Carta desde mi corazón
Guilty
Draco corría y subía tan rápidamente como podía las escaleras con solo una cosa en mente, encontrar a Harry y explicarle lo sucedido. Bueno… todo lo que él pudiera decirle, porque verdaderamente tampoco sabía muy bien lo que había ocurrido…
Solo esperaba que Weasley no lo hubiera engañado y que realmente allí encontrara a su gryffindor… SU gryffindor!! Por Merlín! Que cursi que sonaba todo aquello…
Pero la escena daba para si. Él, buscando desesperadamente a su “amor” para confesarle sus sentimientos e intentar convencerlo de que no era un traidor… no era un poco patético todo aquello?
Pero ahora mismo, todo eso, no le importaba en absoluto. Ni su orgullo, ni reputación, incluso ni su dignidad. Ni siquiera le hubiera importado que esa estúpida reportera cotilla de Skeeter publicara un artículo referente a su recientemente descubierto enamoramiento…
Solo le importaba encontrar al ser más adorable y achuchable del mundo y atraparlo para no dejarlo marchar nunca más…
Porque sí, para Draco Lucius Malfoy, el que había sido el mejor debutante para mortifago (antes de traicionar al Lord) y el arrogante heredero de toda la fortuna Malfoy, creía que Harry James Potter, el salvador del mundo mágico y el gryffindor más estúpido e imprudente que había conocido nunca, era una persona extremadamente “achuchable”… (NA: … ¬¬… de donde salió esto?? Relleno, tal vez??).
Por fin había llegado a la dichosa séptima planta e hizo lo que le dijo la comadreja. Pasó tres veces delante de ese retrato desando con todas sus fuerzas llegar hasta Harry para poder hablar con él…
Y para su sorpresa, una puerta apareció al lado del retrato. Con cierta inseguridad la abrió y entró en una habitación completamente oscura… de golpe sintió ese agarre en el estomago, como cuando cogía un trasladador…
Y al volver abrir los ojos (que los había cerrado por la impresión) lo que vio delante de él lo dejó horrorizado.
………………………..
“Mmm…”
En una cama alta, cubierta por unas impecables sabanas blancas, un joven pelinegro se revolvía incomodo dentro de ellas, despertando de su sueño…
“Joder… ¿otra vez me he dejado los doseles de mi cama abiertos?” pensó molesto el chico. Era la séptima vez en ese mes que le ocurría aquello… realmente debía empezar a preocuparse por su memoria… o por la ausencia de ella.
Pero de pronto un olor familiar vino a él. Un olor entre analgésicos, alcohol y lejía… ¿qué hacía en la enfermería? ¿qué había hecho ahora?
Perezosamente abrió los ojos cerrándolos inmediatamente al notar la molesta luz del Sol clavarse en ellos. Parecía ser muy temprano, pero si no le fallaba la memoria (que muy podría ser), lo último que había hecho era encerrarse en un cuarto sucio y oscuro del segundo piso… un aula en desuso. Y eso había sido por la mañana… ¿era otro día entonces? ¿Qué le había ocurrido?
No recordaba nada… solamente sentía como su corazón era agarrado por un puño y fuera estrangulado cruel y lentamente…
Incorporándose en la cama, acostumbrado ya a la luz, abrió completamente los ojos y se puso sus gafas al encontrarlas en la mesita que había al lado de la cama.
La enfermería lo ponía más enfermo aún. Tanto blanco molestaba… ¿realmente creían que eso relajaba a los enfermos? ¡¡Si hasta dañaba los ojos si los mantenías por mucho rato abiertos!!
Suspiró pesadamente… recordaba perfectamente lo que había ocurrido esa mañana antes de salir corriendo… ¿como olvidarlo? Allí, colgada en medio del tablón, estaba su carta. Esa carta que nunca había querido enviar realmente, ni tan siquiera había pensado en confesarles a sus amigos su amor por el slytherin!!
Ahora todo el mundo lo sabía. Pero eso no era lo que más le dolía. Evidentemente que no!! Le dolía enormemente la clara negación de Malfoy, una buena forma de decir “no”, pensó amargamente.
Pe-pero aún así… aún habiendo hecho eso… lo seguía queriendo… ¡¡como podía seguir amando a alguien así!! Creyó que tal vez no fuera malo, que tal vez fuera todo solo una burda máscara del chico para proteger sus propios sentimientos y deseos!
Pero no… como siempre, al héroe del mundo mágico, se le cerraba en las narices la única puerta que quería que se le abriera…
.- No puedo creer que hiciera algo así… - susurró el chico llevándose las manos a la cara, para ocultar su dolor – No puedo creer que otra vez este así…
.- No fue él, Harry – dijo una voz desde el umbral de la puerta de la enfermería. Alguien lo había estado viendo desde allí… - Fui yo. Yo fui quien colgó tu carta en el tablón…
Y Harry quedó anonadado al ver quien se escondía entre las sombras y a quien pertenecía esa voz…
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Draco estaba inquieto, intranquilo. No había podido pegar ojo en todo la noche. Realmente estaba angustiado por Harry. Por saber como estaría ahora y sobretodo por saber que era lo que le había ocurrido…
Aún temblaba inconscientemente cada vez que recordaba la escena que se había encontrado después de cruzar esa puerta…
Harry en un sucio y oscuro cuarto, tendido en el suelo, inconsciente. Después de eso había estado en shock como dos minutos hasta que reaccionó y con el gryffindor entre sus brazos corrió hacía la enfermería, pero la insensible de Pomfrey le había echado y no le había permitido quedarse con él para vigilar sus sueños o enterarse el por qué se había desmayado…
Quería estar junto a él… era lo único un poco coherente que podía pensar en esos momentos. No quería dejarlo solo y aún menos sabiendo que, seguramente, el chico pelinegro creía que él había colgado su carta…
Ah… esa carta… Un suspiro suave y silencioso salió de sus labios. Debía ser ya temprano porque la luz del sol se colaba por las plateadas y finas cortinas que rodeaban su cama.
No había podido dormir en toda la noche. Había pasado todo el día angustiado, preocupado por el estado de Harry. No había prestado atención a ninguna de las clases, la verdad es que ni sabía que clases había tenido… Solo recordaba a Blaise arrastrándolo de un lado para otro, llevándolo a las clases, después de que lo hubiera encontrado delante de la enfermería, sentado recargando su espalda contra la fría pared y con una mirada ausente…
Aún no se podía creer todo lo que había sucedido el día pasado… Entre el sueño, el descubrir lo de la carta y encontrar a Harry en semejante estado lo estaba desgastando a una velocidad preocupante…
Harto de estar en cama sin nada más que hacer que pensar, corrió suavemente las cortinas para no despertar a los demás y comprobó la hora.
Las siete… madame Pomfrey le dejaría entrar en la enfermería para ver a Harry? No lo sabía, pero lo intentaría por lo menos.
Mientras se cambiaba dio un rápido vistazo a la habitación. Blaise no estaba… pero era algo que no le preocupaba demasiado, seguramente estaría con la comadreja esa…
Otra cosa que tampoco no terminaba de entender… (a parte del hecho de que alguien publicara semejante carta) Weasley le había odiado desde… siempre vamos. Entonces, como era que en un momento como ese, con todo en contra del slytherin y teniendo muchos motivos para sospechar de él, había creído en su “inocencia”?
No había preguntado nada, ni tan siquiera le había hecho caso a las preguntas de su novio, simplemente había confiado en su palabra… algo no encajaba y pronto averiguaría qué. Para algo era una serpiente, no?
Con paso lento y monótono, sin prisas para no llegar demasiado pronto a la enfermería y para seguir pensando con tranquilidad (aunque llevaba toda la noche haciéndolo), se dirigió hacia donde Harry estaba…
Pero al llegar a la puerta blanca donde encima de esta relucía una placa donde se podía leer “enfermería de Hogwarts” se encontró a Blaise, a Weasley y a Granger.
.- Malfoy – dijeron los dos gryffindors a modo de saludo. Blaise no le dijo nada, simplemente le dirigió una sonrisa. Su enfado había pasado ya… sabría algo que él no?
.- Weasley, Granger – respondió con un gesto de inclinación y su típica voz arrogante. Como reacción recibió una mirada cansada de la chica y un resoplido de Weasley – Si me disculpan quisiera hablar un momento con madame Pomfrey para…
.- Lo sabemos, Malfoy – le interrumpió la gryffindor – Te importaría que antes pasara Ron a hablar con Harry? Necesita hablar urgentemente con él – y dirigió una mirada severa al chico pelirrojo. Este simplemente abajó la mirada. Compadecía al chico… había sufrido en sus propias carnes lo que era recibir la furia de la castaña… (NA: me refiero a lo del incidente de tercero con el hipogrifo y la cachetada de Hermione… os acordáis? Siempre me encantó ese trozo… XP!!)
Draco simplemente dijo que si con la cabeza.
A continuación vio como Weasley abría la puerta haciéndola chirriar en consecuencia…
Blaise estaba extrañamente silencioso y Hermione solamente relajó su expresión al ver a su amigo atravesar y cerrar la puerta. Tenía muchas cosas que explicar…
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Ron observaba silenciosamente el rostro pálido de su amigo. Después de haberle dicho aquello, de sacar las fuerzas de vete tu a saber donde (NA: si, claro… Era simplemente que tenía miedo de lo que le podría hacer Hermione…), no sabía que más decir.
¿Cómo se lo tomaría Harry? ¿Se enfadaría? ¿Le chillaría? ¿Le dejaría intentar explicarle que todo había sido un accidente? …
No tuvo que esperar mucho para saberlo. El moreno, después de oír a su amigo confesando que había sido él quien había colgado la carta, había quedado en “shock” por así decirlo. No entendía nada… entonces, Malfoy no había sido? No había leído la carta? Eso lo alegró, pero no duró mucho, ya que al alzar la vista (que la había bajado al oír la confesión de Ron) vio al pelirrojo con la cabeza baja y como con sus manos retorcía la capa del colegio…
.- ¿Por qué? – preguntó simplemente. Estaba cansado y eso se notó en su voz. ¿Por qué su amigo había hecho algo así?
.- Harry yo… yo lo siento mucho. En serio, no quería hacerlo… fue… fue un accidente…
.- Un accidente? – preguntó extrañado, como se cuelga algo en ese tablón por accidente?? – Ronald Weasley – Ron se estremeció. Pocas veces Harry le llamaba por su nombre y apellido completo, y eso no era una buena señal – Deja de decir tonterías, acércate y cuéntame porque lo hiciste – dijo autoritario. Al ver la vacilación del otro suspiró cansado. Ron decía que había sido un accidente y quería saber que ocurría. Necesitaba creerle. Lo necesitaba tanto como necesitaba saber si era cierto que uno de sus mejores amigos le había “traicionado”… Nunca había culpado a la gente de algo hasta no saber todo lo referente al asunto y no empezaría ahora ni mucho menos tratándose de Ron que era conocido por ser demasiado compulsivo y rematadamente estúpido en ocasiones…
Ron se acercó lentamente a la cama donde Harry reposaba. No se atrevía a alzar la mirada, no quería ver el rechazo en los ojos de su amigo. Ni odio, ni rencor. Quería recordar las calidas y brillantes miradas que le dirigía antes de que todo eso ocurriera…
.- Ron… vamos, tranquilo. Cuéntame que pasó…
.- Verás… yo ya-ya sabes que salgo con Blaise… También sabes que él a veces pasa las noches en la torre – Harry asintió cuando una sonrisa cruzó su cara. Recordaba perfectamente la primera vez que Blaise pasó una noche en gryffindor… Fue un caos total – Pues yo a veces paso las noches en slytherin – Harry se sorprendió, eso si que no lo sabía. – Verás, Blaise comparte la habitación con Malfoy y… anteayer me tocó a mí estar en su cuarto. Me desperté por la noche al oír un ruido… y…
Harry lo escuchó atentamente, de principio a fin, y suspiró al saber la verdad. Bueno, realmente el no había tenido completamente la culpa… Otro invento de Zabini que complicaba las cosas… ese chico era demasiado imaginativo para su gusto.
Lo que había sucedido era que Ron, al levantarse, había visto a Hedwing, su lechuza blanca, sobre el escritorio de Malfoy. Extrañado por verla ahí se acercó y vio la carta. Se puso nervioso ya que no sabía que ocurría realmente allí… Harry nunca le había dicho que se sintiera así y mucho menos que estuviera enamorado del huroncito!
Tampoco estaba seguro de que fuera cierto… tal vez era una broma pesada de alguien que quería perjudicara Harry… así que cogió la carta y la escondió en uno de los cajones del escritorio de Blaise. Pero tubo tan mala suerte que ese cajón en concreto era uno de los inventos nuevos del chico… Era su forma “fácil” de colgar un anuncio en el tablón.
Había que reconocer que la idea era ingeniosa… Había transformado ese cajón en un trasladador que conectaba con el archivo donde se guardaban los anuncios que se colgaban en él, así que al día siguiente aparecería como “por arte de magia”…
Ron se había sorprendido en la mañana al ver la carta ahí colgada, cuando él la había escondido… luego apoyó a Malfoy ya que estaba seguro de que él no había sido y más tarde le había contado la historia a Blaise quien le había hecho ver el error que había cometido…
Harry ya estaba más tranquilo. Eso quería decir que realmente todo había sido un accidente y que nadie tenía verdaderamente la culpa… Y también eso descartaba la posibilidad de que Malfoy hubiera leído su carta…
.- Harry – dijo Ron después de un par de minutos en silencio – Malfoy está ahí fuera. Quiere hablar contigo…
.- Por qué? – preguntó extrañado – él no tiene porque disculparse ni nada y no creo que venga tan temprano a molestarme…
.- Escucha, no se como, pero estoy seguro de que sabe lo que decía tu carta… - Harry lo miró horrorizado. ¿Cómo podía…? – Tranquilo amigo, estoy seguro de que no te rechazará… aunque hubieras podido escoger a otro… mira que gustarte ese rubio oxigenado… - Harry abajó la mirada apenado – No pasa nada, mira, si hasta yo estoy con un slytherin! No tengo ningún derecho a criticarte…
.- Gracias Ron… pero, pero él… él no… - le costaba bastante hablar – él se reirá de mi en la cara!!
.- Creo que en esto te equivocas Harry. Deberías haberle visto cuando se enteró de todo y salió corriendo a buscarte… escucha lo que te digo, no te rechazará.
.- Pe-pero…
.- Nada de peros!! A demás, si no te animo a hablar con él estoy seguro de que Hermione me echará otra bronca por ser tan “irresponsable y mal amigo” y no me dejará en paz en todo un mes… Vamos! Hazlo por mi! – dijo haciendo un puchero que lo hacía ver adorable
.- Vale vale! Pero dejar de poner esa cara!! Yo no soy como Blaise a quien puedes convencer con estos trucos sucios!! – Ron enrojeció. Aún no se terminaba de acostumbrara este tipo de comentarios…
.- Bueno, me voy. Hermione, Blaise y yo estaremos atentos. Si Malfoy intenta propasarse contigo llámanos que entraremos para separarte de ese pervertido… - dijo mientras se dirigía hacia la puerta - adiós, y que tengas suerte!! – y le guiño un ojo para después cerrar la puerta rápidamente para momentos después oír como algo chocaba contra el cristal de la puerta.
A fuera seguían esos tres esperando. Al oír la puerta abrirse se giraron para ver salir a Ron de la enfermería y cerrar la puerta de golpe. Ron sonrió felizmente y diciendo un “Todo tuyo Malfoy!” se alejó por el pasillo dirección al Gran Comedor. Era ya la hora del almuerzo y eso era algo que no se perdería por nada del mundo… Ni por los gritos de una Hermione sedienta por saber ni por miedo a que su amigo fuera “violado” por un hurón verde…
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FIN DEL CAPÍTULO ~
Byby of Riku Lupin