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En las garras de la muerte... por Darkneko

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Notas del capitulo:

Konochiwa minna ^o^... para aquellas pervertidillas que gustan del shota (como una servidora :P) aqui les traigo una sorpresota... 3 lemon si bien no completos o detallados como suelo hacerlo... en un solo capitulo, cada uno diferente... también viene una pequeña explicación del porque este extraño comportamiento...

Naruto no me pertenece es de M. Kishimoto...

espero lo disfruten ^u^... y disculpen la tardanza...

     Corría por los pasillos, su cuerpo ya no dolía tanto, pero aun tenía presentes aquellos ojos rojos con que me miró su dueño “Hice algo mal… esta molesto conmigo…” pensaba mientras lloraba corriendo a una habitación que conocía bien, abrió la puerta pero no había habitante alguno en su interior. 

     - Es cierto… Kakashi-chichi aun esta de viaje… - cayó aun sosteniendo la puerta, fue cuando recordó las palabras que el peligris le mencionó cuando llegó a esa gran casa “Este es Gaara… cuando yo no este y Sasuke te lastime ten por seguro que el te cuidara… luego te mostraré su habitación…” esas palabras llegaron con las marcas que ahora eran inexistentes en su cuerpo. 

     Se limpió las lágrimas y los moquillos que comenzaban a salir por su nariz, dirigiendo sus pasos por todo el lugar hasta llegar a la puerta designada al pelirrojo, abrió un poco y lo encontró leyendo, sonrió al verle. 

     - ¿Puedo pasar?... – pregunto con su voz quebrada por tanto llanto, el pelirrojo alzó la mirada y le vio el rostro empapado en el llanto, le hizo pasar, le sentó en la cama sobre sus piernas mientras se desahogaba en su blusa azul marino de tersa seda que portaba el mayor. 

     - ¿Qué ocurrió?... – pregunto alzando el rostro del pequeño quien le miro por instantes, el cuerpo del mayor se tensó el ambiente de su habitación se estaba tornando un poco pesado, y su nariz estaba percibiendo un agradable y embriagador aroma, estaba perdiendo el control. 

     - Sasuke-san… Sasuke-san se ha molestado conmigo… - le confeso colocando sus manitas hechas puño sobre sus ojos para limpiar sus lágrimas que salían incansables. 

     - Debiste de hacer algo que le molestara… - comentó el pelirrojo tomando toda la fuerza posible, el aroma del pequeño que había percibido antes estaba mezclado con otro aroma que le provocaba que ciertas partes de su anatomía comenzaran a despertar y ese extraño deseo de estar dentro del ser más cercano comenzaban a hacerle sudar. 

     - No lo se… cuando llego comenzó a comportarse extraño… y después me desnudó… - explicó aun sin entender el porque del comportamiento de su dueño y ahora el ojiverde también estaba comportándose un poco extraño, sus manos temblaban y cerraba los ojos con fuerza como controlándose de hacer algo. 

     - Sasu… Sasuke… te toco… ¿Qué… que te hizo?... – pregunto entrecortado mientras que aquel aroma se hacía sumamente incitante, necesitaba terminar con todo eso, no quería hacerle algo al pequeño pero si no se marchaba pronto no podría salir de eso. 

    - Me metió algo por el trasero… me duele poquito… - los ojos de Gaara se abrieron ampliamente, ahora entendía que era lo que había pasado, chasqueo los dientes no había otra forma. 

     - Déjame revisarte… - comentó con un tono de voz diferente, Naruto le observó intentando descubrir si seguía siendo el mismo pelirrojo cariñoso que le curó su dedito la vez que Sai fue castigado. 

     Gaara tomó al pequeño y lo bajo de su regazo, no pronunciaba palabra alguna, solo quería verificar sus sospechas, llevó sus manos a los pantalones que anteriormente Sasuke le había puesto al pequeño e hizo que apoyara las manitas en la cama, si fuese posible que se recostara en ella dejando el trasero al aire. 

     Descendió los pantalones junto con aquella prenda interior que eran sus boxers blancos que llevaba debajo de los pantaloncillos color crema que le puso el moreno, los rasguños, moretes en forma de dedos un tanto grandes para ser del pequeño, las marcas de unos chupetes en las caderas le alertaron, con algo de miedo tomo los glúteos del pequeño y los separó, trago en seco cuando una sustancia blanquecida salió debido a la presión, el aroma fue incrementándose no pudo contenerse, antes de perder el control de su cuerpo susurro una palabras mientras subía al pequeño a la mullida cama. 

     - Perdón… - fueron sus últimas palabras, se trepó en la cama ejerciendo algo de presión sobre la cabeza rubia para que no escapara, mientras que con la otra desabrochaba el botón y descendía con rapidez la cremallera, liberó su miembro completamente erguido desde hace tiempo y con un solo movimiento se introdujo en el cuerpo del infante que solo pudo apretar los dientes intentando no gritar por el dolor que eso le causo. 

    Los movimientos de caderas comenzaron, Naruto se aferraba de las mantas mientras que en su mente unido a las lágrimas una pregunta se hacía constante “¿Por qué… porque otra vez?”… dicha pregunta no tenía una respuesta o por lo menos no la tenía en el momento, solo esperaba que no le lastimaran más el cuerpo, deseaba haberse quedado en el cuarto de Sasuke, por lo menos él era su dueño era normal que le tratara de esa manera. 

     De los ojos de Gaara las lagrimas comenzaron a descender, incapaz de detener su cuerpo de aquellos lastimeros movimientos, en sus ojos un brillo amarillo se apreciaba, Naruto les pudo ver, era lo mismo que le había pasado a Sasuke y comenzaba a pensar que era por su presencia, su trasero le escocia y su colita se encontraba enroscada entre sus piernas mientras que las orejas hacía atrás por el dolor que sentía, los dientes apretados y los ojos llorosos que suplicaban terminara de una buena vez. 

     Algunos movimientos de cadera y aquel brillo amarillo que había perdido las orbes verdes comenzó a opacarse con un fuerte gemido mientras que el contenido blanquecino era derramado en el interior del ojiazul, los ojos verdes hicieron su aparición, derramó una lágrima más de cada ojo, mientras separaba las manos del infante librándolo de aquel doloroso agarre, salió de su interior, dejando ver aquel hilillo de blanco semen escurriendo por la entrada del menor quien respiraba agitado y su cuerpo envuelto por los espasmos de dolor y del llanto entremezclado. 

     Naruto viró el rostro para verle, se encontraba de pie, mirando lo que acababa de hacer, negando con la cabeza, una lágrima descendió otra vez por su mejilla, cerró fuertemente los ojos, no se atrevía a mirarle a la cara, con movimientos torpes se acomodo sus ropas y salio corriendo de la habitación. 

     - Gomen… Naruto… yo no… - fue lo que se escuchó mientras le dejaba solo, él pequeño se irguió de la cama y corrió tras el pelirrojo. 

     Quería decirle que no importaba, que lo único que quería era saber, saber porque todos se comportaban extraños con él, porque todos le hacían eso, pero nadie estaba para responder a esas preguntas, no le importo el hecho de que saliera únicamente en camisa, solo quería llegar a donde el pelirrojo y pedirle perdón, por su culpa había llorado y por su culpa había hecho algo de lo que no se sentía a gusto, lo pudo ver en el temblor de sus ojos y en los sollozos mezclados con gemidos cuando le penetraba, sin darse cuenta, en su búsqueda llegó a la biblioteca. 

     Siempre silenciosa, siempre con algo de oscuridad, se interno en ella buscando al pelirrojo, más no encontró a quien esperaba, sentado en uno de los sillones que en la biblioteca se esparcían se encontraba un moreno con un libro entre las manos y sus gafas para leer puestas, observando con atención el libro iluminado por una lámpara cercana al asiento donde se encontraba, Naruto permaneció en el marco mirándole, el moreno olfateo delicadamente el aire y sonrió. 

     - Así que Sasuke no pudo contenerse… vaya chiquillo tan tonto… Naruto ven aquí… es mejor que terminemos esto rápido… - mencionó mientras se quitaba las gafas de lectura y las dejaba acomodadas en su estuche, el cual coloco en aquella pequeña mesa al lado del sillón del lado contrario a donde la luz de la lámpara llegaba, junto con el libro cerrado cuidadosamente y con el marcador en la hoja que se había quedado para seguir leyendo más tarde. 

    - ¿Cómo supiste que…? – el mayor no le permitió terminar su pregunta comenzó la explicación de sus acciones. 

     - ¿Qué estabas allí?… fácil… el olor que desprendes gracias a las cosas que Sasuke te puso en la comida tiempo atrás aun están en tu cuerpo y el hecho de que te esta escurriendo algo del trasero demasiado tentador, cabe decir… es algo que no se puede simplemente dejar de apreciar… - le dijo mientras colocaba su rostro en uno de los dorsos de su mano apoyada en el brazo del sillón envuelto en tela de rojo color. 

    - Aparte de Sasuke… ¿quien te ha tocado?… -  pregunto y sin esperar respuesta, toco con sus dedos índice y medio la entrada del rubio quien cerro los ojos por aquella sensación al sentir los fríos dedos en su trasero, inmediatamente se mancharon de la reciente eyaculación la esparció por las longitudes de sus dedos y la dirigió cerca de su rostro, sonrió al descubrir a quien pertenecía. 

     - Ah… fue Gaara… con razón puedes moverte aún… - dijo con sonrisa el mayor dejando más en duda al pequeño que le miraba interrogante buscando una explicación. 

     El mayor suspiro cansado y atrajo hacía sí al pequeño que se dejaba hacer, sabía que Itachi era de cuidado, varias veces Kakashi se lo había advertido y también una que otra sirvienta de la casa le había dicho que tuviera cuidado de no hacerle enojar porque si eso ocurría no saldría vivo de esa odisea. 

    - Lo que Sasuke te hizo a sido una marca interna… - comenzó a explicarle mientras le acomoda sobre si y descendía la cremallera de aquellos pantalones de vestir negros que poseía. 

     - ¿Marca?... – pregunto siendo alzado por los brazos, por inercia abrió las piernas para sentarse en las piernas del mayor que continúo. 

     - Así es una marca, como la que te hicimos al principio… te explicare aunque no creo que lo entiendas… - le dijo mientras su miembro se erguía orgulloso por ese agradable aroma un poco más sutil que cuando el pelirrojo fue visitado por el pequeño. 

     - El semen de Sasuke… el semen es… bueno esto… - le dijo nuevamente mientras que apretaba un poco el trasero del menor para sacar un poco de la blanquecina sustancia que aun se encontraba en su interior, el rubio la observó con algo de vergüenza, aun sin saber que era o para que servía. 

     - El semen de Sasuke por ser su primera vez es un fuerte afrodisíaco para los miembros de la familia, actúa solo por 48 horas, en otras palabras dos días… lo más recomendable era que hubieses permanecido en su cuarto durante esos días, pero al parecer por lo gritos de hace unos momentos te corrió de su habitación… ¿cierto?... – el pequeño asintió y el mayor tomó sus caderas y comenzó a hundirse en el interior calido del pequeño soltando un pequeño gemido de gozo por el acto, hacía mucho tiempo que no sentía su hombría en una cavidad tan caliente y estrecha, se acomodo un poco para que fuese mas placentero para él y continúo su explicación mientras mecía al pequeño de arriba abajo y de adelante hacía atrás. 

     - Ha… hai… - decía entrecortado mientras que comenzaba a sentir caliente todo su cuerpo por aquellas acciones, ya no le dolía tanto como al principio, pero no se atrevía a ver al mayor a la cara, pensaba en solo una cosa “Sasuke seguirá enojado conmigo…” inconcientes gemiditos por los movimientos salían de sus labios, haciendo compás a los del mayor. 

     - Fuiste con Gaara por petición de nuestro padre, pero él tampoco pudo contenerse… ¿observaste sus ojos?... ¿Qué percibiste?... – pregunto ejerciendo un poco de presión en sus caderas para hacer las penetraciones más profundas, seguido del acto gimió un poco mordiendo el labio inferior para que no fuera muy escandaloso. 

     - Hai… es… estaban… diferentes… vacíos… como… ah… como si fueran otras… pe… personas… - le estaba doliendo pero no lo suficiente para comenzar a gritar, sus ojos permanecían cerrados y su respiración se agitaba mientras intentaba recuperar el aire que salía de sus pulmones por los golpes a las caderas del moreno quien gemía y jadeaba bajito continuando con los movimientos de cadera del rubio autodirigidos. 

     -  Es por el olor y la posición que ellos están emprendiendo en tu vida… uno como tu dueño y otro como tu cuidador… cada uno por el simple hecho de querer de esa manera no pueden controlarse… en mi caso… como el olor de Gaara se mezclo con el de Sasuke el efecto de afrodisíaco no es tan fuerte por lo tanto no pierdo el control de mi cuerpo… con Sai pasara igual… - le comentó el moreno mientras hacía los movimientos más rápidos porque así lo podía su hombría. 

    - ¿Sai… t… también?... – pregunto sintiendo como el aire le era insuficiente para llenar sus pulmones. 

     - Si quieres que esto termine rápido te sugiero que vayas de una vez y después te des un baño para que todo el olor se mezcle bien y no vuelvas a tener este tipo de problemas… - mordió con mas fuerza su labio inferior y ahogo un gemido cerrando los ojos cuando el orgasmo alcanzo su desenlace, en su cuerpo tres nuevos olores cada uno diferente y cada uno marcándole de diferente manera. Salió del cuerpo del infante y con una nalgada suavecita lo saco de la biblioteca. 

     - Gracias… luego lo repetimos… - le dijo con un tono de voz diferente regalándole una sonrisa, primera desde que llegó a la casa que el moreno de largos cabellos le regalaba, la puerta de la biblioteca se cerró. 

     Naruto se sentía confundido, ya no quería saber nada más, su trasero le dolía demasiado, en un solo día tres miembros diferentes habían penetrado su cuerpo sin que el pudiera detenerlos o sin saber el siquiera el porqué, Itachi ya le había explicado, pero las palabras que uso no eran algo que el conociera y eran cosas demasiado complicadas para él, solo pudo entender algo, que durante dos días sería presa de esos atracos o por lo menos mientras que los miembros de la familia en la cual solo era una mascota terminaran de mancharle el cuerpo con eso que el moreno de ojos rojos llamo “semen”. 

     Se ocultó en las escaleras abrazando sus piernas, Sai había hablado con Itachi y gracias a su olfato pudo seguir ese camino de olores mezclados que tanto le atraía, encontró al pequeño dormido bajo las escaleras, entre sus piernas ligeros hilos pegajosos escurrían, pobre niño, recordaba que se sentía ser ultrajado una y otra vez, él ya lo había vivido, en un tiempo muy lejano cuando aun podría llamársele a su persona humano, lo cargó entre sus brazos y camino rumbo a su habitación, no lo obligaría y lo que menos quería era lastimarlo más de lo que ya estaba, aunque el pequeño tuviera la asombrosa capacidad de sanarse y sanar, el punto era el sufrimiento que sentiría en el momento. 

    Le dejó dormir en su habitación unos momentos, cuando sus pequeñas orejas se irguieron entre sueños al escuchar que caía suavemente en un colchón despertó, encontrándose en la habitación del moreno de pelo corto y ojos negros brillantes en un dorado hipnotizante que le limpia a las piernas con una esponja mojada con sumo cuidado. 

     - Despertaste… descuida… no pienso hacerlo de esa manera… Itachi ya te explico… ¿cierto?... – recibió una respuesta afirmativa por arte del menor, sonrió un poco para besarle la frente y los cabellos, le acarició el rostro. 

    - ¿Me prestas tu mano?... – el moreno no tenía prenda alguna, pero sus acciones eran suaves, el pequeño se encontraba en iguales condiciones, se sentó y extendió su mano. 

    - Vamos hacerlo de esta manera… esta bien… - guió la mano del pequeño hasta su miembro erguido y las cerró en torno a ese pedazo de su anatomía, el mayor gimió por la calidez de sus pequeñas manos. 

    - Hazlo así… si… bien… ¿me das un beso?... – maniobraba con las manos del pequeño, haciendo movimientos arriba y abajo con suavidad pidiendo en silencio y ayudado con su mano que apretara un poco cuando llegara a la parte del glande cosa que el pequeño comenzó a hacer segundos después con sus manos inexpertas. 

     - ¿Dónde?... – pregunto al mayor acercándose sin dejar de hacer aquellos movimientos con sus manos. 

     - Aquí… - apuntó a su propio cuello y el pequeño así lo hizo, se acercó a esa parte del mayor masajeando aun su miembro entre sus manos repartiendo tímidos besos por el pedazo de piel descubierto y sin que se lo pidieran descendió por el pecho del mayor quien se estaba excitando sin perder la cabeza en el acto, continuaron los movimientos de sus manos ayudadas por el mayor quien gemía bajito por ese encantador toque de las manos y labios del menor. 

     - ¿Está bien así?... – pregunto un poco avergonzado por lo que hacía. 

    - Muy bien sigue así… - un sonoro gemido salio de su garganta, no era necesaria las penetraciones, cierto era que era el método más rápido para eyacular y mucho más limpio refiriéndose a las mantas pero Sai se reservaba, sabía que este momento llegaría y la advertencia de su padre aun  permanecía fresca en su mente, por lo cual solo podía hacerlo de ese modo. 

    - Na… Naruto… ne… necesito que te des vuelta… - pidió con voz entrecortada por la excitación el mayor, sintiendo como su miembro comenzaba a dar signos de terminar pronto. 

    El pequeño soltó el miembro del mayor y se coloco como Sasuke y Gaara le habían puesto, con las caderas alzadas y la cara dando a las sabanas, cerró los ojos con fuerza al sentir las manos del moreno sobre sus caderas, las veces pasadas había dolido, quien decía que esta vez no sería igual. 

    Sai masajeo un poco más su miembro con su propia mano mientras observaba el trasero del pequeño, se relamió los labios y se maldijo internamente por no hacerlo como los demás, pero se notaba lastimada esa pequeña cavidad y lastimarlo era lo último en sus planes, dirigió su hombría y con cuidado introdujo solo la punta, gimiendo con fuerza, tomó las caderas y se hundió en el pequeño, al sentirse dentro de ese pequeño cuerpo caliente derramó su excitación en el sin moverse siquiera, con solo ese toque todo termino, salió despacio del pequeño cuerpo y espero a que respiración se normalizara. 

     Naruto no comprendía que había ocurrido, pero sentía en su trasero lleno de esa extraña sustancia que según el moreno mayor, le había marcado el interior como parte del clan Hatake. 

     - ¿Quieres tomar un baño?... no creo que a Sasuke le guste recibirte de esa manera… - le dijo el pelinegro quien ya se encontraba recuperado y se dirigió al baño a llenar la tina. 

    - Arigato… - dijo el pequeño quien le siguió sus pasos hasta el servicio, un sonido en su panza se escuchó fuertemente por todo el cuarto de aseo, los sostuvo entre sus manos, se sentía mal. 

     - Allí esta el toiled… - murmuro el pelinegro cuando el rubio le miro con cara de desesperación, él también había tenido esa sensación antes, cuando tus entrañas se encuentras llenas, solo buscan un detonante para salir de tu cuerpo, ya que no son propias. 

      - Arigato… - se sentó en ese trozo de fina porcelana en un color perla que combinaba perfecta con el resto del cuarto. 

    - Me avisas cuando termines para darnos un refrescante daño… te tallare la espalda… - le regalo una sonrisa y cerró la puerta, el sonido de agua escurriendo no se hizo esperar, el pequeño se sostenía el estómago mientras que aquella sustancia caliente salía de su cuerpo.

    Le faltaba el aliento y sentía sus entrañas arder con fuego, le dolían las muñecas, lo tobillos, el cuello el vientre y la espalda, no entendía la razón pero era lo que ocurría, el sonido de aquella sustancia cayendo en el agua del inodoro cesó. 

     Miró sus muñecas que le ardían y unas extrañas marcas rojizas brillaban cual fuego encendido, observó sus tobillos y de la misma manera un par de arillos se observaban brillando con la misma intensidad, en su vientre una figura se mostraba una estrella con cinco puntas, sin juntar en cada punta una letra, tocó su cuello y ya no estaba el collar. 

     - Sai-san… - llamó con miedo y la puerta se abrió, el moreno no podía creer lo que le pasaba, el pequeño se tocaba lugares que no alcanzaba a tocar, ahora sus manos intentaban calmar el dolor que sentía en la espalda. 

     Sin pensarlo, lo tomó por debajo de los brazos y le metió en la tina, abrió la llave de agua fría para calmar y adormecerle el cuerpo, sus lágrimas eran la prueba de que estaba sufriendo, los mantenía cerrados mientras se mecía de un lado a otro intentando calmar con sus mimos su propio dolor. 

     - Espera aquí… - le comentó el mayor mientras salía desesperado con una toalla en la cintura y buscaba a alguien que supiera que le estaba pasando al pequeño. 

    Pasados unos cuantos minutos regresó en compañía de sus tres hermanos más, quien le miraron interrogantes, Itachi recargo su barbilla en una de sus manos, Sasuke se acercó y observó el primer signo que se mostraba. 

     En su espalda las alas de lo que parecía ser un murciélago o un dragón una a cada lado de su columna, asustado el moreno le alzo el rostro para verle, todos quedaron pasmados al ver en su cuello la marca de un collar de y en medio se leía claramente un nombre Sasuke Hatake. 

     - ¿Qué es esto?... Itachi… - pregunto mirando a su hermano, el pequeño salio de ese estado en que se encontraba sumergido, miro al moreno y le tomó el rostro. 

     - Sasuke-san… quema… - le dijo llorando, observaron sus manos, y en ellas de igual forma un pequeño brazalete con una letra impresa, le sacaron del agua. 

    Su vientre la estrella a la cual solo le faltaba una letra, se podían apreciar S, G, I, S, en dirección de las manecillas del reloj, dejando el espació del lado derecho la primera punta descubierta para comenzar con la S, en su cuello el collar con el nombre del propietario, en sus manos y tobillos las mismas iniciales que en su vientre y en la espalda las alas del ser maldito. 

     - Nunca había visto completarse la marca… - murmuro incrédulo a lo que sus ojos veían. 

    - ¿De que marca estas hablando?... – pregunto Gaara observando los singulares signos que adornaban el cuerpo del pequeño con un color negro ahora que habían dejado de tatuarse sobre la piel del pequeño. 

    - ¿Tanto amor puede albergar una criatura?... – pregunto con los ojos abiertos sin poder creer lo que ante ellos se exponían. 

     - ¿Qué quieres decir con eso?... – preguntaron sin entender los demás. 

     - Esta es la marca de pertenencia… normalmente es diferente nunca le había visto con tantos nombres… pero aun falta uno… Sasuke como propietario original y ser el primero en marcarlo va a la cabeza… por eso la marca en el cuello y la punta alta de esa estrella… aquí esta Gaara, yo y Sai… de quien será la otra… - dudo unos momentos. 

     - Pero Itachi… y la marca de la espalda… ¿por qué ese tipo de alas?... – pregunto Sai mientras giraba el cuerpo, ahora inconciente del rubio quien por el dolor cayo rendido, demasiado cansado como para soportarlo y demasiado dolor como para poder evitarlo. 

     - Es la marca del clan al que pertenece… somos vampiros de alta categoría… de allí las alas de murciélago… - termino la explicación mientras que relacionaba cosas, solo faltaba una persona, persona que le había marcado cuando llegó con la marca de sangre y que por esos momentos no se encontraba. 

      Vistieron al pequeño y le llevaron al cuarto del más pequeño de los hermanos, quien llevaba en brazos a su mascota, miraba con tristeza cada una de sus marcas, por sus descuidos esto había pasado, ahora solo le quedaba esperar a que despertara y disculparse por su comportamiento. 

     - No le digan nada a padre… busquen ropas adecuadas para cubrirle los tatuajes… si se entera de que ha sido marcado antes de la presentación… no creo que este muy contento con ello… - informo Itachi haciendo que los demás les recorriera un  escalofrío por la espalda al recordar los castigos de su padre ante la falta a las normas establecidas de la casa. 

     - Hai… - murmuraron los restantes mientras que esperaban que el pequeño no les delatara en cuanto su padre llegara a casa. 

     Permanecieron el resto de la tarde cuidando el sueño del pequeño, hace poco había recobrado el sentido y ahora se encontraba durmiendo placidamente en la mullida cama, mientras que los cuatro hermanos le miraban desde las distintas posiciones, Sasuke sentado en la cama con el pequeño, acariciando sus hebras rubias para traerle paz a sus sueños, Gaara e Itachi se encontraban en el sillón cerca de la ventana mirando como el moreno menor le hacía mimos a su mascota mientras que Sai se mecía de un lado a otro, no sabía que hacer, pero tenía que hacerlo ya. 

     - Voy con Chouji a que prepare algo para el pequeño… de seguro cuando despierte tendrá hambre… - murmuro mientras dirigía sus pasos a la puerta, la abrió y salió por ella. 

     - ¿Quién es el que falta?... – pregunto Gaara observando a su hermano mayor con el rostro entre las palmas. 

     - Nuestro padre… - dijo cerrando los ojos con total resignación, si las cosas pasarán como el había pensado, no terminarían bien. 

     - Solo espero… que no busque ser marcado cuando llegue o estaremos en problemas… - murmuro pasando su mano por sus cabellos, eso si que era una mala noticia para el resto de los hermanos Hatake, su padre no se podía enterar hasta mucho después de la ceremonía de presentación a los clanes.

Notas finales:

que les parecio?.... me veo obligada a hacer la siguiente pregunta... quieren que naruto busque ser marcado por el Hatake mayor? ^u^... espero les haya gustado... nos vemos en el sigueinte capitulo.

Ah se me olvidaba... para aquellas encantadoras personas que me dejan un mensaje, critica, sugerencia, duda o amenaza... por favor pongan un nombre... esto es importante... si me llega un review con el nombre de Anónimo... me veré en la necesidad de ignorarlo ¬_¬... se que se escucha cruel pero tengo mis razones...

bueno muchas gracias por leer y nos vemos en el siguiente capitulo... matta ne... ^o^

 


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