hatake, acurrucándose en su hombro, era oficial, el primer vampiro en caer sería ese desgraciado.

- Naruto… ¿Podrías acercarte? Vamos a comenzar con la ceremonia del día de hoy, el tiempo apremia – comentó Sarutobi poniéndose de pie.

- Andando, ve.

- Si – bajo de los brazos del mayor, comino despacio, sintiendo la tensión que se estaba generando, en sus manos su cola se estrujaba nerviosamente, tenía miedo, no sabía que iba a pasar cuando ese anciano le llamó, las miradas de todos estaban centradas en todas partes excepto en su cuerpo lo que le daba algo de seguridad de lo que fuera que estaba ocurriendo no tenía nada que ver con él.

- Dime Naruto… ¿Cuántos años tienes? – cuestionó ahora la rubia.

Naruto puso sus manos al frente, movía sus pequeños y regordetes dedos contando cómo le había enseñado su mama y como le había enseñado Shikamaru, meneo su cola, ahora suelta de su agarre y mostro una sonrisa mostrando orgulloso sus dos manos contando en total ocho.

- ¿Te gusta tu nueva casa? – pregunto ahora Iruka mostrando una sonrisa, mientras sus orejas se mecían con cada ruido cercano, inspeccionando lo que fuera que lo provocara. Naruto asintió con la cabeza, mostrando un sonrojo en sus mejillas marcadas con esas tres líneas a cada lado.

- ¿Qué es lo que más te gusta? – ahora era el turno de Jiraiya quien miraba con una sonrisa en los labios el nerviosismo a contestar aquella pregunta, estaba avergonzado de responder aquello, aún sí, se armo de valor, observó al anciano y con voz segura dijo.

- Me gusta mucho estar con Sasuke-san… me gusta dormirme con él, siempre me acaricia aquí – apunto detrás de sus orejas – Y eso me hace muy feliz.

Estas palabras fueron demasiado para Minato que comenzó a transformarse en su forma más mortífera, ni hombre ni lobo, una mezcla entre ambos, logrando que el resto de la manada siguiera el ejemplo del alfa. Los rugidos comenzaron a sonar por todas partes, los lobos estaban molestos, la familia Inuzuka al instante se había unido con los canes y ahora una familia de quimeras se encontraba en guardia, listos para destruir a los lobos si fuera necesario.

- ¡Esto es solo el comienzo! – grito Orochimaru mostrando su lengua viperina a los presentes, enseguida un ejército de incontables serpientes emanaron del suelo, mordiendo a los lobos y dejando inconscientes a varios de los invitados, vulnerables a ese veneno.

- ¡Naruto! – gritaron al unísono Minato y Sasuke, demasiado tarde, los colmillos se habían clavado en su piel.

Los ojos azules comenzaron a teñirse de rojo y solo un pensamiento en su cabeza… matar a todo el que se le pusiera enfrente.
Notas finales:

Disculpen la tardanza y espero que haya valido la pena, pronto se acerca el final de este fanfic... con cual debería seguir? ustedes deciden... muchos de ustedes conocen mi perfil y han leido más de una historia mia... cual elijen para que continue con ella hasta el final?... solo quedan tres capitulos para el gran final... cuidense mucho y muchas gracias por leer... matta ne... ^u^


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