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En las garras de la muerte... por Darkneko

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Notas del capitulo:

Hola a todos, muchas gracias por todo su apoyo, bien, este es uno de los tres capitulo finales de esta historia que espero les este gustando... me disculpo de antemano por lo que leeran XD... las peleas no son mi fuerte y quizás este capitulo este enredoso porque son varias escenas, pero descuiden cada una tendra un descenlace, lo prometo ^u^... 

Bien, yo no gano nada al escribir este fanfic, todos los derechos de Naruto están reservados para Mashimi Kishimoto, creador original de la historia de Naruto... 

Disfruten el capitulo ^u^

Antes del capitulo... respondi los reviews del capitulo anterior como siempre que actualizo, pero hubo una respuesta que no se paso x3... perdón :p aquí el review ^u^:

Mey: TT_________________TT mi naru-kawaii!

Kimi: donde se metio orochiraro?!!! dejenmelo a mi que lo hago ceviche!!!!!! ¬¬

Mey: buaaaaa mi naru-kawaii tan bello que estaba con sasu-bastardo y viene orochi-jackson y me arruina la fiesta!!!!!!! T_____T

Kimi: te lo juro!!!! dejenmelo a mi y ni su madre podra reconocerlo!!!!!!!

Mey: T_T buaaaaa...O.o....iru-chan ama a kashi-sensei!!!! *w* mi ser felizzzz!!!!

Kimi: yo lo mato...lo descuart...O_O que dijiste de iruka?

Mey: que esta hasta el pelo por kakashi......¬¬....mira nii-san....baachan sigue siendo alcoholica!, sandaime sigue siendo un super abuelo!, y mi sensei sigue vivitoooooo *w* soy feliz!!!!!!!!!

Kimi: ¬¬ solo a ti se te ocurre de agarrar a jiraiya como sensei......-.-U

Mey: es mi idolo!!!!! *w* bueno claro esta ....despues de yondaime-sama.....^w^....

Kimi: eso me recuerda.....O.o....ese minato es un !@#$%^&*()!......

Mey: O_O nii-san........

Kimi: me saca de mis casillas....mira que tener a orochipepe como mano derecha...o era izquierda?...o.o como sea.....el caso es que eso de por si es malo....y el viene y de paso de pone de un energumeno en plena reunion con el concejo!!!!! ¬¬*

Mey: bueno nii-san hay que entenderlo....naru-kawaii es su bebe.....

Kimi: me importa un reverendo cacahuate! ita-chan! vamos a cazar loobos!!!!! a la carga mis valientes!!!!

Mey: ay nii-san.....en fin, darkneko esperamos que actualices pronto porque nos has dejado con una intriga grandisima.....es horrible.....no tienes idea de lo que es soportar a nii-san tratar de decifrar la continuacion de la historia....lleva como 25 versiones y ninguna me gusta.....T________T porfis darkneko...actualiza pronto...si????

 

MeY-cHaN & KiMi-KuN

(plus Ita-chan the Big Husky! XD)

aquí la respuesta ^u^:

Hola Mey, Kimi e Ita-chan XD:

Tranquila Kimi XD que Orochimaru no se saldrá con la suya, obtendrá lo que merece, ya lo verás. 

Si XD no podría dejar a Kakashi solito en el mundo XD... el no se fijaria en uno de sus hijos, recordemos que Naruto ahora es parte de su familia, y que mejor que Iruka *u* además XD así tendría una excusa para que los lobos quieran hacer un pacto de no agresión, no?

Jiraiya me cae bien XD, además de que quiere mucho a Naruto (en el anime y el manga XD) asi que necesitaba ser parte importante en la toma de decisiones sobre el futuro de Naruto *w*

XD Kimi se une a la caza de lobos XD, muy bien le diré a Kiba que te guarde un puesto, pero cuidado son de peligro en este capitulo :P

muchas gracias por leer, nos vemos en el siguiente capitulo (este XD), cuidense mucho, matta ne ^u^...

Una vez más me disculpo porque no aparecio u_u

bien =3 disfruten del capitulo.

- ¡Naruto! – gritaron al unísono Minato y Sasuke, demasiado tarde, los colmillos se habían clavado en su piel.

Los ojos azules comenzaron a teñirse de rojo y solo un pensamiento en su cabeza… matar a todo el que se le pusiera enfrente.

- No te acerques a estas cosas, ten cuidado – Kakashi cargaba en brazos al pequeño, en su manos la serpiente que se acechaba al hibrido se retorcía, intentando clavar sus colmillos en algo de piel, el veneno goteaba de su boca, Kakashi frunció el cejo, esa asquerosa alimaña casi maña algo sumamente valioso para su familia, cerró con fuerza la mano, partiendo al reptil por la mitad, la tiró con desprecio al suelo, aún se retorcía, no pudo evitar las ganas de partirle la cabeza con un pisotón.

Sasuke estaba aliviado, no le había pasado nada a Naruto, buscaba a la serpiente responsable de aquello, agudizaba sus sentidos lo más que podía, fijaba su vista en la espesura de la noche, sus oídos estaban buscando alguna pista de aquel asqueroso ser, no lo encontraba, las fosas de su nariz se movían con desesperación, quizás la sangre manchada que recorría por sus venas le sería útil en esta ocasión, nada; el olor de reptil estaba penetrado en cada uno de los invitados que luchaban contra la plaga reptil, frunció el cejo molesto, gruñó en tono muy bajo, debía encontrarlo, acabaría con él, le haría entender de una buena vez que sus cosas no se tocaban, y terminaría de una vez por todas con la plaga de la familia reptil.

La familia Inuzuka atrapaba a cada serpiente en su camino, pisándolas mordiéndolas, arrancándoles la cabeza con aquellos afilados colmillos, los canes que les acompañaban olfateaban y seguían el rastro de las serpientes, mientras que los bípedos terminaban el trabajo, las razas enemigas por naturaleza ahora se enfrentaban, el último y más poderoso de la especie contra la familia animalia, sin embargo la presencia de los lobos infectados con el veneno de la serpiente hacía que la tarea fuera un poco riesgosa.

- ¡Takuto! – el rugido del clan Inuzuka estalló a la nada, uno de los más grandes en la estirpe había caído presa de los licántropos poseídos, y ahora en el suelo era partido en pedazos por las fauces de los lobos, quienes saciaban su sed de sangre con el caído, la familia Inuzuka tomo esto como algo personal, debían detenerlos a toda costa, sin importar lo que pasará, vengarían al caído, mismo que había visto nacer y crecer a tres generaciones, el mismo que les había enseñado la mayoría de las habilidades necesarias, al igual que había formado alianza con el clan de los inmortales por primera vez.

Kiba mostró garras y colmillos con fiereza, sus ojos se tornaron de un amarillo brillante, la luz de la luna roja, brindaba el mayor poder a sus hijos nocturnos, beneficiando a la mayoría de los clanes presentes en el evento, era necesario mostrar la mayor fiereza posible para traer nuevamente la paz al lugar.

La madre, hermana y el padre de Kiba llamaron a su lado a sus fieles acompañantes, debían transformarse en su forma más poderosa, haciendo la unión entre hombre y can, los licántropos caerían y encontrarían con más facilidad a la serpiente responsable, la misma que les estaba alterando desde su ingreso al lugar; la misma que había mandado a callar a la pareja del más pequeño del clan.

Tsunade utilizaba todos sus poderes para recuperar a los caídos, no debía haber muertos en un evento como aquel, los heridos eran tratados con el mayor cuidado y eran llevados, por órdenes de la rubia, dentro de la mansión. Jiraiya mientras tanto protegía a su compañera en su labor, terminando con cualquier serpiente, lobo o criatura que intentará acercarse con la clara intensión de terminar con ellos.

Iruka intentaba dialogar con los lobos, pero era imposible, simplemente su voz no llegaba a sus conscientes, no podían reconocerles, todos los ojos brillaban con ese deseo insaciable de sangre, matar era su objetivo y motivo de vida en ese momento.

- Por favor, deténganse, esto no debe terminar así – rogaba separando a los licántropos, pero era inútil, nadie le escuchaba, sentía una opresión en el pecho que le quemaba, sentía que esto sería el final de la paz que había entre todos ellos, no podía reprimir las lágrimas que escapaban presurosas de sus ojos, esto sin duda abriría más la brecha que le separaba de su anhelado vampiro.

- Por favor… - Kuga, uno de los lobos más jóvenes, harto de las interrupciones de aquella molesta sombra que percibían sus ojos, se lanzó en un ataque en su contra.

Kuga mordía a Iruka en la base de su cuello, logrando que la sangre escapará en tiras, manchando a su paso la camisa que portaba, Iruka no regreso el ataque, seguía en su habla intentando calmar a sus camaradas, los ojos amarillos de Kuga se fijaron en él, ahora era una presa hasta que estuviera esparcida por el lugar en miles de pedazos. Las garras de Kuga atravesaban el pecho de Iruka, desgarrando la piel del moreno, sin embargo, Iruka no se defendía, sus mejillas eran manchadas por la mezcla de lágrimas y sangre; sin poderlo evitar cayó de rodillas frente a Kuga.

- ¡Muere! – rugió Kuga mientras alzaba la garra para dar un certero zarpazo que sería sin duda alguna mortal para el moreno; asustado por aquello, Iruka cerró con fuerza los ojos, esperando el ataque de uno de los último que vio nacer.

- Naruto, quédate aquí, enseguida regreso – Kakashi podía escuchar los lamentos de Iruka a lo lejos, una mirada fugaz revelaba el ataque al que era sometido, observaba con desesperación que el castaño no se defendía, su sangre hervía en rabia y su mente luchaba entre ir a salvarle y cuidar del bienestar de Naruto; sin embargo, al escuchar el ataque final del licántropo más joven, no pudo evitar intervenir, su corazón siempre estaba al lado de Iruka.

Iruka abrió lentamente los ojos al no sentir llegar el golpe de su muerte, quedó estupefacto al ver el cuerpo del Hatake sirviendo de escudo para su cuerpo, Kakashi sonrió, había llegado a tiempo para salvar al castaño, Iruka derramó unas lágrimas de sorpresa y terror mezcladas con alegría y esperanza; de la comisura de los labios del peli plateado unas gotas de sangre emanaron.

- Me alegro que estés bien, Iruka… - cerró los ojos cansado, cayendo de rodillas sobre Umino, quien le tomó en manos, aturdido, Kakashi no se movía, pensó en lo peor.

- ¡Kakashi!

El cielo comenzaba a teñirse de negro, en algunas de las nubes los truenos destellaban, anunciando que seguramente dentro de poco una fuerte tormenta caería sobre ellos, pero nadie sentía el frío en sus huesos, todos estaban enfrascados en la batalla, todos sentían el calor de sus cuerpos incrementarse con velocidad, los latidos de cada corazón palpitaban con fuerza, la excitación y el miedo de matar o morir, aquella pequeña brecha que les separaba de su fin era un mero instante.

Naruto apretaba con fuerza su cola, estaba aterrado, ante sus ojos una matanza más sangrienta que un día de caza para la familia se presentaba, era increíble lo crueles que podían llegar a ser todos aquellos a los que conoció hace tiempo, no sospechaba que el equipo que hacían Ino y Shikamaru fuera tan destructivo, Ino controlaba las mentes de los lobos para que se atacaran a sí mismos, mientras que Shikamaru evitaba que se movieran cuando el encantamiento de Ino desaparecía, justo antes de que el licántropo cayera en manos de su igual; Itachi, Gaara y Sai estaban completamente manchados de sangre, sus ojos brillaban con la excitación del momento, mostraban unas sonrisas medias y la sed insaciable de sangre, muchas personas ya habían caído en batalla, sus cuerpos se encontraban esparcidos por todo el lugar; un brazo, una pierna, una cabeza sin cuerpo y un cuerpo abierto por el abdomen, la sangre, los trozos de carne, los intestinos, globos oculares, miradas de terror, agonía; su pequeño cuerpo temblaba por aquello, retrocedía pequeños pasos sin saber qué hacer. Uno de los que estaban en la gran mesa, era atacado por uno de sus hermanos, no hacía nada, cuando le iba a pegar muy fuerte, su padre Kakashi intervino, la espalda de Kakashi sangraba mucho, más él no se quejaba, estaba tan cansado que se apoyo en el moreno, pero el hermano de él quería seguir peleando.

- ¡Te destruiré! – grito Kuga, Iruka protegió el cuerpo de Kakashi para que no fuera despezado en aquel ataque, sin embargo Kuga se detuvo repentinamente.

- No deberías descuidarte en medio de una batalla – Itachi había perforado el cuerpo de Kuga con su mano, la sangre que escurría de sus dedos al sacarlas del cuerpo sin vida del lobo, fueron probados con rapidez, mientras con la otra mano golpeaba el rostro de un lobo que corría por su compañero, rompiéndole el cráneo.

- Tsunade, padre necesita tu ayuda – el mayor de los hermanos arrebató de las manos del castaño el cuerpo de su padre y lo acerco a la rubia, quien puso manos a la obra para comenzar con su curación.

- Esto es mi culpa, sino me hubiera protegido él no… - Iruka estaba al lado de Kakashi, no podía evitar lamentar aquello, realmente había sido su culpa por ser tan torpe, por creer que realmente podría solucionar una guerra con palabras, ahora Kakashi pagaba las consecuencias de sus actos inconscientes.

- Deberías dejar de quejarte, si quieres que no sea herido más, pelea, es la única manera de calmarlos, ya no escuchan razón, ahora son simples bestias a manos de una serpiente.

- ¡Todo esto es tu culpa! – Millo, un licántropo que anhelaba ser la pareja de Minato, se dirigió hacia Naruto, todo era su culpa, Minato no tenía ojos para él, porque seguía atrapado en el recuerdo de aquella humana, todos los días espero con ansias el final de la mujer, no sabía que el engendro que había nacido de lo que el alfa había confundido como amor, seguía con vida, pero desde que lo descubrió estuvo esperando en las sombras para terminar con él, de esta manera Minato abriría los ojos y sería completamente suyo.

Naruto giró su cuerpo, observando con terror como un licántropo en su forma andrógina se acercaba a toda prisa hacía a él, sus ojos destellaban en un rojo intenso, asustado dio unos pasos hacia atrás, tropezando con el cuerpo de un caído, seguramente no volvería a ver a nadie de su nueva familia y aun no sabía de qué lo culpaba.

- ¡Muere!

Sai y Gaara llegaron al mismo tiempo, el moreno agazapado desde la espalda del lobo, había sacado su arma favorita de su estuche, aquella daga que siempre portaba en la espalda de su chaqueta, mientras que el pelirrojo proporcionaba un fuerte golpe en la nuca de Millo, rompiendo la vertebra en el impacto; sus colmillos se encontraban expuestos al máximo.

- El único que morirá serás tú – Sai respiraba agitado mientras se colocaba en pie, esta era la primera vez que una batalla tan grande se llevaba a cabo en su presencia, estaba ansioso, tendría muchos enemigos para destruir, sin embargo, no podía apartar la vista del pequeño.

Gaara lo alzó en brazos, Naruto se aferró fuertemente a su cuello, estaba aterrado. No podían abrir las puertas de la casa, pues sería una invitación para los enemigos de que destruyeran la casa, debería pelear con el pequeño en brazos.

- ¿Y padre? – pregunto Gaara carraspeando un poco la garganta, tenía que controlarse, la sangre esparcida por todos lados le llamaba a matar todo lo que se moviera, pero en medio de toda esta sangre se encontraba la luz blanca que emanaba el cuerpo de Naruto.

- Esta durmiendo allá – apunto donde Tsunade, comprendieron que había ocurrido, no podían dejarle todo a su padre, deberían encargarse de los lobos que quedaban y de Naruto.

- ¿Dónde está Sasuke-san? – preguntó preocupado, quizás estaba durmiendo como lo hacía en esos momentos Kakashi, el no verle le estaba dando un mal presentimiento.

Las nubes comenzaron a gotear levemente, llenando el lugar con charcos de sangre y lodo; Sai y Gaara buscaban a su hermano menor, Itachi se encontraba terminando con los enemigos que se encontraban en la casa, sin embargo, la gran batalla se había desplazado del lugar, los Inuzuka y la pandilla de vampiros Akatsuki se habían internado en el bosque, mientras perseguían a los lobos, Sarutobi dejaba inconscientes a los licántropos que se encontraban, pues no era su intensión exterminar a una de las razas, simplemente deseaba que todo esto terminara de una vez y para eso había una cosa segura, encontrar y detener a Orochimaru.

- Eres un maldito… ¿Cómo te atreves a darle la espalda al clan que te recibió? – Sarutobi había localizado a Orochimaru y ahora lo tenía acorralado, debió haber terminado con él desde hace mucho tiempo, aquella decisión de dejarle vivir había sido su más grande error, pero ese día lo enmendaría.

- Sarutobi, Sarutobi, todo te lo debo a ti, tu dime ¿Para qué quiero a unos asquerosos perros sarnosos si puedo ser el único más fuerte? – del suelo emergían serpientes que intentaban morder al mayor vampiro, pero el anciano lograba aniquilarlas con una sola mirada. - Que interesante – Orochimaru comenzó a reír por sus acciones. – Se ha vuelto una reunión muy activa, me encanta.

- Hoy terminará todo Orochimaru, no te saldrás con la tuya – aseguro el anciano, la serpiente le reto con la mirada, reía por aquello, puesto sabía que no había manera de derrotarle sin aquello, era una verdadera lástima que Kushina se hubiera llevado el secreto a la tumba con ella.

Sarutobi se volvió neblina para poder acercarse a la serpiente, sin embargo, fue detectado con rapidez por el viperino, si bien el combate cuerpo a cuerpo no era su especialidad, la serpiente podía manejarse sin problemas, todo gracias a los extensos combates y entrenamientos con los licántropos, una vez más le daba las gracias a Sarutobi por dejarle en las fauces de los lobos.

El bosque se volvió el campo de batalla, los lobos tenían la ventaja por el terreno, la familia animalia no se quedaba a tras estaban habituados a las zonas escarpadas y con obstáculos, pues casi siempre han habitado en las montañas, así que no había mucha diferencia en sus habilidades, sin embargo, lo lobos ganaban en número y fuerza, mientras que los Inuzuka eran hábiles, además de agiles, esquivaban casi sin problemas todos los ataques que los lobos mandaban; las mordidas, rasguños, rugidos y aullidos por refuerzos se escuchaban retumbar por todo el lugar. Los truenos comenzaron a estallar con más fuerza, la lluvia finalmente cayó, el sonido de las gotas al chocar contra el suelo y los árboles aturdía el sentido del oído de los Inuzuka quienes se vieron en desventaja por esto.

Akatsuki exterminaba a los lobos con placer, hacía mucho tiempo que no podían cazar a los licántropos sin ser reprendidos, era su oportunidad de cobrárselas todas juntas, ninguno de esas asquerosas bestias peludas quedaría con vida.

- Esto es muy divertido – Kisame blandía su larga espada, con la que hacía que las cabezas de los lobos salieran despedidas de su cuerpo.

- ¡El arte es una explosión! – Deidara usaba su arma predilecta, unas bombas caseras que él mismo hacía, las mismas que tenían formas extrañas, de animales o insectos, era maravilloso para el rubio escuchar el crujir de los huesos al calcinarse por el fuego de una gran explosión, para él no había nada mejor.

Pein por su parte, inmovilizaba a los lobos, alzándoles sobre su cabeza por el cuello, verlos retorcerse por la falta de oxigeno y apreciar su mirada vacía al quedar completamente sin aires era lo mejor, aunque también utilizaba el dolor de ser atravesados por palos o ser clavados en los árboles, obras dignas de observar según su pensar.

El sonido de las ramas al partirse con las pisadas les hacía ser más precavidos que los demás, los ataques podrían venir de cualquier dirección, era necesario encontrar al “engendro” y exterminarlo, quizás de esta manera Itachi se uniría finalmente a Akatsuki y juntos formarían un equipo invencible donde eliminarían a cualquiera que interfiriera en su camino, las reglas del consejo ya no importarían y el mundo estaría gobernado bajo su mandato, comidas sin fin y la gloria absoluta para los vampiros, finalmente estaría a su alcance en el momento en el que Itachi estuviera con ellos, no podían esperar.

Minato rugía con furia, su forma perfeccionada relucía entre los relámpagos, su cola se meneaba con desesperación de un lado a otro, sus ojos rojos eran lo único que se vislumbraba en la oscuridad de la nada; frente de él su enemigo, el único al que quería despedazar con toda seguridad, el desgraciado inmortal que se había atrevido a mancillar a su cachorro, tenía que matarlo y hacerlo mil pedazos aunque terminara muerto en el intento. En qué pensaba el alfa anterior al querer convertirlo por los influjos de la luna roja cuando era humano siglos atrás; no lo comprendía y seguía sin comprenderlo, para su mala fortuna ese joven era la victima de los inmortales y por azares del destino terminaron matándole al mismo tiempo, ahora aquel mestizo rondaba vanagloriándose de ambas sangres, era solo una mancha en la reputación de los lobos y su mayor enemigo desde que descubrió las atrocidades a las que sometía a su niño.

El lobo dorado lanzaba un mordisco con la clara intensión de lastimar seriamente a su oponente, pero éste, usando los sentidos del lobo, lo esquivaba con facilidad e intentaba golpearlo, sin éxito. Esto era simplemente frustrante para Minato, su ira se incrementaba con cada golpe fallido, la fuerza en cada intento aumentaba cada vez que era esquivado, en su cola se podía apreciar la desesperación de ese momento y en su cabeza solo una voz que cada vez gritaba más y más: “mátalo, acaba con él…” “mata todo lo que se te interponga en el camino” “mata” “mata”

En el interior de Sasuke todo comenzaba a volverse oscuro, comenzaba a sentir el ardor correr por su interior, no sabía que pasaba y en ese momento no quería saberlo, tenía que aniquilar a ese molesto lobo lo antes posible, quería tener nuevamente entre manos lo único que le daba tranquilidad a su existencia, deseaba ser tocado nuevamente por la luz que emanaba el cuerpo de su mascota; no sabía desde cuando la presencia de ese pequeño se había vuelto indispensable para su existencia, necesitaba sentir su calor, respirar su aroma, sentir sus manos alrededor de su cuerpo y escuchar salir de sus labios su nombre; pero ese estúpido lobo se interponía en su camino, el calor que Naruto había dejado en su cuerpo comenzaba a desvanecerse con el caer de la lluvia, la dulce voz infantil del hibrido se comenzaba a borrar de su memoria, deseaba sangre, tendría que matar todo aquello que se moviera.

- Tenemos que ir a donde está Sasuke, debo encontrarlo…

- Pero Kakashi-san estás herido.

- Sino nos apresuramos… será demasiado tarde – el peli plata se levanto con esfuerzo, su espalda escocía, Itachi había estado observando cada uno de los movimientos a su alrededor, sabía a dónde se habían marchado, Kiba a su lado corroboraría el camino, era necesario detener la batalla de Sasuke antes de que no hubiera marcha atrás.

- Iremos contigo – los tres miembros del consejo se alzaron con él, tenían que poner orden en lo que quedaba de los clanes, no deseaban más derrame innecesario de sangre, y si eran necesario terminarían con la batalla de una vez por todas.

- Shikamaru… cuida a los heridos, regresaremos cuando podamos – ordenó el Hatake al castaño, Ino a su lado asintió.

- Como ordene, señor.

- ¡No puedes conmigo viejo estúpido! ¿Por qué no mejor te rindes de una vez? ¡Soy invencible! – Orochimaru reía a carcajadas, Sarutobi respiraba con dificultad, la edad comenzaba a dejar estragos en su cuerpo, y prueba de ello eran las heridas que la serpiente había infringido sobre su cuerpo, sostenía su vientre con la mano izquierda mientras que la derecha buscaba algo en su ropaje.

- Esto está lejos de terminar Orochimaru – aseguro con una sonrisa en los labios.

- ¡Muere!

- ¿Gaara-niisan, Sasuke-san está bien? – Naruto se aferraba al pelirrojo con fuerza, tenía un mal presentimiento, sentía que si no estaba cerca de Sasuke en ese momento lo perdería para siempre.

- Ten eso por seguro.

- Sasuke no es tan fácil de derrotar Naruto-kun, así que no te preocupes por él, ¿De acuerdo? – Naruto asintió levemente la cabeza, no era como si realmente desconfiara de lo que Sai decía, pero simplemente no podía acallar la voz que le gritaba en su interior que llegará pronto con Sasuke o sería la última vez que lo vería.

- Al fin te encontramos – Pein observaba el cuerpo de Sasuke temblar con el pasar del tiempo, aunque eso no importaba, se encontraba solo, dejando de lado al enemigo que atacaba sin cesar, esquivando y siendo esquivado.

Se acercaron con cautela, no debían ser descubiertos hasta el último momento, cuando darían el golpe final a su víctima, ansiaban deleitarse con la sangre de tan extraño ejemplar, seguramente un mangar exquisito y finalmente Itachi formaría parte de ellos, el mundo les pertenecería a partir de ese momento.

- ¿Pero qué demonios…? – no supieron cuando fueron golpeador por Sasuke, sus ojos se volvieron rojos y sus colmillos sobresalían de sus labios, gruñía levemente, mostrando la furia que finalmente había invadido su cuerpo, todo a su alrededor debía ser destruido.

Los árboles caían con el golpe de su puño, un rugido emano de su garganta mientras el trueno estallaba a sus espaldas, finalmente su sangre sellada había despertado, el monstruo sediento de sangre había despertado, no había nada que hacer más que esperar el final.

Deidara intentó aturdirlo con una de sus bombas especiales, sin embargo, no causaron ningún efecto en él, como consecuencia de su acto, el rubio vampiro había perdido un brazo desde el hombro, sangraba y la pérdida de sangre le había dejado aletargado, Sasori se dio a la tarea de cerrar la herida con los hilos con los que amarraba a sus víctimas antes de degollarlas y lamer la sangre que de ellos emanaban.

Kisame intentaba acabar con él con su larga espada, sin embargo, era demasiado rápido y fuerte, su espada terminó partida a la mitad y Kisame lastimado del pecho y de la quijada, las garras de esa bestia eran algo de temer, deberían tener más cuidado la próxima vez, aunque se sentía indefenso ahora que su espada fue partida en dos. Intentó asestar un golpe con todas sus fuerzas sin embargo, fue proyectado contra un árbol con tal fuerza que perdió el conocimiento.

- ¿Quiénes son ustedes? – Minato deseaba explicaciones y rápido, Pein dio un paso adelante, su mirada estaba fija.

- Descuida, tú no eres el enemigo – dicho esto se enfrento a Sasuke cuerpo a cuerpo, los golpes eran recibidos y repartidos por igual, sin embargo la furia de Sasuke era más grande, termino siendo pisoteado por el Hatake menor.

En la mente de Sasuke todo era negro, y el olor a sangre llamándole, incitándole a masacrar todo lo que tuviera una gota de existencia, no era consciente de lo que esta sed de sangre podría desatar de un momento a otro. Minato por su padre observaba estático cómo los inmortales acababan con ellos mismos, captando una oportunidad para terminar de una vez por todas con el causante de todos sus problemas, aquel que nunca debió ser creado, Hatake Sasuke.

Sai y Gaara por fin llegaban a dónde su hermano se encontraba, espantosa escena encontraron al arribar al lugar, cuerpos ensangrentados tirados por doquier el olor a sangre y tierra se mezclaba con la lluvia.

Naruto observó a Sasuke estático, quieto en un solo lugar, podía observar la sangre que manchaba su cuerpo escurrirse con el correr del agua y sus ojos manchados en un tinte rojo, iguales a los de Minato que se acercaba sigilosamente a Sasuke, gruñendo por lo bajo, mostrando sus dientes que brillaban con el cruzar del rayo.

- ¡Sasuke-san! – Naruto tenía que llegar a donde Sasuke, tenía que ser tocado nuevamente por esas gentiles manos que le acurrucaban cada noche, deseaba que con ese toque todos sus miedos desaparecieran, así que bajo de los brazos de Gaara sin que éste pudiera hacer algo.

El viento estaba a favor de Naruto, por lo tanto ninguno de los contendores pudieron percatarse de la presencia del infante, el pequeño se acercaba cada vez más a su moreno dueño mientras que el lobo mayor preparaba sus garras para asestar un golpe mortal ahora que el vampiro había bajado la guardia.

En el preciso momento en que Minato saltó sobre Sasuke, Naruto brincó a su encuentro; Sasuke no le reconoció, comenzando el ataque; ni Minato que no pudo detener el ataque y mucho menos Sasuke que había visto la luz de Naruto al atravesar su piel con su mano pudieron evitarlo.

- ¡Naruto! – el lobo descendió la cola, observaba la herida tan profunda que le había infringido a su propio hijo, quien cayó en los brazos del vampiro que miraba aturdido a su mascota aún con su manos dentro del estomago del pequeño, la sacó suavemente, el pequeño no se quejó por el dolor que tenía, sus orejas se hicieron hacía atrás mientras su cola se meneaba solamente por la punta, alzó su manita para tocar el rostro de Sasuke, forzó una sonrisa, no lo había perdido después de todo.

- Sasuke-san… te… - no pudo terminar aquella frase, su mano cayó inerte, mientras sus ojos azules se opacaban por la muerte, Sasuke apretó con fuerza el cuerpo entre sus manos.

- ¡Naruto! – gritó con todas sus fuerzas mientras un rayo iluminaba el cielo nocturno.
Notas finales: Por fin no me tarde al publicar XD... es un milagro no?... deberia poner los datos curiosos XD... pero los dejare para el ultimo capitulo ya veran porqué *u*... ¿Qué tal les ha gustado?  Seguramente me querran matar por esto... pero descuiden aun no termina la historia... nos vemos en el siguiente capitulo, cuidense mucho, hasta laproxima, matta ne... ^u^...

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